MATTHIAS & MAXIME DE XAVIER DOLAN. DESEO Y CLASES SOCIALES


TÍTULO: Matthias & Maxime. TÍTULO ORIGINAL: Matthias & Maxime. AÑO: 2019. NACIONALIDAD: Canadá. DIRECCIÓN, GUION Y MONTAJE: Xavier Dolan. DIRECCIÓN DE FOTOGRAFÍA: André Turpin. MÚSICA ORIGINAL: Jean-Michel Blais. INTÉRPRETES PRINCIPALES: Gabriel D’Almeida Freitas, Xavier Dolan, Harris Dickinson, Anne Dorval, Marilyn Castonguay, Catherine Brunet, Antoine Pilon, Anne-Marie Cadieux, Pier-Luc Funk, Camille Felton, Monique Spaziani, Alexandre Bourgeois, Micheline Bernard, Connor McMahon, Louise Bombardier, Alice Pascual, Adib Alkhalidey, Jacques Lavallée, Julie Beauchemin. DURACIÓN: 119 minutos.

CALIFICACIÓN: 

El cine del director canadiense Xavier Dolan siempre ha parecido girar en torno a la problemática de las familias disfuncionales, del colectivo LGTB y de las relaciones sentimentales no convencionales (de modo que casi cabría definirlo como un Pedro Almodóvar en clave realista y, de hecho, hay una simpática referencia al cineasta manchego en Matthias & Maxime) y, efectivamente, estos tres elementos argumentales han impregnado películas como Los amores imaginarios (2010), Laurence Anyways (2012), Tom en la granja (2013) y Mommy (2014). Sin embargo, tanto en Solo el fin del mundo (2016) como en Matthias & Maxime (2019), esa intención inicial (que sigue estando presente) se ha ampliado, de modo que la mirada del realizador se ha abierto para introducir nuevos matices y perspectivas a su mundo temático. En Solo el fin del mundo, más allá de retratarnos una familia peculiar, complicada y marcada por la incomunicación entre sus miembros, Dolan dirigió su atención al extrañamiento del protagonista, mostrándonos un personaje que no encuentra en los demás, y, más concretamente, en las personas que deberían ser más cercanas, un espacio de comprensión y entendimiento, de forma que acaba asumiendo su soledad como circunstancia consustancial e inevitable. Este planteamiento sirvió para reforzar la personalidad y originalidad de su cinematografía y nos ayudó a evitar encajarla de forma cómoda y facilona en parámetros simplistas y reduccionistas en exceso.




Ahora, en Matthias & Maxime, por debajo de la trama aparente, aborda aspectos que no solo habían estado ausentes en su cine sino que, en general, se habían obviado en muchas de las películas que habían tratado con anterioridad el tema de la homosexualidad. Como en muchas de sus películas, aquí el personaje principal (interpretado por el propio Dolan) también tiene que convivir con una madre que, solo sabiendo llevar su vida de una forma caótica y desordenada, acaba repercutiendo la disfuncionalidad de su conducta a su propio hijo e, igualmente, hay una atracción sentimental reprimida entre el protagonista y uno de sus amigos de toda la vida. Pero, en esta ocasión, el director introduce una reflexión de carácter social que, muy acorde además con los tiempos que estamos viviendo, sirve para añadir una dimensión desconocida en su imaginario cinematográfico. Porque el elemento esencial que impide que ambos amigos lleven su amistad a un nivel diferente es la diferencia social existente entre ellos. Mientras que el personaje interpretado por Xavier Dolan no ha conseguido avanzar en su trayectoria laboral y ha decidido abandonar su país y marcharse a Australia, el encarnado por Gabriel D’Almeida Freitas es un abogado de éxito que logra ir progresando en el bufete donde trabaja. Esta reflexión y este planteamiento hace que la película conecte a la perfección con muchos de los debates políticos actuales que intentan dirimir si son bien las cuestiones de identidad bien las cuestiones de clase social las que deben centrar la acción política y se acaba convirtiendo en una muy interesante aportación que aborda dicho tema como pocos títulos lo habían hecho hasta el momento. Con una realización ágil y dinámica, muy en línea con el estilo del cine independiente estadounidense, probablemente su final abierto y ambiguo no acabe de ser el adecuado para el espíritu que impregna el film a lo largo de todo su metraje, convirtiéndose en la única pega de un film que logra divertirnos, atraer nuestro atención y tratar al espectador con inteligencia, evitando las obviedades y subrayados innecesarios y sabiendo conducir los temas principales por debajo de una superficie narrativa que fluye con espontaneidad y ligereza.

TRÁILER DE LA PELÍCULA:



IMÁGENES DE LA PELÍCULA:










Comentarios