29º FANCINE DE MÁLAGA (1): CARTEL, GALA INAUGURAL Y PELÍCULA DE APERTURA


Gatos creados para el certamen por el famoso dibujante Idígoras representando los títulos de la sección a concurso del certamen

A lo largo de los próximos días, vamos a cubrir en Cine Arte Magazine la edición de 2019 del Festival de Cine Fantástico de Málaga (FANCINE), certamen que llega a su vigésimonovena edición y que, organizado por la Universidad de Málaga (UMA), se ha convertido en una cita ineludible para todos los aficionados al cine fantástico, de terror, de ciencia-ficción y, en un sentido amplio, de esa categoría que ha venido a englobarse bajo la denominación de fantastique y que abarca todo tipo de películas que, alejándose del realismo y de los cauces narrativos más convencionales, exploran territorios heterodoxos y desconocidos. Conforme vayamos analizando el desarrollo del festival, veremos que esta denominación va incluyendo, crecientemente, propuestas que se alejan de lo que, hasta hace solo pocos años, era la concepción rutinariamente asumida como propia del género y abre nuevos y sugerentes horizontes a todo el lenguaje y la narrativa cinematográficos en general.

Antes de la película de apertura, antes, incluso, de la gala inaugural, lo primero que conocemos de un festival de cine es su cartel y, como suele suceder todos los años con el FANCINE, el de 2019 tampoco nos ha dejado indiferentes, tanto por la imagen que representa como por su provocador y oportuno reclamo: "Lo que no mata, engorda". Hemos hablado con su diseñador, Agustín Linares, que muy amablemente ha aceptado hablar con nuestra revista y nos ha explicado las ideas y conceptos en los que se ha basado para elaborar su creación.




CINE ARTE MAGAZINE: Hola, Agustín. ¿cuáles han sido tus referencias para el diseño del cartel de este año:

AGUSTÍN LINARES: Realmente, es el producto de algo que tienes en la cabeza aunque no sabes que lo tienes. Es el resultado de la acumulación de las lecturas de cómics e ilustraciones que uno absorbe como diseñador. Ahora bien, viendo el dibujo terminado, y haciendo un ejercicio metafórico de retro-hipnosis, veo que mi influencia primordial está en The Mad Doctor de Disney y también en los trabajos de relevantes ilustradores contemporáneos como Don Kenn, Mc Bess, Charles Burns o Tengu Guru. Cada año es un reto y cada año busco un concepto estético radicalmente diferente. No me gusta encasillarme en un estilo, aunque eso debería ser lo propio de un artista. Me gusta más jugar a ser otra persona.

CINE ARTE MAGAZINE: "Lo que no mata, engorda...". El lema es más gore que fantástico o ciencia-ficción, ¿no?

AGUSTÍN LINARES: Sí, el título está más próximo al gore con ese doble juego de palabras. Aunque en el cartel este juego de palabras lo uso para introducir también un aspecto Skizoo-psicótico, esa risa entre loca, simpática y oscura como la de los dibujos animados antiguos en blanco y negro o el primer Dumbo de Dinsey. 

CINE ARTE MAGAZINE: Como espectador, ¿por qué tendencias del fantástico te decantas?

AGUSTÍN LINARES: De verdad, siempre he sido carne del terror y del fantástico pero en los últimos diez años me decanto más por la ciencia-ficción y las óperas espaciales de cualquier tiempo. Y, si tienen un sustento científico, mejor aún. Todos los días, me reveo uno, dos o más capítulos de la infinita serie Star Trek.

Y si hablábamos con Agustín Linares de que "lo que no mata, engorda", en dicho lema se basó el spot anunciador del Festival, también inyectado (y nunca mejor dicho) de un hilarante humor negro.




Y, tras estar varios meses viendo los impactantes cartel y vídeo del certamen, había ya ganas de ver la gala con la que se inauguraba el mismo que, como es tradicional, guardó una íntima conexión con las imágenes con las que el festival se había anunciado previamente. La vicerrectora de Cultura y Deportes de la UMA, doña Tecla Lumbreras, y la presentadora del acto, la actriz Yolanda Ramos, llegaron al lugar de celebración, el Cine Albéniz, en una food-truck sirviendo bandejas de croquetas marca "La Monstra" y, tras entrar en la sede principal del certamen, nos encontramos con los insectos gigantes de Jesus Shows You the Way to the Highway de Miguel Llansó y con unos macabros payasos que animaron la velada. Yolanda Ramos realizó una excelente presentación de la gala, que contó con la presencia de la música de Elphomega, y que se cerró con una invitación a todos los asistentes a un brindis, con cerveza marca FANCINE, en honor de la cultura.


El food-truck en el que llegaron Tecla Lumbreras y Yolanda Ramos



El público pudo disfrutar de un amplio surtido de croquetas La Monstra



Los insectos gigantes de Jesus Shows You the Way to the Highway también estuvieron presentes en la ceremonia





Bajo el influjo de It, macabros payasos también ayudaron a animar la velada



Yolanda Ramos fue una excelente anfitriona para la presentación del certamen



La actuación de Elphomega también fue una magnífica introducción al comienzo del Festival



Al final, todo el público brindó en honor de la cultura. Con cerveza marca FANCINE, por supuesto...


Y, tras todo ello, pudimos ver la película inaugural del Festival: la estadounidense Vivarium, dirigida por Lorcan Finnegan y protagonizada por Imogen Poots y Jesse Eisenberg.




Vivarium nos narra una historia asfixiante y claustrofóbica. Una pareja visita una urbanización, una especie de colmena formada por casas idénticas unas a otras, con la intención de adquirir una de las viviendas y, en un momento dado, se queda atrapada en el lugar sin que sea capaz de encontrar la salida. Metáfora precisa de los hábitos y usos sociales en los que, demasiadas veces, quedamos encerrados y que se convierten en cadenas que atan nuestras conductas y nuestros pensamientos, la película, conforme desarrolla su argumento, podría pasar por ser una especie de El ángel exterminador de la clase trabajadora. Esto es, si en la pelicula de Buñuel quienes estaban encerrados en una habitación sin poder salir de ella era una representación de la alta burguesía, aquí son dos personas de condición social modesta que ven cómo la búsqueda de sus sueños acaba albergando una horrible pesadilla. Sin embargo, esta premisa se ve modificada en determinado tramo del relato para acabar derivando, transitoriamente, en una posible variación de lo que se contaba en El pueblo de los malditos (1960) de Wolf Rilla (la cual fue versionada en 1995 por John Carpenter). Ello, que tiende a desequilibrar el conjunto del film, posiblemente se deba a una búsqueda de escapar de cierta rigidez formal que impregna la película, creando un elemento de distensión y contraste. A pesar de todo ello, Vivarium es un film que se ve todo el tiempo con interés y que nos mantiene atrapados sobre cuál puede ser el desenlace de ese laberinto demoníaco. Digno broche de apertura para el 29º FANCINE y que es promesa de emociones fuertes para las próximas jornadas.



El fantastique, en última instancia, habla siempre de la mirada




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