En Cine Arte Magazine, seguimos
con la cobertura que estamos realizando al Atlántida Film Fest 2019,
el mayor festival de cine online que
se celebra en España, y hablamos de ocho títulos que nos harán viajar por
Israel, Hungría, Francia, Dinamarca, Noruega, Rusia y los Balcanes.
- Sección GENERACIÓN.
Empezamos nuestro recorrido por
Israel con este primer largometraje de la realizadora Keren Ben Rafael. Vírgenes transcurre en una pequeña
localidad de la costa israelí y está protagonizada por una chica joven (Joy
Rieger), cuya madre es propietaria de un chiringuito decadente y medio ruinoso,
que está cansada del ambiente asfixiante del pueblo donde vive y de una rutina
cotidiana que no parece experimentar ningún cambio. La llegada de una prima que
va a pasar allí las vacaciones y la de un escritor y poeta que está pasando por
horas bajas rompen la monotonía de la vida de la chica y le abren la
oportunidad de creer o de hacer creer que un milagro en forma de sirena es
posible. Vírgenes es una película
narrada con frescura, agilidad y espontaneidad, lo cual se convierte en su
virtud esencial. Por desgracia, el guion peca de un carácter algo deslavazado,
de modo que aparecen personajes que parece que van a tener un peso
significativo en la historia (por ejemplo, los chicos jóvenes que acompañan a
la protagonista al comienzo del film; el alcalde) pero que desaparecen de
improviso y no sabemos nada más de ellos. El desenlace, aunque expresivamente
potente, no acaba de estar conectado con el resto de la historia. Por tanto, Vírgenes es una película que se deja ver
con agrado pero que, cuando concluye, no puede evitar el dejar al aire sus
principales defectos. Si Keren Ben Rafael sabe pulirlos en sus próximas obras,
será una directora a tener muy en cuenta.
Esta película húngara es el primer
largometraje del director Mihály Schwectje y en él se adentra en lo que supone
el impacto del mundo digital, de internet y de las redes sociales en las vidas
de unos chicos jóvenes que estudian en el Instituto. La marcha del profesor de
inglés sirve de detonante para una historia que, en un principio, parece
sencilla pero que, a mitad de metraje, se rompe y se va haciendo cada vez más
compleja y retorcida hasta desembocar en un clímax crítico que servirá para
hacer meditar en profundidad al espectador. Quizás, no sea la primera vez que
veamos contada una historia similar, lo cual se convierte en el principal
lastre del film, aunque está narrada con la suficiente agilidad y precisión
como para que la disfrutemos y la reflexionemos sin pensar en ese aspecto. Las
estupendas interpretaciones de todos los chicos que integran el reparto se
convierte en la guinda definitiva para que toda película sea plenamente creíble
y convincente y se refuerce esa sensación de que el cine húngaro es,
probablemente, una joya oculta a la que debemos prestar mucha más atención.
Se hace difícil valorar este film
documental del realizador francés Mathieu Bareyre ya que, por un lado, podría
objetársele que no acaba siendo un retrato amplio, preciso y riguroso de la
situación actual de la juventud francesa pero, al mismo tiempo, también
podríamos conceder que no es ese el objetivo de la película sino el de seguir a
unos personajes concretos, con unos problemas y una situación social muy
determinados y comprobar cómo piensan y cómo reaccionan ante un momento social y
político crítico del país galo (entre los atentados contra la revista Charlie Hebdo en enero de 2015 y la
elección de Emmanuel Macron como Presidente de la República en mayo de 2017) y
cuáles son sus pautas culturales (sobre todo, musicales) de referencia. Si
aceptamos ese punto de vista (muy común en determinados documentales),
L’époque es un documental que se
puede disfrutar como retrato fiel de una rabia y unos sentimientos a flor de
piel que no deberían ser ignorados por los políticos que tienen la
responsabilidad de gobernar una nación.
Soberbio thriller sociopolítico que nos llega de Dinamarca, opera prima de Ulaa Salim, que tiene
como trasfondo el creciente rechazo a la inmigración, el radicalismo islámico y
el avance de la ultraderecha en Europa. Narrada con precisión de cirujano y
expresada con contundencia de dinamitero, bebe de muchos films de los años 60 y
70 como A quemarropa (1967) de John Boorman, Z (1969) de Costa-Gavras y Klute (1971) y El último testigo (1974) de Alan J. Pakula y de toda la larga
tradición del noir nórdico. Sin que
debamos contar nada para no destripar los sucesivos giros que el guion ofrece,
lo que Sons of Denmark no deja lugar
a dudas es que es un retrato pesimista del abismo al que las sociedades
europeas están asomadas y de la gravedad de unas contradicciones que no van a
ser nada fáciles de superar. Sons of
Denmark es una película políticamente provocativa que no dejará a nadie
indiferente, que tendrá tantos partidarios como detractores y esa es su
intención, remover las conciencias para que el espectador asuma los ásperos
perfiles de la realidad en la que le ha tocado vivir.
La particularidad de este gran
documental húngaro es que no tiene voz en off
y, sin embargo, no le hace falta para nada porque las imágenes hablan por
sí solas sobre la radical divergencia existente entre las dos opciones políticas
que se enfrentaron en las elecciones legislativas de Hungría en abril de 2018.
Por un lado, el Primer Ministro en ejercicio, Viktor Orban, líder de FIDESZ, cuya
posición en materia de inmigración y acogida de refugiados es de radical y
frontal oposición. Por otro, Ferenc Gyurcsány, Primer Ministro entre 2004 y
2009, que se presenta como candidato de la Coalición Democrática, que defiende
una postura abiertamente proeuropea y partidaria de la recepción de refugiados
que llegan huyendo de la guerra de Siria. Este documental de Eszter Hajdú sigue
la campaña electoral y va mostrando los diferentes discursos, que dejan claro y
sin ningún tipo de ambigüedad posible que entre ambas posiciones dista un
abismo insalvable y, al mismo tiempo, refleja cuál es la opción por la que se
decanta de forma abrumadoramente mayoritaria el electorado húngaro. Para
reflexionar y para ver la realidad en toda su desnudez y sin ningún tipo de
maquillaje o eufemismo.
Esta película noruega, segundo
largometraje de la veterana actriz Tuva Novotny, propone un colosal tour de forcé: todo el film se
desarrolla en un único y complejo plano-secuencia de más de 90 minutos que
transcurre en varios lugares y escenarios y que combina momentos de aparente placidez
con momentos de norme y elevada tensión. Posiblemente, la película ha estado
demasiado centrada en este alarde técnico porque el desarrollo del relato solo
tiene tres o cuatro momentos relevantes, en los cuales, además, no se
profundiza, estando todo el resto del metraje únicamente al servicio de los
mismos. Posiblemente, sea un gran acierto que el instante decisivo del film se
nos muestra fuera de plano, dejándonos en la duda y en la incertidumbre, pero,
aún así, al llegar el desenlace nos invade la sensación de que hemos asistido a
una clase de virtuosismo pero a la que le falte bastante materia narrativa para
que pueda alcanzarnos plenamente como espectadores.
Brillante film que nos llega de
Rusia y que empieza pareciendo un melodrama costumbrista que muestra la vida de
un guardabosques a quien le diagnostican una enfermedad terminal pero que, de
repente, da un giro increíble en el que se combina el tono reivindicativo, la
crítica a la intolerancia y al autoritarismo, la expresión lírica de un relato
que se bifurca en sutilezas insospechadas y la recuperación recreada y renovada
de viejas leyendas populares. Excelentemente rodada e interpretada, podemos
decir que El hombre que sorprendió a todo
el mundo será la película que, sin duda, sorprenderá a casi todos los
espectadores que se acerquen a ella con la suficiente paciencia como para que
les deje mostrar su condición de joya inesperada de este certamen.
Este documental británico relata
cómo transcurrió el juicio contra el general serbio Ratko Mladic, procesado por
el Tribunal de La Haya por los crímenes y genocidio cometidos durante la guerra
de Bosnia. Aunque se trata de un preciso resumen, este film no trasciende la
categoría de reportaje periodístico narrado con corrección que aporta poca
información nueva a todo lo que ya sabíamos. Película ideal para aquellos que
no conocieron los hechos posteriores a la desintegración de Yugoslavia y
quieran descubrir cuáles fueron sus consecuencias y el contexto en que se
produjeron.
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