FESTIVAL DE SEVILLA 2020: 12 TÍTULOS QUE DESAFÍAN LOS LÍMITES

 


Este año, parte de la programación del 17º Festival de Cine Europeo de Sevilla ha podido verse a través de la plataforma Filmin. Celebrado (superando las difíciles circunstancias sanitarias) entre los pasados 6 y 14 de noviembre de 2020, en el palmarés final han destacado los premios otorgados al film rumano Malmkrog de Cristi Puiu, que recibió el Giraldillo de Oro a la Mejor Película de la Sección Oficial, a las cintas españolas El año del descubrimiento de Luis López-Carrasco, a la cual se le concedió el Gran Premio del Jurado en la misma sección, y La vida era eso de David Martín de los Santos, cuya protagonista, la veterana Petra Martínez, fue reconocida con el Premio a la Mejor Actriz, al film griego Apples de Christos Nikou, galardonada con el premio a Mejor Película en la Sección Nuevas Olas, y los documentales Petite Fille de Sébastien Lifshitz y Nueve Sevillas de Gonzalo García-Pelayo, que recibieron ex-aequo a Mejor Película de la Sección Nuevas Olas - No Ficción. En el presente artículo, vamos a comentar algunos de los títulos que se pudieron ver en Filmin y que, de uno u otro modo, hablan de desafiar y superar los límites establecidos.

El viaje más largo de Manuel H. Martín


CALIFICACIÓN: 

Este documental, que mezcla imágenes reales con imágenes animadas, relata con agilidad y precisión cómo fue el primer viaje de la Historia que supuso dar la vuelta al mundo, el realizado por Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano, una increíble odisea que, tal como la película afirma convirtiéndolo en eje de su narración, es equiparable al viaje a la Luna que la Nasa llevó a cabo cuatro siglos y medio más tarde. Más allá del carácter heroico que tuvo la expedición, hay que remarcar cómo la misma alteró para siempre el paradigma a través del cual imaginábamos nuestro mundo y fue el remoto primer paso en el camino hacia lo que, posteriormente, se denominó "globalización". El viaje más largo se acaba convirtiendo en un intenso relato que muestra con nitidez y contundencia los complejos avatares de una aventura que, por un lado, implicó un gravoso sacrificio en vidas humanas y, por otro, sirvió para enterrar viejas y falsas concepciones sobre la geografía de nuestro planeta, permitiendo descubrir el actual estrecho de Magallanes, el Océano Pacífico y nuevas rutas marítimas que, durante siglos, permitieron el transporte de personas, ideas y mercancías.

Nueve Sevillas de Gonzalo García-Pelayo y Pedro G. Romero


CALIFICACIÓN: 

Ya hemos hablado en una reseña anterior de Nueve Sevillas de Gonzalo García-Pelayo y Pedro G. Romero. Gonzalo García-Pelayo tras una larga carrera cinematográfica en la que la innovación y la búsqueda de nuevos caminos artísticos siempre ha sido una constante, lo cual se puede ver en films como Manuela (1976), Vivir en Sevilla (1978), Intercambio de parejas frente al mar (1978), Corridas de alegría (1982), Rocío y José (1983), Alegrías de Cádiz (2013), Niñas (2014), Niñas 2 (2016) y Mujeres heridas (2016) –una trilogía sobre las edades de la mujer–, Sobre la marcha (2016) –que tiene como centro la trayectoria de su hermano Javier–, Copla (2015) y Amo que te amen (2015) –dos películas de increíble radicalidad estética y formal– y Todo es de color (2016) –un sentido homenaje al grupo Triana–, ahora explora el microcosmos de la capital hispalense a través de sus caras menos conocidas y realiza un recorrido por el flamenco como voz de aquellos que nunca la han tenido. Película poliédrica, inabarcable e infinita, Nueve Sevillas es la culminación del recorrido de un director que nos brinda una obra en la que la belleza de sus imágenes y la densidad de su discurso se compaginan para deslumbrar e hipnotizar al espectador y abrirle decenas de puertas que le llevarán a territorios desconocidos y fascinantes.

Reseña de Nueve Sevillas


Apples de Christos Nikou


CALIFICACIÓN: 

Esta película griega, muy emparentada, con toda lógica, con el cine de Yorgos Lanthimos, parte de una enigmática epidemia en la que los afectados pierden la memoria y no son capaces de recordar nada de su vida anterior. A partir de este peculiar punto de partida, Apples acaba desplegando una insólita y agridulce reflexión sobre la configuración de nuestra identidad y la dificultad para romper con el pasado. Película que va pasando sin solución de continuidad y con extraña armonía del humor al drama, de la reflexión metafísica a la punzante sátira social, Apples, a pesar de la sensación de extrañeza y enajenamiento que puede transmitir, habla de nosotros mismos y de nuestras circunstancias más de lo que pudiera parecer en un apresurado o poco atento visionado de su inquietante y desasosegante argumento.


Rascal de Peter Dourountzis


CALIFICACIÓN: 

Esta película francesa juega sistemáticamente a la fragmentación y a la elipsis como medio para envolverla en un clima de tensión e inquietud crecientes. Al principio, solo seremos testigos de una historia de la que no conocemos el desenlace (la de la chica que está en el tren en la primera escena del film), una secuencia que se interrumpe abruptamente y que, solo después, sabremos que derivó hacia una situación no precisamente agradable (el encuentro del protagonista con la chica en el andén de la estación) o un chiste que no llega al final (el del compañero de piso del personaje principal del film). Pero, de pronto, ese rasgo de identidad de la película hace brutal acto de presencia en una situación que hará cambiar radicalmente al espectador su punto de vista sobre el protagonista, un Pierre Deladonchamps que borda la interpretación de un personaje frío, apático e insensible que esconde un negro abismo en su interior. Rascal ni explica ni intenta justificar lo que en ella sucede, es un gélido retrato notarial que nos hace constatar que el horror está presente entre nosotros muchas veces sin disfraz ni máscara sino como un mero paso atrás antes del más insondable espanto.

Exil de Visar Morina


CALIFICACIÓN: 

Seguimos con otra película de tono inquietante que se desarrolla en un ambiente realista y cotidiano pero construido desde un prisma completamente diferente. Porque, aquí, ese tono se levanta desde el sentimiento de diferencia que vive el protagonista como inmigrante kosovar que ha desarrollado su labor profesional como investigador en Alemania. Al protagonista (Misel Maticevic) le invade la sensación de ser ninguneado e ignorado por sus compañeros de trabajo y de sufrir un sutil y sistemático bullying. ¿Es real esa sensación?¿Es fruto de su imaginación y de sus aprensiones?¿El extranjero siempre se sentirá siendo extranjero en un entorno ajeno a su cultura?¿O es la sociedad la que siempre considerará como extraño al que viene de fuera aunque sea capaz de integrarse y demostrar su talento y su valía? Ese asfixiante clima de ambigüedad es el que dota de personalidad a Exil y la convierte en un inteligente ejercicio de reflexión sobre la identidad, la asimilación y la capacidad de entendimiento entre culturas y nacionalidades diversas y, a un nivel más profundo, sobre la soledad que todos sobrellevamos en la dura y competitiva sociedad actual.

Conference de Ivan I. Tverdovskiy


CALIFICACIÓN: 

Continuamos con películas dominadas por una asfixiante atmósfera de tensión e inquietud y, ahora, le toca el turno a este film ruso que gira en torno a la acción terrorista que dio lugar a la toma de rehenes en el Teatro Dubrovka de Moscú entre el 23 y el 26 de octubre de 2002. En Conference, la madre de uno de los rehenes fallecidos organiza un acto de duelo en el propio teatro con motivo del aniversario del atentado y ello permite desvelar cómo todos los demonios de esos terribles días siguen presentes y, en cierto modo, cómo las mentes de todos los supervivientes siguen clavadas en ese recinto en el que vivieron la experiencia más traumática de sus vidas. Ello acaba llevando a una reflexión que supone todo un dilema tal vez sin salida: ¿Hay que mantener viva constantemente la memoria si ello impide cerrar las cicatrices de una experiencia dolorosa?¿Es permisible el olvido si cumple una función terapéutica? Cuestiones que convierten a Conference en una película tan incómoda como necesaria.


Oasis de Ivan Ikic 


CALIFICACIÓN: 

Seguimos con películas incómodas y, ahora, le toca el turno al film serbio Oasis, el cual aborda un intenso y complicado triángulo sentimental entre tres jóvenes discapacitados intelectuales que están ingresados en un internado especializado para su problema. Un chico y una chica mantienen una relación pero la misma se verá desbaratada cuando otra joven llegue al centro. La película puede ser contemplada tanto como una demostración de cómo los atavismos y construcciones sociales preconcebidas están presentes hasta en los lugares más insospechados (lo cual es todo un signo de su arraigo y fortaleza) como una reflexión sobre cómo la sociedad reprime impulsos y sentimientos sin considerar la imposibilidad de anular o cancelar los mismos. Film que puede ser considerado tanto como una exaltación del romanticismo como una refutación del mismo, Oasis no dejará indiferente al espectador, al mismo tiempo que las magníficas interpretaciones de su trío protagonista le dejarán el sello indeleble de tres personajes construidos con veracidad y credibilidad plenas.


Night of the Kings de Philippe Lacôte


CALIFICACIÓN: 

Con Night of the Kings, damos un giro radical y nos trasladamos a una cárcel de Costa de Marfil, a la que acaba de llegar un joven perteneciente a una banda criminal cuyo líder acaba de ser asesinado. A partir de ese punto de partida realista, la película va adoptando un progresivo tono delirante con aires cercanos a Las mil y una noches, a El beso de la mujer araña (1985) de Hector Babenco y a Si te dicen que caí (1989) de Vicente Aranda. La película logra atrapar al espectador tanto por la agilidad de su ritmo como por la fascinación que generan las narraciones que se van encadenado como por su preciso retrato de un abigarrado microcosmos humano lleno de personajes interesantes e irrepetibles que no dejan de interactuar creando un clima en el que el peso de la más dolorosa realidad, las emociones a flor de piel y las fantasías desbocadas conviven en un entorno en el que la vida siempre está al borde del abismo.


Ghosts de Azra Deniz Okyay


CALIFICACIÓN: 

Con este film turco, nos sumergimos en el más palpitante realismo tamizado por el filtro de las películas que Alejandro González Iñárritu realizó con guion de Guillermo Arriaga: Amores perros (2000), 21 gramos (2003) y Babel (2006). Con esto, queremos decir que nos enfrentamos a una película narrada de forma fragmentaria y en la que diversas historias, aparentemente desconectadas, acaban confluyendo para dar así un giro radical a todas ellas. Ghosts nos permite conocer la realidad del Estambul actual, una ciudad en la que, dentro del ambivalente patrón dominante de conservadurismo social y moral y urbanismo aniquilador de los barrios tradicionales, existe un fuerte impulso de cambio en el que las mujeres luchan por encontrar y mantener su espacio, logrando superar la represión y las dificultades económicas. Vibrante y rigurosamente construida, Ghosts nos conduce a pensar que Turquía es un país mucho más complejo de lo que un precipitado análisis pudiera llevarnos a concluir.


Honey Cigar de Kamir Aïnouz


CALIFICACIÓN: 

Esta coproducción entre Argelia, Francia y Bélgica nos conduce a los años 90, cuando una familia argelina acomodada vive en París mientras su país natal está sacudido por una virulenta lucha contra los islamistas. La hija, una joven de 17 años, se debate entre las rígidas ideas de sus padres, aferrados a una moral rígida y tradicionalista, y sus propias ansias, que la llevan a desear sumergirse en vivencias y experiencias nuevas y radicalmente alejadas de los estrictos planteamientos que rigen en la sociedad de la que ella procede. Honey Cigar caba siendo una película coming of age eficazmente narrada en la que el espectador será testigo de cómo el trayecto de la protagonista no será un camino de rosas y tendrá que pasar por trances no especialmente agradables antes de poder conquistar su libertad.


Um fio de baba escarlate de Carlos Conceição


CALIFICACIÓN: 

Este film portugués sin diálogos, que se pudo ver en la sección "Revoluciones permanentes", fue, sin duda, uno de los títulos más insólitos del certamen. Pudiendo ser calificado como un giallo posmoderno, esta película adopta el tono malsano y de pesadilla de los mejores títulos de Mario Bava, Dario Argento o Sergio Martino (y con algunas gotas del cine de Jesús Franco, recordemos que el prolífico director español realizó en el país vecino Cartas de amor a una monja portuguesa en 1977) para seguir las andanzas de un psicópata que, gracias a un incidente casual viralizado por internet, se convierte en una figura popular y ampliamente conocida. Narrada con precisión y capaz de crear sutilmente un ambiente de pesadilla, tanto por su desarrollo como por su desenlace, Um fio de baba escarlate nos hará dudar permanentemente sobre dónde termina la realidad y dónde empieza la alucinación.


Las cuatro esquinas y Madrid de Kikol Grau


CALIFICACIÓN: 

Y no nos podemos ir sin hablar de este título que nos lleva a reencontrarnos con Kikol Grau, insólito realizador de documentales que conocimos gracias a una retrospectiva del Atlántida Film Fest 2018. Ya entonces, pudimos ver Las más macabras de las vidas (film sobre la banda Eskorbuto), Inadaptados (dedicado a Cicatriz), No somos nada (centrado en La Polla Records) y Los demenciales chicos acelerados (sobre la escena punk de Barcelona). Ahora, con Las cuatro esquinas y Madrid, Kikol Grau redondea su quintento de films sobre el movimiento punk en nuestro país, llevándonos por los grupos que surgieron en las Canarias, Baleares, Galicia, Asturias, Cantabria, Aragón, las dos Castillas, Extremadura, Andalucía y Madrid. A la vez que se realiza este recorrido, el documental nos relata cómo fue el avance del bando nacional durante la Guerra Civil, estableciendo un paralelismo revelador que explica de dónde surge la rabia de todos los grupos de un movimiento musical que siempre fue verdaderamente radical y verdaderamente alternativo.




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