(Este artículo fue publicado originalmente en la revista digital Cine Contexto el 25 de octubre de 2018.)
En la historia del cine, hay
numerosos casos de estrellas fugaces, directores e intérpretes que cuentan en
su haber con un reducido número de películas, películas que pudieron ser muy
populares en su tiempo o que, con el paso de los años, tras pasar
desapercibidas en su momento, han adquirido una condición mítica y de culto. En
Cine Contexto, vamos a ir recuperando algunos de estos nombres. Hoy, empezaremos
con actrices españolas o relacionadas con el cine español que han
participado en pocos títulos (en ocasiones, solo uno) pero que, por uno u otro motivo, han dejado su
huella en la memoria cinéfila.
1. Marlène Grey y Tina de Jarque
Empezamos el listado con las dos
protagonistas de Carne de guerra, uno
de los quince títulos que se estaban rodando en España en el momento en que estalló
la Guerra Civil en 1936 y el que tuvo peor suerte. El rodaje empezó el 16 de
julio de 1936 y, con el inicio del conflicto, parte del equipo tuvo que
abandonar el proyecto. Pero, antes de llegar a ese punto, hay que dar algunos
pasos atrás. Su productor, Arturo Carballo, ideó el proyecto cuando vio por
Madrid la publicidad de un espectáculo circense en la que se anunciaba que una
artista casi desnuda entraba en una jaula con cuatro leones. Aprovechando el impacto
que tuvo el espectáculo, contrató a la mujer y al domador para su proyecto.
Encargo el guion y la dirección a Armand Guerra, un director valenciano de
ideología anarquista cuyo verdadero nombre era José María Estivalis. Cuando
terminó la guerra, Arturo Carballo intentó estrenar la película pero su escabrosa
temática (con mujeres actuando casi desnudas, divorcios y relaciones
extramatrimoniales) lo impidió. Los negativos se conservaron en el Cine Doré de
Madrid (del que Carballo era propietario) pero, tras la muerte del productor,
los herederos vendieron dichos negativos en el Rastro de Madrid. Los mismos
solo volvieron a aparecer en 1991 tras una adquisición de la Filmoteca de
Zaragoza, que los halló y decidió montarlos y proceder al estreno de la
película, lo cual sucedió el 15 de septiembre de 1992.
La historia posterior a la
película de sus dos protagonistas femeninas (Marlène Grey y Tina de Jarque) se
halla envuelta en la leyenda y los rumores sin comprobar. Se contó que Marlène
Grey (la artista que actuaba dentro de la jaula de los leones) murió en un
ataque de estos o que actuó en los años 40 en el norte de África y que Tina de
Jarque murió fusilada en el Madrid republicano, presuntamente más por un asunto
de celos amorosos que por motivos políticos, pero no hay pruebas de ninguna de
esas afirmaciones.
Marlène Grey y Tina
de Jarque, dos actrices cuya pista se pierde tras la tragedia de nuestra Guerra
Civil
Foto del inicio del
rodaje de Carne de fieras. Una foto
que a mí, personalmente, me produce escalofríos: nosotros sabemos que dos días
después estallaría nuestra Guerra Civil pero los retratados lo desconocían
completamente.
2. Lina Onesti
El caso de Lina Onesti es, probablemente, el más fácil de comprender de todos los que recogemos en este artículo. Lina Onesti fue la actriz protagonista del segundo episodio del film Del rosa al amarillo (1963) de Manuel Summers. Con una producción modestísima (de hecho, la película tiene dos episodios porque el director pensó que, si se acababa el dinero después de realizar el primero, al menos tendría un mediometraje), Summers eligió a actores noveles o poco conocidos para el reparto. Así fue como Lina Onesti acabó interpretando a Josefa, quien vive en una residencia de ancianos y se acaba enamorando de Valentin, uno de sus compañeros, dando lugar dicha situación a una de las historias más emotivas de toda la historia del cine español. Por su edad, Lina Onesti solo realizó esta película aunque, como curiosidad, debemos decir que, en el siguiente film de Summers, La niña de luto (1964), su imagen aparece en una fotografía encarnando a la abuela ya fallecida de la protagonista (María José Alfonso). Deducimos que Lina podía ser italiana o de origen italiano (de hecho, fue doblada por la actriz Pilar Calvo), pero poco más hemos podido averiguar sobre su vida porque no hemos encontrado muchos más datos sobre ella, constituyendo otro misterio en el que habrá que indagar para poder llegar algún día a resolverlo.
Lina Onesti en una de
los escenas finales de Del rosa al
amarillo
3. Manuela Vargas
De Manuela Vargas, sí sabemos
muchas más cosas, ya que fue una famosa bailaora flamenca nacida en Sevilla en
1937 y fallecida en Madrid en el año 2007. Habiendo trabajado en todo el mundo
y participado en montajes emblemáticos como los de Medea, bajo la dirección
de Miguel Narros en 1984, o en el realizado por el Centro Dramático Nacional de
Así que pasen cinco años de Federico
García Lorca, cuenta en su haber con dos largometrajes. En el primero de ellos,
España otra vez (1968) de Jaime
Camino, Manuela daba vida a dos personajes: el de la mujer que fue el antiguo
amor del pasado (durante la Guerra Civil) del protagonista de la película (Mark
Stevens) y el de la hija de aquella en el tiempo presente. Manuela Vargas solo
volvió al cine 17 años después y fue de la mano de Pedro Almodóvar en La flor de mi secreto (1995), donde
encarnaba a la asistenta de la protagonista (Marisa Paredes), asistenta que,
además, era bailaora retirada y que, al final de la película, verá cómo su
carrera es relanzada. Por la personalidad y fuerza que demuestra en ambos
títulos, nos hubiese gustado que su carrera cinematográfica fuera mucho más
amplia.
Manuela Vargas en España otra vez de Jaime Camino
4. María Isabel
Álvarez
Nuevamente, nos encontramos con
Manuel Summers y con una película que llegó a ser enormemente popular en el
momento de su estreno, allá por el año 1971: Adiós, cigüeña, adiós. Tanto, que hasta tuvo una secuela dos años
después, El niño es nuestro. Con
guion del propio Summers y del humorista Tono, Adiós, cigüeña, adiós narraba la historia de dos adolescentes que
se enamoraban, quedándose ella (María Isabel Álvarez), embarazada. A partir de
esa situación, los dos jóvenes y todos sus amigos se conjuraban para ayudarla
en el parto y que el nacimiento se produjera sin que los padres de los dos
jóvenes llegaran a enterarse del acontecimiento. Tras este film y su secuela
(en la que las autoridades quitaban el niño a la pareja y esta iniciaba una
frenética búsqueda para recuperarlo), María Isabel Álvarez se desvinculó del cine y no
volvió a participar en ninguna otra película.
María Isabel Álvarez
en Adiós, cigüeña, adiós
5 Cecilia Rivera
No sabemos si la experiencia de jugarse la vida (ella y todos sus compañeros de reparto) descendiendo por una escarpada y peligrosa montaña de los Andes disuadieron a Cecilia Rivera de volver a hacer una nueva película tras Aguirre, la cólera de Dios de Werner Herzog (1972). Y es que el director alemán, queriendo imprimir al film el mayor realismo posible, embarcó a todo su equipo de forma temeraria en una aventura que intentaba reproducir la que emprendieron los conquistadores españoles en el siglo XVI (algo que acabó provocando el intento de estrangulamiento de Klaus Kinski, protagonista del film, contra Herzog: hay fotos que demuestran tal hecho). Entre los numerosos recuerdos que la película deja en la mente del espectador, uno de ellos es el de la enigmática presencia de Cecilia Rivera, etérea y casi evanescente, quizás como eco de unos sueños que nunca llegarán a materializarse. Presencia tan enigmática como la de la propia actriz en el mundo del cine, ya que solo volveríamos a verla en un pequeño papel en la serie El comisario en el año 2008.
Cecilia Rivera en dos
escenas de Aguirre, la cólera de Dios
6. Ana Bernal y Lola
Sordo
Como me contó el propio director
de Vivir en Sevilla (1978), Gonzalo
García-Pelayo, en una entrevista que le realicé para Moon Magazine,
dicha película fue incomprendida e ignorada en su momento hasta que treinta
años después, logró colarse en la encuesta que cada decenio realiza la revista
británica Sight & Sound sobre las
mejores películas de la historia del cine. A partir de ahí, se elevó a la
categoría de película de culto y llegó a ser emitida en el programa Historia de nuestro cine de La 2 de TVE.
Dentro del amplio abanico de temas y elementos que conforman Vivir en Sevilla, uno fundamental es la
dupla de actrices protagonistas, Ana Bernal y Lola Sordo, que son la cara y la
cruz de una mujer idealizada, dos visiones, dos caracteres que se complementan
y se enriquecen mutuamente… Por un lado, la mujer más tradicional (Ana Bernal)
que se emociona viendo salir a la Macarena en la madrugá hispalense; por otro, la mujer más abierta al cambio y los
aires de los nuevos tiempos (Lola Sordo). Ana también trabajó con Gonzalo
García-Pelayo en Intercambio de parejas
frente al mar (1978) y a Lola Sordo solo la volvimos a ver trece años
después en un pequeño papel en En
penumbra (1987) de José Luis Lozano pero ambas son iconos de una película
inolvidable que retratan una Sevilla insólita e irrepetible que se vio sacudida
por unos aires de cambio que se fueron para no volver nunca más.
Ana Bernal y Lola
Sordo, dos actrices inolvidables para una película inolvidable: Vivir en Sevilla de Gonzalo
García-Pelayo.
7. Eva Siva y Cristina
Sánchez Pascual
Una nueva dupla, esta vez formada
por dos chicas Almodóvar que participaron en las primeras películas del
director manchego pero que, después, de unos pocos títulos, pusieron fin a su
carrera en el cine. En la opera prima de
Pedro Almodóvar, Pepi, Luci, Bom y otras
chicas del montón (1980), tanto las actrices que dieron vida a Pepi (Carmen
Maura) como a Bom (Alaska) tuvieron con posterioridad un recorrido ampliamente
conocido. Sin embargo, menos se sabe de la actriz que encarnó a Luci: Eva Siva,
nombre artístico de Mercedes Guillamón. Eva Siva también participó, con menor
protagonismo, en otras películas de Almodóvar como Laberinto de pasiones (1982), Entre
tinieblas (1983), Matador (1986)
y Tacones lejanos (1991), poniendo
fin a su carrera cinematográfica con Animia
de cariño (1996) de Carmelo Espinosa. Con posterioridad, su devenir
profesional tuvo lugar en el teatro, tanto en la faceta de actriz como de
directora de producción en el Teatro de La Maestranza de Sevilla y en el Teatro
Real de Madrid y, finalmente, de gerente en el Teatro Calderón de la Barca de
Valladolid.
Por su parte, Cristina Sánchez
Pascual participó en Pepi, Luci, Bom y
otras chicas del montón y en Laberinto
de pasiones, teniendo el papel protagonista en Entre tinieblas. Después de esta película, sólo la hemos vuelto a
ver en Aftershock (2012) de Nicolás
López.
Eva Siva y Cristina
Sánchez Pascual, dos rostros icónicos de “la Movida” que acabaron pasando a un
discreto segundo plano
8 Berta Socuéllamos
Sin duda alguna, Berta
Socuéllamos fue la gran femme fatale del
cine quinqui español por su papel protagonista en Deprisa, deprisa (1981) de Carlos Saura, película que ganó el Oso
de Oro de Berlín a la Mejor Película. De belleza sugerente y perturbadora, esta
fue la única película de Berta que se fue del mundo del cine del mismo modo que
su personaje en el film abandona el barrio donde (mal)vive: en silencio y sin
dejar pistas. Años después, corrió por internet el bulo de que había muerto por
culpa de una sobredosis de droga pero su sobrino se encargó de desmentirlo,
revelando que continuaba viva y alejada del mundo de la interpretación. En
realidad, quien falleció por sobredosis de heroína fue el coprotagonista de la
película, José Antonio Valdelomar, mientras que Berta se casó con otro de los
integrantes del reparto: José María Hervás Roldán.
9. Amaia Lasa
Entre los años 1984 y 1989, la
actriz Amaia Lasa intervino en cinco películas – La conquista de Albania (1984) de Alfonso Ungría, La muerte de Mikel (1984) de Imanol
Uribe, donde intervenía en una dura e impactante escena, Tasio (1984) de Montxo Armendáriz, en la que interpretó el papel de
mujer del protagonista, Fuego eterno (1985)
de José Ángel Rebolledo y Golfo de
Vizcaya (1985) de Javier Rebollo – y en la serie de televisión Vísperas (1987), adaptación de la obra
literaria de Manuel Andújar. Después de eso, solo la pudimos ver en una
adaptación para televisión de Los
pequeños burgueses de Máximo Gorki y en el corto El hombre de las palomitas (1989) de Koldo Lasa. Después, dejó el
mundo de la interpretación y, actualmente, es profesora de psicología en la
UNED.
Arriba, Amaia Lasa
con Patxi Bisquert en Tasio. Abajo,
con Imanol Arias en La muerte de Mikel
10. Belén Ballesteros
Sin duda alguna, Los santos inocentes (1984) de Mario
Camus es uno de los grandes títulos de nuestro cine, popular entre el público y
altamente valorada por la crítica. Sorprende, por ello, que los tres
intérpretes que interpretaron a los hijos del matrimonio formado en el film por
Alfredo Landa y Terele Pávez (Belén Ballesteros, Juan Sachez y Susana Sánchez)
solo tengan esta película en su haber. Ello permite darnos cuenta que el
participar en un proyecto de éxito no garantiza tener una amplia carrera
posterior.
Belén Ballesteros y
Susana Sánchez (en brazos de Paco Rabal), dos actrices que no volvimos a ver en
ninguna película tras su paso por Los
santos inocentes
11. Faustina Camacho
El caso de Faustina Camacho es,
posiblemente, el más triste de los que recogemos en este artículo. Faustina
Camacho nació en 1962 en el pueblo de Santa Elena, en Jaén. Aunque le costó
trabajo abrirse camino como actriz, en 1997 logró entrar en el reparto de dos
largometrajes: Agujetas en el alma (1998)
y Mamá es boba (1997) de Santiago
Lorenzo. En esta última película, logró crear con su interpretación uno de los
personajes más entrañables de la historia de nuestro cine y se convirtió en el alma y pilar fundamental del film. Sin embargo, cuando parecía que iba a
iniciar una carrera prometedora en el mundo de la interpretación, el cáncer
segó su vida el 30 de diciembre de 1997, sin que llegara a ver estrenadas
ninguna de las dos películas en las que participó. Sabiendo su historia, es
imposible no emocionarse cuando la vemos en Casting
(1998) de Fernando Merinero, el documental que hizo el director sobre el
proceso de selección de actores para su película Agujetas en el alma: al manifestar su ilusión por triunfar como
actriz, apreciamos tal convicción en ella, que no podemos menos que lamentar
que la muerte la sorprendiera con tan solo 35 años porque es seguro que hubiera
podido servirnos un puñado de grandes interpretaciones.
Faustina Camacho: sin
duda, el caso más triste del artículo.
12. Montse Budiño
Otro caso en los que la interpretación
de un personaje etéreo y fantasmal es asumida por una actriz que pasa, del
mismo modo, de forma casi evanescente por nuestro cine. En este caso, hablamos
de Montse Budiño y de su papel en Martes
de carnaval (1991) de Fernando Bauluz y Pedro Carvajal. En esta película,
en la que toda la mitología gallega tiene un peso esencial, el personaje de
Micky Molina se enamora a primera vista del interpretado por Montse Budiño y
empieza a perseguirla a la vez que las fiestas de carnaval se desarrollan con
todo su esplendor y algarabía. Llena de fantasía y lírica célticas, Martes de carnaval es una película a
reivindicar que nos lleva a imaginar qué pudo haber sido de Montse Budiño y de
su delicada y suave belleza.
Montse Budiño no
realizó ninguna otra película después de Martes
de carnaval
13. Nico Bidasolo
En La pistola de mi hermano (1997), Ray Loriga dirigió la adaptación
al cine de su propia novela. Libro y película son títulos de culto de profunda
raigambre generacional y que simbolizan, hasta cierto punto, un cambio de época
en nuestra cultura y en nuestra sociedad. Con un reparto solvente para los
personajes secundarios (Andrés Gertrúdix, Karra Elejalde, Anna Galiena, Viggo
Mortensen, Christina Rosenvinge, Pepo Oliva, Manolo Caro…), para interpretar a
los protagonistas de esta road-movie
Ray Loriga eligió a dos debutantes: Daniel González, el chico, y Nico Badasolo,
la chica. Daniel González siguió participando en películas y series de
televisión en años posteriores pero de Nico Badasolo nada más supimos. La chica
con la que, sin duda, hubiéramos huido para recorrer mundo nos dejó,
seguramente para llevar una vida más tranquila y reposada, lejos de sueños de
malditismo y de romanticismos de gasolina y asfalto.
Nico Bidasolo, en un
momento de La pistola de mi hermano
14. Eva Pallarés
En los dos últimos casos de los
que hablaremos, no cabe descartar que las actrices vuelvan a participar en una
película y lo que, hasta ahora, es una carrera cinematográfica breve, adquiera
amplitud. Porque, por ejemplo, Eva Pallarés nació en 1977 y, por tanto, no hay obstáculo
insalvable para que la volvamos a ver en un largometraje. Eva Pallarés
consiguió popularidad al formar parte del reparto de Azuloscurocasinegro (2006) de Daniel Sánchez Arévalo, interpretando
el papel de vecina del personaje de Quim Gutiérrez, protagonista del film. Mientras
que, incluido Quim, el resto del reparto de la película (Antonio de la Torre,
Marta Etura, Raúl Arévalo) ha participado en numerosas y populares películas en
los siguientes años, a Eva Pallarés solo la vimos en Amores locos (2009) de Beda Docampo Feijóo. La verdad es que
tenemos ganas de volverla a ver. Veremos si nuestros deseos se cumplen.
Eva Sánchez, en un
momento de Azuloscurocasinegro
15. Bebe
El último caso que veremos es el
de una artista cuya pista no hemos perdido desde su última película. Se trata
de la cantante Bebe, quien, tras verla en El
oro de Moscú (2003), La educación de
las hadas (2006) de José Luis Cuerda y Caótica
Ana (2007) de Julio Medem, no ha vuelto hacer ninguna incursión en el mundo
del cine.
Bebe interpreta a la
mejor amiga de Manuel Vellés en Caótica
Ana
Como ven, hay muchos casos y de
muy distinta naturaleza. Ahora, es el turno de los lectores. ¿Qué actrices españolas
conocen cuya carrera cinematográfica sea breve pero que, a pesar de ello, hayan
quedado en su memoria como espectadores? Esperamos sus respuestas…
Hay una actriz de los 70 que participó en 16 películas y con importantes directores de la época: María Elena Arpón, acreditada en alguna película como Helen Harp. ¿alguien sabe qué fue de ella?.
ResponderEliminarGracias