EN LA CASA (o cómo estamos rodeados de historias inciertas)



Antes de comenzar la reseña de la película, aviso que ya está en la red el nuevo capítulo de la serie en la web En Bruto:


TÍTULO: En la casa. TÍTULO ORIGINAL: Dans la maison. AÑO: 2012. NACIONALIDAD: Francia. DIRECCIÓN: François Ozon. GUIÓN: François Ozon, adaptando la obra teatral El chico de la última fila de Juan Mayorga. MÚSICA ORIGINAL: Philippe Rombi. INTÉRPRETES PRINCIPALES: Fabrice Luchini, Ernst Umhauer, Kristin Scott Thomas, Emmanuelle Seigner, Denis Ménochet, Bastien Ughetto, Jean-François Balmer. PÁGINA WEB OFICIAL: http://www.danslamaison-lefilm.com/.

Desde la Ilustración, Occidente ha confiado en la ciencia y en la razón por encima de filosofías y doctrinas que no consiguieran o no pudieran hacer constatar sus aseveraciones a través de la evidencia empírica. Esta actitud se ha asociado, tradicionalmente, al auge tecnológico, a la Revolución Industrial y al  avance de la democracia. En un momento dado, la firmeza de ese planteamiento ha tendido a agrietarse. El historiador norteamericano Paul Johnson, en su obra Tiempos modernos, se muestra muy seguro en identificar el origen de ello:

El mundo moderno comenzó el 29 de mayo de 1919, cuando las fotografías de un eclipse solar, tomadas en la isla del Príncipe, frente al África Occidental, y en Sobral, Brasil, confirmaron la verdad de una nueva teoría del universo. (…)

En 1905, Albert Einstein, un judío alemán de veintiséis años que trabajaba en la oficina suiza de patentes de Berna, había publicado un trabajo titulado «Acerca de la electrodinámica de los cuerpos en movimiento», que llegó a ser conocido como la teoría especial de la relatividad. (…)

A principios de la década de los veinte comenzó a difundirse, por primera vez en un ámbito popular, la idea de que ya no existían absolutos: de tiempo y  espacio, de bien y mal, del saber y, sobre todo, de valor. En un error quizás inevitable, vino a confundirse la relatividad con el relativismo.”

Si sumamos a ello, la formulación del principio de indeterminación de Heisenberg y la aparición de la física cuántica, terminaron por quebrar la fe en la percepción de un Universo sólido y nítidamente percibido. Se empezó a gestar lo que se ha denominado la posmodernidad y conceptos como “deconstrucción”, “lógica borrosa”, “pensamiento débil”, “otredad”, “multirreferencialidad” empezaron a tener presencia… Y, en ese contexto, sobre todo en disciplinas sociales, se dejó de hablar de “teorías” y se comenzó a emplear el término “relatos”… Ya no hay, por ejemplo, “teorías sobre la crisis económica”, sino “relatos sobre la crisis económica”

El film En la casa, ganador de la Concha de Oro del último Festival de San Sebastián, empieza, precisamente, cuando un profesor lee el relato de un alumno.






Germain, que es profesor de Literatura en un instituto de Secundaria, lee monótonas redacciones de sus alumnos. Todas ellas, pobres e insuficientes. Sin embargo, hay una que le llama la atención. En ella, Claude Garcia relata cómo es la relación con uno de sus compañeros (Rapha) y con la familia de este. Germain detecta que el estudiante puede tener un don para la literatura. Además, el “continuará…” con que finaliza su narración, no hace más que alimentar su curiosidad. A partir de ese momento, poco a poco, y casi imperceptiblemente, el profesor se verá inmerso en una trama cada vez más complicada y difícil de manejar.


Una trama que, en el fondo, no está formada sólo por los “relatos” del alumno, sino por otros muchos “relatos” que intentan desdibujar la verdadera naturaleza de la realidad. Es el “relato” del director del Instituto, defendiendo que el poner uniformes a todos los alumnos es una señal de progreso; es el “relato” de la mujer del profesor, quien dirige una galería de arte, intentando explicar el sentido de las obras que expone; es el “relato” del padre de Rapha, utilizando el baloncesto como metáfora para analizar cualquier situación familiar y profesional… Todos son “relatos” cuyo fundamento siempre es dudoso e incierto.

Basada en una obra teatral del español Juan Mayorga, En la casa está eficazmente realizada e interpretada, debiendo destacar los trabajos de Fabrice Luchini, Ernst Umhauer, Kristin Scott Thomas y Emmanuelle Seigner. Con guiños cinéfilos sutilmente deslizados (en determinados momentos, es inevitable pensar en el cine de Woody Allen, sobre todo por ciertos gestos del profesor y por la subtrama relacionada con la galería de arte) y con una excelente articulación de todos los elementos del film en torno al concepto ya expuesto de “relato”, adolece de cierta frialdad en determinados momentos y, posiblemente, el giro dramático final resulta un poco brusco, debiéndose haber efectuado de modo más progresivo.

Al final, de todos modos, En la casa constituye el fiel reflejo de nuestra actual situación: estamos rodeados de “historias” cuya verdad o no es imposible de dilucidar pero que nos son bombardeadas desde los gobiernos, desde los medios de comunicación y desde cualquier instancia que produzca información con el fin, no de decirnos cómo son las cosas, sino de penetrar en nuestras mentes a cualquier precio.


Nota (de 1 a 10): 7,5.

Lo que más me gustó: la sutileza con la que enlaza elementos aparentemente desconectados.

Lo que menos me gustó: en algunos momentos, resulta excesivamente fría.




Comentarios

  1. Por lo que comentas y subrayas en tu conclusión final, creo que verla resultará altamente recomendable. Una película para reflexionar sobre la manipulación en la que estamos inmersos.
    ¡La única es que TODO ES MENTIRA!
    (Café Quijano)

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