DILEMAS SEXUALES EN FILMIN Y NETFLIX: PURE Y SEX EDUCATION


Nunca es fácil tratar el tema del sexo en series o películas. Es muy fácil caer bien en la vulgaridad llana y simple bien en un intento de refinamiento impostado que, a la postre, acaba resultando hortera o cursi (efectivamente, estoy pensando en 50 sombras de Grey). Por ello, es de agradecer que dos series como Pure (disponible en Filmin) y Sex Education (cuyas dos temporadas se pueden ver en Netflix) sepan abordar la cuestión con audacia, inteligencia, humor y (evidentemente) imprescindible falta de vergüenza. Dos series que, teniendo algunos rasgos en común, son muy diferentes entre ellas.




Pure es una serie realizada para el Channel 4 de la televisión británica y está basado en el libro homónimo de Rose Cartwright. Su protagonista es Marnie (interpretada por Charly Clive), una chica escocesa que, desconcertada ante los pensamientos permanentes de índole sexual que acuden a su mente, decide marcharse a Londres para superar su problema y encontrarse a ella misma. Teniendo que vivir en casa de Shereen (Kiran Sonia Sawar), una amiga de sus tiempos en la Universidad, de forma un tanto caótica y estrafalaria irá conociendo a diversas personas como Amber (Niamh Algar, a quien hemos visto recientemente en The Virtues), Joe (Anthony Welsh) y Charlie (Joe Cole), cada una con sus propios problemas y circunstancias, que ayudarán a la protagonista, con no pocas dificultades, a irse conociendo a ella misma y a lograr su encaje en el mundo.



Kiran Sonia Sawar (izq.) y Charly Clive (dcha.) en una escena del primer episodio de Pure


Pure transcurre en el Londres actual y hace un retrato tan acido como irónico de esa modernidad en la que, detrás del brillo permanente y el derroche sistemático de optimismo, se esconden fallas y contradicciones, da igual que sea en una revista digital con afán de ser rabiosamente contemporánea o en un bufete de abogados de la City donde se hace gala de las mentalidades y actitudes más rancias. A pesar de la imagen impoluta y dinámica que ofrece la capital británica, vamos siendo testigos de la soledad, el desamparo y la sensación de callejón sin salida que invade a los personajes en más de un momento y que no es más que la aspereza e indiferencia con las que las grandes urbes suelen tratar a sus habitantes. Sin embargo, al mismo tiempo, los personajes saben desarrollar sus propias estrategias vitales, con buenas dosis de humor y algunas gotas (las justas) de cinismo, para adaptarse a un entorno algunas veces hostil y casi siempre poco amigable. La primera temporada de Pure nos ofrece un desenlace abierto y, posiblemente, ello sea lo más lógico si se quiere retratar a las grandes ciudades actuales porque, en ellas, la vida es siempre una incógnita repleta de paréntesis sin cerrar.



Anthony Welsh (arriba a la izqda.), Niamh Algar (en el centro) y Charly Clive (dcha.) en otro momento de Pure


Sex Education, en cambio, se desarrolla en el instituto de un pequeño pueblo de Gran Bretaña. Allí, el protagonista, Otis (Asa Butterfield, a quien recordaremos de La invención de Hugo de Martin Scorsese), parece tener una habilidad innata para ayudar a sus compañeros en sus problemas sexuales, probablemente heredada de su madre, Jean (Gillian Anderson, la inolvidable agente Scully de Expediente X), que es terapeuta profesional. En virtud de ello, Maeve (Emma Mackey), la alumna más rebelde del centro, le propone crear un negocio en el que ella concertará las citas y recaudará los pagos por las consultas y él aportará su conocimiento “experto”. Hay dos elementos en los que se centra el interés de Sex Education. El primero, el descaro (mucho descaro), carente de morbo y trufado de mucha inteligencia, con el que se tratan los temas de sexualidad que surgen en cada episodio así como otros aspectos relacionados con la etapa vital que están viviendo los personajes de la serie: los sucesivos encuentros con la importancia que tienen la amistad, la defensa y reivindicación de la identidad propia, la necesidad de luchar colectivamente contra las injusticias, el respeto obligado a las diferencias y a la diversidad, la asunción de las propias responsabilidades



Ncuti Gatwa (izqda.) y Asa Butterfield (dcha.) son dos excelentes amigos en Sex Education


El segundo elemento a remarcar, tal como ocurre en muchas series de Netflix, es la magnífica galería de personajes: Eric (Ncuti Gatwa), el amigo gay del protagonista, siempre divertido y optimista y dispuesto a buscar el lado positivo de cada situación; Adam (Connor Swindells), el hijo del director del instituto, sometido a la represión y al autoritarismo de su padre y que tendrá que luchar para sacar a la luz su auténtica condición e identidad; Jackson (Kedar Williams-Stirling), el alumno modelo que quiere salir del estricto marco con el que han planificado su vida; Aimee (Aimee Lou Wood), que, detrás de su aparente simplicidad, va madurando y va descubriendo las situaciones en las que la mujer se ve ofendida y humillada; Ola (Patricia Allison) que tiene que moverse entre el amor por el protagonista y las dudas de este sobre sus sentimientos; Lily (Tanya Reynolds), que quiere tener su primera relación sexual y que, a pesar de su falta de prejuicios, no logra consumar su propósito; Isaac (George Robinson), el chico minusválido cuyas intenciones acabaremos viendo que no son del todo claras… Todos estos caracteres dotan de gran frescura y dinamismo a la serie y permite eludir toda sensación de rutina, monotonía o agotamiento.



Asa Butterfield (izqda.) y Emma Mackey (dcha.), la pareja que no es pero que quizás llegue a ser en Sex Education


Resulta interesante analizar por un momento cuál es la principal diferencia entre Pure y Sex Education. Mientras que Pure destaca y resalta el origen, extracción social y forma de hablar de cada personaje (es llamativo ese choque de acentos que hace absolutamente imprescindible ver la serie en versión original) buscando consciente y deliberadamente ser un retrato del Londres actual, en Sex Education, del mismo modo que sucede en muchas series de Netflix, se refleja un instituto que, aunque localizado en Gran Bretaña, podría ser estadounidense (la participación en el reparto de Asa Butterfield y Gillian Anderson ayuda a esa primera impresión) o, más bien, mimetiza el típico centro educativo que aparece en muchas películas y series que, desde la década de los 80, van dirigidas al público adolescente. Digamos que Pure pretende ser global siendo, al mismo tiempo, muy local y Sex Education busca el mismo objetivo pero evaporando lo local a mayor gloria de una atmósfera neutra y fácilmente asimilable en cualquier país donde Netflix puede verse.




En definitiva, dos estrategias muy diferentes (a mí, personalmente, me gusta más la de Pure)  pero que, en ambos casos, logran narrar historias basadas en el tema de la sexualidad con un nivel de calidad que siempre hemos echado en falta en otras producciones que han abordado el mismo tipo de cuestiones. Seguramente porque, en las dos tramas argumentales, la sexualidad está al servicio de unos personajes auténticos y verdaderamente convincentes, condición sine qua non para que una serie logre atraparnos y mantener despierto el interés hacia ellas.

TRÁILER DE PURE



TRÁILER DE SEX EDUCATION

TEMPORADA 1




TEMPORADA 2



IMÁGENES DE PURE:















IMÁGENES DE SEX EDUCATION:





















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