En nuestra séptima entrega sobre
el Atlántida Film Fest 2019, hay variedad de enfoques, formatos y
nacionalidades. Dos documentales españoles, dos franceses, uno alemán, uno
francés y tres films de ficción, uno británico, uno franco-belga y otro
franco-suizo, forman un abanico amplio y sugerente.
- Sección GENERACIÓN
En este film británico, opera prima de la directora Harry
Wootliff, se plantea un problema de pareja que, sin duda, trasciende los límites
y naturaleza del mismo. Elena (la actriz española Laia Costa) conoce a Jake
(Josh O’Connor, a quien hemos visto en las series Los Durrell y The Crown)
y se enamoran. Entre ellos, hay una diferencia de 10 años. Ella tiene 36 años y
él 26. Entonces, deciden tener un niño antes de que sea demasiado tarde para
ella. Pero Elena no se queda embarazada. Y, lo que era una relación idílica, se
va deteriorando poco a poco. Hasta aquí, la anécdota. A partir de ella, la
categoría: ¿por qué una relación ha de verse condicionada por elementos
externos, por la presión de seguir unos determinados pasos que, desde un punto
de vista social, parece que no pueden ser eludidos (noviazgo, matrimonio, embarazo,
nacimiento de niños…) y no es posible que la misma se desarrolle libremente y
sin la influencia de ideas a priori? Only You explora con minuciosidad todo
el proceso en el que la pareja, de vivir feliz, pasa a estar en crisis por la
no satisfacción de unas expectativas previas y cómo ni Elena ni Jake no se
detienen un momento para reflexionar sobre la relevancia o trascendencia de
dichas expectativas. Laia Costa (que ya había vivido una relación fuera de
convencionalismos en Newness – 2017–
de Drake Doremus, film producido por Netflix) está magnífica en su papel y se
convierte en el alma de la película, consolidando, de este modo, una carrera
internacional que la está convirtiendo en una de las actrices más interesantes
del panorama cinematográfico actual.
El director francés Nicolas
Philibert adquirió fama y popularidad con el documental Ser y tener (2002) en el que veíamos las dificultades de una
escuela rural donde había que educar a niños de entre 4 y 11 años y los
esfuerzos que tenía que hacer el maestro para que todo funcionara
adecuadamente. En la línea de este documental, Philibert realiza en su nuevo
film, En todo momento, un
acercamiento cálido y emotivo a un grupo de enfermeras y enfermeros (estos
últimos, minoría) durante su proceso de formación. A lo largo de la película,
vemos cómo se produce el aprendizaje de las técnicas a utilizar con los
pacientes y, sobre todo, cómo van descubriendo el lado humano de su profesión,
con sus momentos de satisfacción y sus instantes de dolor y tensión. Por la
propia naturaleza del tema tratado, y con las limitaciones que ello implica de
cara a poder grabar determinadas situaciones, al terminar el documental nos
deja una cierta sensación de que solo hemos visto la superficie de la realidad
abordada y que el tema hubiera podido dar mucho más de sí.
La publicación en 2016 del libro La España vacía de Sergio del Molino
puso en primer plano la realidad de los territorios progresivamente despoblados
de nuestro país, de los entornos rurales que, alejados de los circuitos
económicos principales, tienen cada vez mayores dificultades para subsistir y
salir adelante. Pero el cine español tiene una larga tradición de abordar esta
cuestión y ahí están para demostrarlo títulos como El cielo gira (2004) de Mercedes Álvarez, Arraianos (2012) de Eloy Enciso, Trinta lumes (2017) de Diana Toucedo o Con el viento (2018) de Meritxell Colell. A esta lista se une ahora
Entrialgo, segundo largometraje de
Diego Llorente, película que se desarrolla en un pequeño pueblo de Asturias y
que está protagonizada por un niño del que vemos su día a día, su rutina
cotidiana y los primeros instantes que van a dejar recuerdos indelebles en su
memoria. Entrialgo es un film
delicado e intimista que sabe cerrar espléndidamente con un plano fijo en el
que tiene lugar una conversación de fondo que es, tal vez, el momento en el que
se abre una fisura dentro del mundo idílico de la infancia y se inicia el
camino hacia una realidad donde aparecen las angustias, las inquietudes y las
preocupaciones, el momento en el que los paraísos revelan que nunca lo han
sido.
Cuando terminamos de ver < 3 y llegan los créditos finales,
hay un hecho que sorprende: que en él hay imágenes grabadas en los veranos de
2014, 2015 y 2016. Y es sorprendente porque, conforme vamos contemplando este
documental, parece que lo que es, en realidad, es un paseo a lo largo de una
única jornada por el Parque del Retiro de Madrid. Con ello, ya estamos diciendo
que el montaje y todo el andamiaje narrativo de < 3 es lo suficientemente brillante y efectivo como para
sostener un relato que, de otro modo, hubiera podido caer en la dispersión.
Pero no es así. Porque este paseo, a ratos sensual, a ratos divertido, a ratos
emotivo, gira en torno a la visión de los jóvenes sobre el amor y las
relaciones sentimentales, en unos tiempos en los que internet, las apps y las redes sociales imponen nuevas
formas y maneras. Acorde con ello, < 3
adopta una factura visual y narrativa que se aparta de cauces
convencionales y adopta unos ropajes modernos que se acaban convirtiendo en
imprescindibles para conectar con la película y adentrarnos en su estimulante
propuesta.
- Sección POLÍTICA Y CONTROVERSIA
Este film francés, segundo
largometraje del director César Vayssié, es un innovador y rupturista proyecto
que, sin diálogos, y conformado por un torrente de imágenes que se suceden a
ritmo vertiginoso y enlazadas a través de un montaje inteligente y, por qué no
decirlo, juguetón y maquiavélico, más que ser una celebración de los 50 años
del Mayo del 68, se convierte en una reflexión sobre cómo ha cambiado Francia y
el mundo desde entonces y cómo el orden que se pretendía derribar tiene más
fuerza y poder que nunca. Sus protagonistas, Elsa Michaud y Gabriel Gauthier,
conforman el dúo techno Avia X Orly y
su música va articulando el film mientras los propios integrantes del dúo
encarnan a dos estudiantes de Bellas Artes que realizan sus estudios mientras
Macron accede a la presidencia del país y empieza a ejecutar sus primeras
medidas. La idea de la película es original y, sobre todo al principio,
engancha y fascina pero, poco a poco, se va diluyendo y se va haciendo
repetitiva, resultando excesivamente largos sus 88 minutos de metraje. Una
menor duración hubiera ayudado, sin duda, a que todas las piezas del film
hubieran encajado mejor y, sobre todo, con mayor agilidad.
- Sección DOMESTIK
Nuestras pequeñas batallas de
Guillaume Senez
Resultaría fácil definir con
rapidez esta película franco-belga protagonizada por Romain Duris,
refiriéndonos a que es como cierta película protagonizada por Dustin Hoffman
pero actualizada a los tiempos actuales en los que la precariedad laboral, la
incertidumbre sobre el futuro y la progresiva desaparición de la clase media
campan a sus anchas. No vamos a decir de qué película de Dustin Hoffman estamos
hablando (para no hacer un spoiler colosal)
pero, si ven Nuestras pequeñas batallas,
enseguida sabrán cuál es. Este film de Guillaume Senez, más que centrarse en el
hecho detonante que sustenta su trama, acaba constituyendo una visión de la
crudeza y desesperanza de los tiempos actuales, de la falta de expectativas que
condiciona todo nuestro comportamiento y de la necesidad de establecer una
lucha permanente contra un entorno hostil cuyo resultado parece decidido de
antemano. De paso, se traza un complejo análisis del personaje protagonista
que, enfrentado a sus crecientes contradicciones, tendrá que acabar tomando una
decisión definitiva y radical.
Construir una utopía no es fácil.
Y ya hemos visto películas que narraban cómo hacer realidad un sueño puede
conllevar un coste humano inasumible: recordemos Fitzcarraldo (1982) de Werner Herzog, La costa de los mosquitos (1986) de Peter Weir y Captain Fantastic (2016) de Matt Ross.
Este film suizo, sexto largometraje de la directora Bettina Oberli, habla de
una pareja (Mélanie Thierry y Pierre Deladonchamps) que ha decidido explotar
una granja y gestionarla por métodos estrictamente ecológicos y naturales. Como
culminación del proyecto, van a colocar una turbina de energía eólica que les
va a servir para independizarse del sistema eléctrico y funcionar solo con
energía renovable. Pero, entonces, lo que era una línea recta empieza a ser una
línea quebrada y se comprobará que la realidad abofetea a aquellos que buscan
cambiarla. Excelentes interpretaciones y realización correcta para un film que
dejara huella por la fuerza de su relato y sus atinados pespuntes visuales,
como esa niebla que, en un momento dado, simboliza lo que ocurre en el interior de
los personajes.
- Sección MUROS Y FRONTERAS
Cuando la crisis de los
refugiados se agudizó en Europa en el verano de 2015, su impacto copó grandes
titulares en los medios de comunicación y fue noticia durante varios meses.
Pero, ¿qué sucedió después con los miles de refugiados que llegaron a nuestras
fronteras? Aeropuerto Central Tempelhof intenta
dar respuesta a esta pregunta y, durante un año, sigue la vida de estos refugiados,
alojados en las instalaciones abandonadas de un aeropuerto berlinés y que han
de esperar el resultado de largos y engorrosos procedimientos burocráticos para
saber cuál va a ser su definitivo destino. Como se narraba en un documental de
la edición de 2017 del Atlántida Film Fest, Extraños
en el paraíso de Guido Hendrikx, frente a los discursos políticos,
referidos a la acogida a los refugiados o a impedir la entrada masiva de los
mismos, está la realidad: es muy difícil y complicado entrar en Europa y,
quienes lo intentan, están sometidos a una precariedad e incertidumbre que
amenazan con condenarlos a un limbo jurídico perpetuo. Aeropuerto Central Tempelhof lo documenta con contundencia.
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