Esta comedia negra estadounidense con muchos toques gore vendría a ser la típica película fancinera: independiente, gamberra y pensada para disfrutarla sin ningún tipo de prejuicio a cuestas. En un hospital de Arkansas, a punto de entrar el año 2000, una enfermera y una prima suya con no demasiadas lluces tienen montado un tinglado ilegal de tráfico de órganos. Bandas mafiosas, asesinos psicópatas, graves disfunciones familiares y todo tipo de vísceras circulando sin control se suceden a ritmo endiablado en esta película dominada por un humor nigérrimo que, en cierto modo, sigue el patrón de películas similares de los ochenta (más orientadas al terror) tales como Posesión infernal (1981) y Terroríficamente muertos (1987) de Sam Raimi, House, una casa alucinante (1985) y El terror llama a su puerta (1986) de Fred Dekker (y que en España está presente en muchos films de Álex de la Iglesia o en la tercera entrega de la saga [REC], por poner dos ejemplos entre muchos). 12 Hour Shift nos demuestra que el horror servido a golpe de carcajada cumple puede cumplir una función terapéutica y hasta exorcizadora que nos devuelve a la realidad con un par de fantasmas o malos rollos menos a nuestras espaldas.
TRÁILER DE 12 HOUR SHIFT:
Sanctorum de Joshua Gil
Con esta película mexicana, damos un giro radical y nos sorprende, en principio, la presencia del film en el certamen. Porque lo que empezamos viendo es una historia, estrictamente realista, sobre la situación de un medio rural empobrecido que obliga a los campesinos al cultivo de la droga como medio para sobrevivir. La acción violenta de los cárteles y la política represora del ejército (similares en su grado despiadado de brutalidad) se ceban sobre unas familias con escasos medios. Pero, de repente, irrumpen las mitologías profundas del lugar, las divinidades que estaban expectantes a que les llegara su tiempo y todo cambia y todo se transforma. Con un tono y un espíritu narrativo que combina el cine de Carlos Reygadas (pienso, sobre todo, en Post Tenebras Lux –2012–) con el de Amat Escalante (La región salvaje –2016–), Sanctorum es una muestra perfecta de cómo el cine latinoamericano ha sabido evolucionar en los últimos tiempos hasta ofrecer propuestas argumentales originales e innovadoras, como, por ejemplo, la colombiana Monos de Alejandro Landes y la chilena Ema de Pablo Larraín han sabido ejemplificar recientemente.
TRÁILER DE SANCTORUM:
Los que vuelven de Laura Casabé
Aunque, en el fondo, esta película argentina se mueve en un registro no esencialmente diferente al del film anterior, Los que vuelven marca una clara diferencia en la medida en que se trata de un film de época, que se desarrolla en torno a 1919, y que parte de la situación de dominio que los terratenientes del norte de Argentina mantenían sobre los indios guaraníes. Narrada de forma fragmentaria a través de episodios que van saltando en el tiempo y que, solo conforme avanza la película, podremos llegar a comprender el sentido de todo de lo que hemos sido testigos. Como en Sanctorum, en Los que vuelven también reserva un lugar privilegiado a las creencias ancestrales y a las mitologías indígenas, que se acaban convirtiendo en oscuro instrumento de revancha, liberación y recuperación del poder.
TRÁILER DE LOS QUE VUELVEN:
The Final Land de Marcel Barion
Cuando he visto este film alemán, no he podido evitar de acordarme de una serie alemana que emitieron en televisión hace muchísimos años, Operación Ganímedes (1977), dirigida por Rainer Erler. Primero, porque ambas obras comparten el mismo tono de imagen sucia y colores apagados que, posiblemente, viene heredado del Alien (1979) de Ridley Scott. Segundo, porque ambas historias hablan de un retorno a un hogar que no existe. En el caso de la obra de 1977, se trataba del regreso de unos astronautas, tras una larga expedición espacial, a una Tierra devastada. En el caso de The Final Land, la narración está protagonizada por dos personajes que huyen de un planeta inhóspito para llegar a un destino mejor, bien sea este un planeta indefinido o incierto, bien una Tierra hipotética que no saben si existe realmente o no. Progresivamente sumergida en la locura y la incertidumbre, la sorprendente moraleja final de este film es que, ante cualquier dilema, es mejor guiarse por las emociones que por la razón, posiblemente porque solo en las primeras reside una verdad que es la que únicamente nos puede servir de brújula en tiempos de tribulación y mudanza.
TRÁILER DE THE FINAL LAND:
- SECCIÓN FANZRILLER
Los huéspedes de Ivano De Matteo
Los huéspedes empieza mostrando una aparentemente idílica familia de la burguesía italiana. Conforme el metraje avanza, esta imagen inicial irá siendo descuartizada con paciencia, con mesura pero, al mismo tiempo, con despiadada minuciosidad. La familia en cuestión es propietaria de unos afamados viñedos y su intachable apariencia se verá alterada como fruto del vínculo que mantienen con su criada rumana y su hijo. Cuando, a mitad de la trama (algo muy típico de las películas italianas, en los que antes del fine della prima puntata siempre se produce un suceso relevante que dispara el suspense del espectador –tiene su explicación pero habrá que darla en otro momento–) ocurre el hecho que cambiará radicalmente el estado de la situación, se pondrá en marcha un mecanismo inexorable que hará aflorar los trapos sucios de las fuerzas vivas de la pequeña localidad donde transcurre el film, poniendo en seria tela de juicio la honradez, dignidad y limpieza del orden establecido. Al final, están los de arriba y están los de abajo y Los huéspedes lo pone de manifiesto sin estridencias pero con brutal e insobornable contundencia.
TRÁILER DE LOS HUÉSPEDES:
- SECCIÓN ASIA: REGRESO AL FUTURO
Otra de las señas de identidad del FANCINE es su concesión de un lugar privilegiado al cine proveniente de Asia, un continente que se ha convertido en un pilar fundamental del fantastique en sus diferentes modalidades. A continuación, hablamos de una película de Tailandia, otra de Corea del Sur y otra de Taiwán, tres visiones muy diferentes pero igualmente estimulantes de la creación cinematográfica.
Back to the 90's de Yanyong Kuruaungkoul
Sin duda, esta es la película más ligera y divertida de las diez que estamos comentando. Se trata, además, de una exótica muestra del cine tailandés, que no solo del cine de autor de Apichatpong Weerasethakul puede vivir el cinéfilo inquieto. Back to the 90's (2015) realiza un guiño descarado a Regreso al futuro (1985) de Robert Zemeckis (de hecho, este film es mencionado explícitamente mencionado en una de las escenas de esta película),contándonos la historia de un joven que se ve, de repente, increíblemente trasladado al momento en que sus padres aún no se habían casado y estaban en medio de una crisis de su relación. Ágil y chispeante, Back to the 90's permite hacernos pasar 110 minutos muy entretenidos que nos permiten desconectar sin tener que estar atentos a demasiados vericuetos formales, intelectuales o argumentales. Que, muchas veces, es algo que hace mucha falta.
TRÁILER DE BACK TO THE 90'S:
A Day de Cho Sun-ho
Si hablamos de películas con bucles temporales, a todos nos viene a la cabeza Atrapado en el tiempo (1993) de Harold Ramis y su inolvidable "día de la Marmota". Sin embargo, en los últimos tiempos, ha habido otros films que han apostado por este arriesgado recurso temático. Recordemos la española El increíble finde menguante de Jon Mikel Caballero, Koko-di koko-da de Johannes Nyholm (que pudimos ver en el FANCINE 2019) o la reciente Un efecto óptico de Juan Cavestany. La película coreana A Day (2017), podemos decir que empieza siguiendo el esquema de Atrapado en el tiempo, pero, conforme se desarrolla el argumento, se introducen tres giros inesperados que la apartan de su modelo inicial y la llevan a un terreno que era insospechado al comienzo de la trama. Increíblemente, A Day termina siendo una aguda reflexión sobre la ética y la necesidad de enfrentarnos a nuestros errores y de lograr redimirlos para poder caminar hacia el futuro con limpieza y serenidad.
TRÁILER DE A DAY:
Detention de John Hsu
Sin duda, una de las joyas del certamen de este año. Esta película taiwanesa transcurre durante la represión ejercida por el régimen dictatorial de Taiwán en el año 1962 y se localiza en un instituto donde unos alumnos forman un club de lectura que se dedica a leer y a copiar (de un modo que puede recordar a lo que ocurre en el tramo final de Fahrenheit 451 –1966– de François Truffaut) los libros que están prohibidos y condenados a ser destruidos. Al ser descubiertos, son víctimas de tratos brutales por parte de las autoridades. Detention nos sumerge en un ambiente de delirio y pesadilla, que actúa como filtro, símbolo o metáfora de lo que realmente está sucediendo (aquí hay otra sutil referencia o inspiración, la de El laberinto del fauno –2006– de Guillermo del Toro). Con una deslumbrante iconografía y un imponente trabajo formal, Detention nos termina hablando de la necesidad de recordar para que no se repita el horror que el ser humano ha tenido que sufrir por culpa de unas imposiciones arbitrarias.
TRÁILER DE DETENTION:
- RETROSPECTIVA BILL PLYMPTON
Uno de los platos fuertes del FANCINE 2020 ha sido la retrospectiva al realizador de cine de animación underground estadounidense Bill Plympton. Se ha podido ver la serie Guard Dog (2014) y los largometrajes The Tune (1992), I Married a Strange Person! (1997), Mutant Aliens (2001), Idiots Angels (2008) y Cheatin' (2013). A continuación, comentamos este último film.
Cheatin' (2013) de Bill Plympton.
Comentarios
Publicar un comentario