José Antonio Hergueta
da instrucciones a Pedro Casablanc y Ana del Arco durante el rodaje de Paraíso en llamas
Paraíso en llamas ha sido dirigido por José Antonio Hergueta, director y productor malagueño con un ya largo currículum a sus espaldas. Hasta la fecha, ha dirigido los largometrajes Operación Úrsula (2006) y El último magnate (2010, codirigido con Olivier van der Zee) y ha producido los films Andalucia (2007) de Alain Gomis, Los Sabios de Córdoba (2009) de Jacob Bender, Bajo Tauro y Orión (2010) de Michael Meert, La fabulosa Casablanca (2016) de Manuel Horrillo y Sin fin (2018), largometraje de ficción dirigido por los hermanos César Esteban y José Esteban Alenda que participó en la Sección Oficial del Festival de Málaga 2018.
Hemos tenido la oportunidad de entrevistar a José Antonio Hergueta que nos ha contado muchos detalles interesantes sobre Paraíso en llamas y sobre el largometraje que va a ser la continuación del proyecto.
CINE ARTE MAGAZINE: Hola, José Antonio. ¿Cuál fue el principal estímulo para este proyecto que aborda la caída de Málaga en 1937?¿Por qué narras la historia a través de los personajes de Gerda Grepp, Arthur Koestler y sir Peter Chalmers-Mitchell?
JOSÉ ANTONIO HERGUETA: Desde que en 2006 estrené Operación Úrsula, largometraje documental sobre el submarino republicano hundido en Málaga durante la Guerra Civil, descubrí que había unas cuantas voces extranjeras que habían sido atrapadas por Málaga, bien porque vivían aquí ya antes del 18 de julio de 1936 o porque vinieron ex profeso, pero todas habían quedado impactadas hasta el punto de volcar poco después sus experiencias en libros, artículos y memorias que empezaron a publicarse en 1937 y no han parado de hacerlo hasta ahora. Estas personas, aparte de sus sensibilidades, supieron aportar una mirada distinta a hechos complicados, a menudo terribles, que apenas habían sido contados por resultar inconvenientes para ambos bandos en guerra, y lo hacen con gran humanidad, sensibilidad y también mostrando acontecimientos cruzados. Vamos, que son un material cinematográfico de primera fila. Todo este tiempo estuve estudiándolo y nutriendo la idea, pero había que pulir el asunto, el exceso de literatura, y encontrar la fórmula, eso ha sido hace poco.
CINE ARTE MAGAZINE: Aunque has realizado un cortometraje, la intención
es llegar a realizar un largometraje sobre ese acontecimiento histórico, ¿no?
JOSÉ ANTONIO HERGUETA: Efectivamente, el cortometraje surge como primer paso, que me sirve a mí para probar los juegos narrativos que quería plantear, entre documental y ficción, más bien de falso documental, con los personajes hablando de 1937 varios años después. Y también sirve para ayudar a financiar el largometraje, que ya cuenta con alguna ayuda y televisión, pero aún le falta completar, con el objetivo de que pueda entrar en producción en este 2021, si todos los elementos lo permiten. En el largo, se incorporarán más testimonios de otros personajes, además de estos tres, relativos a todo el tiempo que Málaga estuvo en el lado republicano durante la Guerra Civil, lo que incluye a Gerald Brenan y Gamel Woolsey, o la escritora española Mercedes Formica, entre las nueve nacionalidades en juego.
CINE ARTE MAGAZINE: ¿Cómo habéis llevado a cabo el proceso de documentación?¿Cuáles han sido las principales fuentes utilizadas?
JOSÉ ANTONIO HERGUETA: Pues los libros de memorias y textos de los más conocidos ya estaban publicados, alguno ha sido recientemente traducido al español, porque es verdad que en los últimos años ha crecido el interés hacia este tema y, en general, los episodios históricos como éste. También se han publicado interesantes estudios donde se incluyen todos los partes de guerra de los dos bandos y fotografías inéditas de autores como Gerda Taro y Robert Capa. Pero también hay una investigación propia, en archivos internacionales, tirando de hilos para encontrar las crónicas periodísticas que Arthur Koestler y Gerda Grepp mandaron desde Málaga, que las hemos encontrado. El personaje de Gerda era desconocido, Koestler apenas la nombra y solo cuando se ha publicado una biografía sobre ella en Noruega es que hemos podido encontrar mucho más detrás.
CINE ARTE MAGAZINE: Paraíso en
llamas tiene formato de docuficción y en su reparto figuran Pedro
Casablanc, Ana del Arco y Denis Rafter. ¿Qué nos puedes decir de su trabajo y
de su disposición a participar en el proyecto?
JOSÉ ANTONIO HERGUETA: Pues que estoy encantando con los tres, qué otra cosa podía decir dado la entrega al proyecto que, como todos los cortometrajes, se hace siempre al límite y con una suma de voluntades. Sin generosidad, el cine no existiría y proyectos como este aún menos. Los tres se mostraron interesados y encajaban en los tres personajes como un guante, lo que le debo a la labor de Nuria González al frente del casting. Eso sí, Pedro estaba desde el principio porque, además de haber trabajado con él en varias producciones, el personaje de Arthur Koestler le encaja a la perfección, y se lo ha pasado bomba con él. En el largo, les daremos mucho más juego a todos.
CINE ARTE MAGAZINE: Aunque aquí vemos a Koestler como agente de la
Komintern, posteriormente su punto de vista viró y llegó a defender posiciones
claramente anticomunistas. ¿El largometraje abordará este aspecto del
personaje?
JOSÉ ANTONIO HERGUETA: En una película, siempre hay una limitación de espacio e, incluso, aunque sea un documental, no todo es información o, al menos, información explicada. Hay que crear cine, es decir, respirar un poco. En este caso, además, siendo un corto, ni siquiera cabe la aventura completa de lo que le pasó en Málaga, así que es difícil profundizar más, pero es que, además, Koestler daría para una serie sobre él solo. Primero, sionista como el que más, hasta renegar, y luego comunista al servicio del Komitern, para acabar renegando también. De hecho, el flashback desde el que recuerda los acontecimientos de 1937, ya le tiene en uno de los campos franceses donde se encerraron a sospechosos de cualquier ideología nada más empezar la Segunda Guerra Mundial. Creo que fue ahí donde cayó del caballo, si no fue directamente tras Málaga.
CINE ARTE MAGAZINE: ¿Qué ha supuesto para el proyecto la nominación
para los Goya?
JOSÉ ANTONIO HERGUETA: Una emoción muy grande, como no podía ser de otro modo, y una alegría por el respaldo al enorme esfuerzo que es hacer cine, en general, y si se trata de producir un corto, ni te cuento. Así que el premio es inmenso y soy muy consciente porque llevo muchos años y son ya muchas producciones a cuestas. Pero, sobre todo, esperamos que sea un impulso para el largometraje que sale de Paraíso en llamas, convenciendo a las televisiones y fondos que aún dudan de que se trata de una historia atractiva, llena de vida, con un género (el falso documental) que, además, ahora tiene muchos seguidores.
CINE ARTE MAGAZINE: ¿Qué puedes decirnos de cómo van los planes para
llegar a rodar, finalmente, el largometraje que nos cuenta la historia con
todos sus detalles?
JOSÉ ANTONIO HERGUETA: Si conseguimos encajar todas las piezas esta primavera, podremos iniciar el rodaje de Caleta Palace, que es su título, después del verano. Al ser medio documental, tenemos cierta flexibilidad que no podríamos adoptar en un largo de ficción, y eso nos alienta a pensar que, si el mundo no acaba de hundirse en este 2021 (que nunca se sabe, con la que está cayendo) a finales de año ya tengamos entre manos esa historia.
CINE ARTE MAGAZINE: ¿Cuál crees que es el principal mensaje que Paraíso en llamas puede llegar a
ofrecernos en el momento actual?
JOSÉ ANTONIO HERGUETA: Que la libertad es siempre una virtud muy frágil, porque es muy fácil enfrentar y hacer del enemigo algo impersonal de quien se puede prescindir o, incluso, destruir. Es así, en esa polarización con palabras que despersonalizan, que se inician las guerras. Y que hay que ser cuidadoso y consciente al tener sueños revolucionarios. La humanidad es compleja, liberar ciertas energías puede tener un coste muy alto y acabar arrasando incluso con lo que se tenía. Gerda Grepp sale escaldada de Málaga al comprobar que ni la revolución libertaria era tal, ni los revolucionarios supieron o quisieron ser efectivos, ni su compañero de viaje era quien quería decir o estaba comprometido con ella o con el periodismo. Demasiadas agendas ocultas capaces de atrapar a los más generosos o a cualquier idealista. Hay que serlo, pero también tener cuidado.
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