EL FESTIVAL MÁRGENES 2020 EN 39 PELÍCULAS (y 3): MÁS ALLÁ DEL ESPEJO


Una de las secciones más interesantes del Festival MÁRGENES 2020 ha sido la titulada Más Allá del Espejo en la que, de forma presencial, se han proyectado títulos clásicos del cine experimental y de vanguardia español (Notes sur l'émigration –1960– de Jacinto Esteva y Paolo Brunatto, Juguetes rotos –1966– de Manuel Summers, La caza de brujas –1967– de Antonio Drove, Margarita y el lobo –1969– de Cecilia Bartolomé, España otra vez –1969– de Jaime Camino, Aoom –1970– de Gonzalo Suárez, Els porcs –1972– de Antoni Padrós, Soñar con Sevilla –1975– y La Alameda –1978– de Juan Sebastián Bollaín, El desencanto –1976– de Jaime Chávarri, El asesino de Pedralbes –1978– de Gonzalo Herralde, Arrebato –1979– de Iván Zulueta, Ópera prima –1980– de Fernando Trueba, Función de noche –1981– de Josefina Molina, Cuerpo a cuerpo –1984– de Paulino Viota, En construcción –2001– de José Luis Guerín y Todos vós sodes capitáns –2010– de Oliver Laxe) y, en formato online, se han podido ver títulos recientes de esa misma tendencia. Se ha establecido, de esta forma, un diálogo entre dos épocas de experimentación cinematográfica en nuestro país, experimentación que, aunque a muchos les resulte sorprendente, es una seña de identidad de nuestro séptimo arte ya que es una tendencia arraigada y profusamente cultivada en nuestros autores más innovadores e independientes. A continuación, hablamos de los títulos que pudieron verse online a través de www.margenes.org.

Los materiales (2009) de Colectivo Los Hijos


CALIFICACIÓN: 

El colectivo Los Hijos está formado por Javier Fernández Vázquez, Luis López Carrasco (director de El futuro y El año del descubrimiento) y Natalia Marín Sancho y, entre 2008 y 2013, realizaron varios cortometrajes y largometrajes documentales. Uno de estos últimos fue Los materiales y en él asistimos a un sutil ejercicio de reflexión sobre la memoria y la capacidad o incapacidad de las imágenes para ahondar en ella. El embalse en torno al cual se va moviendo la cámara funciona como correlato metafórico perfecto del tema que sutilmente va desarrollando la película: las aguas del pantano ocultan un pueblo como el paso del tiempo entierra los acontecimientos del pasado que permanecen olvidados sin que la película consiga penetrar en ellos, desvelarlos y traerlos al presente para que podamos descubrir su auténtico perfil y condición.


Color perro que huye (2011) de Andrés Duque


CALIFICACIÓN: 

Color perro que huye nace de todo un conjunto de vídeos que el director tiene en el disco duro de su ordenador. Es decir, podemos pensar que este film es una anatomía del caos. Y podría serlo, una disección de toda esa avalancha de imágenes que nos asaltan, nos invaden y condicionan nuestra imaginario. Desde escenas de la vida cotidiana hasta recuerdos de viajes, pasando por, elemento crucial del film, grabaciones de El jardín de las delicias de El Bosco que nos pueden hacer pensar que Color perro que huye viene a ser una recreación del “jardín de las delicias” contemporáneo, creado a base de iconos e imágenes sin sentido. Pero, de repente, se produce el milagro, porque a esa lectura otorgada a la obra del pintor flamenco, se le añade otra completamente distinta al ser la pieza que da sentido a todo el conjunto y la que nos permite averiguar el significado del enigmático título de la película. Una obra, en suma, que representa un antes y un después en la trayectoria de Andrés Duque y que muestra su capacidad para descubrir un hilo oculto entre todo un torbellino de imágenes aparentemente inconexas. Recordar, para terminar, que Color perro que huye ocupó el puesto número 6 en el ranking de mejores documentales españoles de la pasada década que publicamos en Cine Arte Magazine a principios de este año.


True Love (2011) de Ion de Sosa


CALIFICACIÓN: 

Una ciudad: Berlín. Un amor: una mujer que se cruza en el destino del director-protagonista. Y una pasión: el cine, las imágenes, rodar, no dejar de rodar, no dejar de registrar unas vivencias, unos paisajes y una rutina cotidiana. True Love es una película volcánica, las escenas se suceden a un ritmo vertiginoso, la realidad parece querer escapar de la pantalla o nosotros sentimos que podemos sumergirnos en el torrente visual que Ion de Sosa nos propone. No importa que la narración sea fragmentaria o entrecortada porque, a pesar de ello, la historia fluye y llega hasta nosotros con claridad, sinceridad y transparencia. En un momento dado, la relación que constituye el eje del film llega a su fin. El protagonista abandona la ciudad. Y la película tiene que terminar. Amor, vida y cine parecen ir tan entrelazados, tan estrechamente vinculados entre sí, que cada uno de ellos empieza y llega a su fin al mismo tiempo. True Love se podría inscribir en esa tendencia que surgió en el audiovisual español a principios de la pasada década y que se llamó cine low cost, un intento, en el contexto de una aguda crisis económica, de seguir haciendo películas y hacerlas desde la más rabiosa independencia. En Cine Arte Magazine, dedicamos varios artículos a esta tendencia (como los dos articulos, 1 y 2, que dedicamos al proyecto #littlesecretfilm o la entrevista que hicimos a Jordi Costa sobre su película La lava en los labios) y ahora es justo reivindicar el papel que jugó True Love en la aparición de dicho movimiento y recalcar el hecho de que sería el propio Ion de Sosa quien realizaría la que vendría a ser el canto de cisne de la misma, Sueñan los androides (2014). El qué sucedió con esta tendencia y por qué se acabó apagando del modo en que fue concebida es ya otra historia. Y tendrá que ser contada en otra ocasión...


Edificio España (2012) de Víctor Moreno


CALIFICACIÓN: 

La crisis económica iniciada en 2008 fue transmitiendo sus efectos en los años posteriores y, a la altura de 2012, ya estaba claro que se había producido una alteración radical de las estructuras sociales y económicas anteriores al estallido de la crisis. Por todo ello, si Edificio España se hubiera realizado seis o siete años antes, no hubiese podido ser interpretada en el sentido en que se hizo en el momento de su estreno y tal como la hemos seguido interpretando en el momento actual. Porque todo el proceso de reforma del emblemático rascacielos madrileño, reforma que supuso el abandono y desmantelamiento de los viejos apartamentos, oficinas y negocios allí instalados, viene a ser la metáfora perfecta del propio proceso que estaba viviendo el país (algo a lo que el nombre del rascacielos, Edificio España, ayudaba sin duda a establecer con facilidad). Sin embargo, tampoco hay que quedarse solamente con esta lectura de la película, ya que los retratos humanos que se realizan de las personas que intervienen o están relacionadas con la reforma del edificio y la reflexión sobre cómo la misma va más allá de lo meramente arquitectónico para generar el olvido y ruptura de todo tipo de recuerdos y estados emocionales tiene tanta fuerza como poderoso símbolo que el documental alberga. Edificio España ocupó el puesto número 13 en nuestro ranking de mejores documentales españoles de la pasada década.


El jurado (2012) de Virginia García del Pino


CALIFICACIÓN: 

El sonido de fondo de El jurado es el desarrollo de un juicio que nos llega de forma abstrusa y fragmentaria. Las preguntas y argumentos de fiscales y abogados defensores, las respuestas de los testigos y las intervenciones del juez van articulando un relato que se nos antoja incomprensible y escurridizo. Mientras tanto, la cámara va mostrando los rostros de los miembros del jurado. El desconcierto de ellos es nuestro desconcierto. La confusión en la que están sumidos es la confusión del espectador, que no sabe vislumbrar los entresijos del caso que se está juzgando ni desenredar los detalles que suscitan dudas casi insalvables. El jurado es una potente muestra del inmenso poder de la imagen y cómo la misma logra transmitir y hacer aflorar todo lo que permanece oculto y que, sin duda, lo seguiría estando sin la presencia aguda de una cámara que se convierte en notario implacable del temor, las dudas y los sentimientos.


Mapa (2012) de Elías León Siminiani


CALIFICACIÓN: 

En Cine Arte Magazine, ya comentamos Mapa en 2013, un documental muy intimista y personal que relataba unos años de complicada vivencia en los que una ruptura sentimental, un viaje a la India y el posterior regreso a Madrid se suceden hasta parecer construir la historia de una canción que, paradójicamente, está ahí presente desde el primer momento como constatación de que los trayectos emocionales, siendo muy diferentes entre sí, siempre guardan un vínculo muy estrecho entre ellos. Mapa llamó poderosamente la atención en el momento de su estreno y fue uno de los títulos que abrió la brecha para el género del que podemos denominar "documental autobiográfico" en el que la voz en off del director-protagonista siempre tiene mucho meso y en el que el torrente de ficheros y archivos visuales acaban encontrando su hilo en la propia biografía del realizador. Tras Mapa, reseñamos el siguiente film de Siminiani, Apuntes para una película de atracos, y tuvimos la suerte de entrevistarlo junto a Ramón Campos con ocasión del estreno en Netflix de la serie documental El caso Alcàsser.






Costa da morte (2013) de Lois Patiño


CALIFICACIÓN: 

A Lois Patiño ya lo conocemos en esta revista. Lo entrevistamos durante el Festival de Málaga 2020 con motivo de la participación de su segundo largometraje, Lúa vermella, en la Sección Zonazine, y volvimos a comentar el film cuando participó en esta edición del Festival MÁRGENES. En la Sección Más Allá del Espejo, pudimos ver su opera prima, Costa da morte, la cual también transcurre en Galicia y que representa un viaje por el mundo rural, litoral y pesquero de Galicia y una reflexión sobre la inserción del ser humano en ese medio, haciendo honor a la frase de Castelao con la que comienza la película: "En un entrar del hombre en el paisaje y del paisaje en el hombre se creó la vida eterna de Galicia". Efectivamente, el tiempo parece congelado en Costa da morte, existe una quietud que es la calma de las tierras que saben que los cambios van a pasar de largo por ellas y que, por mucho que los relojes y los calendarios avancen, el mar, los bosques y las playas proyectarán las mismas imágenes y las mismas situaciones. No obstante, hay algo engañoso en este solo aparente "no pasar nada" porque el ser humano actúa constantemente en los lugares retratados, con un efecto depredador evidente. Hay, por ello, dentro de esa aparente serenidad, una tensión latente y una pregunta inquietante: ¿se logrará mantener el equilibrio o, al final, la naturaleza saldrá perdedora del juego de fuerzas? En la reflexión sobre esta pregunta, está la clave de la película.



Sé villana. La Sevilla del Diablo (2013) de María Cañas


CALIFICACIÓN: 

En el año en que hemos podido ver Nueve Sevillas de Gonzalo García-Pelayo y Pedro G. Romero, es más que oportuno (aunque siempre lo es) volver a ver este impactante collage visual de María Cañas, que, como la propia directora dice, trata de la humanidad más aperreá. Frente a la Sevilla oficial, esta creación visual es un paseo por la Sevilla alternativa, la Sevilla oculta, la Sevilla que se esconde de la luz de los focos y que se mantiene ajena a las rutas turísticas. Una Sevilla que está y ha estado siempre ahí a pesar de que se la ha querido mantener siempre en la sombra y que fue la más golpeada por la crisis qe estalló en 2008. Convulsa, agitada, frenética, delirante a veces, Sé villana. La Sevilla del Diablo es, simultáneamente, paseo por la marginalidad, mirada deslumbrada ante lo insólito, retrato cáustico del estado de los medios de comunicación, afirmación de un modo de plantear el audiovisual y reivindicación del humor como arma revolucionaria. Posteriormente, María Cañas realizó Expo Lío 92 y La cosa vuestra, dos obras que inciden en las claves y obsesiones de la autora y revelan su mensaje poderoso y enrabietado. Sé villana. La Sevilla del diablo ocupó el puesto número 12 en nuestro ranking de mejores documentales españoles de la pasada década.


Las altas presiones (2014) de Ángel Santos


CALIFICACIÓN: 

Las altas presiones fue una de las primeras películas que abordó la problemática de aquellos que, en pleno siglo XXI, tuvieron que abandonar su tierra por falta de oportunidades y que, en un momento dado, regresan a ella de modo puntual y se plantean si retornar o no a ella para volver a instalarse allí. Un tema que parecía referirse a quienes se fueron en los 60 y primeros 70 a otros países de Europa para encontrar trabajo pero que la crisis de 2008 volvió a poner dramáticamente en la palestra. La vuelta a las raíces provoca en el protagonista un shock silencioso en el que su deambular por lugares en ruinas en búsqueda de exteriores para una película no es más que un reflejo de su paisaje anímico invadido por un pasado que no ha podido dejar atrás. Andrés Gertrúdix, Itsaso Arana y Diana Gómez conforman el trío protagonista de una historia en la que, estando abiertas aparentemente todas las posibilidades, la única opción que, en realidad, se mantiene en pie es la de la melancolía. 


Inadaptados (2015) de Kikol Grau


CALIFICACIÓN: 

En Cine Arte Magazine, ya conocemos a Kikol Grau. Comentamos la retrospectiva que le dedicó el Atlántida Film Fest 2018 y hablamos, con motivo del Festival de Sevilla y Festival MÁRGENES 2020, de la proyección de su documental Las cuatro esquinas y Madrid, última entrega sobre su monumental historia del movimiento punk en España. En Las más macabras de las vidas, la banda protagonista del documental era Eskorbuto; en Inadaptados, Cicatriz; y, en No somos nada, La Polla Records. Finalmente, en Los demenciales chicos acelerados, se nos relata la evolución de la escena punk en Barcelona durante los últimos cuarenta años. Recogiendo un amplísimo material sobre el tema, estas películas serán de gran interés para quienes quieran revisar las historias de unas bandas que han solido moverse en circuitos minoritarios y que han representado una actitud auténticamente radical e insobornable.



No Cow on Ice (2015) de Eloy Domínguez Serén


CALIFICACIÓN: 

El tema de la emigración vuelve a estar presente en la sección con No cow on the ice de Eloy Domínguez Serén, solo que, en este caso, la perspectiva cambia y se retrata las vivencias del protagonista en Suecia, país al que se trasladó con el fin de poder encontrar oportunidades laborales. La película tiene un sutil barniz irónico que va mostrando las dificultades de quien se tiene que integrar en una sociedad muy diferente y que se enfrenta a un idioma complicado y al reto de tener que realizar trabajos muy por debajo de la cualificación alcanzada en el país propio. El final de la aventura será agridulce pero, en cualquier modo, se extraen lecciones positivas de la misma, resumidas en el título de la película, un refrán sueco que viene a decir que "no verás vacas en el hielo" porque conocen el peligro y no se acercan a él. Es decir, que si estamos en un lugar y teniendo unas vivencias, es porque algo se podrá aprovechar de las mismas y lograremos salir airosamente de los problemas. 


O futebol (2015) de Sergio Oksman


CALIFICACIÓN: 

Posiblemente, el partido de fútbol más importante de la década pasada fue el “Mineirazo”, la derrota por 7 a 1 de Brasil contra Alemania en las semifinales del Mundial 2014, organizado por los propios brasileños. Un auténtico golpe de estado contra la todopoderosa selección brasileña en su propia casa. Alemania no solo venció sino que vapuleó de manera inmisericorde a Brasil para, con posterioridad, proclamarse en la final campeona del mundo frente a la Argentina de Leo Messi. El documental O futebol relata cómo su director, Sergio Oksman, se reencuentra con su padre después de 40 años de separación y acuerda con él llegar a ver juntos algún partido del mundial que se está celebrando en el país. No podemos revelar qué sucede pero sí podemos decir que este partido marca un antes y un después en la trama del film, simbolizando, quizás, que en él no solo ocurrió la derrota de una selección sino que significó un replanteamiento de muchos aspectos de la situación del país y, en todo caso, sí supuso para el realizador un cambio total en su vida y en su forma de ver el mundo. Siempre recordaremos dónde estábamos y qué hacíamos mientras se jugaban determinados partidos de fútbol y eso es, quizás, de los que nos habla O futebol, de que este deporte arrastra tantas multitudes y atrae la atención de tantas personas que acaban dejando en un segundo plano circunstancias vitales y hechos biográficos decisivos.


Niñato (2017) de Adrián Orr


CALIFICACIÓN: 

Otra película que ya comentamos el año pasado, un precioso documental en el que vemos la vida cotidiana del rapero David Ransanz, alias Niñato, y sus tribulaciones para compaginar su actividad profesional con sus obligaciones familiares con sus hijos. Sencilla pero hondamente precisa y emotiva, Niñato, además de acercarnos a unos personajes inolvidables, nos hace reflexionar sobre la condición del artista y su necesidad de abordar, como cualquier otra persona, toda una serie de rutinas y responsabilidades cotidianas y sobre la necesidad de replantearnos el concepto convencional de familia, en la medida en que los nuevos tiempos nos traen nuevas situaciones y nuevas circunstancias.



Ainhoa, yo soy esa (2018) de Carolina Astudillo


CALIFICACIÓN: 

Ainhoa, yo no soy esa es otro de los grandes documentales de la pasada década, una fascinante exploración de una vida paralela a la de la directora. Dos situaciones similares en dos países distintos (Chile y España), dos países que, tras una larga dictadura, realizaron una problemática transición democrática que supuso la apertura a nuevos tipos de vivencias y nuevos tipos de desafíos. Brillantemente narrado, con un excepcional montaje del amplio archivo de imágenes que la realizadora maneja, la historia de Ainhoa nos emocionará, nos dolerá y, en mayor o menor medida, nos veremos reflejados en ella, al recordarnos esos momentos en los que creímos que todo era posible pero la realidad impuso su dura y tajante soberanía. Ainhoa, yo no soy esa ocupó el puesto número 8 en nuestro ranking de mejores documentales españoles de la pasada década.


Longa noite (2019) de Eloy Enciso


CALIFICACIÓN: 

Y, para terminar, otra muestra del pujante cine gallego que, como hemos visto en las tres entregas dedicadas al Festival MÁRGENES, cada vez ofrece más títulos de interés con acusada personalidad propia. En Longa noite, veremos cinematográficamente escenificados diversos textos de diversos autores (algunos de ellos cartas de presos republicanos que fueron, finalmente, fusilados) relacionados con nuestra Guerra Civil. Las palabras de Max Aub, Alfonso Sastre, Luis de Seoane, Ramón de Valenzuela, Marinhas del Valle, Rodolfo E. Fogwill, José María Aroca y Ángeles Malonda sirven para articular un discurso sereno pero, a la vez, absolutamente contundente que constituye un discurso ácido y doloroso sobre una compleja y turbulenta época de nuestra Historia.






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