TÍTULO: Triple frontera. TÍTULO ORIGINAL: Triple Frontier. AÑO: 2019. NACIONALIDAD: Estados
Unidos. DIRECCIÓN: J. C. Chandor. GUION: Mark Boal y J. C. Chandor. MONTAJE: Ron Patane. DIRECCIÓN DE FOTOGRAFÍA:
Roman Vasyanov. MÚSICA ORIGINAL:
Disasterpeace. INTÉRPRETES
PRINCIPALES: Ben Affleck, Oscar Isaac, Charlie Hunnam, Garrett Hedlund, Pedro
Pascal, Adria Arjona, Jeovanny Rodriguez, Juan Camilo Castillo, Reynaldo
Gallegos.
CALIFICACIÓN:
Hay una expresión que se utiliza
mucho a la hora de hablar de determinadas películas y es la de “western crepuscular”, es decir, aquellos
films del Oeste que empezaron a realizarse desde finales de los 60 en los que
se desmitificaba toda la mitología del pistolero y del cowboy que siempre salía victorioso de todos sus lances y
enfrentamientos y que encarnaba la esencia pura del espíritu norteamericano. La
película Triple frontera de J. C. Chandor, producida para Netflix,
hereda muchos de los planteamientos del western
crepuscular pero aplicados a una película de acción. Aquí, no nos
encontramos con unos veteranos pistoleros pero sí a otros representantes
genuinos de la iconografía esencial del patriotismo estadounidense, cinco
antiguos miembros de los cuerpos de operaciones especiales, que, habiendo
dejado el ejército, y teniendo que ganarse la vida de modo precario e incierto,
deciden realizar la última gran misión de sus vidas, aquella que les permitirá
retirarse, ricos y con su dignidad intacta: robar el dinero a un todopoderoso
capo de la droga colombiano que vive escondido en medio de la selva. Pero nada
saldrá como esperaban ellos. Ni como, exactamente, puede esperar el espectador.
Porque lo que, al final, iremos
viendo será cómo los personajes van siendo testigos del propio derrumbamiento
de sus convicciones y de la forma de vida a la que habían consagrado su
existencia. En este punto, J. C. Chandor enlaza la película con la temática profunda
que ya había abordado en uno de sus films anteriores, Margin Call (2011), con la que guarda más de un inesperado
paralelismo. Porque si ahí el director retrataba el momento en que un mundo se
derrumbaba, el momento en que la burbuja inmobiliaria nacida de los tejemanejes
financieros de Wall Street explotaba y todo cambiaba para siempre (dando lugar
al mundo en el que hoy día nos movemos), en Triple
frontera se refleja el momento en que se pierde la fe en la violencia como
medio de resolver y gestionar los problemas que nos afectan y se descubre que
toda una vida ha sido una colosal farsa que solo ha servido para perder un
tiempo precioso y hay que empezar la vida desde cero. Siendo una película que
emplea menos medios de los que aparenta (le pasa a más de una película y una
serie de Netflix) y sin arriesgarse a entrar en demasiadas complejidades, hay que
reconocer que Triple frontera cumple
con eficacia y con unas interpretaciones más que solventes (yo destacaría especialmente
las de Ben Affleck, Oscar Isaac y Garrett Hedlund) y, con las alharacas justas,
sabe expresar con sencillez el mensaje que desea transmitir. En definitiva, dos
horas que se pasan rápidas y sin la sensación de haber desperdiciado demasiado el
tiempo. Al contrario, nos deja el poso de haber visto una película que tenía
algo importante que decirnos y que tiene mucho que ver con el estado de ánimo
del tiempo actual.
TRÁILER DE LA PELÍCULA:
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