TÍTULO: Mañana y los demás días. TÍTULO
ORIGINAL: Demain et tous les autres jours. AÑO: 2017. NACIONALIDAD: Francia.
DIRECCIÓN: Noémie Lvovsky. GUION Noémie
Lvovsky, Florence Seyvos y Annette Dutertre. MONTAJE: Annette Dutertre. DIRECCIÓN DE FOTOGRAFÍA: Jean-Marc Fabre. INTÉRPRETES
PRINCIPALES: Luce Rodriguez, Noémie Lvovsky, Mathieu Amalric, Micha Lescot,
Anais Demoustier, Elsa Amiel, India Hair. DURACIÓN: 99 minutos. ENLACE EN FILMIN: https://www.filmin.es/pelicula/manana-y-los-demas-dias.
Si en Gaspardva a la boda ya hablamos de películas que trataban de familias excéntricas o extravagantes,
en Mañana y los demás días nos
encontramos con un tema similar pero con dos diferencias esenciales: la
primera, que aquí es la madre quien ejerce el influjo de su peculiar conducta
sobre su fascinada hija; la segunda, que aquí el tono no es de comedia sino que
existe una combinación de componente dramático y de elemento fantástico (no se
aclarará si el mismo nace de la imaginativa mente de la niña o no, lo cual es,
indudablemente, mucho más potente desde el punto de vista expresivo que
resolver la duda), que da al conjunto de la historia un muy personal y
entrañable aire poético. Mañana y los
demás días se convierte, así, en lo que podríamos denominar una comedia
dramático-fantástica en la que el dolor y la emoción se dan de la mano
continuamente para hablarnos de aquellas personas incapaces de adaptarse a un
mundo en el que prima la absoluta racionalidad y que no tienen otra opción que
crear su propio mundo como refugio y como consuelo.
Una de las claves de esta
película (y que será lo más difícil de aceptar para el espectador) es que, a
pesar de las fantasías y delirios de una madre que acaban derivando en una
conducta claramente irresponsable hacia su hija, esta no contempla su propia
situación como una tragedia sino que continúa sintiendo una admiración sin
medida hacia su madre. De hecho, esa admiración continúa estando presente en el
desenlace del film, el cual nos obliga a replantearnos (sobre todo, si
reparamos en su dedicatoria y en el nombre de la directora y actriz
protagonista de la película junto a la niña Luce Rodriguez – ambas intérpretes
están sensacionales en sus respectivos papeles–) en qué medida la realidad
existente no está construida a la medida de todos y que puede haber quien sea
capaz de aceptar que huir de la misma o contemplarla desde una perspectiva
diferente puede ser un mecanismo válido y legítimo. Otra dimensión interesante
(e inquietante) del film es la figura paterna (interpretada por el siempre
solvente Mathieu Amalric), alejado de su mujer y de su hija, no sabemos por qué
motivos ni en qué circunstancias pero que, en su reencuentro final en una tensa
e incómoda situación, intuimos su incapacidad para penetrar en el ambiente de
complicidad que madre e hija han creado. Posiblemente, la moraleja final de
esta fábula casi lírica es que la poesía no está al alcance de todos y que,
quien la encuentra, está condenado a una irreversible soledad. O, desde otro
punto de vista, lo que tal vez nos quiere contar es el milagro de que madre e
hija compartan un don al que la mayoría de los mortales no tienen capacidad de
acceder. De un modo u otro, Mañana y los
demás días nos emocionará y nos fascinará a partes iguales y logrará que
nos enamoremos de unos personajes que, teniendo todo en contra, son capaces de
encontrar una última redención.
TRÁILER DE LA PELÍCULA:
ESCENAS DE LA PELÍCULA:
Comentarios
Publicar un comentario