3 CAMINOS: EMOCIONES EN EL SENDERO



ENLACE DE LA SERIE EN AMAZON PRIME VIDEO: https://www.primevideo.com/dp/0R5OTB72B0EAOBCBZI4A1DLT7F/

Pasan los siglos, transcurre todo un milenio incluso, y el Camino de Santiago sigue ahí, congregando peregrinos y despertando sentimientos y emociones que van más allá de lo estrictamente religioso. Pero la historia de este, en realidad, conjunto de rutas (porque el denominado “Camino Francés” es solo el más conocido entre los muchos trayectos existentes hasta llegar a Santiago de Compostela) es mucho menos lineal de lo que podría pensarse y demuestra esa aseveración, oportunísima en este contexto, de que Dios escribe derecho con renglones torcidos.


Mapa con las rutas del Camino de Santiago en España (Fuente: Wikipedia, Autor: Paulusburg)


Porque, aunque pueda pensarse que el Camino de Santiago, o simplemente el Camino, ha mantenido una trayectoria de creciente apogeo durante diez siglos, ello no ha sido así en absoluto. Así, si vemos las estadísticas del archivo de la catedral de Santiago de Compostela recogidas en Wikipedia, podemos observar que en el año 1970 solo 68 peregrinos acreditaron haber realizado el camino completo y, en el año 1971, el cual fue Año Santo Jacobeo (lo cual ocurre cada vez que el 25 de julio, día de Santiago Apóstol, cae en domingo), la cifra se elevó a 451. Durante los años siguientes, los números mostraron la misma atonía: 67 en 1972, 37 en 1973, 108 en 1974, 74 en 1975, 243 en 1976 (el cual volvió a ser Año Santo)… Solo a partir de 1982 el número de peregrinos empezó a aumentar significativamente y, sobre todo, a partir del Año Santo de 1993, en virtud de la intensa labor institucional de promoción del Camino y de rehabilitación y creación de una completa infraestructura de asistencia y hospedaje a los peregrinos, estos empezaron a incrementarse año tras año hasta llegar a los 347.578 de 2019. Podría pensarse que el fenómeno del Camino a partir de 1993 responde a una mera dimensión de banalización y turistificación tan en boga en los tiempos actuales (al menos, hasta el estallido de la pandemia provocada por el coronavirus). Sin que se pueda desmentir por completo dicha realidad, no es menos cierto que el peregrinar hasta la tumba que albergaría los restos de Santiago Apóstol (algo sobre lo cual se albergan sólidas dudas) y, si somos estrictamente puristas, hasta el cabo de Finisterre (el cual sería el auténtico final de la ruta), encierra una atmósfera y energía muy especiales que terminan marcando a todos aquellos que completan el recorrido.



Hay un pasaje del Gárgoris y Habidis de Fernando Sánchez Dragó (quien, previamente, define al Camino como “círculo que se cierra sobre todos sus puntos y cualquiera de ellos obliga a recorrerlo por entero”) que sabe expresar ese sentimiento que embarga a quienes llegan al final de su trayecto: “A miércoles 29 de noviembre, tras dos semanas de marcha, avisté el brumoso perfil de Compostela. (…) La ciudad –un garabato ocre y puntiagudo– se nos venía encima escurriéndose sobre una toponimia cargada de símbolos. Entramos en el recinto medieval por la rúa de San Pedro, (…) subía la escalera del Obradoiro y ya el Pórtico de la Gloria me atropellaba y esborregaba. Hundí, efectivamente, la mano en el guante de piedra que otras manos habían abierto. Era, por el roce, más alabastro que mármol: un tobogán exiguo y resbaladizo para que los dedos palpasen la ultratumba. Desde la metafísica del fuste, pero sin modificar su yerta superficie, me trepaba un calor que imaginé energía allí acumulada por los peregrinos. El mundo y mi persona, cenestésicamente, se desvanecían. ¿Oré con rabia en la cripta del Apóstol o sólo estuve arrodillado? No lo recuerdo. No sé traducirlo a palabras. Pero conozco y jamás olvidaré el diáfano desenlace de la aventura. Mejor dicho: lo que entonces recibí, lo que aquellos minutos me restituyeron. Algo que tal vez nunca tuve: señas de identidad. No he vuelto a perderlas”. De todo este espíritu, bebe la serie 3 caminos, estrenada recientemente en Amazon Prime Video y que gira en torno a un grupo de amigos que se conocen en el Camino y que, en dos ocasiones más, en años posteriores, volverán a reunirse para repetir la experiencia.


TRÁILER DE LA SERIE:



3 caminos, disponible en Amazon Prime Video, es una serie española de ocho episodios, dirigidos por Norberto López Amado e Iñaki Mercero, que tiene un fuerte componente internacional, ya que, además de la participación de Verónica Echegui y Álex González en papeles protagonistas, en el reparto también aparecen el actor italiano Andrea Bosca, la actriz alemana Anna Schimrigk, el actor español de origen surcoreano Alberto Jo Lee, la actriz mexicana Cecilia Suárez y el actor portugués João Reis, estando rodada originalmente en inglés. La acción de la serie se desarrolla íntegramente mientras los personajes realizan el Camino, con algunos flashbacks que retratan las diferentes circunstancias que cada uno está viviendo y que explican la motivación por la que han tomado la decisión de recorrer el sendero compostelano.




El primer gran acierto de 3 caminos es que logra retratar a una serie de personajes con gran fuerza y precisión y que los vemos crecer y madurar a lo largo de una serie de años, pasando de la alegría y el optimismo de la juventud a una creciente pesadumbre y melancolía, en la medida en que las aspiraciones de los primeros años se ven frustradas y hay que enfrentarse a los duros condicionantes que la realidad impone. La segunda virtud de la serie es que el reparto sabe encarnar excelentemente a estos personajes, con la fuerza y poderío que siempre derrocha Verónica Echegui, con la precisión y sobriedad de Álex González, con la capacidad de Andrea Bosca de mostrar a alguien fuerte por fuera y débil por dentro, con la de Alberto Jo Lee de enseñarnos a alguien débil por fuera pero fuerte por dentro, con el aire enigmático y sutilmente crispado que es capaz de impregnar a su interpretación Anna Schimrigk y con la elegancia y delicadeza que emanan de Cecilia Suárez. Todos ellos consiguen que acabemos conectando con la serie y con unas vivencias que marcan unas biografías que portan cada una de ellas su propio drama, sus propias contradicciones y sus propios sinsabores peo que, a pesar de todo ello, muestran el valor de la verdadera y auténtica amistad.




Aunque debo admitir que, al principio, tuve ciertos reparos en empezar a ver la serie y que, conforme la fui viendo, es imposible no reconocer que tiene ciertos defectos, no es menos verdad que 3 caminos acaba siendo una serie entrañable que dejará un agradable recuerdo al espectador al conseguir que este deje que unos personajes le tomen de la mano y le acompañen durante toda una serie de años en los que sus vidas despertarán emociones, se torcerán, se enderezarán con esfuerzo, serán ejemplo de lucha y serán, claro está, capaces de transmitirnos lo que se siente cuando, desde Monte do Gozo, se contemplan ya las torres de la catedral de Santiago de Compostela, en la Plaza del Obradoiro se descubre el Pórtico de la Gloria y ya en Finisterre puedes dejar que las frías aguas del Atlántico te limpien y te liberen, aunque sea solo por un momento, de penas y angustias. La honestidad y transparencia de 3 caminos hacen que todo ello sea posible.


IMÁGENES DE LA SERIE:


Verónica Echegui



Álex González



Andrea Bosca


Verónica Echegui y Alberto Jo Lee


Cecilia Suárez




 



Comentarios