TÍTULO: Malcolm & Marie. TÍTULO ORIGINAL: Malcolm & Marie. AÑO: 2021. NACIONALIDAD: Estados Unidos.
DIRECCIÓN Y
GUION: Sam Levinson. MONTAJE: Julio Perez IV. DIRECCIÓN DE FOTOGRAFÍA: Marcell
Rév. MÚSICA ORIGINAL: Labrinth. INTÉRPRETES PRINCIPALES: John David Washington, Zendaya. DURACIÓN: 106
minutos. PÁGINA WEB OFICIAL: https://www.netflix.com/title/81344370.
Actualmente, uno de los conceptos al que se le atribuye una importancia decisiva y casi única es el de “identidad”. Cada uno de nosotros parece que tiene que encajar en una etiqueta perfectamente estructurada, definida y perfilada y ello viene a ser como la marca que a fuego se graba en la piel del ganado: una vez puesta sobre la res, esta ya queda asignada indefectiblemente a una propiedad y solo una transacción convenientemente formalizada (y ajena al propio sujeto nítidamente identificado) podría hacer que dicha propiedad se viera modificada. Es decir, al igual que la marca del ganado señala quién es el propietario del animal, parecería que la identidad se apropia del sujeto condicionando sus comportamientos y decisiones. Aquel se convierte en propiedad de una construcción conceptual de la que no puede escapar o liberarse por voluntad propia. Pero es que, como toda construcción conceptual, la que define la identidad está sometida a todo tipo de vaivenes y cuestionamientos posibles. ¿Pueden acaso el género, la raza, la religión, la condición sexual, la clase social, nuestro nivel de estudios, la nacionalidad o la lengua ser vectores únicos que guíen nuestras vidas y nuestras relaciones con los demás? Más bien, en función de la situación y el momento, cada una de estas dimensiones pueda cobrar protagonismo en relación al resto sin que las que han pasado a segundo plano desaparezcan ni se difuminen para siempre sino que podrían volver a preponderar en otra coyuntura diferente. Es decir, en vez de convertir el de “identidad” en un concepto macizo y férreo, habría que hablar de un conjunto de identidades “líquidas” y “cruzadas” que convierten al ser humano en algo mucho más complejo y diverso de lo que las tendencias sociológicas actuales quieren hacernos creer (de manera nada inocente y nada desinteresada, añadiría yo). En Malcolm & Marie, película concebida y realizada en tiempo récord por Sam Levinson (director de Otro día feliz –2011– y Nación salvaje –2018– y creador de la serie Euphoria) e interpretada únicamente por John David Washington (a quien hemos visto recientemente en Tenet de Christopher Nolan) y Zendaya (Spider-Man: Lejos de casa –2019– de Jon Watts, Euphoria), habla, con gran sutileza pero absoluta efectividad, de todos estos temas que he expuesto.
John David Washington y Zendaya
interpretan, respectivamente, a un director de cine que acaba de estrenar una
película en la que ha puesto todas sus esperanzas de éxito y a su esposa, una
actriz que no ha logrado aún lanzar su carrera. Una vez que llegan a su casa
después del estreno, la tensión acumulada entre ellos explota y empiezan a
discutir sobre la actitud de él y las recriminaciones de ella. La noche, de
este modo, se convierte en una montaña rusa en la que los momentos de discusión
y reconciliación se van encadenando en una espiral que pone a la pareja al
borde del abismo. Lejos de ser caprichosa, esta sucesión de disputas no es
aleatoria ni arbitraria sino que obedece a que, de golpe, afloran todas las
contradicciones existentes en el seno de la relación y cada una de esas
contradicciones responde a una dimensión diferente de la identidad. Podría
parecer que, por ser ambos afroamericanos, tendrían que estar del mismo lado y
que, por tanto, no debería haber motivos de conflicto entre ellos. Pero eso,
naturalmente, no es así. Porque ambos personajes no son solo afroamericanos ni
a ello se les puede reducir su condición personal. Hay otros binomios que
también hay que tener en cuenta: hombre/mujer, persona de éxito/persona sin
éxito, persona con estudios universitarios/persona sin estudios universitarios,
persona rica/persona pobre… Y, sobre todo, la relación sentimental entre ellos les
pone en la tesitura de comprobar cómo están sometidos a las consecuencias que
les imponen los convencionalismos, prejuicios e ideas preconcebidas que suelen
estar asociados por costumbre a toda relación sentimental. El espectador es
testigo, de esta manera, de la constatación de cómo un ser humano no puede ser
contemplado desde una única perspectiva porque la realidad cotidiana demuestra que
nos vemos obligados a ir cambiando continuamente de dimensión identitaria y que
si, en una de ellas, podemos coincidir con el otro, en una diferente es posible
que mantengamos con esa misma persona una relación potencialmente conflictiva. Malcolm & Marie, con su minimalismo
y gracias a su brillante guion y a las intensas e implicadas interpretaciones
de sus protagonistas, logra hacernos partícipes de una realidad que las guerras
culturales y las proclamas activistas, la mayoría de las veces, prefieren
ignorar.
TRÁILER DE LA PELÍCULA:
IMÁGENES DE LA PELÍCULA:
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