Hoy, empezamos en Suecia (con
vuelta al mundo incluida) y terminamos en la India. De una visión de la
realidad teñida de humorismo, pasaremos a otra visión marcada por tintes negros
y trágicos.
EL ABUELO QUE SALTÓ POR LA VENTANA Y SE LARGÓ (o cuando la narración se
justifica a sí misma)
TÍTULO: El abuelo que saltó por
la ventana y se largó. TÍTULO ORIGINAL: Hundraaringen som klev ut genom fönstret och
försvann. AÑO: 2013. NACIONALIDAD: Suecia-Croacia.
DIRECCIÓN: Felix Herngren. GUIÓN:
Felix Herngren y Hans Ingemansson, adaptando la novela homónima de Jonas
Jonasson. MÚSICA ORIGINAL: Matti Bye. DIRECCIÓN DE FOTOGRAFÍA: Göran Hallberg. MONTAJE: Henrik Källberg. INTÉRPRETES
PRINCIPALES: Robert Gustafsson, Iwar Wiklander, David Wiberg, Mia Skäringer,
Jens Hultén, Bianca Cruzeiro, Alan Ford, Sven Lönn, David Shackleton, Georg
Nikoloff, Simon Säppenen, Manuel Dubra, Cory Peterson, Kerry Shale, Philip
Rosch, Koldo Losada. PÁGINA WEB OFICIAL: http://www.acontracorrientefilms.com/pelicula/299/el-abuelo-que-salto-por-la-ventana-y-se-largo/.
Si tuviera que recordar mis
contactos con el humor sueco, sólo vendrían a mi mente dos películas. En primer
lugar, Pasión (1969) de Ingmar
Bergman. En un momento dado, Erland Josephson, que interpreta a un arquitecto,
dice que ha diseñado un centro cultural en Milán. Entonces, le preguntan: “¿Y
qué es un centro cultural?”. Esboza una leve sonrisa y responde: “Un monumento
al sinsentido de nuestras vidas”. En segundo lugar, estaría Las aventuras de Picasso (1978) de Tage
Danielsson, film que narra en clave de comedia la vida del pintor malagueño (al
que da vida el actor Gösta Ekman) y que no pasa de ser una insustancial
gamberrada. Tendría que sumar ahora a tan exigua lista El abuelo que saltó por la ventana y se largó, adaptación de una exitosa
novela de Jonas Jonasson, en la que un peculiar y extravagante humor es parte
fundamental de toda la historia.
La película parte de la situación
que describe el título: un anciano que va a cumplir 100 años y que va a ser
agasajado con una fiesta y con la visita de las autoridades locales al
geriátrico donde reside, decide marcharse huyendo por la ventana de su
habitación. En realidad, dicha acción no constituye un hecho aislado en su
trayectoria vital sino que, como veremos a lo largo del film, guarda una
indudable coherencia con todos los actos de su biografía, caracterizada por una
permanente despreocupación por las consecuencias que se pudieran desprender de
ellos. Este hecho provoca que su huida se acabe convirtiendo en una reacción en
cadena de sucesos inesperados que conducen la trama a circunstancias totalmente
imprevisibles.
Se ha intentado comparar esta
película con Forrest Gump (1994) de
Robert Zemeckis. Ello se debe a que veremos al protagonista en diversos
momentos históricos ocupando un lugar principal junto a Franco, el físico
Robert Oppenheimer, Harry S. Truman, el primer ministro sueco Tage Erlander,
Stalin o Ronald Reagan. Sin embargo, hay dos diferencias cruciales entre esta
película y Forrest Gump. Si esta
última era una fábula con moraleja (con un poco de esfuerzo y voluntad,
cualquiera puede conseguir las metas que se proponga en la vida), en El abuelo que saltó por la ventana… la
moraleja brilla por su ausencia o, en todo caso, es la contraria a la de la
película protagonizada por Tom Hanks: las cosas acaban pasando porque tienen
que pasar y, por ello, tampoco debemos obsesionarnos demasiado con que podemos
cambiar el curso de los acontecimientos. Por otro lado, frente a la visión
optimista que ofrecía Forrest Gump sobre
las posibilidades del marco institucional existente para poder progresar en él,
el film sueco arremete contra todos los sistemas políticos a los que repasa,
transmitiendo por ello una visión más bien ácrata o libertaria. Finalmente, El abuelo que saltó por la ventana…
acaba siendo una película cuya motivación principal acaba siendo el modo en que
una narración puede acabar autojustificándose, es decir, el modo en que puede
prescindir de cualquier tipo de excusa filosófica, doctrinal o moral y apoyarse
exclusivamente en ella misma para desarrollarse, crecer, retorcerse, dar giros
inesperados y llegar a un desenlace que se abre a la posibilidad de un bucle
infinito que permitiría que dicha narración no acabase nunca.
En este sentido, son ilustrativas
las palabras iniciales de la novela, las cuales corresponden a la dedicatoria:
“Nadie era capaz de hechizar a su
público como el abuelo, sentado allí, en el banco de madera, inclinado
ligeramente sobre su bastón y mascando rapé.
- Pero ¿es eso cierto, abuelo? –
preguntábamos pasmados sus nietos.
- Quienes sólo saben contar la
verdad no merecen ser escuchados – contestaba el abuelo”.
En consonancia con lo dicho, la película posee
un ritmo agilísimo (demasiado acelerado en algunos momentos), resulta
francamente entretenida y se beneficia de una gran interpretación de Robert
Gustafsson, que da vida al personaje principal desde su juventud hasta la vejez
y que se permite hasta ciertos guiños que pudieran entenderse como homenaje a
Mario Moreno Cantinflas o Peter Sellers (que sólo podrán llegar a ser captados
si se ve la película en versión original). En definitiva, una película que se
deja ver con agrado y que hace que sus dos horas de duración pasen, realmente,
volando y sin dar ni un respiro al espectador.
Nota (de 1 a 10): 7.
Lo que más me gustó: Es francamente entretenida.
Lo que menos me gustó: 1) Un
pelín acelerada. 2) ¿Es creíble ver a Franco bailando flamenco?
GANGS OF WASSEYPUR (PARTE 1 Y PARTE 2) (o cómo las mafias se parecen en
todas partes)
TÍTULO: Gangs of Wasseypur – Parte 1 y Gangs of
Wasseypur – Parte 2. TÍTULO ORIGINAL: Gangs
of Wasseypur – Part 1 y Gangs of
Wasseypur – Part 2. AÑO: 2012. NACIONALIDAD:
India. DIRECCIÓN: Anurag Kashyap. GUIÓN:
Akhilesh Jaiswal, Anurag Kashyap, Sachin K. Ladia y Zeishan Quadri. MÚSICA
ORIGINAL: Sneha Khanwalkar. DIRECCIÓN DE FOTOGRAFÍA: Rajeev Ravi. MONTAJE: Shweta Venkat. INTÉRPRETES
PRINCIPALES: Manoj Bajpayee, Richa Chadda, Nawazuddin Siddiqui, Tigmanshu Dhulia,
Jameel Khan, Piyush Mishra, Jaideep Ahlawat, Huma Qureshi, Zeishan Quadri,
Vipin Sharma, Satyakam Anand, Aditya Kumar, Rajkummar Rao, Vineet Singh, Mukesh
Chhabra, Anurita Jha, Murari Kumar, Reema Sen, Pankaj Tripathy. PÁGINA WEB OFICIAL: https://www.facebook.com/wasseypurworld. PÁGINA EN FILMIN: https://www.filmin.es/pelicula/gangs-of-wasseypur-parte-1-y-2.
En Occidente, si se nos habla del
cine de la India, pensaremos en Satyajit Ray (con su imprescindible Trilogía de Apu: Pather Panchali – 1955 -, Aparajito
– 1956 – y Apur Sansar – 1959 -)
y en las típicas producciones de Bollywood cuyo estilo se utilizó en Slumdog Millionaire (2008) de Danny
Boyle. Por ello, es noticia que una producción de ese país se haya podido ver
en España. Pero es que Gangs of Wasseypur
no es una película cualquiera. Para empezar no es la típica película de
Bollywood que, en principio, podemos esperar. La escena inicial es, en este
sentido, toda una declaración de principios. Porque lo que vemos es,
precisamente, la habitual escena musical que, inmediatamente, asociamos a dichas
películas. La cámara, entonces, empieza a retroceder y nos damos cuenta de que
se trata de una emisión televisiva. La cámara sigue retrocediendo y
descubriremos que el televisor se halla en un bar donde el público presente
contempla en silencio el programa. Y, de repente, una ráfaga de metralleta
interrumpe la tranquilidad. La cámara gira violentamente hacia el origen de los
disparos y comprobamos cómo procede de una furgoneta de la que desciende un
grupo armado. Frente a una historia y un escenario idílicos, la dura e implacable
realidad hace acto de presencia, mostrada a través de un magnífico
plano-secuencia que, más allá de ser un mero ejercicio de estilo, es el anuncio
de que las intenciones estéticas del director tienen una enjundia y profundidad
que van más allá de nuestras expectativas iniciales.
No será esa la única andanada
anti-Bollywood de Gangs of Wasseypur. En
la segunda parte del film, uno de los personajes principales (el político
incombustible que sobrevive a todas las vendettas),
pregunta a sus interlocutores que por qué piensan que sigue vivo. Su respuesta
es que la causa de ello es que no se dedica a ver las películas de gangster y matones que tanto gustan al
público. Y su frase final es lapidaria:
“… mientras Bollywood siga
haciendo esas putas películas, en este país seguirá habiendo idiotas”.
Es decir, esto no es Bollywood,
esto es otra cosa bastante distinta.
Gangs of Wasseypur tiene una duración total de 5 horas y 16
minutos. Debido a su largo metraje, ha sido estrenada en salas comerciales
dividida en dos partes. No obstante, fue proyectada íntegramente en la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes en el año 2012 y su éxito fue inmediato. La razón de ello es que Gangs of Wasseypur es un impactante retrato (basado en hechos
reales) de la lucha de clanes mafiosos en las ciudades de Dhanbad y Wasseypur,
que pertenecen actualmente al estado indio de Jharkhand, aunque anteriormente
estaban adscritas, primero, a la región de Bengala y, después, con la
independencia de la India en 1947, al estado de Bihar. Gangs of Wasseypur es el implacable y duro retrato de un territorio
en el que el Estado como tal no existe, sino que es un mero conjunto de
estructuras de poder destinadas a succionar los recursos en beneficio de una minoría
dirigente y en el que una sociedad civil desarticulada y sin medios de defensa
tiene que buscar el amparo de grupos violentos para sobrevivir a los ataques de
otros grupos mafiosos. La película es una saga que empieza años antes de la
independencia india y que se prolonga por tres generaciones que, aun cambiando
sus modos, maneras y apariencias, mantiene intactas sus mentalidades y sus
pautas de conducta, llevando las mismas a una violencia permanente, siempre
brutal y despiadada.
Gangs of Wasseypur bebe de las influencias de muchos films de gangsters occidentales y no será difícil
encontrar influencias de títulos como A
quemarropa (1967) de John Boorman, El
Padrino (1972) y El Padrino (2ª
parte) (1974) de Francis Ford Coppola, El
precio del poder (1983) de Brian de Palma, Érase una vez en América (1984) de Sergio Leone, Uno de los nuestros (1990) y Casino (1995) de Martin Scorsese o Ciudad de Dios (2002) de Fernando Meirelles
y Kátia Lund e, incluso, de clásicos ajenos al género como Iván el Terrible (1944) y La
conjura de los boyardos (1958) de Sergei M. Eisenstein. Pero lo más
sorprendente es que todos estos influjos adquieren una vida distinta y se
renuevan en un contexto completamente diferente. Siendo reales y evidentes las
huellas de todos estos títulos, Gangs of
Wasseypur es una obra original y poderosa, con una personalidad propia que nos
atrapa desde el primer instante con unas imágenes hipnóticas y un ritmo
trepidante y que se ha convertido, por sus méritos y virtudes, en una de las
más gratas sorpresas cinematográficas de los últimos años. A partir de ahora,
su director, Anurag Kashyap - realizador de títulos como Black Friday (2004), Bombay
Talkies (2013) y Ugly (2013)-
será un nombre al que hay que seguir muy atentamente para ver si su obra nos
depara films tan soberbios como el que nos ha brindado con esta saga que ya
forma parte de lo mejor que ha brindado el género negro en las últimas décadas.
Nota (de 1 a 10): 9.
Lo que más me gustó: La grandiosidad de la propuesta. Su ritmo ágil
y trepidante. Su implacable retrato de una realidad despiadada. Los dos
magníficos planos-secuencia del asalto a la casa del protagonista.
Lo que menos me gustó: Es inevitable que la banda sonora nos
chirríe en Occidente en algunos momentos.
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