Hoy, publicamos el segundo artículo dedicado al D'A Film Festival de Barcelona 2021. Igual que en el primer artículo hablamos de 14 títulos, hoy hablamos de otras 14 películas que vienen de Iberoamérica, España y el resto de Europa, abarcando la ficción y el documental, la comedia y el drama, con multiplicidad de enfoques, perspectivas y puntos de vista.
–SECCIÓN DIRECCIONS
Isabella de Matías Piñeiro
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Con una fuerte influencia del cine de la nouvelle vague, este film argentino de Matías Piñeiro entrelaza una serie de tramas paralelas unidas entre sí por el hecho de que todas están protagonizadas por la relación entre una hermana y un hermano y vinculadas por un montaje teatral de la obra Medida por medida de William Shakespeare. Sin embargo, pienso que este esquema sirve solo de marco formal para los verdaderos temas que aborda el film que son el del cambio vital y la seguridad o inseguridad que existe o puede existir para afrontarlo, las barreras, miedos e incertidumbres a los que nos enfrentamos para alcanzar nuestras metas y los medios y formas de representación que empleamos para superar todo tipo de recelos y obstáculos. Ágil, fresca y construida con un montaje fragmentario muy influido por el cine de Godard, Isabella, que ya pudimos ver en el Festival de Gijón 2020, es una pieza deliciosa por su factura visual y las interpretaciones de, sobre todo, sus actrices, que invitan a revisarla varias veces para poder apreciar todos los detalles y conexiones que esconde su estructura argumental.
A Good Man de Marie-Castille Mention-Schaar
Séptimo film como directora de la realizadora francesa Marie-Castille Mention-Schaar (de la cual se estrenó en España en 2015 su tercera película, La profesora de historia) que utiliza como base argumental una serie de noticias aparecidas desde hace unos años en los medios de comunicación. Una prodigiosa Noémie Merlant interpreta a un hombre transexual que está en pleno proceso de transición y que, aprovechando que sus ovarios aún no han sido extirpados, decide quedarse embarazado ante la imposibilidad de su pareja para poder hacerlo. A Good Man es una intensa y fascinante exploración de las circunstancias, los desafíos y los retos que implican y suponen las nuevas visiones sobre la identidad y el género, obviando todo enfoque lineal o maniqueísta y mostrando las tensiones y contradicciones que surgen cuando se rompe con las costumbres y pautas tradicionales y se recorre un camino nuevo y desconocido. Su magnífica (a pesar de su sencillez) escena final el el broche perfecto para la historia: a pesar de todos los problemas, dificultades y recovecos, todo tipo de familias están reunidas en un parque sin que importe mucho las particulares circunstancias en las que cada una de ellas ha surgido, lo verdaderamente importante son los sentimientos y los vínculos emocionales que las mismas construyen y aportan.
Nunca volverá a nevar de Michal Englert y Malgorzata Szumowska
Malgorzata Szumowska ha sido una de las figuras homenajeadas en el D'A Film Festival 2021, de la cual, además, hemos podido ver su última película, Nunca volverá a nevar (codirigida con Michal Englert). Película con toques fantásticos, satíricos y estetizantes, su factura visual podría remitir al cine de Federico Fellini o Wes Anderson con ciertos ecos de Buñuel y Sam Mendes para terminar siendo una fábula sobre la Europa y la Polonia actuales, con sus inmigrantes deambulando por territorios que, tal vez, los abrazan pero que, en última instancia, no los acogen, con una clase dominante aislada en sus propios enclaves y en sus miedos y obsesiones, con la esperanza vana en milagros que no llegan y con la fe en un futuro de color de rosa que cada vez está más alejado e inaccesible. Preciosista, ácida y delirante, descubriremos al final que el título del film no es solo metafórico sino dolorosamente real y expresa la resignación ante un estado del mundo contra el que ni reaccionamos ni vamos a hacer nada por intentar cambiarlo o corregirlo.
–SECCIÓN TALENTS
Ricochet de Rodrigo Fiallega
Indica la sinopsis del film hispano-mexicano que su historia remite al mundo literario de Juan Rulfo. Y, efectivamente, su trama puede recordarnos a muchos elementos de El llano en llamas y Pedro Páramo, con sus obsesivos temas de odio y venganza, humillación y dolor, alcohol y testosterona y esa frontera tenue y difusa que separa el mundo de los vivos del de los muertos. Ricochet es una película en la que parece que no ocurre nada pero, en muchas ocasiones, en ese aparente no ocurrir nada es donde ocurre todo. Porque, en su transcurrir, aparentemente leve y anodino, Ricochet alberga una losa, un espesor y una pesadez del aire que no solo viene de un sol implacable y unos secarrales infinitos sino de una asfixia moral que no encuentra ni salida ni curación. Los recuerdos se convierten en lobos que te muerden las entrañas y, al final, tienes que adoptar la única solución que te han enseñado para afrontar determinadas situaciones, solución que no es el final sino un nuevo eslabón de rabia y rencor que seguirán cobrando su inexorable tributo a unos seres humanos que no conocen otra posibilidad de redención.
Make Up de Claire Oakley
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Estanislao de Alejandro Guzmán Álvarez
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–SECCIÓN TRANSICIONSSangre de Juan Schnitman
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Resulta difícil imaginar el desenlace de este film británico cuando, a lo largo de buena parte de su metraje, asistimos a un relato lleno de tensión, misterio y suspense. La llegada de una chica a un camping fuera del período vacacional para estar con su novio (que es uno de los miembros del personal dedicado a su mantenimiento) da paso a una trama llena de hechos extraños y enigmáticos que terminan envolviendo a una desaparición que resulta inexplicable. y que es la espoleta para que la protagonista tome conciencia de sí misma. El aire casi de terror que impregna buena parte del metraje del film nos invita a la reflexión sobre el hecho de que, por encima de nuestra presunción de que vivimos en una época de plenas tolerancia y apertura de mente, todavía, para muchas personas, el hecho de hacer determinados descubrimientos sobre ellas mismas supone el duro desafío de apartarse de lo que es concebido como normal y convencional y, por ello, han de afrontar momentos complejos y difíciles, cuya gestión nunca es ni fácil ni sencilla. Make Up es la perfecta expresión de dicho sentimiento.
Estanislao de Alejandro Guzmán Álvarez
Resulta casi tópico pero la frase con la que empieza Ana Karenina de León Tolstói (todas las familias felices son iguales; en cambio, las infelices lo son cada una a su manera) es aplicable a multitud de casos y de historias, como la que nos cuenta la película mexicana Estanislao. Se trata de un film esquivo, escurridizo e imprevisible que comienza casi como una historia del género noir, con ese protagonista que entra en el cuarto de baño de una estación de servicio y se afeita y se corta el pelo para no ser reconocido, para pasar a un perfil que parece mezclar el cine de Arturo Ripstein con el de Amat Escalante, con ese encuentro con su disfuncional familia y esa extraña criatura que permanece escondida y que el espectador tardará en poder ver, hasta poner énfasis en una vertiente que se conecta claramente con el cine más social y reivindicativo. La elusiva trama desemboca en un sorprendente desenlace que viene a decirnos que, a pesar de todo, es en la familia y en sus vínculos donde buscamos protección cuando, a pesar de las peculiares y tóxicas características que una y otros puedan tener, la sociedad carece de mecanismos efectivos de protección y amparo del individuo.
Gran Avenida de Moisés Sepúlveda
A pesar de su humildad y sencillez, esta producción chilena logra alcanzar una gran potencia expresiva y una intensa verdad emocional Y ello es así porque la historia reúne a una serie de personajes que viven situaciones fácilmente reconocibles para cualquier espectador y que, por tanto, se puede identificar plenamente con ellas. Es decir, la ausencia de complejidad, lejos de ser un hándicap para la trama, se constituye en una virtud al facilitar la conexión con la misma y la comprensión de sus implicaciones. Porque lo que vemos en Gran Avenida es a tres personajes protagonistas que viven unas vidas que no son las que quieren vivir o que les impide vivir como a ellos les gustaría hacerlo. Esa frustración interna que han de padecer con carácter permanente les lleva al desconsuelo, la rabia o al engaño de modo que solo podrán encontrar la serenidad y la calma cuando logren ajustar sus vidas a lo que ellos realmente son. Así, Gran Avenida acaba siendo una película que ofrece una hermosa lección moral y vital, además de saber retratar con gran efectividad (la secuencia de la desaparición del teléfono móvil) las consecuencias implacables de la decepción crónica.
El realizador argentino Juan Schnitman califica a su película de "melodrama erótico" lo cual, siendo bastante preciso, también hay que decir que se queda corto en relación a todo lo que este film nos ofrece. Es cierto lo de "melodrama" porque asistimos a un choque de sentimientos y relaciones que nos puede recordar, si realizamos un ejercicio de abstracción mínimamente intenso, a muchas de las películas de Douglas Sirk, por decir un nombre lo suficientemente representativo del género. No es menos cierto lo de "erótico" porque el director y los actores (unos espléndidos Juan Barberini, Natalia Tena y Bella Camero) ponen toda la carne en el asador y muestran al espectador de forma abierta y sin prejuicios la sexualidad de los personajes. Pero, más allá de todo ello, la película ofrece unos deslumbrantes retratos psicológicos que revelan el lado oscuro de la mente de cualquier ser humano y ofrecen una mirada certera y demoledora sobre el pantanoso suelo en el que nuestras conductas se sostienen. Hay que añadir a todo ello la música atmosférica de Paloma Peñarrubia que, con toda sutileza pero completa expresividad, se convierte, casi imperceptiblemente, en el proceloso mar de fondo de unas emociones convulsas y al borde del desequilibrio.
¡Al abordaje! de Guillaume Brac
Al abordaje, antes de participar en el D'A Film Festival 2021, fue la película inaugural del Festiva de Gijón 2020 y ya entonces llamó la atención por tratarse de una comedia. No es un género que suela ser habitual en los festivales de cine pero es que esta película de Guillaume Brac tiene unos modos y maneras que la apartan de esos recursos que se han vuelto excesivamente habituales en el cine de humor de las últimas décadas en el que la vulgaridad, los chistes fáciles y ramplones y los guiones más planos y superficiales se han convertido en monedas de curso corriente. Este film tiene las gotas suficientes del cine de Eric Rohmer y Woody Allen como para que su mirada se tiña de una aproximación llena de ternura hacia sus personajes y de una perspectiva suavemente irónica hacia las relaciones humanas y sus siempre complicados y enrevesados recovecos. La historia de un chico joven que logra arrastrar a un amigo a un incierto viaje para reencontrarse con una chica con quien coincidió un fin de semana y de la cual se ha enamorado acaba uniendo a una galería de personajes perfectamente caracterizados y perfilados que son representativos, además, de unas situaciones muy diferentes entre sí. Al abordaje acaba siendo un retrato fresco y convincente de un trozo de vida que palpita al calor de unos sentimientos que son tan frágiles y volubles como paradójicamente poderosos como para dejarnos conducir por ellos sin ponerlos nunca en cuestión.
–SECCIÓN ESPECIALS
The Monopoly of Violence de David Dufresne
Este brillante documental galo analiza las actuaciones policiales en Francia durante la presidencia de Emmanuel Macron. La película parte de las polémicas y controversias surgidas en torno a la política de seguridad y orden público del presidente francés y recoge una gran diversidad de opiniones y puntos de vista (desde las que creen que la situación se está aproximando a un estado policial y autoritario hasta las de quienes piensan que la administración se está defendiendo de una estrategia violenta y desestabilizadora), incluyendo los testimonios de las personas que han sufrido graves daños físicos por culpa de la acción de los agentes antidisturbios. Lejos de circunscribirse a la época actual, The Monopoly of Violence constituye una honda reflexión sobre cómo se puede enjuiciar y calificar las actuaciones policiales en un estado democrático donde hay que saber compatibilizar distintos valores y bienes jurídicos sin que ninguno de ellos quepa ser excluido de manera precipitada. Quien vea el documental, tendrá suficientes elementos de juicio para llegar a su propia conclusión.
Armugán de Jo Sol
Jo Sol sorprendió en 2005 con El taxista ful, una película que se movía en un terreno híbrido entre la ficción y el documental y que relataba la curiosísima historia de un hombre en paro que, para obtener algún dinero, robaba taxis por las noches y hacía varios viajes con los pasajeros que solicitaban los servicios del vehículo, devolviendo el taxi antes de que amaneciera, dejando incluso una pequeña cantidad de dinero en concepto de uso del auto. Ahora, Jo Sol da un giro de 180º en relación a su temática pero sigue en la línea de moverse en un territorio difuso con esta historia de ficción que, en muchos tramos de su metraje, pudiera parecer casi un documental de Robert J. Flaherty. El director nos lleva a los Pirineos y nos da a conocer al último representante de un oficio enigmático (Íñigo Martínez) que vive con otro personaje no menos enigmático que él (Gonzalo Cunill). Al principio, parecemos asistir casi a una indagación antropológica en la que vamos descubriendo las costumbres y la visión sobre la muerte de un enclave alejado y aislado de la vida urbana. Sin embargo, poco a poco vamos accediendo a las circunstancias personales de los personajes protagonistas que, al final, acaban encarnando, en función de sus biografías, dos visiones radicalmente opuestas (aunque, tal vez, complementarias) sobre el mundo, la vida y la existencia. Tras el áspero y desasosegante recorrido que el film nos invita a realizar, nos encontraos con el deslumbramiento que provoca la constatación de que todo ser humano tiene sus motivos y que su forma de pensar está indisociablemente unida a las vivencias que han jalonado su trayectoria.
–SECCIÓN UN IMPULSO COLECTIVO
9 fugas de Fon Cortizo
Esta película gallega (que ganó ex aequo con el film polaco Marygoround el Premio a Mejor Largometraje de la Seccion Oficial - Retueyos del Festival de Gijón 2020) es un film sugerente, poliédrico y que se nos narra como un mosaico lleno de conexiones, como exploración de texturas y como conjunto de ecos que resuenan unos con otros hasta conformar un fresco plenamente coherente y perfectamente articulado. Conforme avanza el metraje, parece que vamos asistiendo a una sucesión de fragmentos, pero poco a poco veremos cómo unos van encajando con otros hasta construir una vibrante historia sobre la memoria, el dolor, las heridas sin cicatrizar, las redenciones lacerantes y las identidades escondidas tras el mar y las brumas. La original utilización de la música en el prólogo de cada fragmento, la isla como símbolo de los recuerdos enterrados y los vínculos que acaban conectando el pasado histórico ignorado con los dramas familiares ocultos acaban sirviendo para construir un film que se demuestra impecable e implacable tras su apariencia de mero ejercicio estético, que acaba siendo desmentida por su sólido y contundente discurso.
Anunciaron tormenta de Javier Fernández Vazquez
CALIFICACIÓN:
Javier Fernández Vázquez ha formado parte del colectivo Los Hijos junto a Luis López Carrasco (director de El futuro y El año del descubrimiento) y Natalia Marín Sancho, el cual, entre 2008 y 2013, realizaron varios cortometrajes y largometrajes documentales. Uno de ellos, Los materiales (que formó parte de la retrospectiva "Más allá del espejo" del Festival MÁRGENES 2020) está emparentado formal y espiritualmente con Anunciaron tormenta, el cual hemos podido ver en el D'A Film Festival 2021. Porque si Los materiales se refería a la memoria perdida sobre la represión en nuestra Guerra Civil y la posguerra, en Anunciaron tormenta se reconstruye un caso de violencia ejercida por las autoridades coloniales españolas en lo que entonces se conocía como isla de Fernando Poo, actual isla de Bioko (el cual es su nombre original), en Guinea Ecuatorial. Un hecho histórico muy poco conocido, que acabó con la muerte del último rey de Bioko en extrañas circunstancias, es explorado y sacado a la luz gracias a los escasos documentos existentes en el Archivo General de la Administración española y los testimonios que han ido pasando de generación en generación entre los lugareños de la isla de Bioko. La investigación realizada permite sacar a la luz muchas de las circunstancias del colonialismo español en África y revelar hechos brutales que han quedado en el limbo de la memoria. Por ello, Anunciaron tormenta es un importantísimo documental que esperamos que tenga continuidad en otros títulos que ahonden en el mismo tema y nos permitan descubrir facetas de nuestra historia que permanecen ignoradas y olvidadas.
Los continentes de Pedro Kanblue
Con Los continentes, documental que ya pudimos ver en el Festival MÁRGENES 2020, nos encontramos con otra agradable sorpresa que el género documental de nuestro país nos está ofreciendo en estos últimos años. Debut en el largometraje documental de Pedro Kanblue, la película parte de replantearnos cómo quedan plasmados nuestros recuerdos en estos tiempos, que, de estar disponibles en un formato físico (digamos las fotografías y las cintas de VHS) pasan a quedar convertidos en ficheros almacenados en soportes magnéticos, fragmentarios, precarios, parciales, erráticos, siempre insuficientes... Los continentes es una autobiografía construida como a base de retazos, pero es que, muchas veces, eso es lo que parece que es nuestras vidas cuando las rememoramos, que es una suma de evocaciones deshilachadas que no forman un conjunto armónico y coherente, en el que los momentos de gloria parecen ecos fantasmales colgados de un hilo siempre dispuestos a evaporarse o a irse difuminando por el paso inexorable del tiempo. Podemos pensar que un film construido a base de antiguos ficheros de vídeo puede pecar de algo de frialdad pero, lejos de ese posible prejuicio, Los continentes es un film cálido y emotivo porque las imágenes, todo tipo de imágenes, siempre tienen un poder sugestivo y emocional que inevitablemente nos acaba absorbiendo, atrapando e hipnotizando y haciendo reflexionar sobre si la vida tiene o no un significado final y definitivo que sirva para unir todo un mosaico de recuerdos, sensaciones y percepciones.
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