TÍTULO: El agente topo. TÍTULO ORIGINAL: El agente topo. AÑO: 2020. NACIONALIDAD:
México-Estados Unidos. DIRECCIÓN Y GUION:
Maite Alberdi. MONTAJE: Carolina Syraquian. DIRECCIÓN DE FOTOGRAFÍA:
Pablo Valdés. MÚSICA ORIGINAL: Vincent van Warmerdam. INTÉRPRETES PRINCIPALES:
Rómulo Aitken, Sergio Chamy, Petronila Abarca, Zoila González, Marta Olivares,
Rubira Olivares, Berta Ureta. DURACIÓN: 84 minutos. PÁGINA WEB OFICIAL: https://bteampictures.es/el-agente-topo/.
Ya hemos comentado varias veces en esta revista cómo la exploración de ese territorio gris existente entre la ficción y el documental es una de las vertientes más señaladas de la cinematografía actual. La comentamos a la hora de hablar de Sapos de Baltazar Tokman, de Baracoa de Pablo Briones y de My Mexican Bretzel de Nuria Giménez y nos lo dijo Andrés Duque en la entrevista que le hicimos cuando elegimos Carelia: Internacional con monumento mejor documental español de la década 2010-2019. Pero nunca como en el caso de la película chilena El agente topo hemos visto que las posibilidades de esa exploración van mucho más allá de una estricta reflexión sobre el lenguaje fílmico o de un intento por reforzar, mejorar, precisar y mejorar el retrato de la realidad para ser la vía para poder ofrecer películas con texturas visuales, dramáticas y narrativas completamente originales que permiten relatos insólitos e inesperados. Porque el gran mérito de esta película (nominada para el Goya a la Mejor Película Iberoamericana y para el Oscar a la Mejor Película Documental) es que consigue de forma milagrosa situarse en la frontera justa donde el documental termina y la ficción comienza o, si se prefiere, viceversa. Y ni en un solo segundo metraje del film, Maite Alberti se sale de la disciplina marcada, como si fuera una equilibrista caminando sobre un fino alambre que, bajo sus pies, parece convertirse en una autopista de tres carriles. Por ello, El agente topo fascina a pesar de su sencillez, nos hace sonreír con un humor tan delicioso como marciano y nos acaba conmoviendo gracias a unos personajes que se vuelven cercanos y entrañables.
Una agencia de detectives recibe el encargo de una clienta para que investiguen a la residencia donde vive su madre porque tiene la impresión de que los cuidados que recibe no son los correctos. Para poder llevar a cabo la investigación, la agencia busca a una persona mayor que también pueda ingresar en la residencia y les haga de detective encubierto para descubrir qué está sucediendo realmente. Desde casi el principio, la persona seleccionada para hacer de “agente topo” nos engancha con su afán por hacer bien el trabajo encomendado y poder manejar los dispositivos electrónicos que debe utilizar para grabar lo que ve y para comunicarse con la agencia y, una vez ya dentro de la residencia, nos enganchan también la maravillosa galería de personajes que el protagonista va conociendo y que ofrecen un retrato humano lleno de cariño y sensibilidad. A la vez que El agente topo sabe mostrar una realidad que casi parece salirse de la pantalla, maneja con destreza y soltura códigos narrativos propios del género negro y policíaco, de modo que el resultado final, lejos de ser un híbrido que muestra inevitablemente sus costuras, es una obra coherente y magistralmente integrada que termina siendo una fábula con una moraleja tan certera como alcanzada con plena fluidez y naturalidad: que, por encima de lo físico, está lo anímico y que, más allá de lo material, lo que tiene un peso decisivo es lo emocional. Conclusión que puede parecer manida pero que, emanada de El agente topo y su peculiar estilo, se nos muestra fresca, renovada y como recién hallada y descubierta. Ahí reside, ni más ni menos, el secreto del éxito de la película en la actual temporada de premios, honores y galardones.
TRÁILER DE LA PELÍCULA:
IMÁGENES DE LA PELÍCULA:
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