Esta mañana, en el Festival de
Cine de Málga, hemos visto una magnífica película. En mi opinión, la mejor de
todo lo que llevamos visto en la Sección Oficial. Además, continuamos con el relato de ciencia-ficción…
SOMOS GENTE HONRADA (o cuando una pantalla de cine desprende calor humano)
TÍTULO: Somos gente honrada. TÍTULO
ORIGINAL: Somos gente honrada. AÑO: 2013. NACIONALIDAD: España. DIRECCIÓN
Y GUIÓN: Alejandro Marzoa. GUIÓN: Miguel Ángel Blanca, Juan Cruz y Alejandro
Marzoa. MÚSICA ORIGINAL: Sergio Moure. INTÉRPRETES PRINCIPALES:
Paco Tous, Miguel de Lira, Unax Ugalde, Manuela Vellés, Marisol Membrillo, Manuel Lozano. PÁGINA
WEB OFICIAL: https://es-es.facebook.com/SomosGenteHonrada?group_id=0&filter=1.
Cuando, en una entrada reciente, comentamos Los amantes pasajeros (2013) de Pedro Almodóvar (),
ya hablamos de que, posiblemente, la comedia era el género cinematográfico más
complicado de afrontar. Como decía el personaje interpretado por Alan Alda en Delitos y faltas (1989) de Woody Allen, “una
comedia, si se curva, tiene gracia; si se rompe, no tiene gracia “. Las
dificultades son aún mayores si, en vez de una comedia pura, se trata de una
comedia dramática. ¿Hay que incluir gags o
no?¿En qué momento tienen que aparecer?¿Cuando hay que dejar de hacer reír y
empezar a encoger un poquito el corazón a los espectadores? (Si no tienen claro
a qué me puedo referir, ven la escena de Crímenes
del corazón (1986) de Bruce Beresford en la que las tres hermanas
protagonistas se están partiendo de risa mientras hablan del colapso sufrido
por un familiar y lo entenderán…). Aunque no nos lo acabemos de creer, en
España solemos tener buena mano para los géneros y si, más de una vez, hemos
hablado de la tradición de cine negro o del fantastique que existe en nuestro país, no es menor el dominio que tenemos de la comedia.
Títulos como La vida por delante (1958)
de Fernando Fernán Gómez, Los tramposos (1959)
de Pedro Lazaga, Mi noche de bodas (1961)
de Tulio Demicheli, Plácido (1961) y El verdugo (1963) de Luis García
Berlanga, La niña de luto (1964) de
Manuel Summers, Sal gorda (1984) de
Fernando Trueba, ¿Qué he hecho yo para
merecer esto! (1984) y Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988),
de Pedro Almodóvar La vida alegre (1987)
de Fernando Colomo o Cha-cha-chá (1998)
de Antonio del Real demuestran que la categoría de nuestra comedia no tiene que
envidiar nada a la de otras cinematografías (en especial, a la de Francia, que,
aunque más prestigiosa, tiene mucha menos gracia que la nuestra - no incluyo a Jacques Tati dentro de esa afirmación). A esta lista,
por méritos propios, hay que añadir a partir de hoy Somos gente honrada (2013) de Alejandro Marzoa, película que
podríamos definir como comedia dramático-costumbrista y que se ha proyectado
esta mañana en la Sección Oficial del Festival de Cine de Málaga de este año.
Hace unos años, vimos Temporada 92-93 (2007), cortometraje realizado
por este director y donde una amistad se ponía a prueba por culpa de un signo
en un boleto de la quiniela. En Somos
gente honrada, otra amistad se va a poner también a prueba, aunque por
culpa de un asunto de mayor enjundia. Con el telón de fondo de la actual crisis
económica, asistimos al retrato fiel, honesto y sencillo (que no superficial)
de unos personajes marcados, desde la primera escena de la película, por su
autenticidad y verosimilitud. Hay que tener mucho talento (sobre todo,
tratándose de una opera prima) para,
desde el primer momento, saber dar el tono correcto al film, para mantener el
ritmo a lo largo de noventa minutos sin ninguna duda o desfallecimiento y para
realizar una dirección de actores tan precisa y convincente. Y, además, para
transmitir el mensaje de que existen valores más importantes que los
estrictamente materiales sin caer en la cursilería o el sentimentalismo fácil.
Aunque es obvio que debemos poner
en primer plano el trabajo de los dos protagonistas (Paco Tous y Miguel de
Lira), el resto del reparto brilla al mismo nivel y ofrece un elenco de
secundarios absolutamente creíble. Por supuesto, también hay que alabar el
magnífico guión: aunque pueda parecer sencillo, tiene más capas de las que
aparenta y, sobre todo, hay que mencionar el esfuerzo (muy bien disimulado) que
realiza para fundamentar la psicología y motivación de los personajes.
Si les gusta el cine de Frank
Capra o la comedia española de los 50 y 60 (como, p. ej., Los tramposos), vean esta película a partir del 7 de junio (fecha
en que será estrenada). No sólo no se arrepentirán, sino que les agradará y, lo
más importante, en su corazón deberán dejar un hueco para unos personajes tan
tiernos y entrañables como los que aparecen en esta magnífica película.
Nota (de 1 a 10): 8.
Lo que más me gustó: El talento
demostrado por el director. La interpretación de todo el reparto y, en
especial, de los dos protagonistas: Paco Tous y Miguel de Lira.
Lo que menos me gustó: Tener que separarnos de unos personajes que
ya se han convertido en unos buenos amigos.
* * *
Foto de la rueda de prensa posterior a la proyección de la película
con el equipo y los productores del film:
José Corbacho y Andreu Buenafuente
Foto del autor de este blog con los protagonistas de la película (Paco
Tous, a la izqda. y Miguel de Lira, a la dcha.), con el director y con Marisol
Membrillo, respectivamente. El menos fotogénico de todos, evidentemente, soy
yo.
LOS INTRUSOS (IV)
La mirada de Harry se clavó en
suelo, sin querer prestar atención a las palabras que Yaba iba pronunciando
como una especie de clavo que fuera penetrando lentamente en su cerebro.
- No sé de qué me hablas – dijo Harry-.
Además, no me interesa… La cuestión es que hemos venido aquí para saber quiénes
son los clones que están volviendo a poner en peligro la seguridad de nuestro
planeta…
- Mire, agente Ford – dijo Yaba-.
Si consideramos la verdad de todo este asunto, yo no he cometido delito alguno.
En todo caso, una falta menor que se puede solventar con una leve multa…
- Repito… ¿Quiénes son los clones
a quienes usted ha dado Tarjetas Complex falsificadas?
Yaba se volvió a sentar en la
butaca que presidía todo el despacho, apoyó los codos sobre la mesa y
entrecruzó sus dedos de modo sutilmente desafiante.
- Venga con pruebas y hablaremos…
Mi organización es muy amplia. Es muy fácil que alguien haya hecho algo que no
se ajuste completamente a lo que dictan nuestras sabias leyes. Pero sin
pruebas, no sé de qué me están hablando…
Ford sabía que ese momento iba a
llegar. Miró a Rip y le guiñó un ojo. Era la señal convenida. Sólo pasaron
cinco segundos antes de que dos claros pitidos sirvieran para anunciar a todos
qué acababa de suceder. El Identificador que portaba Rip Ley había conectado la
señal de los dos chips que portaban los dos matones que hacían de
guardaespaldas de Yaba. El rostro de esos matones se ensombreció. Se dieron
cuenta que se habían equivocado al no registrar a los dos agentes que habían
entrado en el despacho de jefe. Apenas tuvieron tiempo de alejarse lo
suficiente antes de que Ley sacara el Desactivador del interior de su chaqueta
e inmovilizara a los dos sicarios, quienes cayeron al suelo en medio de
convulsiones espasmódicas.
Pero si los agentes actuaron con
rapidez, Yaba no les fue a la zaga. Accionado un pulsador camuflado en la pared,
durante sólo un par de segundos se abrió una puerta oculta y se deslizó rápidamente
hacia el interior de un pasillo oculto que se cerró tan velozmente como había aparecido.
Ford reaccionó a gran velocidad y se dirigió al pulsador que había accionado
Yaba. Pero la pared no volvió a abrirse. Por la ventana, pudo ver como un
Aerocar despegaba de la azotea del Empire Club y se dirigía a las Autopistas
Elevadas de Megápolis.
A través del intercomunicador que
portaba en la solapa de su chaqueta, Ford se comunicó con la Central del Grupo
Operativo.
- Atención, me dirijo a la puerta
principal del Empire Club. Que el Aerocar que tenemos preparado, esté allí
cuanto antes… Yaba ha escapado… Su chip está protegido de la acción del
Desactivador… Tenemos que perseguir a Yaba y sacarle toda la información que
tiene… Procedan a clausurar el Empire Club…
En ese momento, la voz de Bryant
Zaius apareció de improviso en medio de la comunicación establecida.
- No, Harry, no… Perseguiremos a
Yaba pero es mejor que dejemos el Empire Club tal como está… No podemos llamar
la atención…
El clavo que introdujo Yaba en el
cerebro de Ford había empezado a surtir efecto. ¿Sería verdad lo que le había
insinuado, algo que él sabía perfectamente de qué se trataba?
(Continuará…)
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