CINE CLUB. ENTREVISTA A FERNANDO BONELLI. CORTOMETRAJE [STILL] LOVE YOU Y TRÁILER DE LA TIERRA LLAMANDO A ANA
El pasado 16 de marzo, el cortometraje
La Tierra llamando a Ana, realizado
por Fernando Bonelli, ganó el Roel de Oro de la 32ª Semana de Cine de Medina
del Campo, logrando, además, el Premio de la Juventud. Aprovechando dicha circunstancia, hoy, en la sección Cine Club de
nuestra revista, vamos a entrevistar a Fernando Bonelli pero, antes, nuestros
lectores van a poder ver el primer cortometraje de este director, titulado [Still] love you, interpretado por Miki
Esparbé, Eva Rufo, Meritxell Calvo, Miriam Montilla, Rubén Sanz, Asier Ollo y
Clara Muñoz Beteta. Chispeante cuando es necesario y agudo y punzante cuando llega
el momento de dar un sutil y bien medido giro dramático, nos cuesta llamar
cortometraje a [Still] love you ya
que, por la calidad de sus interpretaciones, por la estupenda caracterización
de sus personajes y por la precisión y elegancia de su realización, nos atreveríamos
a definirlo más bien como una auténtica película de 30 minutos de duración.
Esperamos que lo disfruten.
Tras ver el cortometraje, es el
momento de hablar con su director y que nos comente algunos aspectos tanto de
su primer trabajo como de su nuevo corto, La
Tierra llamando a Ana. La trayectoria de Fernando es amplia y fascinante y,
en ella, nos encontramos desde sus responsabilidades en el departamento de
contratación artística de Globomedia, pasando por la constitución de la empresa
Bonelli & Asociados, especializada en el asesoramiento para el medio
artístico, la fundación de dos sellos editoriales (Editorial Cuenta Atrás y Editorial
Sonora) y su cargo como Gerente del Festival Internacional de Teatro Clásico de
Almagro desde 2011 hasta 2017, hasta llegar a la creación de las productoras Consuelo
Films y Mayfield Pictures, con las que ha ido realizando montajes teatrales y
obras audiovisuales. Les pediríamos que leyeran con atención las respuestas de
Fernando porque en sus palabras hay muchos elementos valiosos y dignos para la
reflexión.
Fernando Bonelli en
el momento de recoger el principal galardón de la Semana de Cine de Medina del
Campo
CINE ARTE MAGAZINE: Hola, Fernando. Tras ver [Still] love you y La Tierra
llamando a Ana, creemos que ambos cortometrajes tienen una preocupación muy
intensa por las relaciones humanas, por las relaciones de pareja en especial, y
yo diría que también por el peso del pasado en el presente y por la
trascendencia e importancia de nuestras decisiones individuales. ¿Es ello
correcto?
FERNANDO BONELLI: Todos nos hemos planteado el “¿y si…?” a muchos
niveles a lo largo de nuestra vida (estudios, trabajo, viajes…), y, seguro que
también, en algún momento, respecto a la decisión que tomamos (o no) en
relación con aquel chico, aquella chica… Me enseñaron a ser consecuente con mis
decisiones, y procuro serlo, pero es inevitable que esa pregunta surja sin
pedir permiso. Lo bueno es que, al decidir, en mi caso, acostumbro a meditar
muy bien el paso a dar (pros, contras…). Incluso me anticipo planteándome de
antemano el “¿y si…?” para ver si la decisión a tomar tiene suficiente cimiento
como para soportar la ola que puede levantar esa pregunta. Y aun así, tiemblas
si piensas que ella puede entrar por la puerta del restaurante en el que estás.
Esta importancia de las decisiones y del peso del pasado es evidente sobre todo
en [Still] love you. Era de hecho el late motiv de la trama. Solo sentarme
ante el teclado para escribir lo que iba aconteciendo me aportaba tanta emoción…,
como si lo viviese. Creo que eso también le sucede al espectador con esa
película, más aún cuando, según se suceden las escenas, se da cuenta de lo
especial y única que fue aquella relación que terminó.
En el caso de La Tierra llamando a Ana, de estos tres
ingredientes que me planteas, el que más importancia tiene es el mirar detenido
que prestamos a la relación de pareja. Me parece realmente bonito ser capaz de
parar el tiempo del equipo, de cada espectador, de la vida veloz a la que
estamos acostumbrados, para detenernos a observar cómo es el amor de esta
pareja. Despacio, mirando de cerca, sin incomodarles, procurando respetar al
máximo su intimidad. Para estas pequeñas cosas nuestras vidas agitadas, cargadas
de premura, siempre tendrán tiempo. Es bello vivir en ti mismo esa sensación de
amor puro que te lleva a pisar el freno para poder deleitarle en él. Y a veces
se nos olvida. Por eso optamos por plantear ante el espectador esta historia
que hemos intentado cargar de ternura y de verdad en su relato. Es bellísimo
trabajar con historias pequeñas. Al final son las más importantes de todas. Con
la vida pasa igual. La base de todo está en los pequeños detalles.
TRÁILER DE LA TIERRA LLAMANDO A ANA
CINE ARTE MAGAZINE: En La Tierra
llamando a Ana, hay varios aspectos de interés. El primero a destacar es la
interpretación de la pareja protagonista, Laia Manzanares y Javier Pereira.
Ambos demuestran una enorme compenetración y saben encarnar con plena
credibilidad a sus personajes. ¿Cómo abordasteis el proceso hasta lograr tal
nivel de excelencia en el resultado final?
FERNANDO BONELLI: La clave está en los chicos: Un excelente y
experimentado actor junto a una actriz descomunal. Pero, además, son dos
personas con un gran corazón y con una autoexigencia poco usual. Ello les llevó
a trabajar estos dos personajes como si fuesen los papeles más importantes de
sus carreras, y eso es algo por lo que les estoy muy agradecido. Era la única
manera de que el corto funcionase. Es asombroso, sobre todo, el trabajo y
esfuerzo de Laia. Partió de la nada respecto al personaje que encaraba. Tuvo
que formarse, que sumergirse en esa situación emocional y humana tan delicada
por la que atraviesa Ana. Y lo hizo con pasión, con una entrega inusual. Es una
mujer fascinante. Comenzamos a trabajar su personaje dos meses antes. Eso nunca
ocurre en un corto. Quizás una semana antes, quizás dos. Pero aquí no era posible.
Ver la película da respuesta nítida al porqué. ¡Qué generosa ha sido Laia
conmigo y con esta película! Y ante ella, Javier. Si hubieseis visto el mimo y
cuidado que tuvo con Laia. Estoy feliz con el personaje que ha levantado
Javier: En su “puntico” justo de ternura y exigencia a su pareja. Para mí es
una delicia ver la peli en pantalla. Me considero muy afortunado de haberles
tenido a mi lado y de que hayan confiado en mí.
CINE ARTE MAGAZINE: Hay otro aspecto que también me llama la atención
que es el de la creación artística como refugio frente al mundo y sus
adversidades, algo que se ve desde el lado de Ana. ¿Es algo que solo se refiere
a la caracterización de este personaje o es algo en lo que crees en un sentido
más amplio?
FERNANDO BONELLI: Todos jugamos. En menor o mayor medida.
Imaginamos, inventamos, representamos situaciones… Todos creamos. Creo
firmemente en eso. Al final, junto a algunos virtuosos, los demás podemos crear
si realmente queremos hacerlo. La observación, la práctica y la experiencia nos
permitirán alcanzar progresivamente mejores resultados.
Creo que muchos tenemos una o
varias canciones que nos gusta escuchar cuando todo va mal, o dibujamos para
relajarnos, o hacemos maquetas o… Frente a la adversidad, la calma. Siempre es
mejor opción que caer rendido por el disgusto. Esa no debe ser la opción.
Encajemos el golpe y respiremos. Volvamos a intentarlo o busquemos cómo superar
ese bache. Cada cual, sus trucos. En el caso de Ana me hacía mucha gracia jugar
con la idea de la música como un personaje vivo, “independiente” a ella. Al
querer hablar con Juan, incluso la detiene pidiéndolo con su mano en alto.
Arrancamos el corto con el cello invitando a que Ana juegue con él sentada al
piano. La música es su mejor amiga, y, por supuesto, es su refugio. Es su casa.
Fernando Bonelli con
Laia Manzanares y Javier Pereira en pleno rodaje de La Tierra llamando a Ana
CINE ARTE MAGAZINE: Finalmente, cabe hablar del que pienso que es el
gran hilo conductor del corto: la incomunicación y las posibilidades de
superarla. Es un tema que creo muy actual y hasta necesario…
FERNANDO BONELLI: Para mí imprescindible, pero me decanto por la
comunicación. Ese es mi hilo conductor, no la incomunicación. Siempre hay que
optar por ver el vaso medio lleno. La comunicación hace posible y real este
amor. Sin ella no tendrían nada. Y eso es extrapolable a todo tipo de relación.
Tenemos la suerte de vivir una época en la que la comunicación está más a
nuestro alcance que nunca, a todos los niveles. Puedo ver en la pantalla de mi
móvil la cara de mi interlocutor, encontrar en redes a personas que eran solo
recuerdos... Tenemos las herramientas y creo imprescindible aprender a hacer
una correcta gestión de ellas. Cuidemos la comunicación a todos los niveles.
Entiendo que es más cómodo hablar con el otro desde tu casa, grabar tu voz en
lugar de escribir, pero… Seré una abuela, pero prefiero tenerte delante, ser
capaz de, según hablamos, saber si hay algo más en tus ojos o no (una
preocupación, una felicidad inusual…). Y prefiero también los mensajes escritos
antes que los de voz. Es más, no me gusta escucharlos. Agradezco leer el
mensaje escrito, mucho. Cuidar las palabras, la forma de redactar. Lo veo
también como una forma de mimo hacia tu interlocutor. Y junto a lo escrito y lo
hablado, existe una gigantesca primera pata, origen de todas: la comunicación gestual.
Debemos cuidarla: Vivimos en ciudades en las que no suele ser habitual
encontrar la mirada del otro. Es más, incluso a veces llega a ser problemático
encontrarla. Y eso no está bien. Es importante preservar esta comunicación
fluida de los unos para con los otros. Estamos todos a bordo del mismo barco. Hablar
sin hablar. Solo la mirada o ni eso. La compañía, el gesto, la actitud del uno
para con el otro. Es fantástico ser capaz de comunicarte con alguien solo con
un gesto, con una mirada… Conocido o no. Esa mirada cómplice con un extraño
ante una situación inusual a la que lo dos asistís. Es algo primario, inherente
a nuestra propia naturaleza y a la de la mayoría de los seres vivos. Lo cierto
es que nunca la perderemos, pero mimémosla. Cuidemos más del otro. Seamos más
atentos. Sin querer volvemos así a hablar de las cosas pequeñas/básicas de la
vida, del detalle. Ya lo anticipaba: es importante, fundamental.
Todo listo para
empezar el rodaje…
CINE ARTE MAGAZINE: ¿De qué futuros proyectos que tengas pensados nos
puedes hablar en este momento?
FERNANDO BONELLI: Tengo varias ideas en mente. La mayor parte de
ellas con pinta de que podrían ser cortos cuando los desarrolle. Pero también
hay alguna que necesariamente apunta a mayor metraje. Junto a todas ellas, una
peli nítida que llevo desarrollando desde hace ya dos o tres años y que me
encantaría poner en pie. Sería estupendo. Pelearé por ello. Pero paso a paso.
La hoja de ruta que dibujé marcaba la necesidad de rodar cortos para que se
fuese viendo nuestro trabajo y poder así ganarnos la confianza de inversores,
productores… Creo que el camino parece el adecuado. Ojalá la confianza llegue
pronto. Mientras tanto, sigamos. Ilusión no falta.
Y hasta aquí ha llegado nuestra
entrevista al director Fernando Bonelli. Nos ha terminado diciendo que “ilusión
no falta” pero, además de ello, lo más importante es que esa ilusión se ha
concretado en dos muy buenos cortometrajes y que los premios ya van llegando.
Con su triunfo en Medina del Campo, esperamos que sea el inicio de
una larga carrera sobre la que tengamos mucho que hablar y comentar. Creemos
que Fernando Bonelli está dando los pasos para que ello sea una realidad.
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