EL RETO ATLÁNTIDA FILM FEST 2018 (12)



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Pues llegamos al tramo final del Festival. Están siendo días intensos de cine y días en que multitud de temáticas y enfoques se agolpan en nuestro cerebro esperando ser procesados y asimilados. Como ya ha pasado en ediciones anteriores, el Atlántida Film Fest es un acontecimiento irrepetible para, en un mes, tener acceso a decenas de películas procedentes de países de toda Europa, de Turquía e Israel y que constituyen un enriquecimiento extraordinaria de nuestra cultura y memoria cinéfilas (y no sólo cinéfilas). En el post de hoy, empezamos nuestro recorrido por un pequeño pueblo sueco que lucha por subsistir, seguimos con una enigmática fábula polaca, conoceremos a un fanático monje budista de Birmania, nos enteraremos de las oscuras maniobras del HSBC, comprobaremos el estado actual de la situación entre israelíes y palestinos y descubriremos el caso de un director procesado y condenado de forma harto dudosa en la Crimea anexionada por Rusia.


- Sección POLÍTICA Y CONTROVERSIA:

Un cuento de gigantes suecos de Alexander Rynéus, Malla Grapengiesser y Per Bifrost


En la lírica española, hay un tema recurrente (que hunde sus raíces, a la vez, en la lírica latina) que surge en el siglo XVI y que se conoce con la expresión "menosprecio de corte y alabanza de aldea". Como su denominación queda claro, se trata de exaltar las virtudes del campo y del entorno rural frente al ajetreo y caos que se vive en la ciudad. Algo de ello tiene este largometraje sueco que entremezcla relatos de la mitología escandinava con la lucha de una pequeña comunidad por subsistir y no colapsar ante la progresiva decadencia de sus actividades tradicionales (como las industrias láctea o maderera). Conforme avanza la película, nos damos cuenta de que no son dos niveles inconexos sino que la moraleja que se nos quiere transmitir es cómo la red de cultura y tradiciones sobre la que se asientan las pequeñas comunidades (lo que conforma, a fin de cuentas, su identidad) se convierte en el motor imprescindible para consolidar un esfuerzo que, de otra forma, sería difícil de mantener. El alcalde se esfuerza por incrementar la población del pueblo, vecinos que se han marchado vuelven a pesar de sus dudas, la vieja industria maderera se orienta al diseño modernista, inmigrantes de otros países y otras culturas llegan al pueblo y se integran en él y los jóvenes aprenden y luchan para dar lo mejor de sí mismos... Frente a la crisis de la globalización y la incapacidad del Estado-nación para afrontar los principales problemas, las comunidades pequeñas y cerradas se proponen como la vía para crear un entorno más humano para el ciudadano. Por supuesto, ello tiene sus luces y sombras. Pero, claro está, esa es otra historia...

Tower. A Bright Day de Jagoda Szelc


Esta película polaca, basada en hechos futuros, tal como se afirma al comienzo de la misma, hace pensar que se trata de una obra de ciencia ficción. Pero ello es equívoco. Encuentro en este enigmático film el cruce de dos influencias absolutamente contrapuestas: por un lado, el cine de Andrei Tarkovski y su apelación constante a la espiritualidad del ser humano; por otro, el espíritu de La invasión de los ladrones de cuerpos (1956) de Don Siegel y La invasión de los ultracuerpos (1978) de Philip Kaufman (respecto a esta segunda influencia, no vamos a contar por qué la detectamos porque sería un grandioso spoiler). Pero si reflexionamos un momento, nos daríamos cuenta de que ambas influencias guardan una relación directa ya que la segunda de ellas habla de lo que podríamos denominar la "deshumanización" del ser humano y ello era algo que a Tarkovski le preocupaba en la medida en que la hallaba en la pérdida y desaparición de la dimensión espiritual. Fábula enigmática y críptica (es difícil dar con su significado en una primera visión), su desenlace apunta, sin embargo, con evidente claridad al hecho de que la libertad y la fortaleza de voluntad no son cuestiones puramente individuales sino una cuestión colectiva que ha de resolverse en común y entre todos los miembros de un grupo humano.

El venerable W. de Barbet Schroeder


El prestigioso director Barbet Schroeder, autor de películas tan conocidas como El borracho (1987), adaptación de un texto de Charles Bukowski, El misterio Von Bülow (1990), Mujer blanca soltera busca... (1992), Antes y después (1996), Medidas desesperadas (1998) o La virgen de los sicarios (2000) participa en este Festival con la culminación de su "trilogía del mal", que inició en 1976 con General Idi Amin Dada y amplió en 2007 con El abogado del terror. El venerable W. es una aproximación a la figura del fanático monje budista de Birmania Ashin Wirathu, uno de los principales inspiradores de la persecución contra la minoría musulmana de los rohingya. El peculiar monje expresa sus opiniones abiertamente a la cámara, dejando al espectador con una sensación que es mezcla de perplejidad e incredulidad (muy curioso, por otra parte, o no, que el monje apoyó abiertamente a Trump en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016). Película valiosísima en la medida en que sirve de termómetro para diagnosticar que el nacionalismo y el paradigma identitario se están convirtiendo en vectores políticos decisivos en esta segunda década del siglo XXI,


Banksters de Marc Roche y Jerôme Fritel


No puedo ser objetivo con este documental en que su temática, el lavado de dinero procedente de la evasión fiscal o de actividades ilícitas a través de la banca comercial, coincide con la de dos de mis novelas: El Enclave - El temor del mensajero y El Enclave - Casandra encadenada. Conforme avanzaba la trama del film, no podía dejar de pensar en que los sucesivos eslabones fueron los mismos que utilicé para ir construyendo el argumento de ambos libros. Por lo tanto, debo decir que el documental me ha encantado. En vez de abordar el asunto de forma general, se centra en las prácticas y maniobras del HSBC, banco fundado por los británicos y que comenzó sus actividades en Hong Kong tras la derrota china en la Guerra del Opio. Tras reorientar su funcionamiento después de la devolución del mencionado territorio a China en 1997, se convirtió en un banco global que ha acabado por estar por encima de gobiernos y legislaciones nacionales. Banksters es una radiografía implacable del opaco funcionamiento del banco y sus oscuras conexiones con el dinero negro y con las intenciones del poder chino de alcanzar la hegemonía a nivel mundial. Documental apasionante e imprescindible.

West of the Jordan River de Amos Gitai


Tras participar en el Atlántida Film Fest de 2016 con Rabin, the Last Day, el director israelí Amos Gitai repite con este documental, que supone un considerable esfuerzo por exponer un retrato equilibrado y objetivo del estado actual de la situación entre israelíes y palestinos. Amos Gitai se sitúa en la órbita de la izquierda israelí y, a raíz de ello, está a favor de la negociación con los palestinos para llegar a una solución con dos Estados. Por tanto, está distante a las posturas del actual primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu. Ello le convierte en la persona idónea para hacer de puente entre ambos lados del conflicto y hay que reconocer que Gitai sabe dar la voz a todas las posiciones y obtenemos una perspectiva plural de toda la complejidad del problema y de la dificultad de su solución. Narrada con gran agilidad y claridad y con un montaje absolutamente preciso, West of the Jordan River se convierte en una magistral aproximación a un conflicto que dura ya más de un siglo (si nos remontamos a los orígenes lejanos del mismo) y que es una de las principales asignaturas pendientes de la diplomacia internacional.

El caso Oleg Sentsov de Askold Kurov


Un ejemplo más (y ya hay muchos) de acusación contra la arbitrariedad del régimen ruso de Vladimir Putin. Esta vez, la víctima es el director ucraniano Oleg Sentsov que permaneció en Crimea tras su anexión por Rusia y que acabó siendo acusado y condenado por pertenecer a una organización terrorista sin que hubieran aparecido los explosivos que el Servicio Federal de Seguridad (el temido FSB) afirmó manejar y sin que hubiera pruebas de las acciones que parece ser que pretendía llevar a cabo. Este documental muestra las arbitrariedades del proceso, las acusaciones de tortura contra los testigos y los acusados y la fragilidad del procedimiento, que refuerzan la percepción de autoritarismo y de ausencia de democracia real del sistema político ruso. Película breve (dura poco más de una hora) pero absolutamente contundente.

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