TÍTULO: En los 90. TÍTULO ORIGINAL: Mid90s. AÑO:
2018. NACIONALIDAD: Estados Unidos. DIRECCIÓN Y GUION: Jonah Hill. MONTAJE:
Nick Houy. DIRECCIÓN
DE FOTOGRAFÍA: Christopher Blauvelt. MÚSICA ORIGINAL: Trent Reznor y Atticus
Ross. INTÉRPRETES PRINCIPALES: Sunny Suljic, Katherine Waterston, Lucas Hedges,
Na-kel Smith, Olan Prenatt, Gio Galicia, Ryder McLaughlin, Alexa Demie. DURACIÓN: 85 minutos. PÁGINA WEB OFICIAL: http://diamondfilms.es/en-los-90/. ENLACE EN FILMIN: https://www.filmin.es/pelicula/en-los-90.
Jonah Hill no es el primer
humorista o comediante que asume el papel de la dirección cinematográfica. Lo curioso es
que este es un fenómeno que está presente desde los mismos comienzos de la
historia del cine. Ahí están los nombres de Charles Chaplin y Buster Keaton
para demostrarlo y, con posterioridad, siguieron su camino, entre otros, Tony
Leblanc, Jerry Lewis, Woody Allen, Roberto Begnini, Beppe Grillo o Carlos
Iglesias. Y hay que admitir que, quien ha empezado en el humor, después, cuando
afronta la realización de una película, aporta siempre una visión muy personal
y fuera de todo tópico. Jonan Hill, en consonancia con ello, ha realizado una
película muy alejada de cualquier estereotipo que podíamos prever y ha optado
por una mirada muy peculiar al mundo y al entorno donde se desarrolló su
infancia, la California de mediados de los 90, época a la que hace referencia
el título original del film, y una familia desestructurada de la que el niño
protagonista (un magnífico y convincente Sunny Suljic) intentará alejarse para
encontrar una especie de nuevo hogar en un grupo de skaters que hacen gala constante de su rebeldía y de su protesta
contra la realidad en la que viven.
En los 90 bebe del espíritu de lo que en el campo literario se
llama bildungsroman (“novela de
aprendizaje”) y en el campo cinematográfico películas coming of age, es decir, de los relatos de iniciación (se nos puede
venir a la memoria Los cuatrocientos
golpes – 1959– de François Truffaut, Los chicos – 1959–
de Marco Ferreri, Cuenta conmigo –
1986– de Rob Reiner, El año de las luces –
1986– de Fernando Trueba, Boyhood –
2014–, de Richard Linklater, Sparrows – 2015–
de Rúnar Rúnarsson o la recientemente estrenada Esto no es Berlín – 2019– de Hari Sama),
en los que una persona joven tiene la primera gran experiencia vital de su
biografía, aquella que le marcará para siempre y que influirá decisivamente en
toda su trayectoria posterior. En el caso de En
los 90, su protagonista, que padece la violencia de su autoritario hermano
mayor y cierta indiferencia por parte de su madre, encontrará un pequeño
paraíso en una tienda de monopatines donde un grupo de jóvenes, algo mayores
que él, lo acogen de inmediato y lo hacen miembro de su grupo, algo que traerá
a su vida luces y sombras, aspectos positivos y negativos, convirtiendo el film
en un delicado ejercicio de agridulce nostalgia.
De acuerdo con su tono nostálgico,
la película de Jonah Hill se nutre, en su aspecto visual, de un aspecto de revival que se refleja en el formato 4:3
de la imagen, en su factura cercana al celuloide gastado por las sucesivas
proyecciones del film y por la recreación minuciosa de una época, con su
música, con su forma de vestir y las pautas culturales que articularon un
momento históricamente ambiguo en el que, en la superficie, nada parecía ir realmente mal pero donde empezaban a adivinarse síntomas y tensiones que indicaban que sí existían problemas de fondo que estaban a punto de estallar demostrando que había contradicciones a las que nadie estaba haciendo frente.
Aunque hemos dicho que la mirada
de Jonah Hill es muy personal, no obstante sí que hay que decir que, a pesar de
ello, no es completamente original, ya que, en muchos momentos, En los 90 nos hace recordar títulos de
Larry Clark como Kids (1995), Ken Park (2002) y The Smell of Us (2014), solo que dulcificando muy considerablemente
el tono y las aristas del polémico director y fotógrafo nacido en Tulsa,
Oklahoma. Y aquí es donde viene el principal problema de este film. Porque si las historias de Larry Clark, duras, ácidas e incómodas, son, a pesar de las
salvedades que podamos argumentar sobre ellas, coherentes en su tono y formulación, en la
película de Jonah Hill, al dulcificar los aspectos más controvertidos, se tiene
que recurrir a simplificar los perfiles de los personajes de la familia del
protagonista, su madre y su hermano mayor, para que todo pueda encajar sin
chirriar. De este modo, esos dos personajes se nos presentan como meros
esquemas simplificados que, siendo funcionales desde el punto de vista
narrativo, no acaban teniendo vida ni personalidad propias. Ello provoca que,
si no has tenido la misma edad del protagonista en la época en que se
desarrolla el film o si no eres un aficionado al skate, acabes contemplando la historia desde una distancia que los
mecanismos internos de la película no ha logrado ni eliminar ni acortar. Por lo
tanto, podemos decir que, siendo correcta globalmente, a En los 90 le fallan, sobre todo, algunos aspectos de acabado del guion que
impiden que podamos calificarla como una película cabalmente redonda. No
obstante, es un buen comienzo para Jonah Hill, de quien esperaremos nuevos
títulos para comprobar si ha logrado apuntalar las virtudes que aquí se muestran y resolver los puntos débiles que su opera prima presenta.
TRÁILER DE LA PELÍCULA:
IMÁGENES DE LA PELÍCULA:
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