ENTREVISTA A NIÑO DE ELCHE

 

 Niño de Elche en 2018 (Fuente: Diario de Madrid)

 

Mañana viernes, 4 de febrero, se estrena Canto cósmico, un documental dirigido por Marc Sempere-Moya y Leire Apellániz que gira en torno a la figura de Niño de Elche. Ya hemos publicado la reseña de la película y, ahora, como complemento ideal y esencial de la misma, publicamos la entrevista que hemos tenido la gran oportunidad de hacer al artista, en la cual nos cuenta detalles sobre la película y su personal forma de concebir el arte y la creación, una propuesta única dentro del panorama musical de nuestro país y que, más allá de sus aspectos formales, encierra todo un discurso y una mentalidad que sirven de base a sus obras originales e innovadoras.

 


Una de las escenas iniciales de Canto cósmico

 

CINE ARTE MAGAZINE: Hola, Francisco. Últimamente, te hemos visto en varias películas. Tenías una breve intervención en Nueve Sevillas de Gonzalo García-Pelayo y Pedro G. Romero y, ya con más peso, en Niños somos todos de Sergi Cameron, donde se retrata tu estancia en Bolivia, y, ahora, en Canto cósmico de Marc Sempere-Moya y Leire Apellániz. Teniendo en cuenta ello y que, además, has reconocido a José Val del Omar como una de tus principales influencias (de hecho, la performance final remite a una imagen de su Fuego en Castilla), ¿consideras el cine como algo colateral o paralelo a tu proyecto artístico o como algo que se puede integrar plenamente en el mismo?

NIÑO DE ELCHE: Creo que el mundo del cine y de las imágenes es muy importante y muy relevante y, por eso, cada vez tiendo a integrarlo más en mis trabajos. En mi último álbum, por ejemplo, La exclusión, en el que he partido de textos de Ramón Andrés (quien también interviene en Canto cósmico), cuando lo interpreto en directo me acompañan imágenes de Lois Patiño que me parece que se complementan perfectamente con las canciones del disco.

CINE ARTE MAGAZINE: Además, creo que el estilo de Lois Patiño tiene el mismo espíritu que el tuyo, por su distancia frente al realismo, al naturalismo y por la búsqueda de la mayor expresividad posible…

NIÑO DE ELCHE: Lois y yo hemos hablado mucho y cada vez estoy más convencido de que sus creaciones y las mías conectan muy bien y pueden alimentarse mutuamente.

 

Leire Apellániz y Marc Sempere-Moya, directores de Canto cósmico

 

CINE ARTE MAGAZINE: Cuando vemos Canto cósmico, nos sorprende que, cuando las imágenes se centran en ti, se alejan del típico formato documental de “bustos parlantes” y entran en aspectos muy intensos de tu intimidad: te vemos con tu familia, te vemos en tu casa, te vemos con tu familia, te vemos en imágenes de tu infancia…  ¿Cómo ha sido el trabajo con los directores para llegar a ese resultado?

NIÑO DE ELCHE: Pues debo decir que ha sido un trabajo inmenso y único tanto de Marc como de Leire y, sobre todo Marc, ha hecho un trabajo psicológico, por decirlo así, muy fuerte y ha conseguido cosas que ni yo mismo creía que iba a conseguir, la verdad, en relación con mi familia o con los personajes que aparecen en la película.

 

 Momento de Canto cósmico en que Aladino Contreras, padre de Niño de Elche, canta unos fandangos con su hijo a la guitarra


CINE ARTE MAGAZINE: Entrando ya propiamente en lo que es contenido de la película, lo que, en un momento dado, me ha llamado más la atención y que me ha resultado, hasta cierto punto, más impactante, ha sido una frase y que expresa la idea de que “la creación que no afecta a tu vida es solo estética”. Es decir, concebirías el arte como algo que trasciende lo estrictamente profesional para ser radicalmente vital. Es un concepto muy taxativo y muy contundente de la creación artística. Posiblemente, no todos los creadores entrarían en ello y no sé si cualquier público estaría dispuesto a una experiencia de ese tipo…

NIÑO DE ELCHE: Hay gente para todo, ¿no? Para mí, es importante entender la práctica artística como una práctica vital. Es que la línea divisoria no sé dónde está. Y los artistas que me han atravesado desde siempre, siempre han sido artistas enamorados de esa posición, de ese posicionamiento. Y, bueno, yo lo llevo a cabo, con sus pros y sus contras, lógicamente. Pero no entiendo otra forma de crear arte, no la entiendo… Yo soy una persona que no toma vacaciones porque no sé de qué va eso de las vacaciones. Se dice que las vacaciones son para desconectar… Pero desconectar ¿de qué? Y, como eso, muchas otras concepciones que yo no entiendo. Otros artistas, amigos míos, y otros referentes con los que he trabajado, siempre me he relacionado con ellos desde ahí, desde esa concepción en la que creo. Eso lo digo ahora, tal vez cuando esté muy cansado y llegue a más edad, quizás opine de otra manera y entienda que ese motor se ha apagado. ¡Quién sabe! No lo sé. Pero, ahora mismo, es como lo experimento.

CINE ARTE MAGAZINE: También me ha llamado la atención, a partir de esa conexión del acto creativo con el cambio personal, el que, casi al principio de la película, se empieza a hablar de los miedos, de los miedos en los que cuentas que creciste. ¿Ha sido el arte una forma de escapar de esos miedos?

NIÑO DE ELCHE: He elaborado mecanismos para superar los miedos. Otras veces, para acompañarlos. También, para comprenderlos. El arte (arte y vida) es un espacio que me otorga mecanismos para acercarme por lo menos a ellos y ver qué sucede. De ahí a la libertad.

CINE ARTE MAGAZINE: Otro tema que sobrevuela la película, que no siempre aparece explícitamente pero que creo que siempre está presente, es el relacionado con la identidad. ¿A través del arte, de la creación, nos definimos o, nos definimos previamente y, a partir de ahí, nace la creación artística? Tú, por ejemplo, eres de Elche, un lugar donde tiene lugar una representación musical tan importante como El misterio de Elche, que data del siglo XV, en el que ha habido una importante inmigración andaluza, tal como se explica en la película, ¿de todo eso surge tu creación artística o la misma te sirve para redefinir esa identidad o ir más allá de ella?

NIÑO DE ELCHE: A mí me sirve para ir más allá de esa identidad de la que no sabemos sus límites ni, muchas veces, su origen. La identidad es una cosa móvil, como lo popular, como la tradición. Es algo muy móvil. La identidad también se puede entender desde muchos parámetros: el parámetro espiritual, el parámetro psicológico, el parámetro fisiológico, el parámetro cultural… Pero a mí todo eso me interesa para removerlo y desplazarme. Por eso, estoy bastante en contra de los nacionalismos y ese tipo de ideas, para mí conservadoras siempre. Trabajo con las identidades y, de ahí, mis trabajos con la concepción queer, con sus complejidades y contradicciones, con la concepción cyborg… Hay todo un mundo que me parece inspirador para seguir ahondando y desplazándome.

 

 
Escena de Canto cósmico en la que vemos una performance de Los Voluble, uno de los grupos con los que ha colaborado Niño de Elche 

 

CINE ARTE MAGAZINE: Relacionado con ello, hay un tema que en el documental se presenta de una forma y que, cuando yo he leído entrevistas anteriores, no se presenta del mismo modo. Es tu relación con el flamenco. Dice Pedro G. Romero que “Francisco se considera antiflamenco pero los demás lo ven como flamenco”. Yo nunca he leído ni he escuchado que tú te hayas declarado antiflamenco, sino, en todo caso, como exflamenco…

NIÑO DE ELCHE: Sí, ahí Pedro se confunde…

CINE ARTE MAGAZINE: Yo, viendo el tema desde fuera, y comparándolo con lo que dicen, por ejemplo, en el propio documental los miembros de una peña flamenca, lo contemplo en términos menos dramáticos. Te veo como alguien que empezó en el flamenco pero que, en un momento dado, pues fue más allá. Quizás, quien está más implicado en ese mundo te ha llegado a ver en algunos momentos como una especie de hereje, un concepto muy español, y yo lo veo como alguien que ha empezado en un territorio y, tomándolo como base, ha terminado en otro diferente. No sé si mi visión es correcta o incorrecta…

NIÑO DE ELCHE: Como tú has dicho, dependiendo del espacio en que ocupan unos u otros, pues, claro, se ven las cosas de manera más o menos dramática. La gente del flamenco es bastante intolerante en ese sentido, aunque el flamenco está lleno de tolerancias en ese mismo sentido. Es paradójico, ¿no? Pero, de cualquier forma, es algo que genera mucho ruido. Más allá de eso, que es puramente anecdótico, porque en la película se muestra cómo aficionados al flamenco no tienen discurso más allá de unas opiniones muy vagas sobre qué supone y cómo funciona el arte, no tienen mecanismos para explicarlo porque no se han preocupado de eso, yo, con el tiempo, mi posición ante ello no es tanto de una forma “reaccionaria”, que antes era mucho más “reaccionaria” ante ellos, sino que ha pasado a ser la de una reflexión que me ayuda a pensar por qué un arte como el flamenco, que es tan bastardo y tan contaminado, tiene unas aficiones tan clásicas y tan conservadoras. Hay algo ahí que no llego a entender. También pasa con otras disciplinas pero aquí es muy pasional porque, como no hay mecanismos argumentales, pues es una cuestión simplemente de pasión, de verborrea, de vómito… Aunque debo decir que ahí hay cosas que me gustan mucho y tienen su encanto, ¿no?. Pero, bueno, en la película no aparece tanto esa idea de hereje porque ellos saben que les están grabando y por eso no me nombran…

CINE ARTE MAGAZINE: Efectivamente, como he dicho antes, esa idea de “hereje” que se me ha venido a la cabeza no deriva tanto de la película como de las polémicas que te han rodeado…

NIÑO DE ELCHE: Yo he recibido críticas hacia mi persona que han sido destructivas. Que yo creo que se dan en el flamenco porque, en otras artes, no se dan, por este tema que he explicado de lo pasional y de lo delirante. De ahí, salen unas conexiones muy fuertes que aún se dan en el flamenco, cada vez menos, por suerte, pero que todavía se dan. Sobre mi persona, se han dicho barbaridades no solamente en el ámbito del flamenco sino también en el de la crítica indie o del rock o de la música experimental pero, en el caso de los críticos de flamenco, cuando se ponen miserables, tienen más recursos que en otros campos de crítica. Que escriben mejor, vaya. Saben insultar de una forma, para mí, en un sentido estético más interesante. Por ejemplo, han dicho que “tenía que entrar un tractor y llevarme por delante en el Lope de Vega”. De Israel Galván, que “había que partirle las piernas antes de bajar del escenario”. O que Esperanza Fernández “tiene la cara como cuando te miras en una cuchara”. Críticas así solo se dan en el mundo del flamenco. Quizás se pueda dar en otros ámbitos, pero poco. En el caso del flamenco, es una cosa más bien de sector minoritario, aunque no es tanto, pero es un sector minoritario, un poco hermético, en el que hay una especie de guasa, de ironía muy punzante, que la llevan a cabo con una gracia bastante particular.

 


 Escena de Canto cósmico en la que se le pregunta a los miembros de una peña sobre la innovación en el flamenco

 

CINE ARTE MAGAZINE: ¿Crees que la percepción de la dimensión política de tu trabajo se ha visto limitada por la propia visión limitada que existe de la política en España?

NIÑO DE ELCHE: Yo creo que no solo en este país. Yo creo que en Europa la visión de la política es bastante simplista. Aunque hay escritores y filósofos que han desarrollado líneas de pensamiento muy interesantes. Pero es verdad que, en el mundo de la música, en el sentido de la música pop o rock o indie, que es la reinante en España, ahí es complicado plantear cualquier tipo de discurso un poco complejo en relación con lo político. Es muy difícil. Por eso, se malinterpretan cosas, se toman a broma, te encasillan en fascista o comunista… Pero, bueno, eso también se da en los medios de comunicación… Todo eso es un poco lo de la banalidad del mal, que decía Hannah Arendt.

CINE ARTE MAGAZINE: Y, para terminar, ¿podemos responder ya a la pregunta de quién es Niño de Elche o es demasiado pronto para poder dar una respuesta?

NIÑO DE ELCHE: No, no, no… Aquí hemos venido a hablar de cosas serias (se ríe).

CINE ARTE MAGAZINE: Es decir, que todavía no sabemos cómo va a ser tu futuro como creador…

NIÑO DE ELCHE: Sí, al final, la muerte… Eso está clarísimo.

 

Como han podido comprobar, hasta en la última respuesta demuestra Niño de Elche genio y figura. Si quieren saber más sobre la complejidad y riqueza del mundo creativo de este artista, a partir de mañana pueden ver el documental Canto cósmico, que es una introducción perfecta para empezar a comprender el mundo de su música, de sus colaboraciones y de sus intereses artísticos, que representa un espíritu rebelde y conformista muy a contra corriente de las tendencias dominantes actuales de los ámbitos del espectáculo y el entertainment.


Escena de Canto cósmico en la que podemos ver una actuación de Niño de Elche (a la guitarra) e Israel Galván


 

 

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