EL OMBLIGO DE GUIE’DANI DE XAVI SALA. LOS TIEMPOS CAMBIAN…

 


TÍTULO: El ombligo de Guie’dani. TÍTULO ORIGINAL: El ombligo de Guie’dani. AÑO: 2018. NACIONALIDAD: México. DIRECCIÓN y GUION: Xavi Sala. MONTAJE: Aldo Álvarez Morales. DIRECCIÓN DE FOTOGRAFÍA: Alberto Anaya Adalid, Martín Boege, Ricardo Garfias. INTÉRPRETES PRINCIPALES: Sótera Cruz, Érika López, Majo Alfaroh, Yuriria del Valle, Juan Ríos, Valentina Buzzurro, Jerónimo Kesselman, Mónica del Carmen. DURACIÓN: 119 minutos. PÁGINA WEB OFICIAL: https://www.facebook.com/elombligodeguiedani/.

CALIFICACIÓN: 

Si ha habido un fenómeno de importancia en Latinoamérica en las últimas dos décadas ha sido el protagonismo creciente de los pueblos indígenas, su peso cada vez más decisivo en el proceso político y la focalización por parte de los medios informativos y culturales en los problemas, peligros y discriminaciones que los mismos sufren. En Cine Arte Magazine, ya hemos comentado varias películas que son ejemplos, desde diversos puntos de vista, de esa realidad y, así, en diversos artículos, hemos hablado de Aquí y allá (2012) de Antonio Méndez Esparza, Pájaros de verano (2018) de Cristina Gallego y Ciro Guerra, Doble yo (2018) de Felipe Rugeles, Huahua (2017) de José Espinosa Anguaya, Sánctorum (2019) de Joshua Gil y Los que vuelven (2019) de Laura Casabé. Ahora, se estrena en nuestro país El ombligo de Guie’dani, película que viene de México, que está dirigida por el director nacido en Alicante y de nacionalidad mexicana Xavi Sala y que aborda el tema desde la perspectiva del triple conflicto (de clase social, étnico-cultural y generacional) que rodea al mismo. La historia que sirve para enmarcar la reflexión es la de una madre (Érika López) que, con su hija, Guie’dani (Sótera Cruz), viaja desde la comunidad zapoteca donde vive a la capital para entrar como criada en la casa de una familia acomodada. Pero a Guie’dani no le gustará el cambio, le manifiesta a su madre sus deseos de volver a su pueblo natal e iniciará un proceso creciente de rebeldía hacia unas circunstancias que no ha elegido vivir.

 



Se puede afirmar (no somos los primeros que lo hacemos) que El ombligo de Guie’dani acaba manteniendo un dialogo involuntario con Roma (2018) de Alfonso Cuarón, en la medida en que ambas películas expresan puntos de vista divergentes sobre una realidad similar. Mientras que el film de Cuarón mostraba a una criada integrada en la casa de una familia acomodada sin mostrar visos de protesta, distancia o rebeldía (recalcando la solidaridad de género entre ella y la señora de la casa, difuminando las diferencias étnicas y de clase como cuestiones que pasaban a ser irrelevantes en la relación que mantenían entre ellas), en El ombligo de Guie’dani son expresamente las diferencias mencionadas las que abren un abismo (abismo magistralmente expresado desde el punto de vista estético en la película) entre una y otra familia, la del matrimonio burgués con sus dos hijos y la de la madre e hija que trabajan para la primera como personal doméstico. Y en el conflicto que surge, es la dimensión generacional la que actúa como catalizador del mismo. Porque si Érika López tiene una actitud similar a la del protagonista del film de Cuarón, en cambio es la hija la que no acepta la forma de vida que su madre le ha impuesto, como símbolo quizás del cambio que ha experimentado una sociedad y, sobre todo, unas comunidades y unos pueblos que no están dispuestos a seguir siendo considerados como ciudadanos de segunda categoría. Las magníficas y naturalistas interpretaciones de Sótera Cruz y Érika López se acaban convirtiendo en el medio imprescindible para otorgar plena credibilidad a una película que, más allá de su condición de retrato social, muestra con sutileza y en un microcosmos perfectamente descrito la permanente lucha de la voluntad humana por encontrar su lugar en el mundo sin tener que estar atada por sometimientos o servidumbres.


Entrevista a Xavi Sala


TRÁILER DE LA PELÍCULA:




IMÁGENES DE LA PELÍCULA:









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