En el artículo de hoy, terminaremos de revisar los títulos que integran la Sección Oficial de MÁRGENES 2019 - 9º Festival de Cine Independiente de Madrid. Pero, antes, vamos a detenernos en dos de las películas que han sido proyectadas en otras secciones y de las que ya hablamos en anteriores artículos de la revista.
En la Sección El Presente, se ha proyectado la coproducción entre Perú, España y Chile Canción sin nombre, película dirigida por Melina León y que ha participado en la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes y en el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, donde ganó el Colón de Oro a la Mejor Película. El pasado mes de julio, entrevistamos a la actriz (y directora del Festival Internacional de Cine de Gáldar) Ruth Armas, quien forma parte del elenco de Canción sin nombre y que, aparte de otros temas, nos habló de su trabajo en el film y de su buena experiencia durante el rodaje en Perú. Pueden leer la entrevista en el siguiente enlace:
Por otro lado, en la Sección Escáner se ha podido ver Jesus Shows You the Way to the Highway, insólita película dirigida por Miguel Llansó, a quien realizamos una amplia entrevista con motivo de la proyección del film en el Festival de Sitges, publicando, además, reseña del mismo. En los siguientes enlaces, pueden leer tanto la entrevista como la reseña indicada.
Reseña de Jesus Shows You the Way to the Highway
A continuación, completamos la revisión de la Sección Oficial del certamen con las reseñas de los siete títulos que nos quedaban por comentar.
Pirotecnia de Federico Atehortúa
Uno de los más fascinantes documentales que hemos visto en el certamen, una exploración del efecto y naturaleza de las imágenes y de su capacidad de crear relatos que influyan en el imaginario colectivo. Este film de Federico Atehortúa enlaza el origen del cine en Colombia con un problema familiar muy concreto (el silencio de su madre) para, entre medias, hacer un recorrido por la violencia política que ha sacudido con carácter sistemático la historia del país e, incluso, con grabaciones míticas del campeonato de liga nacional (en especial, un conflictivo partido entre el Atlético Nacional y el América de Cali celebrado en 1981 para decidir el torneo y que acabó con un polémico penalty y la retirada del América de Cali del terreno de juego como protesta) para lanzar una mirada desconfiada sobre el carácter engañoso y discutible de las imágenes, su doble filo y las dudas que es necesario albergar sobre su capacidad para ofrecer la verdad de modo unívoco y carente de ambigüedad. Fascinante desde el punto de vista intelectual y penetrante desde el punto de vista sociopolítico, Pirotecnia traza un potente discurso que lo convierte en uno de los más interesantes documentales de los últimos tiempos y que justifica plenamente su inclusión en la Sección Oficial del certamen.
<3 de María Antón Cabot
Documental que ya fue seleccionado en el Atlántida Film Fest 2019, esta película vuelve a estar presente en el MÁRGENES 2019, lo cual es natural dado su personalidad y originalidad creativa. Porque, cuando terminamos de ver < 3 y llegan los créditos finales, hay un hecho que sorprende: que en él hay imágenes grabadas en los veranos de 2014, 2015 y 2016. Y es sorprendente porque, conforme vamos contemplando este documental, parece que lo que es, en realidad, es un paseo a lo largo de una única jornada por el Parque del Retiro de Madrid. Con ello, ya estamos diciendo que el montaje y todo el andamiaje narrativo de < 3 es lo suficientemente brillante y efectivo como para sostener un relato que, de otro modo, hubiera podido caer en la dispersión. Pero no es así. Porque este paseo, a ratos sensual, a ratos divertido, a ratos emotivo, gira en torno a la visión de los jóvenes sobre el amor y las relaciones sentimentales, en unos tiempos en los que internet, las apps y las redes sociales imponen nuevas formas y maneras. Acorde con ello, < 3 adopta una factura visual y narrativa que se aparta de cauces convencionales y adopta unos ropajes modernos que se acaban convirtiendo en imprescindibles para conectar con la película y adentrarnos en su estimulante propuesta.
Historia de mi nombre de Karin Cuyul
A partir de una anécdota mínima (el motivo por que a la directora sus padres le pusieron el nombre de Karin), este documental chileno realiza un retrato de una época (la dictadura de Pinochet y la transición posterior a la democracia) y del estado de ánimo de un sector de la sociedad chilena (que, con una convicción firme en sus sueños revolucionarios, vieron cómo la evolución política del país significaba ir en dirección opuesta a la causa por la que ellos lucharon) y lo hace con una peculiar combinación de sutileza y contundencia. Lo que, en apariencia, es una biografía de la realizadora y de su familia, acaba siendo un apasionante viaje por la historia reciente de Chile, por los mecanismos de represión aplicados durante la dictadura y por las contradicciones internas del país, algo que resulta sumamente actual porque marca un punto de conexión evidente con las protestas que están teniendo lugar en estos días en esta república austral. Historia de mi nombre es un perfecto ejemplo de cómo, a partir de la indagación en lo personal, se puede llegar a realizar una exploración honda y sugerente de lo social y lo colectivo.
7 limbos de Alexandre Cancelo y Berio Molina
Si en el anterior artículo sobre el MÁRGENES 2019 hablábamos del carácter insólito de Retrato de propietarios, ahora toca hablar de la segunda película más insólita de la Sección Oficial: 7 limbos. Este film no es ficción pero tampoco es un documental y está, en última instancia, mucho más próximo al concepto de videoarte o performance. Una sucesión de insólitas secuencias, que podríamos calificar de intervenciones sonoras, desarrolladas en parajes naturales o lugares en ruinas, con sentido huidizo pero que, en su conjunto, parecen desafiar al espectador para que quiebre los convencionalismos que pueblan su mirada y vea la realidad con otros ojos, paso tal vez imprescindible para deshacerla, partir de cero y transformarla en un sentido más humano y positivo. 7 limbos es una película que rompe toda expectativa para, en un sentido sutilmente cortazariano, situarse en la excepción, en un "limbo" narrativo (valga la redundancia), para instalarse en ella y contemplar desde allí las posibilidades de nuevas visiones, intuciones y perspectivas.
Tempo Comum de Susana Nobre
Esta película portuguesa retrata, en forma de documental las vivencias de los dos miembros de una pareja que acaban de ser padres. Tempo Comum se convierte en un espejo de la vida cotidiana de dos personas que viven una etapa única e irrepetible y que funciona como microcosmos que es eco de realidades más amplias. El peso de los vínculos familiares, la repercusión de un entorno que ha dejado de ser fácil, cómodo y amigable, los recuerdos que el pasado ha dejado en el presente y, como corolario, la pervivencia de vestigios y estereotipos de tiempos ya caducos en los roles de pareja forman un tapiz de corte naturalista que mira al espectador a los ojos para que este se descubra en las situaciones que la película muestra. Posiblemente, los sesenta y cuatro minutos que dura el film se quedan cortos para lo que son sus intenciones y hubiera necesitado de un mayor metraje y desarrollo para que este hubiera dado de sí todo lo que su potencial encerraba.
Millions (and millions) of memories de Laura Rius Arán y Carlos Solano
Esta película se divide en dos partes esencialmente separadas pero relacionadas entre sí de forma sutil y, diríamos más, es la relación entre ellas la clave esencial de la historia y argumento que aquí se nos narra. Por un lado, nos encontramos con una mujer viuda que, en recuerdo de los viajes que realizó con su marido, hace cada año un crucero por el Mediterráneo para rememorar los que fueron mejores momentos de su vida. Por otro lado, está su nieta Circe que, en la segunda parte, entablará una relación con un extraño pasajero, una especie de Ulises en busca de su perdida Ítaca. Quizás, con ello, se quiera establecer una contraposición entre el amor que pervive con el paso del tiempo (el que unió a Ulises con Penélope) con el amor breve y efímero que se agota en sí mismo (la pasión que unió a Ulises con Circe), pero la película hubiera necesitado más de sus cuarenta minutos o, a lo mejor, una mayor transparencia narrativa para que sus intenciones hubieran llegado con más fuerza y contundencia al espectador.
Príncipe de paz de Clemente Castor
Príncipe de paz empieza, con esa visita de su joven protagonista al médico, con un cierto aire a lo Tarkovski que rememora, en algún modo, el principio de El espejo (1975) y, hasta cierto punto, en su primer tramo conserva un cierto paralelismo con ese otro film, solo que si El espejo venía a ser una exploración del alma de la URSS y cómo repercutía la misma en la vida de sus protagonistas, Principe de paz sería una exploración del alma del México actual (con su realidad cotidiana, con sus vivencias, con sus sonidos...) y cómo la misma acaba afectando a los personajes de la cinta. Conforme el metraje avanza, el temor a la desintegración y al deslavazamiento que late en toda la historia encuentra su paralelismo, con cierto aire a lo Godard, en la progresiva disolución del propio relato, que acaba extraviándose como metáfora de la realidad mexicana que, caracterizada por una violencia permanente que sobrevuela el ambiente de forma sistemática, va carcomiendo certezas, mentes y estructuras hasta no dejar otra opción que la huida.
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