YA NO ESTOY AQUÍ DE FERNANDO FRÍAS DE LA PARRA. NI AQUÍ NI ALLÍ…

 


TÍTULO: Ya no estoy aquí. TÍTULO ORIGINAL: Ya no estoy aquí. AÑO: 2019. NACIONALIDAD: México-Estados Unidos. DIRECCIÓN Y GUION: Fernando Frías de la Parra. MONTAJE: Yibran Asuad. DIRECCIÓN DE FOTOGRAFÍA: Damián García. INTÉRPRETES PRINCIPALES: Juan Daniel García Treviño, Xueming Angelina Chen, Jonathan Espinoza, Coral Puente, Tania Alvarado, Fanny Tovar, Luis Leonardo Zapata, Yahir Alday, Leonardo Garza, Yocelin Coronado, Deyanira Coronado. DURACIÓN: 112 minutos. ENLACE EN NETFLIX: https://www.netflix.com/title/81025595.

CALIFICACIÓN: 

Ya no estoy aquí del director mexicano Fernando Frías de la Parra es una película que, en realidad, son dos películas que acaban necesitándose una de la otra para ser, ambas, cabalmente entendidas. En una de ellas, el protagonista está en su Monterrey natal formando parte de un grupo de jóvenes admiradores y seguidores de la cumbia colombiana. En la otra, vemos a ese mismo protagonista en Nueva York intentando ganarse la vida en trabajos fugaces y precarios. Ambas ramas de la historia tienen su propio desarrollo y parecen discurrir por caminos autónomos y hasta opuestos. En Monterrey, vemos las andanzas de nuestro personaje con sus amigos por esos barrios imposibles nacidos de la ausencia absoluta de planificación urbanística y cómo su vida va girando cada vez más en torno a la música que les apasiona. Pero, de improviso, la violencia, siempre presente, se desata con mayor virulencia y la vida de todos se ve sacudida de modo abrupto y brutal. En Nueva York, nuestro protagonista malvive sin un trabajo ni un domicilio fijos y acaba viviendo, a escondidas, en la azotea de un edificio en la que ha hecho trabajos de limpieza. La hija del dueño del comercio lo descubre e inician una peculiar amistad en la que la barrera del idioma se va convirtiendo en un obstáculo insalvable. En ambas historias, el personaje parece, aunque con lentitud y dificultades, avanzar pero en ambas (que finalmente convergen) acaban colapsando sus esperanzas y expectativas porque el mundo está estructurado de modo que alguien como nuestra protagonista no puede escapar de la condición en que vive.



Ya no estoy aquí es una película callejera, rodada como si fuera un documental, tensa, vibrante, nerviosa y convulsa. Las interpretaciones parecen licuarse hasta convertirse en naturalismo puro sin que entre reparto y espectador exista la intermediación de técnicas interpretativas o actorales para conducir casi a una reinterpretación del neorrealismo en el que la mera representación de la realidad no basta para comprender esta sino que hay que comparar, contrastar y poner en relación casos, situaciones y escenarios para desvelar estructuras y mentalidades, las de la violencia estructural reinante en una sociedad mexicana rota y las de la actitud benevolente del Primer Mundo que considera a los países pobres y a sus habitantes como una muestra de exotismo con la que se entra en contacto como mera curiosidad turística. En ese dilema entre la pobreza del lugar de origen, marcada por la más irracional violencia, y la pobreza del lugar de destino, surcada por la más angustiosa incertidumbre, el personaje solo encuentra el ensimismamiento como opción final, una alternativa no redentora pero que permite vivir al margen de un momento que no ofrece ni soluciones ni ilusiones ni una forma digna de vivir.


TRÁILER DE LA PELÍCULA:


IMÁGENES DE LA PELÍCULA:









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