FOREIGNER DE CARLOS VIOLADÉ. CUANDO, DE REPENTE, TODO CAMBIA…



Hay momentos de nuestra vida en los que todo cambia de forma imprevista, en los que las circunstancias irrumpen de forma brutal en nuestra biografía, de modo que no tenemos otra opción que empezar a mirar la realidad desde perspectivas y puntos de vista diferentes. El cortometraje es un formato perfecto para reflejar una situación de este tipo. Y así lo ha sabido ver Carlos Violadé que, en su cortometraje Foreigner, retrata una situación límite que supondrá una experiencia radical para su personaje protagonista, magníficamente interpretado por el actor Josh Taylor. No queremos revelar mucho del cortometraje para no reventar su trama pero los premios de los que se ha hecho acreedor son signo claro del impacto que ha provocado y ha generado: Premio al Mejor Cortometraje en los Premios ASECAN 2019, Mejor Dirección de Producción en los Premios Fugaz 2019, Mejor Cortometraje en el FESCIGU de Guadalajara, Premios Alma, Shorts TV y Moonlight en el Festival Mecal de Barcelona, Premio del Público en el 60º Zinebi – Festival de Bilbao y Premio a la Mejor Dirección de Cortometraje en el Festival de Sevilla 2019. Para que tengan una idea de cómo es el corto, aquí acompañamos el tráiler del mismo.



Una vez que han visto el avance, ya podemos entrevistar a su director, Carlos Violadé para que nos cuente cómo ha sido el proceso de creación y rodaje del corto.




CINE ARTE MAGAZINE: Hola, Carlos. Lo primero que nos gustaría preguntarte es por tu trayectoria previa y por cómo surgió la idea y la posibilidad de realizar Foreigner.


CARLOS VIOLADÉ: Me formé como arquitecto, pero descubrí mi vocación como cineasta mientras estudiaba la carrera. He tenido la suerte de introducirme en esta profesión haciendo cortometrajes junto a un equipo de grandes profesionales que llevan muchos años haciendo maravillosas películas en Andalucía.

Mi anterior cortometraje No tiene gracia tuvo un gran reconocimiento internacional y obtuvimos un premio en el festival de Palm Springs, en California. No era consciente de la repercusión que eso iba a tener en mi vida, pues poco después recibí una invitación del Instituto Sundance para participar en un laboratorio de guiones. Interesados por mi trabajo, me preguntaron si tenía un guion de largometraje para enviarles, y tuve que contestarles que agradecía mucho su interés, pero lamentablemente no lo tenía. Al día siguiente me preguntaron cuánto tiempo necesitaría para escribir uno. No tuve escapatoria, y la motivación fue tan grande, que me puse a escribir la primera versión de mi primer guion de largometraje; un proyecto que llevo desarrollando desde entonces. En medio de esa vorágine no entraba en mis planes hacer un nuevo cortometraje, pero cuando le conté a Javier Aguayo (uno de los productores de Foreigner) la historia que se me había ocurrido durante unas vacaciones con mi familia en la costa de Cádiz, me obligó literalmente a escribirla. Ese fue el nacimiento de Foreigner.




CINE ARTE MAGAZINE: Hay una combinación de gran potencia en el cortometraje que resulta de la presencia simultánea de mecanismos clásicos del cine de género con una mirada social muy nítida y contundente sobre la realidad actual. ¿Sería ese un rasgo del cine que quieres hacer o algo concreto de este corto?

CARLOS VIOLADÉ: En realidad, tengo la sensación de que no soy yo quien elige las historias, sino que, más bien, me pongo al servicio de ellas. Creo que cada historia se expresa de una forma diferente y soy yo el primer sorprendido cuando me doy cuenta de los giros, de la combinación de géneros, o de esa mirada social que mencionas. Yo no lo elijo, más bien lo percibo; todos los ingredientes están ahí y los humanos somos seres sensibles que tenemos la capacidad de captar lo que ocurre a nuestro alrededor. Como “creador”, mientras más desconecto de mi parte racional y consciente, más profundamente conecto con la historia, con lo que no soy “yo”, con todo lo que nos rodea y conforma el convulso mundo en que vivimos.




CINE ARTE MAGAZINE: Algo que también sorprende en Foreigner es la presencia de hasta cuatro escenarios claramente diferenciados, correspondientes cada uno de ellos a una fase diferenciada del argumento. ¿Supuso un gran reto técnico la presencia de cuatro escenarios que planteaban diferentes tipos de dificultades y desafíos?

CARLOS VIOLADÉ: Foreigner ha sido un gran reto para todos los que nos hemos lanzado a esta aventura. El protagonista de la historia tenía que comenzar en tierra firme, dejarse llevar por la corriente, perder el control, y volver de nuevo a tierra, pero sin ser el mismo de antes. De hecho, junto con el director de fotografía, Manu Trillo, decidimos proponer un lenguaje visual que comienza en la ficción cinematográfica para ir transformándose poco a poco en una mirada casi documental, grabada de forma espontánea a través de teléfonos móviles.




CINE ARTE MAGAZINE: El espectador va a vivir un fuerte carrusel de sensaciones y emociones durante la media hora que dura el corto. Pero, a la vez, la historia le va a tener que suscitar una reflexión sobre el tema que trata. A la hora de escribir el guion, de rodar y de montar, supongo que tuviste que tener muy, muy en cuenta todo ello, ¿no?

CARLOS VIOLADÉ: Así es. A veces hay que pasar por el vértigo de una montaña rusa de emociones para llegar con otra disposición a un lugar inesperado desde el cual descubrir otro punto de vista, libre de prejuicios, que conecte con nuestra humanidad y nos haga ponernos realmente en el lugar del otro.




CINE ARTE MAGAZINE: Para terminar, ¿qué proyectos tienes en mente que nos puedas contar para el futuro inmediato?

CARLOS VIOLADÉ: Sigo reescribiendo nuevas versiones de aquel guion de largometraje que comentaba antes. Se trata de la primera misión tripulada a Marte; un viaje al interior de la mente de los cinco primeros astronautas que tienen que convivir durante muchos meses en una claustrofóbica nave espacial de camino al planeta vecino. Una especie de Foreigner pero en la inexplorada e inmensa soledad del espacio. Al fin y al cabo, se trata de una excusa para reflexionar sobre la condición humana; qué somos y hacia dónde vamos.


Pues ya solo queda desear mucha suerte a Foreigner de cara a las nominaciones a los premios Goya y Forqué y esperar los próximos trabajos de Carlos Violadé. Tras el buen sabor de boca que nos ha dejado este cortometraje, aguardaremos con máximo interés sus nuevos proyectos.






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