YOU – T2: AMOR Y PSICOPATÍA


(¡¡¡ATENCIÓN!!!: ESTE ARTÍCULO CONTIENE SPOILERS DE LA PRIMERA TEMPORADA DE LA SERIE)


En 2018, se estrenó en Netflix la serie You, la cual era una adaptación de la novela homónima de Caroline Kepnes y que giraba en torno a cómo el sentimiento amoroso podía estar íntimamente unido a un afán enfermizo de posesión de la persona amada, afán que podía derivar, fácilmente, al terreno de la pura psicopatía. Protagonizada por un magistral Penn Badgley, que lograba, con plena contención y sobriedad, trazar la caracterización de un personaje, Joe Goldberg, que, por debajo de su simpatía, refinada cultura y buenos modales, sabía enmascarar una mente enferma que era capaz de desarrollar todo tipo de maniobras y estratagemas para llegar a controlar de forma absoluta a su pareja, el actor daba vida al dependiente de una librería de Nueva York que se enamoraba de una de las clientes del establecimiento, Guinevere Beck (interpretada por Elizabeth Lail), iniciando, a partir de ese momento, un seguimiento exhaustivo de todas las circunstancias personales de la chica para intentar inmiscuirse en su vida y lograr iniciar con ella una relación sentimental.



El personaje protagonizado por Penn Badgley, aunque hará esfuerzos por escapar de esa dinámica, seguirá intrigando y urdiendo intrincadas tramas para alcanzar sus propósitos


Es evidente que You planteaba un tema que viene a inscribirse en una de las corrientes de pensamiento que, con más fuerza, se está desarrollando en la actualidad y que toma como punto de partida el poner en cuestión el concepto tradicional de “amor romántico”, el adoptar una visión crítica, en mayor o menor grado, con ideas generalmente aceptadas como la existencia de una “única media naranja” con la que se podría llegar a convivir eternamente, la asunción de que la pareja siempre debe seguir un modelo “cerrado” en el que la fidelidad sexual es uno de los principios sagrados e inamovibles y el aceptar como normal el que el amor lleve asociado toda una serie de sentimientos exaltados, de modo que, por ejemplo, la aparición de los celos vendría a ser un hecho no solo justificado sino que vendría a ser una prueba irrefutable de que el amor que se siente por alguien es absolutamente real. Sin tratar abiertamente todas estas cuestiones, You las abordaba indirectamente utilizando la estrategia narrativa de plantear cómo sería un amor romántico tradicional llevado hasta sus últimas y más extremas consecuencias. Y la historia que se desarrolla a partir de este planteamiento no transcurre en un entorno de carácter conservador o poco permeable a los cambios sino en el moderno Nueva York actual, donde las tendencias más actuales y renovadoras tienen cabida.  



La relación entre los personajes de Penn Badgley y Elizabeth Lail articulaba el eje narrativo principal de la primera temporada de You. En su segunda temporada, una nueva relación, esta vez en Los Ángeles, constituirá la columna vertebral de la historia


You parecía decirnos que, aun en un contexto social avanzado y nada retrógrado, el “amor romántico” no puede dejar de desplegar todo tipo de hábitos perniciosos que acaban por desnaturalizar la que se presume que es su verdadera esencia. Quien haya visto la primera temporada de la serie, ya sabrá que su desenlace no se ajusta precisamente a las pautas de un happy end, acabando con la muerte de la joven Guinevere y el éxito de la mente maquiavélica de Joe Goldberg en pergeñar una elaborada trama para eludir su culpa en el hecho y hacer recaer la responsabilidad en el doctor Nicky, psicólogo de la chica. Eso sí, en el último instante, aparecía Candance, la antigua novia de Goldberg (interpretada por Ambyr Childers) para dejarnos con la duda de cuál sería su papel en la posible continuación de la serie.



Victoria Pedretti interpreta a quien será la nueva relación sentimental del personaje interpretado por Penn Badgley


Recientemente, Netflix ha estrenado la segunda temporada de You, la cual adapta libremente la segunda novela de Caroline Kepnes, titulada Hidden Bodies, y, en ella, vemos cómo Joe se ha trasladado a Los Ángeles (conforme se desarrolle la serie, conoceremos los motivos) y, una vez allí, entra a trabajar en la sección de libros de un supermercado. A la vez que descubrimos cómo fue su infancia, iremos viendo cómo nuestro protagonista se irá relacionando con los hijos de los propietarios de los dueños del establecimiento donde trabaja (interpretados por Victoria Pedretti y James Scully), con la responsable de la urbanización donde vive (Carmela Zumbado), que, a su vez, también ejerce de periodista de investigación, y su hermana (Jenna Ortega), una adolescente muy adelantada para su edad que ha tenido que espabilarse en función de sus circunstancias familiares y las peculiares formas de vida de la ciudad californiana, y con su antigua novia Candace, cuyas intenciones no son precisamente pacíficas hacia Joe. Del mismo modo que pasaba en la primera temporada, en su continuación los espectadores irán asistiendo a una revisión nada piadosa hacia la “fauna” que habita la ciudad de Los Ángeles, mostrando cómo en ella, de manera similar a lo que ocurría en Nueva York, hay mucha más apariencia que sustancia.



Ambyr Childers interpreta a Candace, la antigua novia de Joe Goldberg


Ese último punto que hemos comentado nos lleva a una segunda capa de lectura de la serie que vendría a plantear algo parecido a lo que se preguntaba el protagonista de Conversación en La Catedral de Mario Vargas Llosa: “¿Cuándo se jodieron los Estados Unidos?”. Y el protagonista de You, en el fondo, vendría a responder: “Cuando todo este hatajo de gilipollas se hizo cargo del país”. Porque, lo más sorprendente de todo, es la facilidad con que Joe Goldberg consigue pasar desapercibido mientras no para de ejecutar sus sucesivas fechorías. En parte, porque su entorno es una pura fachada que no es capaz de ahondar en qué hay por debajo de los aspectos más superficiales de la realidad. En parte, porque en dicho mundo hay personajes que son tan nefastos como el propio Joe y la progresiva eliminación de los mismos o la revelación de sus horribles secretos actúan como pantallas que van encubriendo las maldades del protagonista. En parte, porque Joe es capaz de llevar a cabo algunas buenas acciones que le sirven como máscara protectora. Y también, y esto es lo más inquietante, porque la sociedad en la que él se mueve ha desactivado muchos de los resortes éticos que pudieran servir de mecanismos de seguridad y los han sustituido por discursos huecos e inocuos que funcionan más como anestesia colectiva que como señales de alerta que pudieran advertir del horror que se esconde bajo avenidas soleadas, paisajes luminosos y un presunto ambiente de modernidad y progreso.




TRÁILER DE LA SEGUNDA TEMPORADA DE LA SERIE:





IMÁGENES DE LA SERIE:


























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