THE EDDY: JAZZ EN PARÍS


En Cine Arte Magazine, publicamos la reseña de la serie The Eddy, la cual está disponible en Netflix.




Si nos encontramos, como ocurre con The Eddy, con una serie creada por Jack Thorne (coguionista a su vez de toda la saga This Is England), dirigida en sus dos primeros episodios por Damien Chazelle (el premiado director de Whiplash – 2014 –, La ciudad de las estrellas (La La Land) – 2016 – y First Man – 2018 –) y protagonizada por André Holland (a quien hemos visto con anterioridad en la sexta temporada de American Horror Story y en la oscarizada Moonlight – 2016 – de Barry Jenkins) y Joanna Kulig (protagonista de Cold War – 2018 – de Pawel Pawlikowski) y que gira en torno a los avatares de un club de jazz en París, ¿qué puede fallar? Pues, claro está, absolutamente nada. Y, de este modo, ha salido una de las mejores series que podemos ver Netflix en su amplio y desbordante catálogo.





El protagonista de The Eddy es Elliot Udo (interpretado por André Holland), un célebre músico de jazz estadounidense que, tras una grave crisis personal, se ha marchado a París, donde regenta un club junto a su socio y amigo Farid (Tahar Rahim, a quien hemos visto con anterioridad en Un profeta – 2009 – de Jacques Audiard y El pasado – 2013 –) y en el que, sin ningún deseo de volver a tocar un instrumento, ha formado un grupo cuya cantante es Maja (Joanna Kulig). En un momento en el que el club pasa por un incierto trance económico, Elliot Udo recibirá la visita de su hija Julie (Amandla Stenberg), con la que mantiene una complicada relación y que, además, sumará sus propios problemas a los problemas a los que su padre ya se tiene que enfrentar. Todo este complejo cóctel pasará a un nivel superior de dificultad cuando un hecho inesperado al final del primer episodio de la serie haga que el rumbo de los acontecimientos tome un camino imprevisible y lleno de peligros.





The Eddy es una serie densa e intensa con una particularidad narrativa original pero absolutamente pertinente, ya que la estructura global de los episodios es jazzística. Expliquémoslo. Cada uno de los episodios gira en torno a un personaje, es decir, vendría a ser, más o menos, un solo instrumental de una jazz band, hasta llegar al episodio final, al clímax, en el que todos los instrumentos (todos los personajes) tocan e interpretan al mismo tiempo. Esta estructura permite profundizar en la vida y psicología de cada uno de los caracteres, adquiriendo cada uno de ellos una fuerza y plasticidad impresionantes y haciendo que el espectador sienta a flor de piel las emociones, sentimientos, miedos, temores, obsesiones e inquietudes de unos personajes que, como en una melodía de jazz, improvisan y son movidos por el azar pero acaban volviendo al tema principal, ese club, The Eddy, en el que, a pesar de sus problemas y sus tensiones, se ha creado una especie de hogar en el que todos se acaban encontrando a sí mismos y hallando un islote de estabilidad en medio de una vida agitada, incierta y turbulenta.




Mientras vemos The Eddy, se nos viene a la memoria aromas de París era una fiesta de Ernest Hemingway, El perseguidor y Rayuela de Julio Cortázar y Alrededor de la medianoche de Bertrand Tavernier y, con el firme pulso narrativo de la serie y la forma magnífica con que están rodadas las escenas musicales, nos acabamos quedando con ganas de más y con la curiosidad de si Elliot Udo volverá a tocar, superando sus reticencias para hacerlo, y logrará salir del endiablado laberinto al que las circunstancias lo han llevado. ¡Ojalá haya una segunda temporada para averiguarlo!


TRÁILER DE LA SERIE:


IMÁGENES DE LA SERIE:

















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