SORRY WE MISSED YOU DE KEN LOACH. GLOBALIZACIÓN, FASE V.


TÍTULO: Sorry We Missed You. TÍTULO ORIGINAL: Sorry We Missed You. AÑO: 2019. NACIONALIDAD: Reino Unido-Francia-Bélgica. DIRECCIÓN: Ken Loach. GUION: Paul Laverty. MONTAJE: Jonathan Morris. DIRECCIÓN DE FOTOGRAFÍA: Robbie Ryan. MÚSICA ORIGINAL: George Fenton. INTÉRPRETES PRINCIPALES: Kris Hitchen, Debbie Honeywood, Rhys Stone, Katie Proctor, Ross Brewster. DURACIÓN: 101 minutos. PÁGINA WEB OFICIAL: http://www.golem.es/distribucion/peliculas/sorry-we-missed-you/.

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Con motivo de la extensa retrospectiva que el Atlántida Film Fest 2019 dedicó al director británico Ken Loach, ya comentamos con amplitud la trayectoria de este realizador y cómo su cine había reflejado con un espíritu crítico los cambios sociales que ha experimentado la sociedad británica y, por extensión, todas las sociedades occidentales, en las últimas cinco décadas. Y, de forma paralela, ha reconstruido en algunas de sus películas momentos históricos que el director pensaba que eran especialmente trascendentales para explicar el mundo de hoy. Su más reciente film, Sorry We Missed You, que ha participado en la Sección Oficial del último Festival de Cannes, bebe de los rasgos básicos de su estilo, hecho reforzado porque el guion es del autor predilecto de Loach, Paul Laverty, aunque, en esta ocasión, la historia discurre por temáticas y vericuetos que van más allá de la visión incendiaria y combativa para adentrarse en meandros de mayor profundidad y envergadura.

Empezando por lo que une a este film con anteriores de Loach, Sorry We Missed You viene a formar parte de un hilo que, empezando por Kes (1969), enlazaría con Riff-Raff (1991), Mi nombre es Joe (1998), Pan y rosas (2000), La cuadrilla (2001), En un mundo libre… (2007) y Yo, Daniel Blake (2016), es una crónica del empeoramiento progresivo de las condiciones laborales y las crecientes desprotección y precarización que dominan las relaciones de trabajo en nuestras sociedades. En esta ocasión, Loach centra su mirada en los repartidores que prestan sus servicios, presuntamente por cuenta propia, para grandes franquicias que, a cualquier hora, trasladan los paquetes con los productos adquiridos vía página web por los clientes a sus domicilios. Y, acorde con el espíritu del director, su mirada es ácida, inquisitiva y demoledora, mostrando cómo lo que pasa por ser un negocio propio que se gestiona con flexibilidad y autonomía esconde una relación de sujeción absoluta, sometida a normas estrictas y a un cumplimiento leonino de metas, objetivos y procedimientos, sin que ello vaya acompañado de unas mínimas condiciones de protección y salvaguarda.




Pero, a partir de esta premisa, Sorry We Missed You se ramifica en dos vertientes adicionales. La primera, los efectos de las nuevas condiciones laborales dominantes en el seno de la familia y en las relaciones padres-hijos, sobre todo cuando ambos progenitores tienen que soportar horarios de trabajo interminables (en la película, la mujer del protagonista es cuidadora de personas mayores y también, como él, soporta largas jornadas y escaso margen para tener tiempo libre, incluso los fines de semana). Dichas condiciones redundan en un brutal y progresivo deterioro de la estabilidad del núcleo familiar, sacudido por la insuficiencia de tiempo para atender el desarrollo de los hijos, de modo que Sorry We Missed You pasa a ser una actualización de lo que ya se mostraba en American Beauty (1999), solo que pasando de la clases media (o media-alta) estadounidense a la clases trabajadora británica. Por otro, hay una sutil reflexión sobre el paso del tiempo, sobre la nostalgia y sobre la dificultad de vivir en un contexto donde los sueños del pasado han quedado hechos añicos y hay que coexistir con un mundo completamente diferente al que se deseaba o por el que, incluso, se ha llegado a luchar con ahínco.

Sorry We Missed You viene a ser, en última instancia, el retrato de una situación de la que no hay forma visible de huir, tal como el soberbio plano final refleja, una situación que el responsable del almacén, magistralmente interpretado por Ross Brewster, resume a la perfección cuando le explica al protagonista que su única preocupación y el único elemento que rige su forma de proceder es el índice de eficacia de los repartidores, sin importarle lo más mínimo los problemas personales de estos. Si creen que lo que cuenta Sorry We Missed You se encuentra muy alejado de la realidad, vean estas dos noticias recientes para comprobar que lo que en ella se cuenta tiene íntimos parecidos con hechos que suceden en nuestro país.



En lograr reflejar este tipo de circunstancias, cada vez más habituales, y reflexionar sobre sus efectos y consecuencias, radican las dos principales virtudes del último film de Ken Loach que, como es habitual en el director, se ve, además, favorecido por su estilo ágil, sobrio y funcional, alimentado por los rasgos del free cinema y el cine documental británico, convirtiéndose, por ello, en elemento expresivo esencial para retratar la realidad de modo contundente e inapelable.


TRÁILER DE LA PELÍCULA:



IMÁGENES DE LA PELÍCULA:
















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