Hoy, publicamos la reseña de Puñales por la espalda de Rian Johnson, película que ya está
disponible en Filmin, Google Play y Rakuten TV.
TÍTULO: Puñales por la espalda. TÍTULO ORIGINAL: Knives Out. AÑO: 2019. NACIONALIDAD: Estados
Unidos. DIRECCIÓN Y GUION: Rian Johnson. MONTAJE: Bob Ducsay. DIRECCIÓN DE
FOTOGRAFÍA: Steve Yedlin. MÚSICA ORIGINAL: Nathan Johnson. INTÉRPRETES PRINCIPALES: Ana de Armas,
Daniel Craig, Christopher Plummer, Chris Evans, Jamie Lee Curtis, Michael
Shannon, Don Johnson, Toni Collette, LaKeith Stanfield, Katherine Langford,
Jaeden Martell, Riki Lindhome, Edi Patterson, Frank Oz, K Callan, Noah Segan, M.
Emmet Walsh. DURACIÓN: 131 minutos. ENLACE EN FILMIN: https://www.filmin.es/pelicula/punales-por-la-espalda. ENLACE EN
GOOGLE PLAY: https://play.google.com/store/search?q=PU%C3%91ALES%20POR%20LA%20ESPALDA&hl=es. ENLACE
EN RAKUTEN TV : https://www.rakuten.tv/es/movies/punales-por-la-espalda.
Del mismo modo que el género
policíaco conoció una explosión desde mediados del siglo XIX (con la aparición
de autores como, en Gran Bretaña, Arthur Conan Doyle, con su personaje de
Sherlock Holmes, Agatha Christie, con la señorita Marple y el detective belga
Hercules Poirot, Gilbert Keith Chesterton, con el padre Brown y, en Francia o
en lengua francesa, Émile Gaboriau, con Gaston Lecoq, Maurice Leblanc, con
Arsenio Lupin, Gaston Leroux, con Joseph Rouletabille, y Georges Simenon, con
el comisario Jules Maigret), con el amplio fervor y la adhesión incondicional del
público lector, desde mediados del siglo XX este género empezó a languidecer o
a reconvertirse hacia otras vertientes más oscuras, siniestras y retorcidas. Ya
en la década de los 30 irrumpió el género negro en Estados Unidos con los
nombres clásicos de Raymond Chandler, Dashiell Hammett y James M. Cain y, poco
a poco, se fueron imponiendo las tramas donde el componente criminal y violento
fue ganando presencia y protagonismo. Los
argumentos habituales de la novela policíaca con su asesinato en el primer cuarto
del relato en un entorno de clase media-alta, las pesquisas posteriores del
investigador y la reunión final de todos los personajes en la cual se acaba
esclareciendo el caso fueron siendo desplazados por historias en los que los “muertos
de plástico” fueron sustituidos sin prejuicios ni reparos por “virulentos
derramamientos de sangre” y “autopsias continuas de cadáveres”.
Las causas de esta evolución radican en que la fe en la ciencia y en el positivismo característica del siglo XIX (algo a lo que el género policíaco estaba íntimamente asociado) fue mermando con las consecuencias de la Depresión del 29 y los horrores de las dos guerras mundiales, de modo que la frialdad quirúrgica y aséptica de la novela policíaca fue perdiendo el favor del público (a pesar de ello, hay que admitir casos como la obra teatral La ratonera de Agatha Christie que lleva representándose ininterrumpidamente en Londres desde 1952). En el cine, ello ha implicado que las películas adscritas al género hayan adoptado tres variantes que podríamos calificar en todo caso y sin excepción como heterodoxas. Está la visión humorística e irreverente de Un cadáver a los postres (1976) de Robert Moore o la saga de películas del inspector Clouseau, protagonizada por Peter Sellers. En el caso de Asesinato en el Orient Express (1974) de Sidney Lumet, el director optó por una visión ácidamente irónica y absolutamente ridiculizadora del personaje de Hercules Poirot. Y, finalmente, está la recreación con vocación vintage de las adaptaciones protagonizadas por Peter Ustinov en el papel de ese mismo detective – Muerte en el Nilo (1978) de John Guillermin y Muerte bajo el sol (1982) de Guy Hamilton – y Angela Lansbury dando vida a la señorita Marple – El espejo roto (1980) de Guy Hamilton –. Puñales por la espalda de Rian Johnson es absolutamente consciente de ese contexto y, sin tomarse demasiado en serio las estructuras del género, las utiliza para enviar un mensaje actualizado y renovado.
Puñales por la espalda, siguiendo la tradición del género, se
desarrolla en la mansión de un millonario (Christopher Plummer) cuya muerte,
aunque parezca que se ha suicidado, aún ofrece dudas razonables. Por ello, hace
acto de presencia un peculiar investigador (Daniel Craig) que intentará
descubrir qué ha sucedido realmente. Para llevar a cabo su investigación,
tendrá que interrogar a la enfermera que cuidaba del fallecido (Ana de Armas) y
a todos los miembros de su familia (entre ellos, Jamie Lee Curtis, Don Johnson,
Toni Collette, Chris Evans, Michael Shannon…), un conjunto disfuncional y
grotesco de personajes que, a lo largo de las pesquisas, sacarán a la luz todas
sus miserias y todos sus aspectos oscuros y patéticos. La película tiende a
tomar un tono burlón y humorístico y se nutre de un guion juguetón que va
conduciendo al espectador por apariencias engañosas, pistas falsas y recovecos
que juegan al despiste, que, más allá de su capacidad de atrapar a la
audiencia, objetivo que consigue con eficacia, traza un retrato cruel y sin
piedad de la clase alta norteamericana.
El primer punto fuerte del film
es la interpretación del reparto, debiendo destacar las actuaciones de Ana de
Armas, Daniel Craig, Jamie Lee Curtis, Toni Collette y Michael Shannon, que
hacen completamente creíbles a sus personajes y dan consistencia a un relato
que no deja de moverse continuamente en el alambre de la verosimilitud a lo
largo de sus más de dos horas de metraje y que, en relación a algunos de sus
giros narrativos, será difícil que llegue a “engañar” a los aficionados más
acérrimos al género. El segundo punto a destacar sería un guion que, yendo más
allá de la superficie de la trama, sabe lanzar sus dardos contra el segmento
más potentado de Estados Unidos, a quien retrata como un grupo racista (ahí
está, por un lado, ese running gag en
el que, cada vez que hablan del país del que procede Ana de Armas, mencionan a
un país diferente y, por otro, la actitud del personaje interpretado por Jaeden
Martell), egoísta, reaccionario y dominado por la más absoluta cortedad de
miras. Por ello, tal vez la utilización del modelo algo desgastado del género
policíaco, más allá de ser una simple ocurrencia narrativa, refleja la voluntad
de reflejar el anacronismo de un mundo que, no siendo consciente de su senda
inexorable hacia su caducidad, no es capaz de detectar la irrupción de un mundo
nuevo que está listo y preparado para ocupar su lugar. Puñales por la espalda, más allá de ser una película de corte
policíaco, es la plasmación simbólica de ese deseo sociológico que no sabemos
si será realidad o no.
TRÁILER DE LA PELÍCULA:
IMÁGENES DE LA PELÍCULA:
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