ENTREVISTA A RAMÓN SALAZAR




Hacía bastante tiempo que queríamos entrevistar al director malagueño Ramón Salazar. Primero, porque su opera prima Piedras (2002) y su segunda película 20 centímetros (2005) revelaron a un autor con personalidad propia, con un sentido visual muy agudo y una manera muy peculiar de abordar temas y personajes. Su tercer largometrajes, 10.000 noches en ninguna parte (2013) nos gustó tanto que lo nombramos mejor film español estrenado en el año 2014, a pesar de que la competencia que tuvo fue especialmente dura. En 2018, Ramón ha sumado dos grandes éxitos con dos realizaciones muy diferentes: la película La enfermedad del domingo (2018), que también situamos en nuestro ranking como uno de los mejores títulos del año pasado, y la serie Élite. Aparte de la  buena recepción por parte de crítica y público, es interesante destacar que ambas obras son producciones de Netflix, por lo que, además de poder hablar con él de los aspectos estrictamente creativos, era de interés poder preguntarle sobre las consecuencias que para los cineastas ha significado la irrupción de esta plataforma audiovisual. Aprovechando la presencia del director en el acto de presentación en Málaga del libro Through The Eyes of Girls, mantuvimos con él esta conversación en la que nos reveló muchos aspectos interesantes de su trabajo y de las dos obras audiovisuales que han llevado a colocarle en la primera línea de los realizadores de nuestro país, lo cual ha permitido que pueda darnos dos excelentes noticias que solo conocerán si leen esta entrevista hasta el final…




CINE ARTE MAGAZINE: Ramón, tras haber realizado Piedras, 20 centímetros y 10.000 noches en ninguna parte, en 2018 se produce un giro importante en tu carrera. No por calidad, porque ya desde tu opera prima, Piedras, la calidad de tu cine está siempre presente, sino porque, con La enfermedad del domingo, primero, y la serie Élite, después, has logrado, gracias a Netflix, que tus obras tengan una proyección que antes no pudieron tener. En el último Festival de Málaga, la directora Gabriela Tagliavini lo dijo de forma muy clara: “Para mí, el trabajo es el mismo pero la diferencia es que, gracias a Netflix, puedo comunicarme con mujeres de más de doscientos países”. ¿Cuál es tu punto de vista sobre esta cuestión?

RAMÓN SALAZAR: Si me permites, me gustaría dar un paso atrás y es que hay una decisión importante a la hora de hacer La enfermedad del domingo y que tiene que ver con lo que yo quería contar. Mis películas anteriores han sido películas más corales y en esta hay una decisión determinante de que quería hablar solo de dos personajes… Y que fuese el entorno donde se colocaban estos dos personajes el que cumpliera la función que hacía antes el reparto coral alrededor de los protagonistas. En este caso, la función la llevaba a caso ese entorno…

CINE ARTE MAGAZINE: Es decir, se podría decir que hemos pasado de Altman a Bresson…

RAMÓN SALAZAR: ¡Qué maravillosas comparaciones! Pues sí… Por supuesto, estuvimos buscando la financiación para esta película, conseguíamos algo pero, claro, esta película tiene todo lo que en el cine español, ahora mismo, no se necesita para encontrar financiación: una película íntima, un drama e interpretada por mujeres de más de cuarenta años… Y eso en España, desgraciadamente, son tres impedimentos muy grandes para que una película consiga financiarse… Por suerte, Francisco Ramos estaba ya muy ligado a Netflix y este fue el primer proyecto en el que Netflix decidió entrar a producir desde guion. Había hecho compras de películas ya terminadas pero esta es la primera vez que, sobre guion, Netflix entró a producir una película. Y, por supuesto, eso lo cambió todo. Primero, porque no me impidieron nada en lo creativo. Fue absolutamente respetuosa en el proceso de creación, de principio a fin… Luego, por ejemplo, en Élite, han funcionado de forma diferente. Ese es un producto que necesita un éxito, que necesitaba un público y sí han estado más encima… Pero con respeto siempre. En cambio, en La enfermedad del domingo tomaron la decisión sobre guion y hasta que empezaron a hacer el marketing no volvieron a aparecer.



Cuatro imágenes de La enfermedad del domingo donde podemos ver a Bárbara Lennie, Susi Sánchez y Greta Fernández


CINE ARTE MAGAZINE: Eso que has mencionado sobre Netflix es algo que llama poderosamente la atención. Porque, junto a obras pensadas para un consumo masivo, deja lugar para obras claramente de autor. Has mencionado tres aspectos de La enfermedad del domingo que eran problemáticos para hallar financiación pero podríamos mencionar algunos más. Porque, como suele pasar en tu cine, la película parece empezar con un tono relativamente suave y, poco a poco, vamos entrando en una historia de tremenda dureza… Es decir, podríamos mencionar más de tres aspectos…

RAMÓN SALAZAR: Absolutamente…

CINE ARTE MAGAZINE: En La enfermedad del domingo, se habla de adicciones, de clases sociales…

RAMÓN SALAZAR: Y del papel de la madre en la sociedad. De cómo está visto y de lo que se espera de ella y de lo que se cumple o no… Y, por supuesto, el tema final que es un tema de decisión moral…

CINE ARTE MAGAZINE: Entonces, mi pregunta es: ¿Por qué hay películas que un productor o un distribuidor piensa que no van a tener salida y, de repente, Netflix sí cree que la va a tener y apuesta por ellas? Es algo que puede sorprender, ¿no? Tendría que pensar que no es que una película determinada no tenga salida sino que parece, más bien, que la industria no sabe darle salida, lo cual es un tema diferente…

RAMÓN SALAZAR: Yo creo que Netflix, claramente, lo que quiere es amplificar su público. Yo creo que es lo que están haciendo y eso ahora se puede comprobar con perspectiva. Porque hay que ver lo que han avanzado desde que hicimos la película hasta ahora ha sido de manera brutal. Están intentando tener a todo tipo de público. Que tu entres y puedas ver una película de autor, puedas ver una película comercial, puedas ver cualquier tipo de género, puedas ver documentales, yo creo que lo bueno que está haciendo Netflix es no discriminar a ningún sector de espectadores. Yo creo que eso nos beneficia a todos porque, de repente, puede haber un sector de público que no estuviera acostumbrado a ver determinado tipo de películas pero, precisamente, porque tú estás dentro de todo el catálogo que Netflix puede ofrecerte, acaba viendo tu película y acaba aprendiendo a ver esas películas que el público está dejando de ver en el cine. Entonces, yo creo que la estrategia es muy inteligente con respecto a no solo captar al mayor público posible sino que también se puede hacer una cosa transversal entre el mismo público que ya está dentro de la plataforma.



Ramón Salazar nos revela en esta entrevista detalles muy interesantes de la especial forma en que se rodó La enfermedad del domingo


CINE ARTE MAGAZINE: Hay un aspecto de La enfermedad del domingo del que, pienso, es obligado hablar: el trabajo de Susi Sánchez y Bárbara Lennie. Trabajos mayúsculos. Susi Sánchez se llevó el Goya a la Mejor Interpretación Femenina pero Bárbara se lo podría haber también llevado porque ambas brillan al mismo excelente nivel. ¿Cómo enfocaste el trabajo de ambas actrices sabiendo lo duro que iba a ser para ellas cuando llegara el momento de rodar determinados momentos de la historia?

RAMÓN SALAZAR: Ha sido un proceso peculiar. Yo, con Susi, había hecho 10.000 noches en ninguna parte, nos entendimos muy bien en lo personal y en lo laboral y La enfermedad del domingo nace del deseo de escribir para ella un papel protagonista. Ese es el primer movimiento de esa película. Entonces, yo he tenido la suerte de tener al lado a Susi Sánchez en todo el proceso de escritura del guion. Mano a mano. Es decir, yo escribía algo durante la semana y el viernes, como un reloj, quedábamos, comentábamos lo que yo había escrito, ella me daba feedback y yo volvía a escribir. Por tanto, Susi ha estado en un continuo ensayo de más de dos años antes de empezar a trabajar. Ella conocía su historia, conocía su personaje, de manera muy profunda, antes de empezar a rodar. Y, luego, puede parecer, por todo lo que transitamos en la película, por todo el tremendismo que acaba teniendo, que hemos sufrido pero ha sido un proceso muy placentero. Porque yo me propuse el aislarme con mis dos actrices en una montaña y, entonces, el proceso ha sido muy, muy gozoso porque ha sido de tenernos cerca, de mucha intimidad, de poder trabajar el detalle y, luego, ocurrió una cosa que hizo muy especial el rodaje. Yo escribí como dos novelas antes de escribir el guion. Una, sobre lo que había pasado durante esos 35 años con Anabel (Susi Sánchez) y lo que había pasado con Chiara (Bárbara Lennie). Eso se lo di como material de trabajo a las dos pero una nunca supo lo que le había pasado a la otra…

CINE ARTE MAGAZINE: Para que estuviera acorde con lo que sucedía en la historia…

RAMÓN SALAZAR: Eso es. Entonces, eso las hacía muy fuertes respecto a lo que habían sido sus propias vidas individuales pero vulnerables con respecto a lo que la otra había vivido y les era desconocido. Y eso marcó una pauta muy importante en el rodaje y es que las directrices que yo daba a una actriz nunca las escuchaba la otra. Entonces, fue un rodaje fue muy placentero porque era un juego constante, era un estado de alerta constante y muy gozoso porque, cuando trabajas con dos actrices tan buenas, no tienes un estado de sufrimiento pensando que no vas a llegar a donde quieres. Yo sabía que íbamos a llegar a donde queríamos. Porque era imposible, con esas dos actrices, no llegar. Puede parecer que esta historia plantea un sufrimiento, evidentemente fue costoso llegar a determinados sitios, pero siempre desde un lugar muy placentero y de comunión de todo el equipo.



Susi Sánchez y Bárbara Lennie realizan dos soberbias interpretaciones en La enfermedad del domingo


CINE ARTE MAGAZINE: A partir de La enfermedad del domingo, has dirigido dos episodios de la serie Vis a vis y, después, has tenido una mayor participación en la serie de Netflix Élite, en la que has tenido un papel mucho más importante porque has dirigido cinco de los ocho episodios. Hay una cosa que me llama la atención de la serie y es que, por debajo de su apariencia de serie para adolescentes, hay aspectos de bastante enjundia y que pueden ponerse en relación con muchos de los temas de tu cine y hasta con La enfermedad del domingo. El tema de la familia, casi todos los personajes tienen una relación problemática con su familia, hay unos enfrentamientos de clase muy definidos, el carácter coral… Con todo ello, se crean unas dinámicas muy peculiares. ¿Trabajaste a conciencia todas esas vertientes de la serie?

RAMÓN SALAZAR: Cuando me llegó el guion, yo había terminado de hacer La enfermedad del domingo y estaba intentando empezar a escribir inmediatamente la siguiente película. Y me di cuenta que estaba navegando en los mismos temas. Me di cuenta de que no estaba haciendo un avance en relación a La enfermedad del domingo. Entonces, me ofrecieron Élite, al haber trabajado ya con Netflix y, enseguida, vi que nunca había trabajado antes con gente tan joven de una manera tan coral. Porque, claro, eran doce personajes protagonistas y pensé que iba a ser un cambio de energía tan fuerte en relación a La enfermedad del domingo que me interesaba mucho para, de verdad, soltar definitivamente la que había sido mi anterior película. Y lo único que les pedí a los productores fue tomar decisiones de casting y tener dos meses de ensayos con los actores. Y, entonces, ahí había una decisión que tomar. Esto, con el mismo guion, podemos hacer que sea Física o Química o podemos hacer algo distinto y darle seriedad, darle peso, con independencia de que sea un entretenimiento adolescente, por supuesto, pero que toquemos temas adolescentes con seriedad. Estuvimos dos meses con los chavales, algunos no habían hecho nunca nada o venían de cosas muy diferentes, y les dimos un propósito a cada uno de ellos para que vieran que lo que tenían que hacer era algo serio y algo importante. Entonces, realizamos la serie pensando que iba a ser para un público muy determinado y, al final, sabemos por Netflix que se abrió el nicho y que no solo ha llegado a ese público adolescente al que a priori iba destinado sino que se amplificó y creo que, precisamente, ha sido por el trabajo de base y tan profundo que hemos hecho con los actores antes de empezar a hacer la serie.



Élite ha acabado siendo aceptada por segmentos de público con los que, en principio, no se contaba


CINE ARTE MAGAZINE: Hay un aspecto de la situación actual que no sé si te preocupa como creador. Y es que hay tanta oferta audiovisual y se consume tanto cine y tantas series que no sé si el espectador llega a ser consciente de todos los detalles que hay implicados en una obra audiovisual. Por ejemplo, la banda sonora de Élite está muy trabajada. Me ha sorprendido al ver en ella temas de The Primitives o de Cristina y los Subterráneos…

RAMÓN SALAZAR: Es que esos son de mi época… Hay una cosa muy curiosa de la siempre habíamos hablado y era que mi idea consistía en plantearnos cómo una serie de adolescentes, que, en principio, representan a los de ahora, pueda hacer una especie de juego de espejos con la época en la que nosotros hemos sido jóvenes. Por eso, las decisiones en relación a la música, aunque hay temas de trap, por ejemplo, Dani de la Orden, el otro codirector de la serie, y yo hablamos mucho de traer cosas “nuestras”, que fueron éxito cuando nosotros éramos jóvenes, para intentar que todos esos momentos en los que hemos sido jóvenes se concentren en uno y nos podamos sentir identificados, si ahora tienes 45 años, con ese joven que está en la serie. También por eso salen los móviles pero no hay muchas redes sociales, hemos intentando hacerlo no demasiado generacional y reducir los aspectos que puede hacer que la historia sea exclusivamente de ahora y no de otro momento y asentarnos en las emociones de los personajes para que la serie pueda tener eco en el joven que nosotros hemos sido en otra época.

CINE ARTE MAGAZINE: ¿Crees que con tanta oferta audiovisual el espectador pueda llegar a perderse esos matices? El darse cuenta de qué canción aparece, el darse cuenta de que habéis controlado mucho la presencia de las redes sociales en la trama…

RAMÓN SALAZAR: Puede que no de manera consciente pero, inconscientemente, el espectador sí se da cuenta de todo ello. El fenómeno que ha pasado con Élite es que la serie se consume en un día y medio… Prácticamente, al ser ocho capítulos de una hora, la gente se la ve en dos días como mucho… Es decir, ha generado mucha adicción. Sabiendo, entonces, que no vas a volver a ver una temporada hasta un año después, la gente que se ha quedado obsesionada con la serie investiga mucho en la serie… Sabemos, por ejemplo, que Cristina y los Subterráneos ha generado interés en gente que no los había escuchado antes… Eso lo sabemos por las escuchas en Spotify y por las cosas de los algoritmos de Netflix… Entonces, es curioso lo que genera una serie así. La gente quiere saber más de los protagonistas, estos empiezan a tener millones de seguidores, cualquier cosa que haga uno de esos protagonistas se empieza a seguir, crece el interés por la música que aparece en cada uno de los episodios… La serie se convierte en una cosa transmedia que, a lo mejor, inconscientemente, una generación empieza a escuchar algo que ni por asomo hubiera escuchado si no hubiera visto la serie. Yo creo que, quizás, esto no ha sucedido de forma consciente con el pensamiento con que nosotros lo hicimos y con que hemos puesto una canción de Cristina pero, de repente, sí llega a un ámbito más amplio…



Élite es una historia coral que va más allá de ser una mera serie para adolescentes



CINE ARTE MAGAZINE: Es decir, que si antes pensábamos que era en el momento de la recepción cuando el espectador iba a darse cuenta de los detalles, ahora, con las nuevas formas de consumo, es a posteriori cuando el espectador es consciente de esos detalles que, en una primera visión, pudieron pasar desapercibidos…

RAMÓN SALAZAR: Claro. Date cuenta que el espectador de Élite, al consumirla tan rápido y quedarse tan pillado con la historia, lo que han hecho es volver a la historia una y otra vez y empezar a bucear en aspectos y en detalles y a investigar sobre ellos. A generar teorías… Claro, los fans de Élite están al día siguiéndome a mí, siguiendo a los actores, están atentos a cualquier pista que se pueda dar sobre la temporada, sobre lo que estamos haciendo… Si yo me hago una foto con un actor y el actor va vestido de una determinada manera, ya empiezan a especular… Entonces, hay una cosa que está muy viva en un proyecto como Élite y es el deseo que han despertado estos 12 protagonistas y sus historias. Creo que Netflix se ha atrevido a entrar en un producto adolescente de manera más directa con lo sexual y no solo con lo explícito sino con la tensión o la complicidad que se palpa en las tramas… Y, al sentirnos libre ahí, de repente no ha ocurrido lo que ocurre en otras series que el sexo es una cosa como que no va con ellos.. Yo creo que eso ha tocado en un aspecto como más amplio, verdadero y profundo de la juventud.

CINE ARTE MAGAZINE: Es decir, por lo que nos has contado, parece que el riesgo que pueda existir de industrialización de lo audiovisual, es decir, que todo se reduzca a ser una factoría que empiece a generar obras con criterios estandarizados se puede eludir. Se puede hacer, con las nuevas plataformas, cine de autor o, si no nos queremos poner tan serios, obras que tengan varias capas de lectura más allá de su superficie…

RAMÓN SALAZAR: Si. Estamos en proceso. Obviamente, a La enfermedad del domingo la ha ayudado mucho la cantidad de países en que se ha podido ver. Ahora, La enfermedad del domingo llegó a Netflix cuando ya había tenido una buena crítica en un festival de cine. Y yo creo que eso es lo que Netflix está entendiendo. Que ellos, por sí mismos, no se pueden bastar. Y que, de repente, cuelguen una película de autor en una plataforma donde la pueden ver en ciento y pico de países, eso no significa que vaya a haber un favor hacia esa película. Y, por lo menos, con nuestra película, nosotros nos dimos cuenta de que el hecho de que la película ya hubiera tenido una muy buena crítica en el Festival de Berlín hizo que mucha gente, cuando se colgó la película en la plataforma, ya hubiera leído esas críticas y gente especializada en el cine vio la película a través de Netflix en muchos países. Pero eso venía precedido por algo que solo ofrece el cine: un festival de cine. Y eso es algo que Netflix yo creo que tiene que ir abriendo y entendiendo. Por ejemplo, Netflix también tiene unos acuerdos determinados que tienen que ver con la cantidad de festivales a los que podemos ir o la ventana de distribución cinematográfica antes de que se cuelgue en la plataforma, que, para mi gusto, es todavía muy pequeña: 4 meses. Cuando se estrenó en Berlín, muchísimas distribuidoras se interesaron en estrenar la película en otros países pero, con una ventana de 4 meses, obviamente era imposible. Pero Netflix, al ver la buena recepción que había tenido en el festival, permitió ir a muchos más festivales. Por lo tanto, Netflix va cambiando y va entendiendo lo que es mejor para ellos. Y creo que esta lucha que hay entre cines y Netflix se acabará borrando, acabarán entendiendo que el público que va a ver la película en el cine la volverá a ver, probablemente, en la plataforma y no es público que quita a gente de la plataforma, más la gente que luego se añade porque descubre la película en la plataforma. Yo creo que esa lucha que hay en el Festival de Cannes, por ejemplo, se acabará diluyendo y se acabará entendiendo que Netflix beneficia al cine y que una película se estrene en el cine beneficia luego al estreno en la plataforma. Como en su momento pasó con Roma de Alfonso Cuarón. En Roma hicieron una distribución a nivel mundial, se mantuvo en cines aun cuando se había estrenado en la plataforma, cosa que antes no era permitida, y yo creo que aún se está moviendo ese limbo para ver cuál es la mejor manera de funcionar para que nos beneficie a todos. Es hasta posible que alguien vea la película en la plataforma y después quiera verla en pantalla grande. Como La enfermedad del domingo ha tenido un circuito muy interesante y yo la he acompañado mucho a filmotecas y debates, me ha interesado mucho lo que me ha ofrecido la película en ese sentido, y ahí he conocido a mucha gente que la había visto en Netflix y aprovechó la ocasión para verla en una sala de cine y después poder hablar con nosotros. Durante ese año y medio que ha durado ese circuito, Susi y yo hemos conocido a mucha gente que descubrió la película en la plataforma y luego no se quiso perder la oportunidad de verla en pantalla grande.



Gracias a La enfermedad del domingo y Élite, 2018 ha sido un gran año para Ramón Salazar. Aquí, junto a dos fotogramas de ambas producciones, lo vemos en dos de los rincones más hermosos del Real Club Mediterráneo de Málaga donde el director presentó el libro Through The Eyes of Girls de la Fundación Colores de Calcuta


CINE ARTE MAGAZINE: Para terminar con Élite, ¿vamos a poder ver una segunda temporada de la serie?

RAMÓN SALAZAR: Sí, va a haber una segunda temporada. Yo ya he hecho el diseño de la temporada entera, ya he hecho los ensayos con los actores y ya he dirigido los tres primeros capítulos. Es decir, que ya está blindada la continuación.

CINE ARTE MAGAZINE: ¿Qué proyectos tienes para el futuro que nos puedas contar?

RAMÓN SALAZAR: Con La enfermedad del domingo ha ocurrido algo fantástico y es que una persona muy importante vio la película en Berlín, un representante de directores de Hollywood. Yo no lo sabía cuando la vio y allí mismo me abordó. Yo me tenía que ir en ese momento. Finalmente, varios meses después hablamos vía Skype y ha resultado ser uno de los representantes más importantes de Estados Unidos. Entonces, llevo tres meses yendo allí y atendiendo entrevistas. Es una persona que le ha enseñado mi película a mucha gente importante de allí y, gracias a ello, al Festival de Berlín, a Netflix, han surgido muchos proyectos maravillosos e, incluso, la posibilidad de hacer mi próxima película en Estados Unidos. Entonces, no puedo hablar de tanto proyectos pero lo que sí puedo decir es que mi próxima película la voy a hacer en un ámbito internacional con actores de fuera, que es algo que siempre me ha apetecido que es, no dejar España, sino ampliar la posibilidad de las historias, de la gente con la que trabajar, y estoy muy contento con eso porque ha sido posible gracias a las plataformas y a todas las posibilidades de expansión que se están produciendo al permitir que tu película se pueda ver en todo el mundo… Y, gracias a eso, me están surgiendo proyectos maravillosos.


Como ven, acabamos la entrevista con dos noticias estupendas: ya está bastante avanzada la grabación de la segunda temporada de Élite y, además, el próximo proyecto de Ramón Salazar va a ser de ámbito internacional. Algo que no nos extraña ya que, viendo su progresión como realizador, siempre lo hemos considerado como uno de los activos más valiosos del séptimo arte de nuestro país. Solo desearle que prosiga con la línea en la que está su carrera y no duden que aquí, en Cine Arte Magazine, les informaremos de los proyectos futuros en los que se materialice el esfuerzo de este director que aún tiene que proporcionarnos muchas muestras de su enorme talento.



 La entrevista a Ramón se cierra con dos grandes noticias: que la segunda temporada de Élite está muy avanzada y que su próximo proyecto cinematográfico será de ámbito internacional





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