ENTREVISTA A ARANTXA AGUIRRE: EXPLORANDO "COREOGRAFÍA DE LA LUZ"


En la plataforma MÁRGENES, está disponible la trilogía Coreografía de la luz de la realizadora Arantxa Aguirre, terceto de documentales (El esfuerzo y el ánimo, An American Swan in Paris y Dancing Beethoven) que giran en torno al Béjart Ballet de Lausanne. Para profundizar en el contenido de estas tres películas, hemos tenido la oportunidad de hablar con su directora, que nos ha aportado detalles muy atractivos e interesantes.




Desde hace ya bastante tiempo, en Cine Arte Magazine hemos venido comentando el gran momento que está viviendo el formato documental en general y, en particular, los brillantes títulos que aporta año tras año el documental realizado en España, cuyo nivel no solo se puede medir en los excelentes resultados que alcanza sino en la diversidad de temas, enfoques y tratamientos visuales que plantea y que no deja de sorprendernos y de lograr que nuestra atención esté cada vez más dirigida a este género cinematográfico. Hoy, tenemos la suerte y el honor de poder ofrecerles esta entrevista a una de nuestras documentalistas más prestigiosas, la realizadora Arantxa Aguirre, autora de films tan interesantes como Light (2013), Una rosa para Soler (2014), La zarza de Moisés (2017), El amor y la muerte. Historia de Enrique Granados (2018) y, sobre todo, la trilogía formada por El esfuerzo y el ánimo (2009), An American Swan in Paris (2011) y Dancing Beethoven (2016), en la cual vemos distintos momentos de la compañía de danza Béjart Ballet de Lausanne y somos testigos de sus progresos y avatares. En esta entrevista, vamos a hablar con Arantxa Aguirre de estas tres películas, con el fin de despertar el interés de aquellos los espectadores que no las conozcan y que descubran tres films en donde la magia de la danza y el cine se aúnan para crear una atmósfera sugestiva y fascinante.




Arantxa Aguirre, directora de El esfuerzo y el ánimo, An American Swan in Paris y Dancing Beethoven (Fotografía de Carlos Delgado)


CINE ARTE MAGAZINE: Hola, Arantxa. Los tres documentales que integran la trilogía formada por El esfuerzo y el ánimo, An American Swan in Paris y Dancing Beethoven tienen en común que reflejan toda la labor previa de tres representaciones (muy importantes) del Béjart Ballet de Lausanne. ¿mo fue la toma de contacto inicial con esta compañía que acabó dando lugar a un trabajo que se ha acabado prolongando por más de ocho años?¿Pensaste en alguna ocasión que dicha toma de contacto iba a dar lugar a una vinculación tan duradera?

ARANTXA AGUIRRE: En mi caso, esa vinculación tiene raíces muy profundas. En el verano de 1982 el entonces llamado Ballet del Siglo XX actuó al aire libre en la Plaza Porticada de Santander. En esa época, yo estudiaba ballet y allí es donde vi por primera vez el Adagietto de Mahler/Béjart, interpretado por Gil Roman, con el que comienza El esfuerzo y el ánimo. Dos años después pasé una temporada estudiando en la escuela de Béjart en Bruselas. Es decir, les conocía y les había seguido desde siempre. En 2008 vinieron a bailar al Teatro Real de Madrid y tuve la oportunidad de hacerles un pequeño reportaje para la televisión municipal. Me encontré con una compañía en crisis: acababan de perder a su fundador y tenían que luchar por su supervivencia. Entonces sentí que ahí había una historia que merecía ser contada. El reportaje me sirvió como carta de presentación para lograr que la compañía me permitiera hacer un largometraje documental. Esa es la génesis de El esfuerzo y el ánimo, una película que fue muy bien y dio pie a una colaboración con el Béjart Ballet Lausanne que ha durado muchos años. Pero no ha sido algo que estuviera planeado. Podía no haber salido bien o no haber durado tanto tiempo. En cada momento me he concentrado al máximo en el proyecto que tenía entre manos sin pensar demasiado en el futuro. El futuro no se puede controlar, acostumbra a salir por peteneras, así que siempre me ha preocupado más el presente.



 Un momento de El esfuerzo y el ánimo de Arantxa Aguirre


CINE ARTE MAGAZINE: Hay una figura que creo que es esencial en las tres películas, que no aparece de forma tangible en ningún momento pero que sobrevuela durante todo el tiempo el metraje, que es la de Maurice Béjart. Falleció en 2007 pero todavía en la película de 2017 se deja ver con toda potencia su influjo. A lo largo de todas las horas de rodaje, ¿mo percibiste su presencia y su influencia en la labor creativa y artística de la compañía?

ARANTXA AGUIRRE: Maurice Béjart fue un genio del siglo XX. Trascendió los límites de su arte y llegó a ser una de esas personalidades que iluminan una época y de las que sus contemporáneos se congratulan de haber coincidido en el tiempo. Evidentemente, en el epicentro de su radio de acción, que es la compañía de Lausanne, su huella y su influencia es absoluta. Lejos de haber disminuido a lo largo de estos diez años, lo que ha sucedido es que está tomado los reflejos cambiantes de la leyenda. Al principio, su ausencia era una herida abierta, después su recuerdo permanece como sello de autoridad y prestigio para quienes trabajaron directamente con él, porque no hay que olvidar que los bailarines tienen carreras cortas y además se mueven mucho de una compañía a otra, con lo cual ahora mismo en el Béjart Ballet Lausanne (BBL) la mayoría de ellos no llegó a conocer a Béjart. Como les ha sucedido a otros grandes artistas, su desaparición física no supone un final sino un principio. Y el BBL, que es quien conserva los derechos para bailar sus obras, seguirá siendo el núcleo desde donde irradia su influencia.



El esfuerzo y el animo refleja un momento de gran tensión e incertidumbre en el Béjart Ballet de Lausanne


CINE ARTE MAGAZINE: Cada una de los tres documentales retrata momentos decisivos del Béjart Ballet. En el primero de ellos, El esfuerzo y el ánimo, contemplamos el primer montaje con nueva coreografía que la compañía realiza tras la muerte de Maurice Béjart, de cuyo éxito o fracaso depende la propia supervivencia de la compañía. En muchísimos momentos, se percibe claramente la tensión que soporta el nuevo director artístico, Gil Roman.  Hay dos dimensiones de este documental que nos parecen que son muy interesantes. Respecto a la primera, ¿hay una exploración de cómo el arte y la creación se tienen que mover en un contexto en el que el elemento económico-financiero siempre está presente presionando e intentando condicionar y de cómo, a pesar de ello, esta compañía logra superar el reto con nota sobresaliente?

CINE ARTE MAGAZINE: Más que una exploración se trata de una constatación. El arte se desarrolla en sociedad y por lo tanto no puede prescindir de la economía. La sociedad es una estructura cuyos elementos se sostienen unos a otros. Pero esa dependencia de la economía no tiene que ser obligatoriamente negativa. Se ha hablado muchas veces de cómo los límites pueden servir de estímulo. Los bailarines por lo general son gente muy luchadora, personas acostumbradas a doblegar el cansancio, el dolor... ¿Qué no puede esperarse de quienes todos los días desafían con sus cuerpos la mismísima ley de la gravedad? Por supuesto, también están expuestos al fracaso y a ser devorados por factores ajenos a su esfuerzo. Pero siempre darán la batalla. Eso es lo más me gusta de ellos y una de las razones por las que me pareció que esta historia merecía contarse. Las batallas merecen conocerse. Siempre podemos aprender de ellas. En este caso, además, el protagonista, Gil Roman, tenía la garra y la complejidad necesarias para sostener una buena historia.



Gil Roman, la persona que tendrá que asumir un difícil reto: tomar el relevo del gran Maurice Béjart en su compañía de danza


CINE ARTE MAGAZINE: La segunda dimensión también importante de El esfuerzo y el ánimo se refiere a cómo gestionar un legado artístico tan descomunal como es el de Maurice Béjart, la necesidad no solo de continuarlo sino de ir creciendo a partir de él. ¿Podemos ver el documental como un canto a la esencia de la creación, al llegar a donde nadie ha llegado antes, con respeto pero sin miedo al inmenso trabajo de quienes te han antecedido?

ARANTXA AGUIRRE: Me gusta esa forma de verlo. Efectivamente, creo que la tradición bien entendida es un alimento que te hace crecer y te permite llegar más lejos. “Si he logrado ver más lejos es porque estoy subido a hombros de gigantes”, escribió Newton en una carta, refiriéndose a que sus descubrimientos se basaban en Copérnico, Galileo y Kepler. Maurice Béjart es un claro exponente de cómo, a partir de la tradición del ballet clásico, se puede crear una danza contemporánea que a la vez conecte con los espectadores de su tiempo sin olvidar la vocación universal y atemporal. Gil Roman es muy consciente de ese legado. Y es algo que por supuesto se puede extrapolar al cine. Truffaut lo sabía todo de Hitchcock. Woody Allen conocía de memoria la obra de Bergman. Quienes abrieron nuevos caminos habían estudiado a fondo el trabajo de sus predecesores.



Otro momento de El esfuerzo y el ánimo


CINE ARTE MAGAZINE: Pasando a An American Swan in Paris, ahí vemos una representación del Béjart Ballet en la Ópera de París y seguimos la preparación de la bailarina norteamericana Kathleen Thielhelm en su gran oportunidad de éxito en un escenario tan emblemático. ¿Cuál fue la motivación para seguir la trayectoria de esta bailarina en concreto?

ARANTXA AGUIRRE: Este documental tiene una historia muy particular porque no fue deliberado sino que puede decirse que yo “pasaba por allí”. Estaba rodando la presentación de la compañía en la Ópera de París cuando asistí en directo a un episodio inesperado que me atrajo de inmediato. En principio, esta bailarina no me llamaba la atención más que otras pero fue su valiente modo de enfrentarse a la situación y de manejar el estrés lo que me pareció enormemente inspirador.



El Teatro de la Ópera de París, el mítico y majestuoso escenario donde se desarrolla la acción principal de An American Swan in Paris


PREGUNTA: Efectivamente, hay en An American Swan in Paris un hecho que obliga a la protagonista a enfrentarse a un reto imprevisto. Parece que la realidad imitó al cine con un giro inesperado de guion, ¿no? Supongo que todo el equipo os tuvisteis que adaptar con celeridad a algo que no estaba dentro de vuestros planes… ¿Te ha ocurrido esto más de una vez rodando un documental?

ARANTXA AGUIRRE: Sí, me ha ocurrido más de una vez. Siempre digo que, en el género documental, “Dios” o el azar deberían figurar siempre como co-guionistas. Durante el rodaje, tienes que mantenerte en estado de alerta porque a menudo lo más interesante sucede cuando tienes la cámara rodando en otra dirección. La realidad va a su aire, es muy suya. En este caso, por ejemplo, durante la primera parte de los ensayos en Lausanne, antes de llegar a Paris, no estábamos rodando específicamente a esta bailarina.  Cuando reconstruí su historia en la sala de montaje no tuve más remedio que arreglármelas con un material al que había que dotar de un nuevo significado. Tuve que avivar el ingenio para construir con materiales dispersos una historia que fuera clara y precisa. Pero recuerdo ese trabajo como un maravilloso desafío.



Kathleen Thielhelm, la inesperada protagonista de An American Swan in Paris


CINE ARTE MAGAZINE: Dancing Beethoven refleja toda la labor de preparación de una coreografía de Béjart sobre la 9º Sinfonía de Beethoven para ser representada en Tokyo. De las tres películas, es la que más incide en el contexto social del momento. Creo que las palabras de Zuhbin Mehta sobre la situación de los refugiados de Siria e Irak y su conexión sobre el mensaje de la sinfonía sintetizan a la perfección el espíritu del documental y la intención de representar esa obra. Aparte de recomendar a los lectores que no la conozcan en su integridad que escuchen la sinfonía completa y no se queden solo con la Oda a la Alegría”, te preguntaríamos: ¿Esa conexión con la situación del momento estaba presente desde el principio del rodaje o fue aflorando poco a poco conforme el mismo avanzaba?

ARANTXA AGUIRRE: Cuando te enfrentas a la Novena Sinfonía no puedes permanecer ajena a la situación del momento porque esta obra es un hito del humanismo y te pone en contacto con la sociedad y con tus semejantes. Como decía, en un documental tienes que estar muy abierto y suceden cosas importantes que no tenías previstas, así que no sabes de antemano cómo va a ser exactamente tu guion pero digamos que, en vista de que se trataba de la Novena, tenía las antenas especialmente orientadas a los acentos humanos y sociales de esta historia. Al preparar la entrevista con Zubin Mehta, no desperdicié la oportunidad de hacerle reflexionar sobre las grandes ideas contenidas en esta obra y, hablando de la fraternidad que está en la base de la Oda a la Alegría de Schiller, Mehta tampoco pudo evitar referirse a la situación actual.



Las palabras de Zubin Mehta acaban siendo fundamentales en el discurso de Dancing Beethoven


CINE ARTE MAGAZINE: Hay un elemento muy importante en el film que es la mirada de Malya, que es quien nos va conduciendo por los diversos aspectos de la preparación. Aunque hay un elemento del que no queremos hablar porque es algo que descubrimos a mitad del metraje, ¿por qué escogiste la mirada de Malya como hilo conductor de la historia?

ARANTXA AGUIRRE: En primer lugar, muchas gracias por no destripar las sorpresas de la historia: cuesta mucho trabajo prepararlas e irlas desvelando poco a poco. Escogí a Malya porque quería que hubiera una narradora o hilo conductor que ayudase al espectador a orientarse en esta historia tan compleja, con tantos niveles de significado. Ella sería de alguna manera mi alter ego idealizado. Además de eso, la propia Malya aportaba su historia personal, que fue muy importante desde el principio porque le proporcionaba un punto de vista ideal para contar la historia (si estás demasiado dentro te falta visión de conjunto pero si estás fuera es difícil lograr la empatía) y que luego, a la luz de los acontecimientos inesperados de la historia, creó un juego de espejos muy sugerente.



La mirada de Malya ocupa un lugar clave en Dancing Beethoven


CINE ARTE MAGAZINE: Tenemos la percepción de que el documental tiene una estructura sinfónica”. Diversos temas que se van enlazando a lo largo de cuatro movimientos y que se acaban uniendo en el clímax final, en el momento de la representación. ¿Estamos en lo cierto o no?

ARANTXA AGUIRRE: Es exactamente así. Creo que la estructura es un elemento vital a la hora de contar una historia. En este caso, me inspiré en la de la propia partitura que estaba en la base de este espectáculo. De este modo, una ayudaría a la comprensión de la otra y viceversa. Son ideas que no se advierten a simple vista pero que sostienen el documental y le proporcionan una coherencia interna.



Dancing Beethoven en uno de los momentos de su clímax 


CINE ARTE MAGAZINE: En estos ocho años de estar muy cerca del Béjart Ballet, ¿qué es lo que más te ha impactado de la labor de directores, bailarines y músicos de la compañía?¿Ha llegado a cambiar mucho tu visión sobre el mundo de la danza el rodaje de estos tres documentales?

ARANTXA AGUIRRE: Recuerdo que, en el rodaje de El esfuerzo y el ánimo en Lausanne, me impacto muchísimo la intensidad del trabajo de los bailarines. Desde fuera, se diría que el ballet es un mundo delicado pero, vistos de cerca, estos bailarines me parecieron unas auténticas fieras en lo que se refiere a su nivel de entrega y su capacidad de trabajo. Cuanto más les conozco, más aumenta mi respeto, mi admiración y mi amor por ellos.



Otro intenso momento de la coreografía de la Novena Sinfonía de Beethoven que podemos ver en el documental de Arantxa Aguirre


CINE ARTE MAGAZINE: Para terminar, ¿qué proyectos tienes en mente que nos puedas contar?¿mo ha influido la crisis sanitaria en ellos?

ARANTXA AGUIRRE: Estoy terminando un documental sobre Zurbarán producido por el Centro de Estudios Europa Hispánica. Es mi primer trabajo con el mundo de la pintura como protagonista y ha supuesto para mí un desafío y también una inmersión muy enriquecedora. Durante el confinamiento, el montaje se tuvo que interrumpir aunque hemos seguido trabajando en la postproducción, con un ritmo más lento. Dentro de lo malo, considero que dejar que un proyecto ambicioso “repose” un poco siempre merece la pena. El tiempo que le dedicas a un trabajo luego se nota en el resultado.




El enorme esfuerzo de los bailarines es uno de los detalles que más impactó a Arantxa Aguirre en el rodaje de su trilogía



Como han podido comprobar, en la entrevista se han aportado muchos detalles que nos hace ver la trilogía de Arantxa Aguirre con otros ojos y nos ayuda a valorarla aún mas en su adecuado marco y contexto. La gran noticia es que la realizadora dirigira ahora su mirada al mundo de la pintura. Aguardamos ya con expectación su documental sobre Zurbarán y no dudamos que nos encontraremos con la misma brillantez de la que hemos sido testigos en su terceto fílmico sobre la danza y sobre el Béjart Ballet de Lausanne.





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