MÁRGENES 2019 - 9º FESTIVAL DE CINE INDEPENDIENTE DE MADRID (4): RETROSPECTIVA AMBULANTE (Segunda parte)


El MÁRGENES 2019, aunque, como dijimos en el anterior artículo dedicado al certamen, ya ha entregado los premios de las secciones en competición, aún no ha concluido. Hasta el próximo 8 de diciembre están disponibles online en la plataforma de la entidad organizadora del festival (www.margenes.org) los títulos de la Sección Oficial y de la retrospectiva dedicada al proyecto mexicano Gira de Documentales Ambulante y, hasta el 26 de diciembre, se pueden ver los títulos que integran la retrospectiva dedicada al director portugués Paulo Rocha.


En nuestro artículo de hoy, terminamos de comentar los títulos que integran la retrospectiva dedicada al proyecto mexicano Gira de Documentales Ambulante y, en los próximos días, iremos publicando las entrevistas que hemos realizado a algunos de los directores que han participado en la Sección Oficial del certamen.

Fronterilandia (1995) de Jesse Lerner y Rubén Ortiz Torres



Fronterilandia es el título más veterano que podemos ver en la retrospectiva y, por ello, ofrece, además del propio tema que aborda, la interesante posibilidad de comprobar cómo ha cambiado el lenguaje del género documental en el último cuarto de siglo y comparar el que existía a mediados de los 90 con el que existe actualmente. Aparte de ello, Fronterilandia ofrece un sorprendente (y, a veces, alucinante recorrido) por los territorios que bordean ambos lados de la frontera entre México y Estados Unidos y cómo fenómenos, tendencias y modelos pasan de un lado a otro, siendo asimilados, reconvertidos y procesados, de modo que, a veces, hay una aguda tendencia a caer en lo kitsch mientras que, en otras ocasiones, se producen sugerentes experiencias de mestizaje que dan cuenta de la posibilidad de enriquecimiento mutuo que se puede producir en un contexto de fronteras porosas y continuo intercambio sociocultural. Desde la perspectiva actual, con el proyecto de muro que el gobierno de Trump quiere levantar entre Estados Unidos y México, es necesario revisar Fronterilandia para hacerse una somera idea de las influencias mutuas que siempre han existido entre ambos países.

Programa Ximena Cuevas (1999-2018)



En esta retrospectiva, se han podido ver dos mediometrajes, un cortometraje y dos microcortometrajes de la realizadora Ximena Cuevas, los cuales trascienden la condición estricta del documental para entrar de lleno en otras áreas como el videoarte, la videoperformance, el collage, la experimentación visual y la indagación sociocultural. Cinépolis, la capital del cine dura 22 minutos y puede ser visto tanto como una exploración de cómo la globalización está acabando con las particularidades culturales como una fábula de ficción construida con materiales diversos y heterogéneos que dan lugar a esa misma moraleja. Tan fascinante como inclasificable. Ensayo de un crimen dura solo un minuto y, siendo un homenaje al film homónimo de Luis Buñuel, es, al mismo tiempo, una sutil crítica al ambiente de paranoia permanente que reinó después de los atentados del 11 de septiembre de 2001. Los dos minutos de Help son una metáfora del extrañamiento individual en un entorno cultural ajeno e impuesto. Tómbola tiene una duración de 7 minutos y muestra la participación de Ximena Cuevas en un programa de "telebasura" (que no sería más que la versión mexicana del Tómbola español, que, entre 1997 y 2004, tanta polémica generó en nuestro país), con un desenlace, a la vez, sorprendente, desconcertante y relevante. Finalmente, México, un país llamado Cine es un recorrido de media hora, con un punto de vista crítico, por diversos títulos clásicos del cine mexicano que constituyen muestras de la sociología, cultura y mentalidad del país.


Mi vida dentro (2007) de Lucía Gajá



Exhaustiva investigación del caso de Rosa, una emigrante mexicana que vive y trabaja en Austin (Texas) que es acusada de la muerte del niño al que cuidaba. Ella alega que ha sido un accidente pero tiene que luchar contra los prejuicios y su situación de fragilidad en una sociedad en la que ella no es una ciudadana instalada legalmente en el país. Este documental de Lucía Gajá no solo se centra en las circunstancias del caso sino que analiza el contexto en el cual se produce, de manera que el espectador llega a comprender plenamente la situación de incertidumbre de cualquier inmigrante ilegal que tiene que vivir permanente bajo la amenaza de verse devorado por un sistema que no comprenden y en el que no disponen de ningún medio para defenderse adecuadamente en caso de sufrir algún tipo de contratiempo. Riguroso, implacable y favorecedor a suscitar todo tipo de análisis y reflexiones.


El General (2009) de Natalia Almada



El general es un interesantísimo documental de carácter histórico que realiza un recorrido por la figura del general Plutarco Elías Calles, presidente de México entre 1924 y 1928. Este documental está dirigido por Natalia Almada, bisnieta del político, militar y líder revolucionario, a partir de una grabación de audio con declaraciones de su abuela, hija de Calles, sobre sus recuerdos de la etapa de su padre como presidente del país. La directora analiza la figura de su bisabuelo desde la perspectiva de su propio presente, en el contexto además de la disputada elección entre Felipe Calderón y Andrés Manuel López Obrador en el año 2006, en la medida en que analiza, tal como está considerado generalmente, el hecho de que, tras la muerte en atentado de quien iba a ser sucesor de Calles en la presidencia, Álvaro Obregón, Calles instauró el sistema político-institucional que rigió en la práctica el país en las siguientes décadas: un sistema regido por el PRI, con un peso esencial de la figura presidencial, con la omnipresencia de la corrupción y los cambalaches electorales y el "dedazo" como método básico de elección del sucesor en la jefatura del Estado. El documental de Natalia Almada es agudo, incisivo y muy bien estructurado, de modo que una compleja trama de hechos históricos es presentada con rigor y claridad. Por todo ello, El general alcanza la categoría de documento esencial para conocer una etapa decisiva en la historia de México.


Cuates de Australia (2011) de Everardo González



Cuates de Australia es el nombre del rancho en el que el director Everardo González hace una exploración exhaustiva de sus paisajes, de sus gentes, de sus costumbres y de sus actividades en el día a día. Se trata de un lugar seco y áspero, en el que las escasas lluvias y los, a veces, larguísimos periodos de sequía obligan a sus habitantes a un éxodo periódico del que solo regresan cuando la lluvia hace renacer la vida en un lugar en el que la falta crónica de agua provoca la muerte de los animales y la imposibilidad de permanecer para el ser humano. Cuates de Australia realiza un retrato colectivo de numerosos habitantes del lugar, con diferentes edades, con diferentes ilusiones y con distintos problemas y, sobre todo, muestra la fidelidad y apego a unas raíces, de modo que, a pesar de la dureza del lugar, todos los lugareños vuelven cuando el período de sequía concluye, sabiendo qué vida les espera pero no deseando renunciar a ella.


Inori (2012) de Pedro González Rubio



Inori es un documental que se desarrolla en Japón y que muestra cómo se desenvuelve la vida en una pequeña aldea, de la que los jóvenes ya se han marchado y solo permanecen en ella sus habitantes de mayor edad. Las oportunidades económicas ya no pasan por ese rincón olvidado, oculto en medio de unos hermosísimos parajes naturales, sino que están en las grandes ciudades y a ellas han ido los hijos de los únicos residentes del lugar. Inori es un documental sereno y melancólico que muestra cómo, poco a poco, se va extinguiendo una comunidad y solo van quedando los recuerdos y las tumbas de los ancestros, que son cuidadas con cariño y esmero como reliquias de un pasado condenado a no retornar. El montaje muestra un viaje metafórico de ida y vuelta, nos adentramos en el bosque, vemos el valle de un río, un puente y llegamos a la aldea que es recorrida con parsimonia durante los 72 minutos que el documental dura y, al final, las mismas imágenes se repiten en sentido inverso: la cámara se va, nosotros nos vamos y dejamos a la comunidad reposar en una suave decadencia en la que se acabará disolviendo como una niebla que desaparece sin dejar más rastro que su recuerdo.


El cuarto desnudo (2013) de Nuria Ibáñez



Impresionante documental de Nuria Ibáñez rodado en un centro psiquiátrico para niños y adolescentes. A lo largo del metraje, vamos conociendo distintos casos, con diferentes grados de dramatismo, pero ninguno inocuo o intrascendente, de personas muy jóvenes afectados por distintas dolencias psiquiátricas. Este es uno de los ejemplos en los que la cámara no miente. No solo es que no mienta sino que arranca la verdad que la realidad encierra y muestra sin tapujos y sin lugar a la duda el dolor y la angustia de unas personas que no comprenden lo que sienten ni lo que está sucediendo dentro de ellos. El cuarto desnudo es una exploración del ser humano en un momento de debilidad extrema, en un momento en que no es dueño de sus actos y necesita aferrarse a cualquier tipo de asidero para no perder el control de ellos mismos. Esta necesidad, urgente y acuciante, es la que vemos en las miradas de unos niños ansiosos por comprender qué es lo que les está sucediendo.


Tempestad
(2016) de Tatiana Huezo




Dos dramas paralelos que son dos caras distintas de la realidad actual de México. Por un lado, una mujer que se ve en la cárcel por un delito que no ha cometido y que ve la cara más negra del mundo y del ser humano. Por otro, una madre que ha perdido a su hija y desconoce cuál ha podido ser su destino. Un duro retrato de las cárceles que funcionan bajo la condición de autogestión y de la implicación de autoridades y fuerzas policiales en redes relacionadas con el tráfico humano, en general, y de mujeres, en particular. Conforme el documental avanza, la sensación de asfixia y angustia va creciendo hasta cristalizar en un alegato duro y, al mismo tiempo, sutil contra una situación que exige cambios urgentes y profundos.


El reino de la sirena (2017) de Luis Rincón



En esta mirada a un pequeño pueblo de Nicaragua que vive, fundamentalmente, de la pesca, se entremezcla la mitología de unas culturas cuyas raíces están ancladas en el origen de los tiempos con el análisis sociológico de un lugar con condiciones de vida precarias y con conatos de situaciones de violencia que pueden estallar en cualquier momento. Pero lo que acaba resaltando, sobre todo, es la dignidad de unas personas que quieran conservar su cultura y que luchan por sobrevivir a pesar de las dificultades y de la dureza de las actividades con las que tienen que ganarse la vida. La secuencia final es un canto a esa dignidad y a un optimismo vital que se convierte en el arma fundamental para seguir adelante y no verse desbordado por un entorno hostil que los amenaza de forma permanente y reiterada.


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