12 PELICULAS QUE MIRAN AL VATICANO



Ya que Netflix ha estrenado Los dos papas de Fernando Meirelles, con Anthony Hopkins y Jonathan Pryce como protagonistas, vamos a revisar otros títulos que muestran, analizan o se basan en los conflictos y debates vividos por la Iglesia católica en las últimas décadas.

E venne un uomo (1965) de Ermanno Olmi

Biografía del papa Juan XXIII que recorre sus años de infancia y primera juventud. Estrenada dos años después de la muerte del pontífice que decidió celebrar el Concilio Vaticano II, mas que un biopic al uso es un viaje espiritual que pretende mostrar las vivencias que cimentaron la espiritualidad del futuro papa. Nunca estrenada en España, la película contó con una crítica muy favorable de Pier Paolo Pasolini, cuyas ideas, como es conocido, eran inequívocamente izquierdistas.



Las sandalias del pescador (1968) de Michael Anderson

Adaptación de una novela de Morris L. West, tanto la obra literaria como la película se vieron revitalizadas con la elección de Juan Pablo II al considerar que había profetizado, con diez años de antelación, la llegada al solio de San Pedro de un papa proveniente del este de Europa. No obstante, esta sería la única "predicción" del relato que se haría realidad ya que otros muchos elementos tomaron formas muy diferentes a las que la narración mostraba. Por ello, actualmente, merecen más la atención del espectador las grandes interpretaciones de Anthony Quinn y Oskar Werner (cuyas ideas pueden recordar a las del filósofo y teólogo Pierre Teilhard de Chardin) y la representación del drama de unos seres humanos que se ven inmersos en situaciones para las que no se sienten preparados.



De un país lejano (1981) de Krzysztof Zanussi

Aunque, en apariencia, esta película es una biografía de Juan Pablo II, esta coproducción entre Italia, Reino Unido y Polonia realizada por el director polaco Krzysztof Zanussi es una reconstrucción del ambiente espiritual, social y político en el que creció, se desarrolló y se forjó la personalidad de Karol Wojtyła.



Monseñor (1982) de Frank Perry

Varios hechos curiosos convergen en esta película, que, aunque relata hechos ficticios, es muy difícil no considerarla inspirada por el escándalo en torno al Instituto para las Obras de la Religión (que era más conocido con el nombre del Banco Vaticano), dirigido por el arzobispo estadounidense Paul Marcinkus. La primera curiosidad de la película es su director Frank Perry, un reputado realizador independiente estadounidense, autor, entre otras cintas, de la mítica El nadador (1968), protagonizada por Burt Lancaster. La segunda curiosidad es la presencia en el reparto del actor español Fernando Rey. Pero la curiosidad definitiva es la participación de Christopher Reeve (célebre por haber encarnado a Superman) en el papel protagonista. Película nada complaciente con la Iglesia católica y con el lado más oscuro de sus actuaciones.



Muerte en el Vaticano (1982) de Marcello Aliprandi

Esta coproducción entre Italia, México y España (participaron en el reparto del lado hispano Paula Molina, José Luis López Vázquez, Eduardo Fajardo, Pep Munné, Lautaro Murúa, Emiliano Redondo y Rafael Hernández) se inspiró en la repentina muerte de Juan Pablo I para imaginar una historia en la que un papa ficticio (Juan Clemente I), interpretado por el actor británico Terence Stamp, se reencontraba con un joven sacerdote que había pasado los últimos años en la India y al que había conocido con anterioridad. Para sorpresa del pontífice, las viejas ideas progresistas del cura habían tornado en postulados absolutamente reaccionarios. Como sucedía con Monseñor, Muerte en el Vaticano también manifestaba una postura fuertemente crítica contra el clero.



El padrino: Parte III (1990) de Francis Ford Coppola

El escándalo del Banco Vaticano y la muerte de Juan Pablo I convergen en la entrega final de la saga coppoliana, junto a la turbia y convulsa situación de la política italiana, con un alto colaborador de la Mafia, claro trasunto de la figura de Giulio Andreotti, para entorpecer y obstaculizar la redención y retorno a la legalidad de la familia Corleone. La película no tiene el nivel de las dos primeras partes pero la última espléndida media hora es un más que digno colofón a este excepcional retrato del poder y de sus recovecos.



Buenos días, noche (2003) de Marco Bellocchio

Relato del secuestro en 1978 de Aldo Moro, quien había sido Primer Ministro y secretario general de la Democracia Cristiana y acababa de llegar a un acuerdo de su formación con el Partido Comunista Italiano (el denominado "compromiso histórico"), por parte de las Brigadas Rojas. La película va más allá del relato superficial de los hechos y ahonda en la reacción por parte de las instituciones italianas y del Vaticano al hecho criminal, que se vio dominada por la inacción y por la indiferencia ante el posible destino del secuestrado.



Karol, el hombre que se convirtió en Papa (2005) de Giacomo Battiato

Esta coproducción italo-polaca de tres horas de duración sí que es un biopic convencional sobre la vida de Karol Wojtyła desde su nacimiento en Polonia hasta el momento en que es nombrado papa por el cónclave de octubre de 1978. En la película se refleja la postura crítica del futuro pontífice tanto respecto al nazismo como al comunismo y a su afán permanente de conectar con la juventud.



Ángeles y demonios (2009) de Ron Howard

El autor de best-sellers Dan Brown imaginó la continuación de El código Da Vinci en el Vaticano, en plena celebración del cónclave para elegir a un nuevo pontífice y con un robo de antimateria misteriosamente conectado con dicho evento. La adaptación de Ron Howard mantiene el espíritu del libro original y desafía hasta extremos casi imposibles la credulidad del espectador.



Habemus Papam (2011) de Nanni Moretti

Nanni Moretti, director, entre otras, de Caro diario (1993) y La habitación del hijo (2001), imaginaba en 2011 la historia de un papa recién elegido (interpretado por el actor francés Michel Piccoli) que se negaba a tomar posesión del cargo porque no se consideraba preparado para el mismo y el clero decidía que un psicoanalista le ayudara a poner fin a sus miedos y temores. Muchos se acordaron de esta película cuando Benedicto XVI renunció al papado en febrero de 2013.



The Young Pope (2016) de Paolo Sorrentino

Esta serie de la HBO realizada por el director de La gran belleza (2013) relataba la llegada al papado de un joven cardenal, interpretado por Jude Law, que accedía al pontificado con el nombre de Pío XIII. En contra de lo esperado, el nuevo papa, en vez de defender ideas nuevas e innovadoras, se inclinaba por posturas de fuerte involución que desconcertaban a sus colaboradores, al clero y a los fieles.



Los dos papas (2019) de Fernando Meirelles

Y llegamos al último estreno de Netflix, cuya reseña hemos publicado hoy en nuestra revista. El diálogo entre Benedicto XVI y Jorge Bergoglio, futuro papa Francisco, quienes contrastan sus pareceres y sus diferentes posturas sobre cuál debe ser el rumbo de la Iglesia.






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