NIÑATO DE ADRIÁN ORR. TIEMPOS DE INCERTIDUMBRE




Tras pasar por numerosos certámenes de todo el mundo (el Visions du Réel de Nyon, donde ganó el Premio del Jurado al film más innovador en la sección “Nueva mirada”, el BAFICI de Buenos Aires, donde ganó el Premio a la Mejor Película en la Competencia Oficial Internacional, el TIFF de Transilvania, en el FICQ de Quito, donde ganó el Premio a la Mejor Película en la Competencia Oficial, en la Mostra Internacional de Cinema de Sao Paulo, el Festival Internacional de Viena, el Festival de Cine de Sevilla, donde ganó el Premio a la Mejor Película en la sección “Nuevas Olas”) el documental Niñato de Adrián Orr llega ahora a la plataforma Márgenes para poder ser vista online. Con motivo de ello, publicamos reseña de la película.

TÍTULO: Niñato. TÍTULO ORIGINAL: Niñato. AÑO: 2018. NACIONALIDAD: España. DIRECCIÓN, GUION Y DIRECCIÓN DE FOTOGRAFÍA: Adrián Orr. MONTAJE: Ana Pfaff. INTÉRPRETES PRINCIPALES: David Ransanz, Luna Ransanz, Mia Ransanz, Oro Ransanz. DURACIÓN: 72 minutos. PÁGINA WEB OFICIAL: http://niñato.com/. ENLACE EN MÁRGENES: https://www.margenes.org/pelicula/59fb527e4fdd0501a0e85b7b.

CALIFICACIÓN: 


La realidad se resiste a quedar encerrada en tópicos, estereotipos y estrechas ideas preconcebidas. Cuando tendemos a creer que los hechos van a trascurrir por unos cauces conocidos y previsibles, enseguida mutan, se transforman, dan un giro que lo alejan de los parámetros corrientes y nos encontramos de forma imprevista ante lo inesperado y ante lo que no encaja en nuestros perezosos esquemas mentales. Ello sucede por ejemplo con el concepto de “familia”. Conforme las circunstancias sociales cambian, conforme el tiempo modifica modos y costumbres, van apareciendo nuevas estructuras familiares que suponen nuevos retos y la necesidad de encontrar nuevas soluciones a problemas de siempre. Todo es lo mismo pero no puede ser abordado de las maneras habituales. Niñato, documental de Adrián Orr y que supone su debut en el formato de largometraje, nos lo muestra con una eficaz combinación de contundencia y frescura, lo cual justifica el éxito que ha cosechado en numerosos festivales de todo el mundo.

El punto de partida de esta película es el cantante de hip-hop David Ransanz, alias Niñato. A partir de ahí, cabría pensar que este documental nos va a llevar por los problemas y tribulaciones por los que pasa en su vida cotidiana un rapero. Pero, cuando en los primeros minutos del film, vemos cómo la cámara nos muestra un concierto de su grupo a espaldas del mismo, el director ya nos está dando la pista de que no va a estar ahí el énfasis del relato aunque sí sea un elemento que tendrá su espacio relevante en la historia. Porque, enseguida, nos sumergimos en los avatares de David como padre soltero y contemplamos los problemas con sus hijos, las dificultades de uno de ellos en los estudios y en el cómo se articula una estructura familiar diferente en la que la madre no está presente y los abuelos juegan un papel fundamental. De este modo, Niñato se acaba convirtiendo en un retrato preciso, emotivo y tierno de los tiempos actuales y de las nuevas circunstancias que los mismos conllevan.





Niñato nos pasea por las calles de la gran ciudad antes del amanecer, por las prisas y tensiones que cruzan la rutina cotidiana, por las salidas de los colegios, donde los padres, mientras esperan la salida de sus hijos, hablan de la imposibilidad de pagar el comedor escolar, por relaciones sentimentales que se viven desde la inestabilidad porque la estabilidad es una utopía inalcanzable, por las noches en las que el ajetreo (un ajetreo distinto al que se mueve bajo la luz del sol) no cesa, por conversaciones aparentemente intrascendentes pero bajo las que circulan los ríos de la incertidumbre y el miedo a la monotonía y al estancamiento, por los esfuerzos de David por progresar en su mundo y la lentitud de los avances conseguidos… En definitiva, el documental hace pasearnos por la vida que palpita, con sus momentos grises, sus tiempos muertos y los instantes en los que las emociones brillan y parecen revelarnos una salida redentora.

Sin embargo, quien, poco a poco, irá ocupando el primer plano de este fresco es Oro, el hijo más rebelde y con problemas en los estudios del protagonista. En su afición por el hip-hop y en su desapego por el colegio, probablemente David encuentra una especie de espejo de su interior pero, al mismo tiempo, sus esfuerzos por hacerle ver la importancia de las tareas escolares y por obtener unas buenas calificaciones reflejan el dilema en el que se mueven quienes no están conformes con la realidad que les rodea: a pesar de su disconformidad, deben adaptarse a su entorno y cumplir con muchos de los protocolos a los que ese entorno obliga porque, de no cumplirlos, la única salida que existiría sería la nada.

El último plano de la película, dentro de su sencillez, sintetiza a la perfección toda la tensión en la que se mueve el protagonista y las encrucijadas a las que se enfrenta, su temor a su incierto porvenir y su preocupación por hacer las cosas bien, consigo mismo y con su familia. Más allá de su historia personal, es el testimonio vivo de la época que nos ha tocado vivir en la que todos, en mayor o menos medida, solo vemos nuestro futuro al otro lado de una espesa niebla que nos impide ver qué es lo que el destino puede llegar a depararnos.


TRÁILER DE LA PELÍCULA:





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