Una de las series estrenadas por
Netflix recientemente es Creedme (Unbelievable según su título original en
inglés), una historia en ocho capítulos sobre la búsqueda de un violador en
serie que, aparte de su brillantez formal, aporta una visión muy interesante
sobre cómo son tratadas las víctimas de violación tanto a nivel social como por
las fuerzas de seguridad o, más concretamente, cómo diferentes formas de actuar
de dichas fuerzas puede llevar a abordar correctamente este tipo de casos
criminales o derivar en una gestión de decepcionante incompetencia. Creedme está basada en hechos reales y ha
sido creada por Susannah Grant, Michael Chabon y Ayelet Waldman y cuenta con
Lisa Cholodenko en la producción ejecutiva y en la dirección de sus tres primeros
episodios.
Susannah Grant es guionista,
directora y productora. Su faceta más renombrada es la primera, siendo la
autora de los guiones del film de animación Pocahontas
(1995) de Mike Gabriel y Eric Goldberg, Por
siempre jamás (1998) de Andy Tennant, 28
días (2000) de Betty Thomas, Erin
Brockovich (2000) de Steven
Soderbergh o En sus zapatos (2005) de
Curtis Hanson. Ayelet Waldman es una novelista y ensayista americano-israelí,
autora de la serie de misterio The
Mommy-Track Mysteries. Michael Chabon es un célebre escritor
estadounidense, autor de novelas tan prestigiosas como Los misterios de Pittsburg (llevada al cine en 2008 bajo la
dirección de Rawson Marshall Thurber y con Jon Foster, Peter Sarsgaard, Sienna
Miller, Mena Suvari y Nick Nolte en el reparto), Chicos prodigiosos (de la que Curtis Hanson realizó una
adaptación en el año 2000, protagonizada por Michael Douglas, Tobey Maguire y
Frances McDormand, y que se tituló en España Jóvenes prodigiosos), Las
asombrosas aventuras de Kavalier y Clay, La solución final, El sindicato de
policía yiddish, Gentlemen of the Road o Telegraph Avenue. Finalmente, Lisa Cholodenko es una directora
norteamericana nacida en Los Angeles que ha realizado films como High Art (1998), La calle de las tentaciones (2002), Regreso al hogar (2004) y Los
chicos están bien (2010).
Creedme está construida en torno a dos tramas, vinculadas entre sí
pero que van transcurriendo por separado aunque de forma paralela. Por un lado,
muestra las consecuencias de la denuncia de violación realizada por Marie Adler
(personaje interpretado por Kaitlyn Dever) quien, ante los recelos de los
policías que llevan el caso y de su propio entorno, se ve presionada para que
diga que dicha violación solo existió en su imaginación y que, por lo tanto, la
denuncia no tiene ningún fundamento. Por otro, está la investigación policial
realizada por las detectives Karen Duvall (Merritt Wever) y Grace Rasmussen
(Toni Collette) que conectan una serie de casos ocurridos en diferentes lugares
para llegar a la conclusión de que hay un violador en serie actuando con plena
impunidad sin que nadie sea consciente de ello.
La evolución de ambas tramas
muestra cómo uno de los casos es tratado de forma negligente, con una actitud
de escasa o nula empatía hacia la denunciante, lo cual conduce a que no se
investigue adecuadamente todos los extremos en los que la violación se ha
llevado a cabo mientras que los demás son afrontados de manera minuciosa,
intentando que la víctima recuerde todos los detalles posibles, que reciba los
apoyos psicológicos y emocionales necesarios y tratando el delito con la
prioridad adecuada, con el fin de que el autor del mismo sea detenido lo antes
posible para poner fin a su acción criminal. Por ello, Creedme es una serie en la que, dentro de su molde general de serie
policíaca, hay implícito un preciso y punzante diagnóstico social sobre cómo
los delitos sexuales y, en consecuencia, sus víctimas, son menospreciados y no
llevan aparejados una acción policial y política a la altura de la magnitud que
supone el problema.
Creedme se beneficia de la agilidad con la que está narrada, de su
eficaz gestión del suspense y del buen diseño de producción que habitualmente
suele estar asociado a los productos de Netflix. Las interpretaciones de las
tres protagonistas, Kaitlyn Dever, Merritt Wever y Toni Collette, son el alma
de la serie, debiendo destacar igualmente los trabajos de Danielle Macdonald,
Dale Dickey, Eric Lange, Bill Fagerbakke, Aaron Staton y Blake Ellis. En
resumen, si se quiere hacer el típico maratón con los ocho episodios de Creedme, el mismo se puede realizar con
interés creciente ya que, poco a poco, la historia va enganchando y va
suscitando en el espectador las dudas sobre cómo se irán resolviendo los
sucesivos giros que van apareciendo en el argumento. Por lo tanto, una serie
que se deja ver y que trata, por desgracia, un problema más actual que nunca.
TRÁILER DE LA SERIE:
IMÁGENES DE LA SERIE:
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