MY FRENCH FILM FESTIVAL 2020 (2)



Hoy, terminamos de comentar los largometrajes que forman parte del My French Film Festival, reseñando cinco de ellos, entre los que hay excelentes películas y otras que nos han dejado un hondo poso de decepción.

Las fieras de Vincent Mariette 


Las fieras transcurre en un camping donde las desapariciones de varios jóvenes y el temor a la presencia de un presunto leopardo en los alrededores crean un opresivo ambiente de temor e inquietud. Esta película de Vincent Mariette parece guardar, en algunos momentos, conexión con el mundo narrativo de Julio Cortázar ya que la presencia de lo vulgarmente realista y la irrupción inesperada de lo inexplicable acaban conviviendo en singular e incómodo emparejamiento. Al mismo tiempo, también coexisten en Las fieras un ambiente inicial cercano al de una película de adolescentes pero que acaba adentrándose en terrenos oscuros y ambivalentes que tienen como eje a las relaciones de la chica protagonista (Lily-Rose Depp) con un escritor de esquinadas intenciones (Laurent Lafitte), con su extraño primo y con la peculiar policía que está investigando el caso de las desapariciones (Camille Cottin), y que también esconde un tenebroso secreto en su biografía. La retorcida atmósfera de la película se ve reforzada por los fogonazos de una sexualidad reprimida que parece siempre dispuesta a aflorar pero que se mantiene siempre oculta y latente, quizás como el leopardo que constituye el gran macguffin de la trama. El inquietante clima que envuelve el film a lo largo de su metraje se rompe al final por un énfasis, pensamos que equivocado, en hallar una solución racional al misterio y una especie de happy end o redención (algo ingenua) a unos personajes cuyo territorio natural parecía ser el de la ambigüedad y la incertidumbre.

Instinto maternal de Olivier Masset-Depasse 


Instinto maternal empieza como una historia que parece que se va a desarrollar en torno a la vida de dos familias en una urbanización de clase media de los años 50-60. Pero, de pronto, la trama da un giro inesperado que acaba conduciéndonos a un preciso y muy bien estructurado thriller psicológico que desemboca en un desenlace turbador y profundamente desasosegante. Con una combinación del cine de Hitchcock, con su suspense en torno a sospechas inciertas y culpabilidades escondidas, y del cine de Haneke, con su exploración de las crueldades y comportamientos malsanos en el seno de las clases sociales acomodadas, Instinto maternal es una película que terminando siendo inquietante al intentar retratar hasta dónde pueden conducirnos nuestros impulsos más atávicos sin que las convenciones sociales e institucionales establecidas puedan actuar como un freno eficaz y solvente.

Con el viento de Bettina Oberli 


Construir una utopía no es fácil. Y ya hemos visto películas que narraban cómo hacer realidad un sueño puede conllevar un coste humano inasumible: recordemos Fitzcarraldo (1982) de Werner Herzog, La costa de los mosquitos (1986) de Peter Weir y Captain Fantastic (2016) de Matt Ross. Este film suizo, sexto largometraje de la directora Bettina Oberli, habla de una pareja (Mélanie Thierry y Pierre Deladonchamps) que ha decidido explotar una granja y gestionarla por métodos estrictamente ecológicos y naturales. Como culminación del proyecto, van a colocar una turbina de energía eólica que les va a servir para independizarse del sistema eléctrico y funcionar solo con energía renovable. Pero, entonces, lo que era una línea recta empieza a ser una línea quebrada y se comprobará que la realidad abofetea a aquellos que buscan cambiarla. Excelentes interpretaciones y realización correcta para un film que dejara huella por la fuerza de su relato y sus atinados pespuntes visuales, como esa niebla que, en un momento dado, simboliza lo que ocurre en el interior de los personajes.

La última lección de Sébastien Marnier 


Un muy sólido y perfectamente articulado guion sirve de base para esta historia en la que un profesor sustituto (Laurent Lafitte) debe ocupar, en un Instituto, el lugar de un profesor titular que ha intentado suicidarse delante de sus propios alumnos. Cuando el profesor conoce a sus alumnos, descubre que son superdotados y que, además, no tienen mucha voluntad de colaborar con él. A partir de dicha premisa, el protagonista se irá sumergiendo en un estado de paranoia e inquietud permanentes en los que sospechará de forma cada vez más ostensible de sus pupilos. Hábil e inteligentemente construida, el film empieza pareciendo una muestra del género de terror al modo de El pueblo de los malditos (1960) de Wolf Rilla, sigue como un thriller paranoico a lo Arlington Road (1999) de Mark Pellington y, en su desenlace, lanza una moraleja desoladora que podría recordar a Take Shelter (2011) de Jeff Nichols. En cualquier caso, La última lección es una película que nos recuerda que, por encima de las posibles reacciones desproporcionadas frente a la realidad, está la realidad misma, que se suele acabar imponiendo con dolorosa fiereza.

Crack 6T de Jean-François Richet 


Por desgracia para esta película, en noviembre de 2019 hemos visto Los miserables de Ladj Ly, película que realizaba un espléndido, crudo y desnudo retrato de la situación de la banlieu parisina, esos barrios periféricos de población inmigrante en los que la violencia cotidiana y la falta de expectativas laborales, sociales y económicas son un caldo de cultivo explosivo y preocupante. Por ello, ahora que vemos Crack 6T, no es solo que no nos produce ninguna sorpresa y nos genera, además, una inevitable sensación de déjà vu, sino que, adicionalmente, todo ello deja a la luz con más contundencia los evidentes defectos de esta película, El principal, una historia deslavazada, construida a base de episodios yuxtapuestos que son una sucesión repetitiva de situaciones parecidas que acaban cansando y aburriendo al espectador. Quizás, si Los miserables no se hubiera estrenado, Crack 6T tendría algún interés pero, tras ver el film de Ladj Ly, Crack 6T se convierte en una película fácilmente olvidable.




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