MALAS NOTICIAS (TOO BIG TO FAIL) (o ¿alguien sabe lo que está pasando?) // LA CONDESA DESCALZA // ARREBATO


Hoy, vamos a hablar de Malas noticias (Too big to fail) de Curtis Hanson, de La condesa descalza de Joseph L. Mankiewicz y de Arrebato de Iván Zulueta.




MALAS NOTICIAS (TOO BIG TO FAIL) (o ¿alguien sabe lo que está pasando?)

Antes que nada, indicar que si quieres leer un análisis, desde un punto de vista económico, de la película que a continuación comentamos, pueden hacerlo en mi blog de economía: 




TÍTULO: Malas noticias (Too big to fail). TÍTULO ORIGINAL: Too big to fail. AÑO: 2011. NACIONALIDAD: Estados Unidos. DIRECCIÓN: Curtis Hanson. GUIÓN: Peter Gould, adaptando un libro de Andrew Ross Sorkin. MÚSICA ORIGINAL: Marcelo Zarvos. INTÉRPRETES PRINCIPALES: William Hurt, James Woods, Paul Giamatti, Topher Grace, Billy Crudup, Ayad Akhtar, Cynthia Nixon, Kathy Baker, John Heard, Edward Asner, Bill Pullman, Matthew Modine, Ajay Mehta, Michael O’Keefe, Evan Handler.

Aprovechando su salida en DVD, hoy vamos a comentar una película para la televisión que, por su calidad y por su interés, que va más allá de lo estrictamente cinematográfico, merece la pena conocer. Se trata de Malas noticias (Too big to fail), una producción de la HBO, que narra la caída de Lehman Brothers y todos los avatares posteriores para evitar el colapso del sistema financiero norteamericano. La HBO es la cadena de televisión estadounidense, por cable y satélite, que ha realizado las series de mayor prestigio de los últimos tiempos: The Sopranos, The Wire, Hermanos de Sangre, A dos metros bajo tierra, Sexo en Nueva York, True Blood, Boardwalk Empire, Juego de Tronos… La calidad habitual de sus producciones se ha trasladado a esta cinta que, más que un telefilm al uso, es un título de factura cinematográfica que podría ser exhibida en cualquier sala junto al resto de títulos de la cartelera sin que el público percibiera la diferencia de su origen.

Malas noticias (Too big to fail) está dirigida por Curtis Hanson (realizador de films tan notables como Malas influencias -1990-, La mano que mece la cuna -1992-, L. A. Confidential -1997-, posiblemente su obra maestra, o Jóvenes prodigiosos -2000-) y cuenta con un reparto extraordinario, debiendo destacar a William Hurt (en el papel de Henry Paulson, Secretario de Estado), James Woods (como Richard Fuld, presidente de Lehman Brothers), Paul Giamatti (que da vida a Ben Bernanke, presidente del Sistema de la Reserva Federal), Billy Crudup (quien interpreta a Timothy Geithner, presidente de la Reserva Federal de Nueva York y actual Secretario del Tesoro), Edward Asner (como el multimillonario Warren Buffet), Bill Pullman (que pone rostro a Jamie Dimon, presidente de JP Morgan), Ajay Mehta (como Vikram Pandit, presidente de Citigroup) o Evan Handler (interpretando a Lloyd Blankfein, presidente de Goldman Sachs), entre otros…






Si quieren dormir tranquilos, no vean esta película. Hay quienes piensan que los políticos mantienen el control de la situación en todo momento y tienen claro las consecuencias e implicaciones de sus decisiones. Hay quien va más allá y opina que, detrás de las peores crisis y catástrofes que se dan a nivel mundial, hay una gran trama oculta que mueve los hilos para conducir el destino del mundo según sus ocultas intenciones. Malas noticias (Too big to fail) muestra cómo, en las circunstancias actúales, con unos sistemas financieros complejos y altamente sofisticados, la certeza sobre lo que está sucediendo y la seguridad sobre el curso de los acontecimientos son ABSOLUTAMENTE NULAS.

Hay dos momentos, en mitad de la película, que reflejan con absoluta contundencia la absoluta incertidumbre en que se mueven los políticos y el clima de descontrol que reina en las decisiones de alto nivel. En el primero, el director sitúa, con carácter claramente metafórico, al Secretario del Tesoro Paulson en un entorno que recuerda claramente el de las escaleras sin destino que pintaba el artista italiano Giovanni Battista Piranesi. En el segundo, el mismo personaje, caminando al amanecer por la Time Square de Nueva York, tiene que llamar a su equipo para que le explique el significado de los titulares de prensa que se ven en la plaza y que hablan de él. Ambos momentos representan a un político deambulando en medio de un laberinto del que no se ve salida posible (para nuestro pesar)…

Es altamente recomendable ver esta película porque, seguramente, encontrarán muchos paralelismos con determinadas situaciones que se viven en nuestro país. Y, como les dije antes, cuando la vean, les costará trabajo coger el sueño…


Nota (de 1 a 10): 9.

Lo que más me gustó: su brío narrativo. La interpretación de William Hurt. Las escenas de Paulson en Time Square y con la líder demócrata, Nancy Pelosi.

Lo que menos me gustó: quien no tenga conocimientos financieros, puede perderse.

* * *

CLÁSICOS ETERNOS

LA CONDESA DESCALZA (1954) de Joseph L. Mankiewicz

TÍTULO: La condesa descalza. TÍTULO ORIGINAL: The Barefoot Contessa. AÑO: 1956. NACIONALIDAD: Estados Unidos. DIRECCIÓN Y GUIÓN: Joseph L. Mankiewicz. MÚSICA ORIGINAL: Mario Nascimbene. DIRECCIÓN DE FOTOGRAFÍA: Jack Cardiff. MONTAJE: William Hornbeck. INTÉRPRETES PRINCIPALES: Humphrey Bogart, Ava Gardner, Edmond O’Brien, Marius Goring, Valentina Cortese, Rossano Brazzi, Elizabeth Sellars, Warren Stevens. DURACIÓN: 128 minutos.

Un resumen apresurado de La condesa descalza diría que el film narra la vida de María Vargas, la historia de una ficticia bailaora española que triunfa en Hollywood y acaba casándose con un aristócrata italiano. Incluso, muchos espectadores que la hayan visto coincidirían con esa descripción. Pero la misma es absolutamente equivocada. Porque esta película no narra, en realidad, la vida de María Vargas. Esta película narra la visión que, de María Vargas, tienen una serie de personajes. La auténtica María Vargas aparecerá fuera de plano, entre líneas (o “entre planos”, habría que decir), como la mejor metáfora de que nuestra verdadera condición siempre está a resguardo de la mirada de los otros, como un secreto que siempre es indescifrable.






En la primera secuencia del film, asistimos al entierro de María Vargas. Es decir, a lo largo del film, no vamos a ver a Maria Vargas viva porque, desde el principio, sabemos que está muerta. Ya sólo vamos a asistir a los recuerdos que los demás tienen de ella… La siguiente secuencia da un salto atrás hasta el comienzo de la historia. Y alguien baila, en un local de Madrid, alrededor de un ambiente sórdido, turbio, extraño… No vemos a la bailaora. Sólo vemos sus manos. Nunca llegaremos a ver su rostro, el verdadero rostro de la protagonista, que se nos hurtará para siempre… Porque, a continuación, cuando, habiéndose retirado la bailaora a sus camerinos, aparecen los norteamericanos que la llevarán a la fama, la voz en off es inapelable: “Erase una vez…” Sí: es el comienzo de un cuento infantil, de un cuento de hadas, de algo que, en el fondo, no es real… Mankiewicz, con su habitual maestría, sí que insinúa el rostro oculto del personaje central, pero tendremos que estar ojo avizor para estar pendientes de los sutiles detalles que lo dibujan…

¿Qué decir de Humphrey Bogart y Ava Gardner? Imposible concebir que algún otro pudiera hacer el papel que cada uno de ellos interpreta. Menos conocido, pero igual de eficaz, Edmond O’Brien, el hombre que mejor ha sudado en una película…

Los cuentos acaban con la típica coletilla tras la boda de la pareja protagonista: “fueron felices y comieron perdices”. Aquí, después de la boda, sólo habrá una risa amarga y burlona que subrayará el fracaso final del personaje…


NOTA (de 1 a 10): 10.

Lo que más gustará: Ava Gardner y Humphrey Bogart están absolutamente soberbios.

Lo que menos puede gustar: la moraleja central del film puede pasar desapercibida.



JOYAS OCULTAS

ARREBATO (1980) de Iván Zulueta

TÍTULO: Arrebato. TÍTULO ORIGINAL: Arrebato. AÑO: 1980. NACIONALIDAD: España. DIRECCIÓN Y GUIÓN: Iván Zulueta. DIRECCIÓN DE FOTOGRAFÍA: Ángel Luis Fernández. MONTAJE: José Luis Peláez, José Pérez Luna, María Elena Sáinz de Rozas. INTÉRPRETES PRINCIPALES: Eusebio Poncela, Cecilia Roth, Will More, Marta Fernández Muro, Helena Fernán-Gómez, Carmen Giralt, Luis Ciges. DURACIÓN: 105 minutos.

Los años de la “movida madrileña” fueron de una gran efervescencia artística y cultural. Más que un movimiento bien delimitado, fue un cruce de caminos donde se encontraron personajes, tendencias y experimentos de forma un tanto caótica pero con un perceptible signo de cambio y renovación (aunque no siempre fuesen exitosos). Por La Edad de Oro, famoso programa de RTVE que emitía a principios de los 80, y que nació al calor de dicho estado de ánimo, pasaron artistas tan distintos como Guillermo Pérez Villalta, Ocaña, Nazario, Alberto García Alix, Xavier Mariscal o Miquel Barceló y grupos musicales como Kaka de Luxe (que, ya disuelto, hizo una breve reaparición en la primera emisión), Alaska y Los Pegamoides, Radio Futura, Loquillo y los Trogloditas, Gabinete Caligari, Los Nikis, Almodóvar y Macnamara, Golpes Bajos, La Mode, Parálisis Permanente, Paraíso… Pero, a pesar de todo, a pesar de la popularidad que adquirieron muchos de estos nombres, si hay una creación que puede ser considerada la obra maestra de la “movida” es, sin duda, Arrebato de Iván Zulueta.






Indudable fuente de inspiración para todo el cine posterior de Pedro Almodóvar, Arrebato está guiada por unas pocas, pero contundentes, ideas-guía: el amor es como una droga; el cine es como una droga; y la droga es como un vampiro que acaba tomando tu alma… Y todo ello narrado a través de un director con un pensamiento básicamente visual (algo inaudito, desgraciadamente, en nuestro cine), que despliega un caleidoscopio de imágenes hipnóticas, extrañas y desasosegantes. El donostiarra Iván Zulueta, con larga experiencia como realizador de programas musicales en televisión y como cartelista, realizó con Arrebato su obra más importante, una película maldita que significó para el director, al igual que para el personaje protagonista de la película, la entrada en un infierno del que no pudo escapar jamás. Pero un infierno que, en el fondo, para Zulueta no es más que la nostalgia por aquellos momentos de la niñez (que se sabe que nunca podrán retornar) en que, olvidando el tiempo, uno se podía pasar horas y horas viendo los cromos de Las minas del Rey Salomón…

(Por cierto, para quienes vean la película por primera vez, que estén atentos para descubrir cuándo aparecen Alaska y Pedro Almodóvar –este último, de un modo muy peculiar-).



NOTA (de 1 a 10): 8.

Lo que más gustará: refleja el espíritu de la “movida”. La secuencia en que Cecilia Roth baila disfrazada de Betty Boop (una imagen icónica del cine español).

Lo que menos puede gustar: es como una adicción: el primer contacto con ella no es agradable, pero después “engancha”.



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