TÍTULO: La ceniza es el blanco más
puro. TÍTULO ORIGINAL: Jiang hu er nü. AÑO: 2018. NACIONALIDAD: China-Francia-Japón.
DIRECCIÓN Y GUION: Jia Zhang-Ke. MONTAJE: Matthieu Laclau. DIRECCIÓN DE
FOTOGRAFÍA: Eric Gautier. MÚSICA ORIGINAL: Giong Lim. INTÉRPRETES PRINCIPALES: Zhao Tao, Liao Fan, Diao Yi’nan, Ding Jiali, Dong
Zijian. DURACIÓN: 136 minutos. PÁGINA WEB OFICIAL:
www.golem.es/distribucion/peliculas/la-ceniza-es-el-blanco-mas-puro/. ENLACE EN FILMIN: https://www.filmin.es/pelicula/la-ceniza-es-el-blanco-mas-puro.
En el año 2006, el director chino
Jia Zhang-Ke irrumpió con fuerza en el panorama cinematográfico internacional
con Naturaleza muerta, una de las
grandes obras maestras del séptimo arte de la pasada década y, por extensión,
de todo lo que llevamos de siglo XXI. Centrada en cómo la ciudad de Fengjie
iba, poco a poco, siendo devorada por las aguas de la Presa de las Tres
Gargantas, la historia acababa siendo una metáfora de cómo la modernización
china iba arrasando de forma abrupta las estructuras tradicionales y albergaba
una profunda carga crítica en su interior hacia la situación y evolución del
país. Ello explica cómo se produjo su proyección en el Festival de Venecia de
2006, certamen en la que el film ganó el León de Oro a la Mejor Película. Participó
como película sorpresa y se programó a altas horas de la noche, como el último
título en competición de la Sección Oficial (de modo que hubo periodistas
acreditados que estaban realizando la cobertura del festival que no llegaron a
verla), todo ello para prevenir un posible boicot de las autoridades chinas a
la película. En Naturaleza muerta,
Jia Zhang-Ke mostró muchas de las características de su peculiar estilo: mirada
impasible y casi neutra que insinúa, sugiere y transmite casi de pasada, sin
subrayar o enfatizar ni situaciones ni estados emocionales; estricto realismo
interrumpido de improviso por imágenes fantásticas e imposibles; creación de
potentes y sugerentes paralelismos entre la desolación de los personajes y la desolación
de los paisajes donde transcurren las historias…
Con posterioridad a Naturaleza muerta, Jia Zhang-Ke ha
estrenado en nuestro país Un toque de violencia (2013) y Más allá de las montañas (2015),
películas que incidieron en muchos de sus rasgos autorales y que, siendo
brillantes y conservando su contundente mirada crítica hacia la situación de
China, no alcanzaron el nivel del film con el que había conseguido el triunfo
en Occidente.
Ahora, el director chino vuelve a
ofrecernos una nueva muestra de su arte con La
ceniza es el blanco más puro, una película que, claramente inscrita en las
preocupaciones y inquietudes del realizador, supone una especie de parada
reflexiva y mirada hacia atrás al contexto de su obra, ya que retoma algunos de
los escenarios de sus anteriores films (la progresivamente sumergida ciudad de
Fengjie de Naturaleza muerta o las
minas de carbón en crisis que ya fueron protagonistas en Un toque de violencia). Sin embargo, lejos de caer en la rutina
estética o temática, creo que Jia Zhang-Ke convierte a La ceniza es el blanco más puro en una especie de eslabón que,
rindiendo homenaje a la obra pasada, se convierte en punto de partida hacia un
nuevo horizonte narrativo caracterizado por un estilo más depurado pero, a la
vez, mucho más profundo y de mucha mayor potencia expresiva. Tal vez, de
alcance mucho más universal y con una especie de aura intemporal que convierte
a sus personajes en encarnaciones de vivencias y sentimientos perpetuos,
comprensibles en cualquier momento o lugar.
Porque el tiempo juega un papel
fundamental en La ceniza es el blanco más
puro, con los elementos que se modifican conforme la trama avanza (los
sentimientos de los personajes, la posición de estos en la jerarquía social, la
ciudad que va desapareciendo, los trenes que se van modernizando conforme el
progreso avanza) y aquellos que se mantienen inalterables (el cruce donde cambiará
para siempre la vida de la protagonista, las rivalidades entre los antiguos
compañeros, el volcán majestuoso e implacable…). Toda la historia de este film
es un transcurrir que va modificando lenta pero inexorablemente el destino de
los protagonistas, que los va sometiendo a una especie de proceso de
purificación por el que, al final, quedará lo auténtico, la verdad genuina, sin
engaños, dobleces o subterfugios. Quedará ese último vestigio del fuego
abrasador, la ceniza que, como dice el título, tendrá el blanco más puro, aquel
que no está manchado por lo accesorio o intrascendente.
Jia Zhang-Ke no renuncia a
expresar su visión crítica hacia la realidad que le rodea, mostrándonos a esos
integrantes del hampa que acaban convirtiéndose en miembros de la élite
dirigente del régimen político del país, el clima de turbiedad moral que
impregna la vida cotidiana y la desprotección potencial que, en cualquier momento,
amenaza a cualquier persona, negando el carácter humanista del sistema socioeconómico
por el que China funciona.
Jia Zhang-Ke vuelve a brillar a
alto nivel con La ceniza es el blanco más
puro, manteniéndose fiel a sus rasgos de estilo pero avanzando en una
dirección mucho más madura que, restando efectismo, suma en precisión,
elegancia y hondura.
TRÁILER DE LA PELÍCULA:
IMÁGENES DE LA PELÍCULA:
Comentarios
Publicar un comentario