17º FESTIVAL DE MÁLAGA - CINE ESPAÑOL 2014 - JORNADA 5



Hoy, en la quinta jornada del Festival de Málaga, hemos visto dos películas con dos estilos y dos identidades absolutamente contrapuestos. Muchas veces, el contraste es la chispa del conocimiento...


EL ORO DEL TIEMPO (o Abbas Kiarostami se pasea por Galicia)

TÍTULO: El oro del tiempo. TÍTULO ORIGINAL: O ouro do tempoAÑO: 2013. NACIONALIDAD: España. DIRECCIÓN Y GUIÓN: Xavier Bermúdez. MÚSICA ORIGINAL: Coché Villanueva. DIRECCIÓN DE FOTOGRAFÍA: Alfonso Sanz. MONTAJE: Xavier Bermúdez y Manane Rodríguez.  INTÉRPRETES PRINCIPALES: Nerea Barros, Ernesto Chao, Manolo Cortés y Marta Larralde. PÁGINA WEB OFICIAL: http://www.xamalufilmes.com/index.php?option=com_content&view=article&id=181&Itemid=148&lang=es.

Xavier Bermúdez destacó en la edición de 2004 del Festival de Málaga. Diez años después, vuelve con El oro del tiempo. A la hora de analizar esta película, el principal escollo con el que me encuentro es con su estilo. Bermúdez tiene un estilo pausado y contemplativo, que lo aproxima bastante al cine, por ejemplo, del francés Eric Rohmer o del iraní Abbas Kiarostami. Tengo que admitir que a mí no es el estilo que más me gusta, por lo que tengo que hacer un especial esfuerzo para ser objetivo y no opinar exclusivamente en función de mis gustos personales. Este tipo de películas, además, suelen requerir, al menos, dos visionados, de forma que se logren captar muchos de los detalles que, seguro, se te han podido escapar en una primera visión. Como, afortunadamente, hemos podido estar en la rueda de prensa posterior al pase de la película, lo que allí se ha dicho nos ha servido para identificar muchos de los matices de la historia.

Es curioso cómo hay determinados temas que, esporádicamente, se repiten a lo largo de la historia del cine español y, posiblemente, de cualquier cinematografía nacional, y que tienden a aparecer según una determinada pauta temporal. La premisa argumental de El oro del tiempo es el tema de la criogénesis. Alfredo Méndez es un médico que vive en un pequeño pueblo gallego y que mantiene en su casa "congelado" (podríamos decirlo así) el cadáver de su esposa para reanimarlo cuando se encuentre una cura para la enfermedad que le afectó. Así, la vida del doctor es una espera, larga e incierta, sin saber si sus propósitos van a llegar a buen puerto. Una espera que, en última instancia, ha convertido su vida en un anhelo sobre el que no hay constancia de que pueda ser realizado...





Ya en 1975, Pedro Lazaga realizó una película sobre el mismo tema, Largo retorno (http://www.imdb.com/title/tt0073266/) y en 1997 una famosa película de un famoso director español también trató el tema (no decimos cuál para no destripar el desenlace a quienes no la hayan visto). En esta ocasión, la película de Xavier Bermúdez es absolutamente reflexiva y busca, más que generar una trama convencional, indagar en las vivencias, sentimientos y meditaciones de quienes están implicados en la historia. A partir de esta premisa, se pueden identificar varios niveles en la historia que va más allá de lo que las apariencias indican. Porque la película nos habla de quien espera sin saber si hay motivo para la esperanza, de las tensiones entre padres e hijos, de amores imposibles y, a un nivel más profundo, también recoge una metáfora política, en la medida en que, tal como nos confirmó el director a una pregunta nuestra en la rueda de prensa, la disconformidad que muestra el protagonista ante la muerte es reflejo de otras disconformidades que también alberga frente a la realidad social que le rodea (y su aislamiento es, posiblemente, otra vía de escape frente a ese estado de ánimo).

Bien interpretada y elegantemente rodada, el problema de este tipo de cine es que, o bien le cuesta al espectador encontrar la dinámica interna de la historia, o bien, en muchas ocasiones, se descuida esa propia dinámica pensando que la contemplación, por sí misma, basta para articular la narración. Por lo tanto, creo que El oro del tiempo les gustará a aquellos espectadores que les guste el tipo de cine que inicialmente hemos descrito. A los demás, les costará captar los méritos que, sin duda, esta película tiene.






Nota (de 1 a 10): 6.

Lo que más me gustó: Su elegante retrato de la melancolía. La preciosa escena en la que Marta Larralde canta Je ne regrette rien de Edith Piaf.

Lo que menos me gustó: Esta película tiene su público y es muy difícil que pueda convencer a un público diferente.

 

El autor de este blog junto a la actriz Marta Larralde


Como en esta película, Marta Larralde interpreta Je ne regrette rien de Edith Piaf, incluimos videoclip de la canción, una de las más grandes de todos los tiempos.







DIOSES Y PERROS (o Budd Boetticher se pasea por Madrid)

TÍTULO: Dioses y perros. TÍTULO ORIGINAL: Dioses y perrosAÑO: 2014. NACIONALIDAD: España. DIRECCIÓN: David Marqués y Rafa Montesinos. GUIÓN: David Marqués y Jesús Martínez Balmaceda. MÚSICA ORIGINAL: Mario de Benito. DIRECCIÓN DE FOTOGRAFÍA: Eva Díaz. MONTAJE: Jota Aronak.  INTÉRPRETES PRINCIPALES: Hugo Silva, Megan Montaner, Juan Codina, Elio González, Enrique Arce, Miriam Benoit, Ricard Sales, Lucía Álvarez, Adrián Gordillo, Víctor Palmero, Javier Sesmilo. PÁGINA WEB OFICIAL: https://www.facebook.com/diosesyperros.

Budd Boetticher dirigio en el período 1956-1960 una serie de westerns (Seven men from now -1956-, Los cautivos -1957-, Cita en Sundown -1957-, Buchacan cabalga de nuevo -1958-, Cabalgar en solitario -1959-, Estación Comanche -1960-), todo ellos protagonizados por Randolph Scott, que reunían unas características similares: duración de poco más de una hora, máxima concisión expresiva, escenarios rocosos y desérticos, estilo seco y áspero... Cuando he visto Dioses y perros, he recordado esas películas del Oeste porque comparte con ellas esa tendencia a contar una historia con las secuencias justas, ni una más ni una menos, y a construirla con pocas piezas pero todas ellas muy bien configuradas.

Hugo Silva interpreta a un antiguo boxeador que se tiene que ganar la vida de sparring y cuyo entorno está sufriendo las consecuencias de la crisis económica. A partir de esa premisa, vamos conociendo a distintos personajes: a su antiguo entrenador, al boxeador al que ayuda a entrenar, a un viejo competidor que sufre de alcoholismo, a la esposa de este, a una maestra que se enamora de él... Un pequeño microcosmos cuyas relaciones, al final, encajan unas con otras hasta llegar al desenlace. Un perfecto mecanismo que se resuelve con brillantez y solvencia.






La película está dirigida al alimón por David Marqués (quien con anterioridad había realizado Cualquiera -2003-, Aislados -2005-, Desechos -2010- y En fuera de juego -2011-) y Rafa Montesinos (que cuenta en su haber con Aquitania -2005- y numerosos episodios de series de televisión como Herederos o Gavilanes) y sorprende por la seguridad y solvencia con que está ejecutada, su agilidad narrativa y, sobre todo, por la magnífica actuación de todo el reparto. Cada uno de los actores y actrices está en su tono justo, sin quedarse cortos ni pasarse en sus interpretaciones, y transmiten el carácter de sus personajes con plena credibilidad. Hay que citar los nombres de Hugo Silva, de Megan Montaner, de Elio González, de Juan Codina, de Miriam Benoit, de Enrique Arce, de Ricard Sales, de Lucía Álvarez y de Albert Forner porque todos ellos están estupendos y dan plena verosimilitud a la trama.

En definitiva, Dioses y perros es un perfecto artefacto narrativo que se ve con agrado, que deja huella por la fuerza con que están caracterizados sus personajes y que se resuelve con la máxima economía de recursos narrativos y con la máxima honestidad posible hacia el espectador.



Nota (de 1 a 10): 7,5.

Lo que más me gustó: Sus perfectas concisión y medida del ritmo. Todo el reparto está en el tono adecuado.

Lo que menos me gustó: Te quedas con ganas de más película.


Incluimos videoclip con una canción de Tyla J. Pallas, artista del que se incluyen varias canciones en la banda sonora de Dioses y perros y que sirven para crear el ambiente en el que se desenvuelve la película.






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