Hoy, en nuestra segunda entrega de la sección Territorio
Latinoamericano del Festival de Cine de Málaga, comentaremos un trepidante thriller político, Colosio: el asesinato e incluimos una entrevista con su director.
COLOSIO: EL ASESINATO (o viaje a las cloacas del poder)
TÍTULO: Colosio: El asesinato. TÍTULO
ORIGINAL: Colosio: El asesinato. AÑO: 2012. NACIONALIDAD: México. DIRECCIÓN:
Carlos Bolado. GUIÓN: Hugo Rodríguez, Carlos Bolado y Miguel Necoechea,
adaptando el libro La culebra de
Carlos Puig. MÚSICA ORIGINAL: Pascual Reyes. INTÉRPRETES PRINCIPALES:
José María Yazpik, Daniel Giménez Cacho, Kate del Castillo, Odiseo Bichir,
Tenoch Huerta, Harold Torres, Dagoberto Gama, Emilio Echevarría, Enoc Leaño,
Luis Ernesto Franco, Ximena González-Rubio, Karina Gidi, Marco Pérez, Gustavo
Sánchez Parra, José Sefami. PÁGINA WEB OFICIAL: http://www.colosioelasesinato.com.mx/.
El 23 de marzo de 1994, Luis Donaldo Colosio, candidato del PRI mexicano
a la Presidencia de la República, fue asesinado en la ciudad de Tijuana, estado
de Baja California. Las investigaciones realizadas por la Procuradoría General
de la República determinaron que había habido un único tirador, identificado
como Mario Aburto Martínez, quien habría actuado en solitario sin que hubiera
un instigador intelectual del magnicidio. Colosio:
El asesinato es una magnífica película, dirigida por Carlos Bolado, que pone
en cuestión la tesis oficial y que abre inquietantes interrogantes sobre un
posible complot para asesinar al candidato. La película se presenta como “una
ficción basada en hechos reales” y, desde el punto de vista del género
cinematográfico, es un thriller político
de alto voltaje, dirigido con pulso firme y decidido que, con toda justicia, ha
tenido un gran éxito en México, donde ha alcanzado la cifra de 1.200.000
espectadores. Y digo con toda justicia porque se trata de un film que engancha
desde el primer momento y que constituye una aguda y ácida reflexión sobre los
mecanismos del poder y la indefensión del individuo frente a la todopoderosa
maquinaria del Estado y de los intereses ocultos que se cobijan a su sombra.
Carlos Bolado, con anterioridad, había realizado los films Bajo California: El límite del tiempo (1998),
Crónica de un desayuno (2000), Sólo Dios sabe (2006) y Nochebuena (2008) y el documental Promesas (2001), se sale de los cauces
por los que ha transcurrido su carrera y realiza un film intenso y adrenalítico
donde se percibe claramente su experiencia como montador en varios títulos (el
más destacado Como agua para chocolate -1992-
de Alfonso Arau) ya que la edición del film es en Colosio: El asesinato un instrumento fundamental para sumergir al
espectador en un torrente vertiginoso pero, a la vez, cristalino que es capaz
de diseccionar con precisión de escalpelo de cirujano los recovecos de un caso
sobre el que existen más dudas que certezas.
Testimonio de una época fundamental de la Historia de México
(incorporación al Tratado de Libre Comercio firmado con Estados Unidos y
Canadá, el levantamiento zapatista en Chiapas, el asesinato antes descrito, el
asesinato posterior del Secretario General del PRI, José Francisco Ruiz Massieu
–que aquí también aparece y del que no desvelaremos su relación con el
anterior-, la crisis económica del período 1994-1995…), Colosio: El asesinato puede ser vista, además, como un emocionante thriller de suspense, de modo que amplios
grupos de espectadores pueden encontrar en la película un producto atractivo e
interesante. Esperemos que tanto esta película como la que comentamos el pasado
martes (El sueño de Lú) encuentren
distribución en España y disfruten de una buena promoción. Sería una verdadera
lástima que el público de nuestro país se perdiera las dos joyas que, desde
México, han recalado en el Festival de Málaga.
Nota (de 1 a 10): 8.
Lo que más me gustó: Su ritmo trepidante. Su valentía al iluminar
zonas oscuras de una investigación cerrada en falso.
Lo que menos me gustó: Puede perjudicarle cierto parecido de su
estructura con la de JFK (1991) de
Oliver Stone.
El autor de este blog junto al director mexicano Carlos Bolado
ENTREVISTA A CARLOS BOLADO
Justo unos minutos después de
concluir la proyección del film Colosio:
El asesinato en la Sección Territorio Latinoamericano del Festival de
Málaga, nos ofreció, muy amablemente, esta entrevista.
PREGUNTA (P): Estamos con Carlos Bolado, director de la película Colosio: El asesinato que acabamos de
ver. Tenemos la adrenalina por las nubes después de ver un thriller político tan emocionante. A partir de ahora, cuando
hablemos de este género, aparte de los nombres de Costa Gavras, Francesco Rosi
u Oliver Stone, también vamos a tener que añadir el nombre de este director
mexicano porque nos ha impresionado con su obra. Bienvenido a España.
RESPUESTA (R): Muchas gracias.
P: Quisiera que expusiera a los lectores del blog la temática del film
y los puntos fuertes que va a encontrar en él si deciden ir a verlo.
R: Bueno, es un thriller político que hicimos pensado
que funcionara, como digo yo, para el chino y el chileno, es decir, pensando en
los extremos. Es decir, que toda la gente pueda ver la película y la vivan como
una película y la disfruten como una película sin que tengan que tener una
referencia histórica sobre el tema porque una película siempre debe poder
contar, debe atraerte, debe hacerte sentir algo en un término universal. Y, luego,
el cine en el que yo creo, el cine en capas, con distintas capas, permite que
la gente que conozca hasta el final y que conozca la Historia de México llegará
hasta la última de ellas. De todas formas, las referencias son muy puntuales y
claras. Si tú conoces la Historia de México, verás que no hay ningún cabo
suelto. Pero también la puedes no conocer. Puedes ser un espectador de cine que
quiere ver una película que le diga algo, que le cuestione, que le atrape, que
lo haga pensar, que lo entretenga y que le hable de la condición humana. Yo
creo que para que no entremos en un cine muy frívolo, anodino, que se te olvide
al día siguiente qué viste, para que veas una película y tengas esa sensación
de que te haga comentarla en la cena, que te haga platicar, eso es lo que yo
quería hacer. La película habla del asesinato de un candidato presidencial en
los noventa al Gobierno de México. En esa época, como llevaba más de setenta
años gobernando el mismo partido, la gente que era elegida por el Presidente se
convertía en el nuevo Presidente. Por eso, Vargas Llosa lo llamó la dictadura
perfecta: cambian la cara pero sigue el mismo partido y el mismo sistema. Lo
que sucedió con ese candidato es que hubo un crimen de Estado. El mismo
gobierno decidió que no les convenía porque se deslindó antes de tiempo de
quien lo había ungido y eso le costó la vida. Y la película empieza a platicar
de eso. Ahora, como decimos en México, ¿para qué vas a ver una película si ya
sabes que lo matan? Pero es que la historia empieza, precisamente, con la
investigación de ese asesinato. En este sentido, yo pensaba que, aparte del
cine de Francesco Rosi, siempre tuve claro Ciudadano
Kane de Welles. La idea de cómo vas, como con una cebolla, quitando las
capas y descubriendo lo que hay detrás.
A veces, detrás de la persona pero, a veces, detrás del móvil del crimen y de
los porqués.
P: Viendo la película y, sobre todo, en la escena en la que aparece el
veterano actor Emilio Echeverría, en un papel corto, a mí me ha recordado un
capítulo de La muerte de Artemio Cruz de
Carlos Fuentes que se desarrolla en el momento en que se produce la muerte del
presidente electo Alvaro Obregón y tiene lugar la transición hacia el ascenso
de Plutarco Elías Calles. En ese pasaje de la novela, es como si se
establecieran unas reglas tácitas que son las reglas del juego. Me gustaría
preguntarte si este paralelismo que he visto es cierto y si, en un momento
dado, esas reglas del juego entran en crisis porque la persona que debía
apartarse del poder no se aparta y ahí el sistema del PRI entra en una crisis
que le lleva a perder años después las elecciones.
R: Bueno, en términos concretos
hubo un hombre que estuvo en la presidencia que pensó en reelegirse, que pensó
en cambiar la Constitución, que fue el presidente Salinas de Gortari, pero un
intento similar ya le había costado la vida a otro candidato presidencial, a
Alvaro Obregón. Yo hago la referencia a Obregón (en un momento dado de la
película, alguien lee un periódico de esa época) porque habla de eso. Fue un
candidato que, cuando acaba de ser elegido, es asesinado. Ahí hay una
similitud: un asesinato dentro del Estado, del
Estado mismo, protegido por el Estado, de forma que nunca quedó aclarada
la muerte del todo. Supuestamente, fue una conspiración católica pero yo creo
que está mucho más allá y creo que había mucha gente interesada en que él saliera
del gobierno porque él se quería enquistar en el poder y, quizás, entre Calles
y los demás lo sacaron. Pero el hecho de que, dentro del Estado, mataran a una
de sus gentes preferidas, una gente del mismo partido, una lucha interna,
fratricida era lo que yo quería incluir. Yo tenía todas estas referencias y
que, muchas veces, está en el inconsciente. Tú, de repente, me la recuerdas y
dices: “Claro. Si yo lo he leído”. Te la señalan y ves que es verdad que viste
tal película o leíste tal libro. Y terminas atando cabos. La creación, de
repente, es todas esas influencias… Yo tenía presente el cine de Francesco Rosi
pero también existen todas esas referencias... En relación al personaje de
Emilio Echevarría, yo quería que esta persona fuera el poder, que tiene cierta
añoranza, que ha sido apartado a un lado, que tiene cierto resentimiento, que
dice: “Yo sé quiénes son. A mí no me engañan…”
P: Claro, es que hay ciertos personajes (en la vida real) que quieren
hablar de lo que se cuece en las cocinas del poder…
R: Exacto. Pero también hay una
referencia muy clara a Gutiérrez Barrios. Para la gente que no conoce la
Historia de México, hubo un Secretario de Gobernación que se llamaba Fernando
Gutiérrez Barrios que fue el creador del Estado Mayor Presidencial (que es el
cuerpo que cuida al Presidente), que fue el que, gracias a él, existe la
Revolución Cubana y Fidel Castro porque fue el que los tenía que arrestar y fue
a decirle a Fidel: “Se tienen que ir. Tengo orden de arrestarlos y los voy a
meter en la cárcel y se va a acabar su sueño. Váyanse a Granma”. Y se fueron. Tuvo una enorme relación con Salinas. Tuvo
una enorme relación con Fidel Castro. Es un personaje que, para mí, es
enormemente paradójico, enigmático… Empezó con Alemán, que fue el primer
presidente civil de México, estuvo hasta con Salinas y que, cuando matan a
Colosio, dice que él quiere ser candidato, que él quiere ser el presidente. Y,
entonces, lo hacen a un lado. Pero estuvo más de cuarenta años en el poder,
desde los 40 hasta los 90: Director Federal de Seguridad Pública, se encargó de
la seguridad nacional, Subsecretario de Gobernación, Gobernador de Veracruz… Es
ese personaje. Pero también es un personaje, como muchos otros, alejado del
poder, que se siente envejecer, que lo empiezan a hacer a un lado, y, de
repente, dice: “Yo os formé. Yo los conozco. Yo sé los secretos. Yo sé quiénes
son ustedes”. Y esto es algo que también es muy universal. Es donde uno juega
con lo particular y lo universal: el cine en capas, nuevamente…
P: 1.200.000 espectadores en México. Una cifra impresionante. ¿Ha
suscitado la película un debate en el país sobre el asesinato y sobre si sería
necesario revisar el caso y abrir nuevamente la investigación?¿O ha quedado en
un impacto cinematográfico y punto?
R: Cinematográfico y político…
Los comentarios pasaron de las reseñas de cine a los programas políticos, a las
entrevistas que dejaron de ser entrevistas directamente a revistas de cine y a
programas de espectáculos y pasaron a ser entrevistas con programas como los de
Carmen Aristegui y de otros periodistas famosos y, de repente, yo tenía
entrevistas donde yo me decía: “Pero si este es un programa de política. Tengo
que ir allí a hablar de política”. De repente, empezamos a tener este tipo de
llamadas… La investigación sobre el asesinato de Colosio está considerada
cerrada pero no concluida, digamos… O sea, está abierta a que si aparecen más
pruebas, se reabre el caso. Por el momento, con lo que se tuvo de pruebas, no
se puede acusar a nadie y ahí se quedó. Si aparecen pruebas, se abrirá el caso.
Y hay una fiscalía que lo cerró en el 2000. Yo creo que debería reabrirse el
caso pero es muy difícil porque faltan pruebas, faltan testigos y no hay manera
de acusar a nadie. Una de las cosas que me criticaban mucho es que me decían
que por qué no decía la verdad, que por qué no señalaba a nadie…
P: Efectivamente, hay un número de teléfono importante en la película
que no llegamos a saber de quién es, por ejemplo…
R: Exacto. Yo filmé la escena y
el número de teléfono sonaba ahí mismo. Era un dolly (movimiento de cámara)
muy bonito que, como decía Antonioni, “mis mejores tomas se han quedado
colgadas”. Empieza a sonar un teléfono, la cámara empieza a buscar el teléfono,
lo encuentra y la cámara regresa donde están los actores y el personaje
interpretado por Daniel Giménez Cacho dice: “Bueno, no soy el único que utiliza
esa extensión”. Pero decidí dejarlo como está en la película, entre otras cosas
porque decíamos que para una acusación a una persona concreta teníamos que
tener unas pruebas y no las teníamos. Porque si yo pongo el nombre, después me
acusan por difamación. Si yo digo: “Este señor, que sí existe en la vida real,
es culpable”, me van a decir: “¿Por qué me acusa usted de esto?”, con toda
razón… Y ahí es donde fue nuestra reserva. Lo que sí me decían mucho en México
es: “Oye, qué valiente eres”. Y entonces fue, cuando me lo repitieron como doscientas
veces, me pregunté: “¿Me tengo que empezar a preocupar?¿Tengo que tener miedo?”.
Creo que me pasé la mano pero, bueno, así son las cosas. Dije lo que tenía que
decir y no inventamos nada fuera de la historia-ficción, obviamente. Es una
ficción basada en hechos reales… El informe de la fiscalía son 3.000 páginas. Y
ahí habla todo el mundo. No tuve que entrevistar a nadie. Ya estaban
entrevistados a lo largo de los años: el Presidente, el expresidente, el tal,
el cual, todo el que tuvo algo que ver fue entrevistado y tú tienes los
testimonios, básicamente del tipo: “Sí, yo estuve ahí presente. Sí hubo una
cena. Sí se le amenazó pero no pasó nada, nunca supimos nada más”. O El Chileno (un personaje que, en la
película, ofrece un testimonio muy importante) que decía: “Sí, yo estaba
presente y oí cómo le decían eso” y fueron a Chile y lo entrevistaron. El guión
está basado en el Informe de la Fiscalía pero, obviamente, sin tener pruebas
son puras hipótesis y, ciertamente, alguna gente falleció. Al personaje del
comandante Benítez le mantuve el nombre real. Este personaje fue asesinado y
recibí un tuit de su hija y me dijo:
“No sabes cómo te agradezco que hayas reivindicado la figura de mi padre porque
siempre dijeron que era un lío de narcos y mi padre estaba investigando la
muerte de Colosio”.
P: La verdad es que sí, es una película que pone a cada uno en su sitio
hace justicia a una serie de investigadores que dieron su vida por dar con la
verdad…
R: Claro, intentaron decir la
verdad. Como dijo Hugo Rodríguez (coguionista)
antes de la proyección, la película es un acto de civismo. Yo entiendo la
patria como algo real, no como algo tan nacionalista o chauvinista, sino como
un país al que pertenece uno… Sí tenemos como un deber y una responsabilidad,
algo que crees que es lo correcto. Algo que ha faltado durante tantos años es
que, como decíamos en México, teníamos un país en el que nos escamoteaban la verdad, nos la ocultaban,
no nos decían lo que había pasado. La Historia de México terminaba en la
Revolución, en 1910, y yo estaba estudiando a finales de los setenta.
P: Claro, ¿qué había pasado en esos sesenta años?
R: Exacto. Porque en la
Revolución, todos murieron. Se decía: “A Zapata lo mataron. A Villa también lo
mataron. A Carranza también lo mataron. A Obregón…” Y, de repente, leías la Historia
no oficial y resulta que se habían matado entre ellos. A Carranza lo mató
Obregón, a Villa lo mató Obregón, después mataron a Zapata y a Obregón… Y,
entonces, te preguntas por qué nos contaron toda la historia. Y acabas diciendo
una frase que es muy cliché y muy dicha: “Los pueblos que no conocen su
Historia están condenados a repetirla”. Y creo que era importante, en términos
de México, que conozcamos la Historia, sobre todo la nueva generación. Algo que
me llamó mucho la atención es que, siendo un acto tan fuerte, que nos
conmocionó a todos los que lo vivimos en el 94, los jóvenes no saben quién era
Colosio. Estaba con un periodista muy famoso en México, que tiene un espacio en
radio y televisión, y estábamos hablando del proyecto y su hijo, de 18 años,
que estaba oyendo, pregunta: “¿Quién es este Colosio?”. Y es el hijo de este
periodista, una persona educada… Y eso
nos hizo pensar: claro, la gente no tiene ni idea ya en este país de este tema cuando
es algo tan fuerte como el asesinato de un candidato presidencial. Es, además, un
momento en que el año anterior asesinan al cardenal Posadas, y ese año es la
rebelión zapatista, el asesinato de Colosio, el asesinato de Ruiz Massieu y el “error
de diciembre” que lleva a la devaluación del peso, con la salida de capitales
que había empezado desde el movimiento zapatista y, después, caímos en un
déficit imposible de pagar y en una devaluación brutal, de forma que nos
tuvieron que salvar los Estados Unidos. O sea, fue un año en que cambió el país
definitivamente y creo que fue el principio del fin para el partido en el poder
porque seis años después perdió las elecciones y hubo esta alternancia que
llaman y por eso pudimos hacer la película. Pero creo que era importante que se
supiera esta historia, que fue en los noventa, o sea que no es tan lejana…
P: No sé si el personaje que interpreta Kate del Castillo (actriz conocida en España por protagonizar
la serie “La reina del sur”, adaptación
de la novela de Arturo Pérez Reverte) es real o de ficción y no sé si una
circunstancia que le sucede (y que no vamos a revelar) es una especie de
metáfora de la posibilidad de un nuevo México que se ve truncada por el
asesinato de este candidato.
R: Sí, era en realidad una manera
un poco simplista desde mi parte… Siento que es el personaje menos
desarrollado. Me lo pidió Kate, que es mi amiga, yo lo intenté pero hay que ver
la forma en que Kate se incorporó al proyecto. Yo iba a firmar el contrato y la
productora me dijo: “Tú eres amigo de Kate. ¿Por qué no le pides que se
incorpore?”. Yo pensé que me iba a decir que no. La llamo, estaba en Los
Angeles, se lo digo y me responde: “Yo quiero trabajar contigo. Claro que voy”.
Pero ponle más “carnita” al personaje”. Yo le respondí que lo intentaría y,
entonces, la convertí en una periodista que fuera combativa… Un personaje
complicado… Creo que para hacer justicia a Kate, le debería haber dado un
personaje más complejo pero no tuvimos tiempo de construirlo y meterlo en la
historia. Porque esa es la otra historia, la historia paralela a la del
asesinato del candidato. Lo que sí tiene es esa relación de poder pensar en un
futuro y tratar de hacer justicia, pero siento que ahí faltó algo. Es la eterna
insatisfacción del director y que es para hacer un mejor cine y para hacer una
mejor película. Pero siempre te gana el tiempo, te falta el tiempo, te falta el
dinero y ese tipo de situaciones.
P: Colosio: El asesinato se trata
de una coproducción de México y España. Por nuestro país participa Antonio
Chavarrías, Productora Oberon… Evidentemente, ello abre expectativas a que la
película tenga una buena distribución en España.
R: Efectivamente. La idea es que
el estreno se produzca el 21 de junio de este año y hacer una campaña al
respecto. También, yo tengo unas funciones en Estados Unidos y esperamos tener
un mínimo lanzamiento en Chile y Colombia. La película ya hizo su viaje en
México. No sólo fue la más taquillera, la que tuvo más espectadores sino
también la que tuvo más venta de DVDs y más descargas. Por todos lados, una
película que fue muy vista y que se vendió mucho. Y que la gente la sigue
viendo. Creo que eso es importante. Siendo el cine algo tan efímero, me gusta y
me encanta la idea de que la película pueda tener una vida más larga. Cuando
haces estas películas históricas, te vuelves una referencia lo que es una gran
responsabilidad porque te pueden acusar de todo. Pero tú tienes la
responsabilidad de contar la historia de tu país y, de repente, lo que hiciste
tiene una trascendencia y se va a seguir viendo. De modo que existe una
responsabilidad sobre qué tipo de historia estás contado, sobre qué tipo de
superchería te puedes estar inventando y ahí es donde para mí fue un reto y fue
una responsabilidad y estoy muy contento con el resultado.
P: Carlos, muchas gracias por tu amabilidad con hablar con nosotros y
mucha suerte con la película en España y mucha suerte con el jurado del
certamen, a ver si podéis llevaros un premio importante.
R: Sería genial. Pero ya estamos
muy contentos con haberla traído y haber cruzado fronteras.
Comentarios
Publicar un comentario