Hoy, antes de la lectura del Palmarés, ha tenido lugar el pase en la Sección Oficial, fuera de concurso, de la coproducción franco-hispana Adiós a la reina. Realizaremos la reseña de la misma, valoraremos los premios y el Festival, y comentaremos otras cosillas para terminar…
ADIÓS A LA REINA (o qué pasaba en el Palacio de Versalles mientras el pueblo estaba tomando la Bastilla)
TÍTULO: Adiós a la reina. TÍTULO
ORIGINAL: Les adieux à la reine. AÑO: 2012. NACIONALIDAD: Francia-España. DIRECCIÓN: Benoit Jacquot.
GUIÓN: Benoit Jacquot y Gilles Taurand, adaptando la novela homónima de Chantal
Thomas . INTÉRPRETES PRINCIPALES: Léa Seydoux, Diane Kruger, Virginie
Ledoyen, Xavier Beauvois, Noémie Lvovsky, Michel Robin, Julie-Marie Parmentier,
Lolita Chammah, Vladimir Consigny. MÚSICA ORIGINAL: Bruno Coulais. DIRECCIÓN DE
FOTOGRAFÍA: Romain Winding. MONTAJE: Luc Barnier y Nelly Ollivault.
El novelista francés Pierre
Michon en su libro Los once (2009), a
partir de un cuadro ficticio, donde estarían representados todos los miembros
del Comité de Salud Pública, en tiempos de la Revolución Francesa, trazaba una
visión profunda de la historia, de la literatura y de la vida.
Traigo esto a colación por la habilidad creativa que existe en la cultura francesa
de generar un relato con multitud de matices a partir de una anécdota mínima.
Algo de esto ocurre en Adiós a la reina,
que va por derroteros muy distintos a los que la primera apariencia nos podría
hacer pensar.
Esta película empieza en el amanecer
del 14 de julio de 1789. Su protagonista es la lectora (Léa Seydoux) de la
reina María Antonieta (Diane Kruger). Cuando vemos la fecha sobreinscrita en la
pantalla, lo primero que pensamos es que vamos a ser testigos de la toma de la
Bastilla y que la reconstrucción histórica va a ocupar un lugar central en el
film. No es así. A partir de las vivencias de la lectora citada, en los días
que transcurren entre el 14 y el 17 de julio de 1789, lo que vamos a contemplar
es el análisis de dos temas distintos pero que el film logra relacionar
hábilmente: por un lado, la incomunicación o, mejor (según dijo el director del
film en la rueda de prensa posterior a su pase), la incomunicabilidad entre los
gobernantes y los gobernados e, incluso, entre todos ellos entre sí; por otro,
la cuestión de cómo una situación concreta de poder condiciona nuestra
identidad o, más exactamente, la identidad que manifestamos frente a los demás.
En Adiós a la reina, veremos cómo, a
la vez que un régimen se derrumba, se va difuminando lo que los personajes son. Así, en una de las escenas clave de
la película, veremos a los nobles de la corte, caminando en medio de la noche
por los pasillos como espectros o almas en pena, como entidades a punto de
volatilizarse a la vez que va desapareciendo la monarquía absoluta.
En el fondo, Adiós a la reina es un alegato para ser conscientes de lo que
realmente somos y de la farsa que nos vemos obligados a representar como
consecuencia de unas circunstancias. Si no adquirimos dicha consciencia,
estaremos destinados a convertirnos en seres vacíos cuando esas circunstancias
varíen según el curso natural de los acontecimientos.
Nota (de 1 a 10): 7.
Lo que más me gustó: su habilidad para apartarse de una perspectiva
convencional.
Lo que menos me gustó: hay alguna subtrama que no aporta nada a la
historia.
* * *
Tras una semana de Festival, creo
que podemos comentar dos cosas en relación al mismo.
En primer lugar, sobre el
Palmarés, si lo ven y lo comparan con los sucesivos comentarios que yo he
realizado sobre las distintas películas, sólo puedo decir que hay dos películas
que me parece que están sobrerrepresentadas en los premios finales: Miel de naranjas y El sexo de los ángeles. Creo que acumulan más galardones de los que
se merecen por su solidez como films. Creo que han sido infravaloradas Buscando a Eimish y O Apóstolo. La primera, si no hubiera sido por el Premio de la
Organización Católica para Medios de Comunicación, se hubiera ido de vacío. La
segunda se ha ido, finalmente, sin ningún galardón. No obstante son la
concesión del premio a la mejor opera prima
a Ali y el del Jurado Joven a Memoria de mis putas tristes los que más
me han sorprendido (y creo que no sólo a mí)…
En segundo lugar, creo que el
Festival ha tenido, en general, un nivel muy digno y no ha habido ninguna
película que desentonara o tuviera una calidad ínfima. Viendo el nivel de
asistencia del público a las distintas sesiones y el magnífico ambiente que ha
rodeado el certamen, sigo pensando, como dije en mi primera entrada, que si la
industria sabe reconocer la enorme capacidad de marketing que ofrece este
Festival, el mismo podría llegar a ser para el cine español lo que Sundance
representa para el cine independiente y podría ser un elemento central en la
estrategia de volver a llevar al público a las salas para ver cine de nuestro
país… Ya veremos qué nos depara el futuro…
* * *
Para terminar, vamos a comentar
algunas cosas más ligeras y que, quizás, sean hasta de más interés que las
publicadas hasta la fecha.
En relación a determinadas
curiosidades, debo destacar a las siguientes personas:
ACTOR CON MÁS PERSONALIDAD: Antonio Dechent, por enorgullecerse de
haber hecho bajar la mirada a Nick Nolte en una de las escenas que compartían
en A puerta fría.
ACTRICES CON MÁS PERSONALIDAD: Nadhira Mohamed, Memona Mohamed y
Aziza Brahim, por su defensa de la causa saharaui.
DIRECTOR CON MÁS PERSONALIDAD: Abdelatif Hwadir que, ante una
pregunta mía en la rueda de prensa posterior al pase de Kanimambo, dijo sin empacho que Robert McKee, uno de los grandes
gurús del mundo del guión y que había sido profesor suyo, le parecía “un
absoluto gilipollas”.
DIRECTORA CON MÁS PERSONALIDAD: Patricia Ferreira, por la defensa
que hizo de la educación pública.
ACTOR MÁS GUAPO: En este apartado, tuve que pedir opinión a una
chica, a Carolina Galiano, que trabaja en la organización del Festival, y optó
por Llorenç González, de El sexo de los
ángeles. Para quien no lo conozca, puede ver los episodios de la serie Gran Hotel en la página web de Antena 3
y comprobar si está o no de acuerdo. (Por cierto, Carolina, muchas gracias por
tu colaboración desinteresada…).
ACTRIZ MÁS GUAPA: Manuela Vellés. Cuando la vi, comprendí
perfectamente por qué Julio Medem le dio el papel protagonista en Caótica Ana a pesar de que no tenía
ninguna experiencia en el mundo del cine: la fuerza que transmite su presencia
es absolutamente espectacular… Confieso que me dejó deslumbrado…
Tengo que mencionar tres
encuentros concretos que he tenido a lo largo de la semana.
Por un lado, uno breve que tuve
con el Presidente del Jurado, Gonzalo Suárez, director al que admiro
especialmente porque creo que comparto un poco del carácter que transmite en su
filmografía (un "poco" ácrata. Me pareció una persona absolutamente amable y educada y creo que
debo manifestar este hecho.
Por otro, también fue muy
agradable la conversación que tuve con el hijo (Sergio Molina) y la esposa del
ya fallecido Paul Naschy (cuyo verdadero nombre era Jacinto Molina), uno de los
grandes representantes del cine de terror español. Son dos personas encantadoras
y fueron muy clarificadoras sus revelaciones sobre las circunstancias por las
que ha tenido que pasar Paul Naschy para hacer su cine y ser reconocido en
España (en realidad, su reconocimiento es, aún, mayor fuera de España que en
nuestro propio país).
Finalmente, también hacer mención
a Fernando Méndez Leite, director de cine y que fue el encargado de ser el
representante de la organización en las ruedas de prensa. Yo siempre he pensado
que es un sabio del cine. Su conversación con él me lo confirmó y, además, me
demostró que es un auténtico caballero. Le deseo mucha suerte en sus futuros
proyectos (y si lee esto, él sabrá por qué lo digo).
Bueno, pues el Festival se ha
acabado. Ha sido una gran semana de cine y como la protagonista de El viaje de Chihiro, al final de la
película, ahora nos toca mirar atrás, con nostalgia, hacia los días que han
pasado…
Espero que hayan disfrutado con
la cobertura que, en este blog, hemos hecho del Festival…
(FUNDIDO A NEGRO)
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