En la jornada de hoy del Festival
de Cine de Málaga, hemos hecho un viaje de un intento de indie a un intento de blockbuster.
Como verán, uno de ellos ha salido mejor que el otro. Después de la
información del Festival, el relato de ciencia-ficción continúa…
CASTING (o la sombra del actor es alargada)
TÍTULO: Casting. TÍTULO
ORIGINAL: Casting. AÑO: 2013. NACIONALIDAD: España. DIRECCIÓN Y GUIÓN: Jorge
Naranjo. MÚSICA ORIGINAL: Julio de la Rosa. INTÉRPRETES
PRINCIPALES: Javier López, Esther Rivas, Beatriz Arjona, Ken Appledorn, Nay
Díaz, Marta Poveda, Ruth Armas, Carmen Mayordomo, Dani Pérez Prada. PÁGINA WEB
OFICIAL: www.castinglapelicula.com.
Hasta la fecha, el sevillano Jorge Naranjo había sido realizador de cortometrajes - Superhero (2002), Los niños de Charlot (2004) y Cinco contra uno (2007), Llama ya (2010) y Casting (Uno, Dos y Tres) (2011), trilogía que constituye el germen de este film – y ha colaborado en guiones televisivos para Los hombres de Paco, Impares o Buenafuente. En el dossier de prensa de la película, se incluye una entrevista al director de esta película, en la que, a la pregunta de qué fue primero en él, si el guionista o el director, responde: “Sin duda, el guionista. Y antes del guionista, el periodista. Y antes del periodista, el adolescente que dibujaba cómics cuando no tenía ganas de estudiar. Y antes de los cómics, el niño que jugaba en su casa con plastilina montando batallas de Mazinger Z…”. Basta leer esas palabras para saber (por su evidente aire naïf) que hay que inscribir a Jorge Naranjo dentro de la órbita del cine indie o independiente y, por tanto, sus principales influencias podrían ser el primer Jonathan Demme (pensemos en Algo salvaje -1986- y Casada con todos -1988-), Wes Anderson, Michel Gondry (¡Olvídate de mí! -2004-, La ciencia del sueño -2006-, Rebobine, por favor -2008-) y, por supuesto, Woody Allen y, aunque no lo pueda parecer, Quentin Tarantino. A fuerza de carecer de una mejor definición (aparte del carácter de las compañías que realizan las producciones correspondientes), lo más exacto que puedo decir del indie es que las comedias vienen a ser como beber un batido de vainilla y los dramas como beber una copa de Martini. Y, en el caso de Casting, que tiene algo de comedia y otro tanto de drama suave, hay que decir que el sabor de boca que nos ha dejado es excelente.
Como su propio título indica, el
film narra las historias entrecruzadas de varios aspirantes a actores que
aspiran a conseguir un papel en un casting
no muy bien organizado. A la vez que presenciamos las pruebas, vamos
conociendo las historias personales de varios de los participantes. Todo el
conjunto está trufado de una ironía que, según se mire, puede ser ácida o
amable pero que, en cualquier caso, sirve para que una historia en principio
intrascendente tenga más punta de lo que parece querer aparentar. Porque, en el
fondo, constituye un repaso poco complaciente con las mentiras y medias
verdades que acaban envenenando nuestras relaciones personales y las normas
arbitrarias que van rigiendo nuestras trayectorias profesionales.
Casting tiene un estilo fresco, está rodada con gran desparpajo y
está llena de referencias cinematográficas que demuestran el amor que el director
siente por el séptimo arte. Asimismo cuenta con una magnífica dirección de
actores que permite que todo el reparto logre brillar a buen nivel, tanto
Javier López como Beatriz Arjona con su desfalleciente relación, Ken Appledorn
en el papel de un norteamericano un poco fuera de lugar, Nay Díaz con sus
atrabiliarios métodos, Ruth Armas teniendo que soportar el peso de una decisión
quizás equivocada, Marta Poveda y Juanra Bonet en su “podemos pero no queremos”
y una Carmen Mayordomo que pone orden en el casting con un humor trufado de un
poco de mala leche. Pero, por encima de todos, quédense con este nombre: Esther Rivas. Esta actriz tenía
ante sí un reto no sencillo: llevar a cabo un papel similar al de Katherine
Hepburn en La fiera de mi niña (1938),
al de Barbra Streisand en ¿Qué me pasa,
doctor? (1972) o al de Melannie Griffith en Algo salvaje (1986). Y no es sólo que salga medianamente airosa, es
que está AB-SO-LU-TA-MEN-TE GE-NIAL. Hay que quitarse el sombrero ante una
caracterización que corría el riesgo de caer fácilmente en la caricatura.
Por todo ello, Casting constituye la primera sorpresa
agradable del certamen y una firme e inesperada candidata a llevarse uno de los
premios importantes.
Nota (de 1 a 10): 7,5.
Lo que más me gustó: Su frescura y desparpajo. Esther Rivas.
Lo que menos me gustó: Al principio, le cuesta algo de trabajo
coger el ritmo correcto. La secuencia de la canción (me parece innecesaria).
Fotos del autor de este blog con algunos de los integrantes del equipo
de “Casting”:
Con los actores Javier López (izqda..) y Ken Appledorn (dcha.)
Con el director Jorge Naranjo
Con la actriz Beatriz Arjona
COMBUSTIÓN (u olor a neumático quemado sobre el asfalto caliente )
TÍTULO: Combustión. TÍTULO
ORIGINAL: Combustión. AÑO: 2013. NACIONALIDAD: España. DIRECCIÓN:
Daniel Calparsoro. GUIÓN: Carlos Montero y Jaime Vaca. MÚSICA
ORIGINAL: Carlos Jean. INTÉRPRETES PRINCIPALES: Álex González,
Alberto Ammán, Adriana Ugarte, María Castro, Marta Nieto, Luis Zahera,
Christian Mulas, Juan Pablo Schuck. PÁGINA WEB OFICIAL: http://www.sonypicturesreleasing.es/watch/combustion.
En general, en relación a las películas de cine negro, podríamos hacer
una clasificación un poco burda pero probablemente efectiva entre las películas
con vocación arty y las películas con
vocación dirty (que, a su manera,
pueden llegar a ser tan arty como las
primeras), Respecto al noir arty, ya
hablamos, en una entrada reciente, de El
beso mortal, de Lemmy contra
Alphaville y otros títulos cercanos
a su estética pero, para indicar títulos recientes, podríamos referirnos, por ejemplo a Drive (2011) de Nicolas Winding Refn,
film en el que los asesinatos se convierten en actos de sereno estoicismo, la
ciudad, antes que en la sede del delito, se convierte en una geometría de luz
gélida y el protagonista lleva en la espalda de su chaqueta el dibujo de un
escorpión como símbolo de su condición. Dentro del noir dirty de los últimos
tiempos podríamos mencionar Mátalos suavemente (2012) o Salvajes (2012) de Oliver Stone
como ejemplos claros. En el caso de Combustión,
podría surgir la duda sobre dónde encasillarla. Pero teniendo en cuenta que el noir dirty siempre necesita de un pequeño
punto de desvergüenza hortera, deberíamos incluirla en ese grupo,
indudablemente.
Daniel Calparsoro, con sus
primeros títulos (Salto al vacío -1995-,
Pasajes -1996-, A ciegas -1997-, Asfalto -2000-
y Guerreros -2002-), desarrolló un
estilo personal, bastante anticonvencional, que llamó la atención por los aires
innovadores que podía aportar al cine español. Con Ausentes (2005) dio un giro, confirmado con Invasor (2012), con series televisivas como El castigo (2008) o La ira (2009)
y con su último título, Combustión (2013),
presentado en la segunda jornada del Festival de Málaga. Para determinados
sectores de la crítica, la evolución del realizador puede ser una especie de
traición a sus obras iniciales pero considero que, en última instancia, cada
uno es muy libre de elegir la evolución que crea oportuna. Y, además, para que
el cine español logre sobrevivir a la difícil encrucijada en que se encuentra,
tendrá que intentar realizar títulos con innegable vocación comercial que
permitan obtener recursos para llevar a cabo proyectos de más enjundia.
Desde ese punto de vista, hay que
admitir que Combustión es un film que
cumple con el objetivo que se propone y logra que se vea, gracias a su agilidad
y, probablemente, al descaro con que Calparsoro siempre realiza sus películas,
con agrado y sin demasiado disgusto. Por desgracia, hay dos o tres aspectos del
film que provocan que el acabado del conjunto adolezca de indudables imperfecciones.
En primer lugar, a lo largo de la película, en vez de que el comportamiento de
los personajes se desarrolle según una lógica bien articulada, se fuerza la
conducta de los personajes para permitir que la historia y determinadas
situaciones logren encajar. En segundo lugar, el guión hubiera necesitado de
una corrección que hubiera depurado ciertos diálogos que incurren en un
sonrojante absurdo.
No obstante, hay que alabar tanto
el trabajo de Adriana Ugarte como la sutil descripción de la caída de un macho
alfa, interpretado por Alberto Ammán, que se ve sorpresivamente arrastrado por
sus propias soberbia y arrogancia.
Nota (de 1 a 10): 6.
Lo que más me gustó: Su estilo descarado y provocador. Adriana
Ugarte.
Lo que menos me gustó: Sistemáticamente, se fuerzan las conductas
de los personajes para hacer encajar la historia y las situaciones. Si se
suprimieran algunas líneas de guión, francamente poco afortunadas, el conjunto
saldría ganando.
* * *
LOS INTRUSOS (II)
- Efectivamente, un grupo de
clones… - dijo Bryant Zaius.
- Pero el Ente Ejecutivo Mundial
había asegurado que la amenaza de los clones estaba perfectamente controlada…
Tras los 20 años de guerra, quedó comprobado que todos los individuos inscritos
en el Registro General de Sujetos Generados por Clonación o habían muerto o habían
sido trasladados al Anillo Exterior… Desde allí, es imposible regresar a la
Tierra… O, al menos, bastante complicado…
La desconfianza empezó a
dibujarse en la mirada de Harry Ford.
- ¿Qué estás pensando Harry?
Inconscientemente, el cuerpo del
exagente se inclinó para acercarse al de su antiguo jefe.
- ¿Nos ha mentido el Ente
Ejecutivo?¿Quedaron clones en el planeta?
Bryant Zaius sonrió y respiró
hondo.
- ¿Qué es la mentira y qué es la
verdad cuando se trata de cuestiones tan escurridizas?¿Cómo podemos saber que
algún clon no se haya ocultado entre los millones de seres humanos que pueblan
este planeta?¿Cómo podemos saber que alguno no haya logrado manipular la
información del chip identificador?
(Desde el año 2097, todo
individuo tenía instalado en su cuerpo un chip que servía para conocer su
identidad en cualquier momento y circunstancia. Los clones, en su chip,
llevaban indeleblemente impresa su condición por lo que, teóricamente, era
imposible que pudieran ocultar su naturaleza. Aunque en el Grupo Operativo
sabían que la información del chip identificador podía ser alterada…)
- Bryant, cambiar la información
del chip es carísimo… Sólo delincuentes internacionales con negocios
multimillonarios tienen el dinero suficiente para lograr pagar a quien puede hacerlo…
Dudo mucho que los clones tengan medios para poder hacer algo así…
- Lo planteaba como hipótesis… Lo
que te quiero decir es que todo se presta a la confusión… Aparte está el tema
de quienes pueden haber nacido de las relaciones entre clones y humanos… ¿En
qué grupo lo situaríamos?
- Seamos prácticos. ¿Por qué
creéis que hay un grupo de clones suelto por Megápolis?
- Hace quince días, una tienda de
armas del Barrio 32 fue asaltada… Los asaltantes dispararon contra los dos
vigilantes y los cuatro dependientes… A uno de estos últimos, lo dieron por
muerto pero sólo estaba malherido… Pudo oír la conversación que mantuvieron dos
miembros del grupo…
Bryant Zaius pulsó uno de los
botones de su mesa y tras él apareció el holograma del informe del incidente. El
Comandante se levantó y fue pasando páginas. Al llegar a la deseada, amplió la
imagen y señaló con su dedo el párrafo que le interesaba.
- Mira esto. Según el
dependiente, uno de los asaltantes dijo: “Ya es hora de que los intrusos
podamos vengarnos”
Las pupilas de Harry se dilataron
automáticamente.
- Los intrusos…
- Efectivamente, Harry. Los
intrusos… El modo en que los clones se autodenominaban…
- ¿No puede ser que alguien haya
utilizado ese nombre con afán provocador?
- Lo pensamos. Cinco después, con
el importante arsenal que consiguieron en el asalto, atacaron uno de los
Centros Nodulares del Ente Ejecutivo Mundial…
- No ha trascendido la noticia…
- No se quiso que trascendiera.
Uno de los atacantes murió en el ataque… Al acceder a los datos de su chip
identificador, se trataba de un clon de 36 años a quien se le dio por muerto en
el año 2267.
En el 2267… Eso significaba que
se le dio por muerto con 12 años. Posiblemente, en una de las razzias organizadas por uno de los
escuadrones de Grupo Operativo… A lo mejor, por uno de los escuadrones en los
que él participó…
- Bryant, ¿tengo yo alguna
relación con…?
- No, ninguna. Si te he llamado,
no es por eso. Te he llamado porque eras uno de los pocos que hacía su trabajo
sin que los sentimentalismos le estorbaran… Hemos llegado a la conclusión de
que algunos escuadrones no ejecutaron las operaciones higiénicas encomendadas
según las instrucciones dadas. Muchos de los clones, sobre todo los más
jóvenes, pudieron escapar… Y, quizás, ahora se han agrupado…
- Eso es sólo una teoría, ¿no?
- Sí, sólo una teoría. ¿Se te
ocurre otra?
- No, de momento, no… Pero, en
cualquier caso, sé por dónde empezar para iniciar la investigación del caso…
(Continuará…)
Comentarios
Publicar un comentario