PALM SPRINGS DE MAX BARBAKOW. EL DÍA MÁS LARGO…

 

TÍTULO: Palm Springs. TÍTULO ORIGINAL: Palm Springs. AÑO: 2020. NACIONALIDAD: Estados Unidos-Hong Kong. DIRECCIÓN: Max Barbakow. GUION: Max Barbakow y Andy Siara. MONTAJE: Andrew Dickler y Matt Friedman. DIRECCIÓN DE FOTOGRAFÍA: Quyen Tran. MÚSICA ORIGINAL: Matthew Compton. INTÉRPRETES PRINCIPALES: Andy Samberg, Cristin Milioti, J. K. Simmons, Peter Gallagher, Meredith Hagner, Camila Mendes, Tyler Hoechlin, Tongayi Chirisa, Dale Dickey. DURACIÓN: 90 minutos. 

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CALIFICACIÓN: 

En el momento en que se ideó y se rodó Atrapado en el tiempo (1993) de Harold Ramis, el Partido Republicano, primero con Ronald Reagan y después con George Bush (padre), llevaba doce años en la Casa Blanca, Margaret Thatcher había sido once años Primera Ministra del Reino Unido entre 1979 y 1990, Helmut Kohl había llegado a ser Canciller de Alemania en 1982 y lo seguiría siendo hasta 1998, los Chicago Bulls fueron campeones de la NBA en el 1991, 1992 y 1993 y Miguel Induráin había ganado el Tour de Francia en 1991 y 1992 y volvería a serlo en 1993, 1994 y 1995. Diríase que parecía que todo era una repetición continua de lo que en alguna ocasión ocurría por primera vez y que ya no dejaba de volver a suceder como una especie de bucle puesto en marcha por algún tipo de maquinaria ignota. Posiblemente, esto que estoy diciendo no sea más que una mera elucubración pero el espíritu (o conato de espíritu) que he intentado transmitir es el que captaba a la perfección la película de Ramis en ese “día de la marmota” que se repetía eternamente para el personaje interpretado por Bill Murray. Desde entonces, ha habido más de una película que ha seguido el modelo de este film y de algunas de ellas hemos hablado en la revista. Así, El increíble finde menguante (2019) de Jon Mikel Caballero, que participó en la Sección Zonazine del Festival de Málaga de 2019, Koko-di koko-da (2019) de Johannes Nyholm, que vimos en la edición de 2019 del FANCINE de Málaga, Un efecto óptico (2020) de Juan Cavestany, que se proyectó en el Festival de San Sebastián 2020 y sobre la que entrevistamos a su director, o la película coreana A day (2017) de Cho Sun-ho, que tuvimos la oportunidad de revisar en el FANCINE de 2020. Asimismo, podemos recordar también Los cronocrímenes (2007) de Nacho Vigalondo (que, en cierta forma, viene a ser una variante del modelo) y Al filo del mañana (2014) de Doug Liman, protagonizada por Tom Cruise. A esta lista de títulos, se añade Palm Springs que, sin alterar en lo esencial el esquema de Atrapado en el tiempo, se decanta por un tono y un estilo radicalmente diferentes.




En Palm Springs, no hay un “día de la marmota” sino “un día de boda” del que los protagonistas no logran escapar. Cada mañana, despiertan y vuelven a estar a las puertas de la celebración de un matrimonio que es el eje sobre el que, en realidad, gira toda la historia. Porque si esa ceremonia es la que da identidad a la jornada interminable que viven los protagonistas, no es menos cierto que las reflexiones, las vivencias y los sentimientos que viven estos no dejan de referirse continuamente al amor, a su perdurabilidad y a la posibilidad de tener una vida en pareja feliz, sincera y sin dobleces. Es así como Palm Springs es una comedia romántica encubierta que, en el fondo, es antirromántica, pero que le acaba dando una oportunidad a ciertos aspectos del romanticismo. En ese día que vuelve y vuelve y vuelve y vuelve sin que el calendario logre avanzar, los protagonistas (unos Andy Samberg y Cristian Milioti que logran dar un aire continuamente divertido y chispeante a la película, junto a un J. K. Simmons tan brillante y carismático como siempre suele estar en todas sus interpretaciones) se van liberando de las capas inútiles y perniciosas de esa visión ñoña y desfasada del amor en la que todavía, en gran medida, creemos y se van quedando con lo que auténticamente es esencial e irrenunciable. Como suele suceder en las películas de bucle temporal, los personajes viven algo así como un proceso de depuración, penitencia y redención en el que, finalmente, encuentran un sentido al presunto castigo del que han sido víctimas y que, en realidad, era todo un regalo: tener la oportunidad de disponer de todo el tiempo del mundo (de modo parecido a cómo le ocurría al Jaromir Hladík de “El milagro secreto” de Jorge Luis Borges) para descubrir qué era lo verdaderamente importante de la vida y apostar por ello de forma decidida y asumiendo todas las consecuencias. Por eso, cuando llega el desenlace, Palm Springs nos acaba dejando un buen sabor de boca y envidiando a unos protagonistas que, aunque dando un larguísimo rodeo, han sabido encontrar el camino correcto.


TRÁILER DE LA PELÍCULA:




IMÁGENES DE LA PELÍCULA:


















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