Agnès Varda (30 de mayo de 1928 – 29 de marzo de 2019)
Agnés Varda es uno de los nombres
fundamentales de la Nouvelle Vague francesa. Sin embargo, su cine no ha llegado
con frecuencia a España (y apenas está disponible) al contrario de lo que ha
sucedido con otros compañeros de generación como Truffaut, Godard, Chabrol,
Resnais, Bresson, Rohmer o Lelouch. El hecho de ser mujer tuvo que influir de
alguna manera en ello. Pero, sobre todo, la principal causa es por la
peculiaridad de su estilo y de su enfoque, alejados de cualquier
convencionalismo o patrón previo establecido.
Agnés Varda tiene en su haber más
de cincuenta títulos, que se pueden agrupar en tres apartados. Por un lado, 11
largometrajes de ficción: La
Pointe-Courte (1955), Cleo de 5 a 7 (1962),
La felicidad (1965), Las criaturas (1966), Lions Love (1969), Una canta, otra no (1977), Documenteur
(1981), Sin techo ni ley (1985), Kung-fu master! (1988), Jane B. par Agnès V. (1988), Jacquot de Nantes (1991) y Las cien y una noches (1995). Por otro,
16 documentales: Loin du Vietnam (1967)
– film colectivo realizado junto a Joris Ivens, William Klein, Claude Lelouch,
Jean-Luc Godard, Chris Marker y Alain Resnais–, Daguerréotypes (1976), Mur
murs (1981), Les demoiselles ont eu
25 ans (1993), L´univers de Jacques
Demy (1995), Los espigadores y la
espigadora (2000), Los espigadores y
la espigadora: Dos años después (2002), Cinévardaphoto
(2004), Quelques veuves de
Noirmoutier (2006), Les plages d’Agnès
(2008) y Caras y lugares (2017) –
codirigido con el fotógrafo JR–. Finalmente, más de una veintena de cortometrajes,
series y películas de televisión y obras en formato vídeo. Como pueden
comprobar, una obra amplia y casi inabarcable.
En España, cuatro de sus
películas están disponibles en Filmin, siendo la forma más sencilla de acceder
a su cine. Gracias a estas cuatro películas podemos establecer tres polos de
tensión de su cine, polos que nos permiten definirlo con cierta precisión.
#1 Cleo de 5 a 7 (1962), con Corinne Marchand, Antoine
Bourseiller, Dominique Davrai, Dorothée Blanck, Michel Legrand, José Luis de
Vilallonga, Loye Payen, Renée Duchateau, Lucienne Marchand, Serge Korber,
Robert Postec y Arthur Brunet.
Imágenes de Cleo de 5 a 7
Cleo de 5 a 7, como su propio título indica, es la reconstrucción, casi en tiempo real, de dos horas de la vida de una mujer, una cantante preocupada por el resultado de unas pruebas que le han realizado en el hospital. Dividida en capítulos, cada uno de los cuales abarca unos minutos del estrecho intervalo horario en que se desarrolla la película, cada uno de ellos está rodado y concebido según un concepto diferente. La película, así, va mutando y transformándose cada diez minutos, del mismo modo en que la vida cambia a cada instante. En hora y media de metraje, vemos las múltiples caras del alma de una mujer, la vida desplegando toda su volubilidad, difícil de aprehender y de definir. Quizás, imposible. Ahí radica, tal vez, la moraleja última de la película. Noventa minutos que podrían parecer antinarrativos, que son la narración que podría haber antes de lo que consideramos narración pero en los que reside una especie de verdad, distinta a las verdades convencionales, y que es el ente esquivo que a lo mejor busca Varda en todo su cine.
Polo de tensión: La vida.
Dos horas en las que vemos muchas de las caras de Cleo. Posiblemente, tenga más, como nos pasa a todos…
Imágenes de Los espigadores y la espigadora
A partir del cuadro de Las espigadoras de François Millet,
Agnès Varda indaga en el trabajo del espigueo en nuestros días, aquel que hacen
quienes, después de la cosecha, recogen aquello que ha quedado pendiente de
retirar de los campos. Lo que ha quedado abandonado, ha sido dejado allí por
varios motivos. Uno de ellos, porque el producto, por sus características,
sería rechazado en el mercado, como esas patatas con forma de corazón, que se
elevan a la categoría de símbolo del documental. A partir de ahí, Varda busca a
los espigadores modernos, a aquellos que recolectan en la basura para recuperar
alimentos que se pueden consumir sin problema o que quieren dar una segunda
vida a objetos abandonados y arrojados a cubos y contenedores. En su búsqueda,
Varda encontrará a personajes únicos e irrepetibles, con historias y biografías
apasionantes, La película acaba siendo, así, una indagación poética de búsqueda
de tesoros dentro de lo periférico, de lo accesorio, dentro de todo aquello que
ha sido dejado atrás por el sistema como piezas prescindibles para su
funcionamiento.
Agnès Varda se
convierte ella misma en espigadora y traza una lírica búsqueda en la que
descubre que, en la basura, también se pueden hallar tesoros y emociones
intensas
Al cabo de dos años, Varda da una
vuelta de tuerca a su propio concepto y vuelve a visitar a aquellos a quienes
visitó en la primera parte de su documental, realizando Los espigadores y la espigadora: Dos años después. Es decir, ¿qué
se puede espigar después del espigueo?¿Cuál es la periferia de la
periferia?¿Qué es lo accesorio de lo accesorio?¿Se pueden encontrar aun joyas y
sentimientos relevantes en las últimas briznas de lo aparentemente inútil e
inservible? Varda lo descubre y ahí deja recogida su condición de
documentalista de raza y cineasta insobornablemente original.
En Los espigadores y la espigadora: Dos años después, Varda visita la periferia de la periferia
Polo de tensión: La periferia.
En Caras y lugares, Agnès Varda emprende un
viaje junto al fotógrafo JR para retratar a seres humanos únicos
En esta película, correalizada
junto al fotógrafo francés JR, Varda y su codirector emprenden un viaje por
Francia, por lugares que han sufrido la despoblación, la desindustrialización o
que están sufriendo la presión de las fuerzas del sistema económico para
retratar a sus habitantes y pegar sus fotografías ampliadas en las fachadas de
sus casas o en lugares emblemáticos de las zonas que visitan. Caras y lugares acaba siendo un homenaje
a los héroes invisibles, a los seres humanos anónimos que acaban siendo
borrados por el torrente de la historia y los acontecimientos que se suceden de
forma incesante pero que merecen ser recordados y reivindicados por la creación
artística. Este viaje termina con una visita de la que hablaremos en breve y
que sirve, por casualidad, para que Varda dé la explicación definitiva sobre s
cine.
Polo de tensión: La
irrepetibilidad de los seres humanos.
En Caras y lugares, Varda realiza una
visita frustrada a Jean-Luc Godard
Uno de los personajes de Madrid (1987) de Basilio Martín Patino
(gran director y gran documentalista), decía que los cineastas tendían a
recoger solo momentos importantes y cruciales de modo que, en cierta forma,
vivían en “un continuo estado de excepción”. Varda renunció a vivir en ese
estado. Como una espigadora tenaz, buscó en lo aparentemente accesorio, en lo
que se podía definir como las afueras del orden establecido, en aquellos
momentos, en aquellas personas, en aquellos objetos que han quedado descolgados
de la marcha normal de los tiempos y los acontecimientos para rescatar todo lo
valioso que hay en ellos. La búsqueda de Varda consiste en intentar hallar la narratividad
latente que existe en lo periférico, el relato que se esconde allí donde no
parece haber relato posible. En la última secuencia de Caras y lugares, Varda y JR intentan visitar a Jean-Luc Godard pero
este se ha marchado porque no quiere recibirlos. Como una casualidad simbólica,
Varda nos acaba proporcionando la clave última de su intención. Pasando por ser
Godard el director más radical del séptimo arte, Varda nos sugiere que ella es
aún más radical que el realizador franco-suizo porque ella va más allá que él:
Varda ha querido descubrir el modo de contar la historia de quienes tienen la
historia. Si Godard, como el resto de directores, ha vivido en el mismo “estado
de excepción continuo” en el que vive el resto de directores, ella ha querido
vivir en un continuo estado “corriente”, el de los seres humanos que parecen no
significar nada pero en los que late la vida, la emoción y el verdadero sentido
que la fachada del mundo elude expresar.
¿Es Varda, en el
fondo, más radical que Godard?
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