15º FESTIVAL DE MÁLAGA - CINE ESPAÑOL (ESCENA 10 // INTERIOR - NOCHE)



Hoy has sido el día de la pareja (en sentido muy amplio) en el Festival de Cine de Málaga…


BUSCANDO A EIMISH (o el amor verdadero sí es posible)

TÍTULO: Buscando a Eimish. AÑO: 2012. NACIONALIDAD: España. DIRECCIÓN Y GUIÓN: Ana Rodríguez Rosell. INTÉRPRETES PRINCIPALES: Óscar Jaenada, Manuela Vellés, Jan Cornet, Emma Suárez, Carlos Leal, Clara Würnell, Birol Ünel, Roberto Hoyas. MÚSICA ORIGINAL: Antonio Escobar. CANCIONES ORIGINALES: Alondra Bentley y Nine Stories. DIRECCIÓN DE FOTOGRAFÍA: Pau Mirabet. MONTAJE: Mapa Pastor.

Buscando a Eimish es una película que va a dividir de modo absoluto a los espectadores. Y no por los motivos habituales. En este blog, ya hemos comentado con anterioridad cintas destinadas a ser admiradas sólo por un público minoritario (El árbol de la vida, Los pasos dobles, en este mismo Festival Kanimambo) por su peculiar utilización del lenguaje cinematográfico. En este caso, el motivo es muy distinto: esta película cree que el amor verdadero, con todas sus implicaciones (estabilidad de la pareja, pervivencia de la familia) es posible. Y, claro está, a algunos esto les deja estupefactos. Si, además, les digo que “eimish” significa utopía en bereber, comprenderán que estamos hablando de algo en lo que cada vez se cree menos…






Si no se acepta la premisa enunciada, será imposible entrar en el juego que propone el film. Y esto, que, a priori, puede parecer un hándicap que dificulte su éxito en las taquillas puede ser, paradójicamente, su gran baza en el futuro. Mi intuición es que esta película va a funcionar muy bien gracias por el boca a boca y que se va a encontrar con un segmento de público que se vuelca con títulos cuyo mensaje coincide con el que Buscando a Eimish pregona.

La historia es la de una pareja formada por Lucas (Óscar Jaenada) y Eimish (Manuela Vellés). Un día, Eimish deja la casa donde ambos viven, sin que exista un motivo obvio. A partir de ahí, Lucas se dedicará a buscar a Eimish por Alemania e Italia e intentará reconstruir la relación. Toda la película se impregna de la metáfora del viaje como proceso de cambio que no sólo afecta a los protagonistas sino a todas las personas que, de uno u otro modo, están relacionados con ellos. Al mismo tiempo, a lo largo de una sucesión de flash-backs, iremos conociendo la vida de Eimish y comprendiendo las causas de su comportamiento, en el que tiene un peso muy importante la figura de su madre, papel  interpretado por una magnífica Emma Suárez. Como presencia curiosa y magnetizante, está la del actor turco-alemán Birol Ünel (que pudimos ver en Contra la pared –2004- de Fatih Akin y en Transylvania –2006- de Tony Gatlif), y que viene a ser una especie de conciencia o de ángel guardián de uno de los personajes secundarios, y que creo que aporta un contrapunto clarificador a la historia.

En resumen, Buscando a Eimish es una película original, surcada por un leve, soterrado y amable sentido del humor, con un tono aparentemente ingenuo y naïf, pero que encierra muchos elementos que servirán para alimentar y reverdecer un romanticismo tan alicaído en los tiempos actuales.






Nota (de 1 a 10): 7.

Lo que más me gustó: Manuela Vellés, Emma Suárez y Birol Ünel.

Lo que menos me gustó: Le hubiese venido muy bien un poco más de ritmo.



EL SEXO DE LOS ÁNGELES (o donde caben dos, caben tres)

TÍTULO: El sexo de los ángeles. AÑO: 2012. NACIONALIDAD: España. DIRECCIÓN: Xavier Villaverde. GUIÓN: Ana Maroto, Xavier Villaverde y José Antonio Vitoria. INTÉRPRETES PRINCIPALES: Astrid Bergès-Frisbey, Llorenç González, Álvaro Cervantes, Sonia Méndez, Lluïsa Castell, Julieta Marocco, Marc Pociello, Marc García Coté, Ricard Farré. MÚSICA ORIGINAL: Eduardo Molinero. DIRECCIÓN DE FOTOGRAFÍA: Sergi Gallardo. MONTAJE: Guillermo Represa. PÁGINA WEB OFICIAL: www.elsexodelosangeles.es

El sexo de los ángeles está emparentada con Jules et Jim (1962) de François Truffaut, Teorema (1968) o la relativamente más reciente Limpieza en seco (1997) de Anne Fontaine, es decir, con películas donde una pareja abre sus lazos emocionales a un tercero y ese tercero pasa a ser uno más de la relación. En este caso, los tres lados del triángulo son los jóvenes actores Astrid Bergès-Frisbey, Llorenç González y Álvaro Cervantes. El resultado final, sin embargo, no me ha gustado.






En gran medida, los distintos giros que van conformando la trama creo que son excesivamente forzados, impostados y faltos de verosimilitud. El tono de comedia que va adquiriendo el film conforme avanza tiene un alto grado de artificialidad y parece más relacionado con el afán de acomodar el film a la estructura de comedias románticas conocidas por el público que con el propósito de ajustar las distintas situaciones que van surgiendo al espíritu de la historia. Aunque hay que reconocer que la historia está narrada con agilidad y que el grupo de baile de hip-hop que aparece en distintos momentos del film es magnífico, poco más puedo destacar de esta cinta.



Nota (de 1 a 10): 4.

Lo que más me gustó: su agilidad.

Lo que menos me gustó: toda la historia está impostada y le falta naturalidad.




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