TÍTULO: Araña. TÍTULO ORIGINAL:
Araña. AÑO: 2019.
NACIONALIDAD: Chile-Argentina-Brasil. DIRECCIÓN: Andrés Wood. GUION: Guillermo
Calderón y Andrés Wood. MONTAJE: Andrea Chignoli. DIRECCIÓN DE FOTOGRAFÍA: Miguel
I. Littín-Menz. MÚSICA ORIGINAL: Antonio Pinto. INTÉRPRETES PRINCIPALES:
Mercedes Morán, María Valverde, Caio Blat, Marcelo Alonso, Pedro Fontaine,
Mario Horton, Jaime Vadell, María Gracia Omegna, Felipe Armas, Gabriel Urzúa. DURACIÓN: 105 minutos. PÁGINA WEB OFICIAL: http://www.aterafilms.com/es/catalogo/arana/.
El director chileno Andrés Wood
ha ido labrando una fructífera filmografía que en España se dio a conocer con La fiebre del loco (2002), una punzante
crónica en torno al delirio desatado en un pequeño pueblo costero de Chile por
la apertura del período de veda de un codiciado molusco, y que continuó con Machuca (2004), historia de la amistad
de dos niños de diferente clase social durante el período de la presidencia de
Salvador Allende, La buena vida (2008),
película coral de vidas que se entrecruzan en el escenario de la gran ciudad, y
Violeta se fue a los cielos (2011),
biografía de la cantante Violeta Parra. Como se puede comprobar fácilmente,
todas estas películas están muy apegadas a la realidad chilena y las
circunstancias sociales y políticas del país y lo mismo ocurre con su último
estreno, Araña, que se proyecta en
las salas españoles desde el pasado 22 de noviembre y que ha conseguido, desde
entonces a hoy, la nominación a los próximos premios Goya en la categoría de mejor película
iberoamericana del año. Es difícil no contar el argumento de Araña sin destripar los inteligentes
desarrollo y despliegue de la trama pero sí podemos decir que la película transcurre en dos tiempos diferentes, en el Chile actual y en el Chile
inmediatamente anterior al golpe de estado del general Pinochet el 11 de
septiembre de 1973. Ambos momentos se hallan vinculados por la biografía de un
trío de personajes, dos de ellos interpretados por una pareja de actores, María
Valverde (1973)/Mercedes Morán (hoy) y Pedro Fontaine/Marcelo Alonso, y un
tercero interpretado en ambas tramas temporales por el actor brasileño Caio
Blat, que, unidos por motivos tanto políticos como sentimentales, acaban trenzando
una oscura moraleja sobre la pervivencia de los grupos de extrema derecha, que
tuvieron un significativo papel en la caída de Allende y en el advenimiento de
Pinochet, en el Chile de hoy.
Araña adopta una perspectiva insólita y sumamente arriesgada, ya que,
lejos de trazar una dicotomía entre personajes oscuros y luminosos (la habitual
estrategia narrativa para que el espectador se identifique con aquellos
caracteres que ofrezcan aspectos más positivos), lo que el guion de la película
hace es configurar un retablo de perfiles sumidos, todos ellos, en un mayor o
menor grado de oscuridad pero sin que quepa la posibilidad de que quien
contemple el film pueda llegar a adquirir verdadera empatía con alguno de
ellos. Frente a las impresiones iniciales que podamos recibir, poco a poco
iremos conociendo las capas, cada vez más sórdidas, de todos quienes
intervienen en la historia para trazar un retrato inquietante y perturbador de
la continuidad casi perfecta de determinadas posturas ideológicas en Chile
durante las últimas cuatro décadas y media. Con un reparto que brilla a nivel
deslumbrante y una realización precisa e implacable como bisturí de cirujano, Araña habla del pasado para intentar
explicar nuestro presente y, sobre todo, para llegar a advertirnos sobre el
futuro, en un ejercicio tan lúcido como devastador, que, alejando cualquier
viso de optimismo impostado, remarca con claridad los peligros que laten amenazadores
bajo una aparente fachada de bienestar, progreso y tolerancia.
TRÁILER DE LA PELÍCULA:
IMÁGENES DE LA PELÍCULA:
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