Hoy, en nuestra revisión del Atlántida Film Fest 2019 de
Filmin, vamos a reseñar los títulos que integran la sección de “Cine Balear”.
La primera impresión que podemos
tener de este primer largometraje de Javier García Lerín es que es el clásico
documental que narra la vida, obra y personalidad creativa de un músico, en
este caso el cantautor mallorquín Miquel Serra. Sin embargo, poco a poco, hay
una dimensión que se va convirtiendo en el eje central del film y es la íntima
y estrecha relación de Miquel con su hermano Joan, una relación que iba mucho
más allá de los lazos estrictamente familiares para abarcar aspectos
artísticos, creativos y espirituales mucho más amplios y enriquecedores. Es en
la descripción y evolución de esa relación donde Ells ulls s’aturen de créixer logra
sus mejores momentos y hace que nos emocionemos a la vez que nos lleva a
reflexionar sobre el siempre sinuoso camino que la creatividad ha de recorrer
para alcanzar su plena realización.
Ciudad de los muertos de Miguel Eek
Ya tuvimos ocasión de ver en el
Atlántida Film Fest 2017, el anterior documental de Miguel Eek, el magnífico Vida y muerte de un arquitecto, que
incluimos en el ranking de mejores documentales españoles de ese año.
En esta ocasión, Eek cambia completamente de registro y se adentra en la rutina
del cementerio de Palma, retratando a las personas que allí trabajan y
visualizando las peculiares formas arquitectónicas del lugar. La película logra
atraparnos en los primeros momentos y nos crea grandes expectativas pero,
conforme se va desarrollando, va aportando escasos elementos novedosos y el
discurso (salvo en dos o tres destellos que sí son muy interesantes) se va
agotando, dejándonos la sensación de que, en principio, parecía haber una
historia que contar pero que, al final, no se ha logrado encontrar la misma o
el medio de hacerla llegar de forma efectiva al espectador.
Ya comentamos con anterioridad en
esta revista este magnífico film de Armand Rovira que va más allá de ser un muy
personal homenaje al cineasta independiente estadounidense Paul Morrisey (gran colaborador
de Andy Warhol), a través de cinco cartas dirigidas a él por los protagonistas
de los cinco segmentos que constituyen la película, para acabar siendo la
demostración convencida de la validez de unos presupuestos creativos y
estéticos basados en la independencia y la máxima exigencia autoral. Hipnótica,
hermosa y fascinante, Letters to Paul
Morrisey es una de las grandes
perlas que nos ha brindado el cine español de 2019.
Muy interesante documental que
nos descubre la vida y obra de Natacha Rambova (1897-1966) quien, aparte de ser
esposa de Rodolfo Valentino, tuvo una notable trayectoria artística e
intelectual, como diseñadora de vestuario y de decorados para el cine entre
1917 y 1924 y como egiptóloga en el tramo final de su vida. Entre medias,
residió en Palma de Mallorca, lugar donde la halló el estallido de nuestra
Guerra Civil. Tras la sombra de Natacha
Rambova revela datos muy
interesantes de una personalidad desconocida pero en la que habría que (y se
podría) profundizar para llegar a tener un perfil claro y definitorio de su
influencia y relevancia.
Brillante cortometraje de estilo noir (con cierto aire de familia con El silencio de un hombre – 1967– de
Jean-Pierre Melville) en el que un vigilante de discoteca se enfrenta a su
soledad y al hastío que le produce la hostilidad y agresividad del entorno. Con
precisa caligrafía y con decisiones valientes en relación al montaje del corto,
Joan Maura sabe llevar a su personaje, y a nosotros como espectadores, a un
destino respecto al que tendremos que dilucidar si se trata de una huida
desesperada o una redención liberadora.
Marcos Callejo ya sorprendió con el
largometraje Retorno, que pudimos ver en el Atlántida Film Fest 2018,
y vuelve a romper nuestros esquemas con este cortometraje que es una
exploración con modos sutiles pero, a la vez, de mensaje contundente, sobre los
sentimientos asociados a la maternidad o, para ser más precisos, a la
posibilidad de la maternidad. Las contradicciones y las dudas en las que está
sumida la protagonista (una magnífica Marta Obrador) van más allá de lo
personal para ser un replanteamiento de los modelos sociales y culturales que
aceptamos pasivamente pero que acaban condicionándonos y obligándonos a que
nuestras vidas discurran por senderos que no son los que deseamos.
Cortometraje de cariz
vanguardista y surrealista en el que imágenes que nos recuerdan al universo
visual de Max Ernst o René Magritte nos sumergen en un torrente oscuro y
agitado en el que las reglas de la lógica narrativa se quiebran e invitan al
espectador a sumergirse en los recovecos más hondos y escondidos de su mente
para hallar una vía de purificación a la toxicidad del entorno que nos
envuelve.
En este corto, cuatro amigos de
adolescencia se vuelven a reunir siendo adultos para recuperar su vieja amistad
y recordar los momentos del pasado. Pero, como pasa en todo grupo de personas,
hay lados de luz pero, también, lados de sombra y estos acaban aflorando para
enturbiar el buen ambiente de la reunión. Pero, al final, siempre hay una vía
para disipar la oscuridad y lograr que la positividad ocupe el lugar que se
merece…
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