Comentamos la película Galveston, dirigida por Mélanie Laurent, aprovechando que ya está disponible en Filmin.
TÍTULO: Galveston. TÍTULO ORIGINAL: Galveston. AÑO: 2018. NACIONALIDAD: Estados
Unidos. DIRECCIÓN: Mélanie Laurent. GUION: Nic Pizzolatto, adaptando su novela
homónima. MONTAJE: Joseph
Krings. DIRECCIÓN DE FOTOGRAFÍA: Arnaud Potier. MÚSICA ORIGINAL: Marc Chouarain y Eugenie
Jacobson. INTÉRPRETES
PRINCIPALES: Ben Foster, Elle Fanning, Beau Bridges, C. K. McFarland, Robert
Aramayo, Rhonda Johnson Dents, Heidi Lewandoski, Lili Reinhart, María Valderde,
Adepero Oduye, Anniston Price, Tinsley Price. ENLACE EN FILMIN: https://www.filmin.es/pelicula/galveston.
Debido a la amplísima oferta
audiovisual existente actualmente, es muy fácil que determinados títulos pasen
desapercibidos para el público. Cuando, además, el estreno en salas comerciales
se produce en pleno mes de diciembre, con la coincidencia con las fiestas navideñas
y en plena avalancha de películas denominadas “familiares”, dicha posibilidad
se acentúa todavía más. Eso es lo que sucedió con Galveston, un film que, al final, ha tenido un paso discreto por la
cartelera pero que, en principio, tenía muchos elementos atractivos para lograr
captar a los espectadores interesados en el género negro y en las historias de
delincuentes que, tras su fachada de dureza, esconden a personajes heridos que
van arrastrándose sin rumbo por las carreteras de Estados Unidos, pernoctando
en moteles baratos y viviendo siempre al borde de un abismo sórdido que las
circunstancias han convertido en su hogar.
El primer elemento a destacar es
que Galveston adapta la novela
homónima de Nic Pizzolatto, el creador de la mítica serie True Detective, quien, además, ha escrito el guion de esta
adaptación (bajo el seudónimo, eso sí, de Jim Hammett). De hecho, algunos ecos
temáticos de la serie pueden intuirse en la trama de la novela y, por tanto, de
la película. El segundo elemento a mencionar es la inteligente dirección de la
también actriz Mélanie Laurent (la Shosanna de Malditos bastardos de Quentin Tarantino), quien firma su quinta
película tras Les adoptés (2011), Respire (2014), Plonger (2017) y el documental Mañana
(2017). Y, finalmente, están las estupendas interpretaciones de la pareja
protagonista, Ben Foster (a quien ya vimos en Comanchería de David Mackenzie, en el papel de uno de los dos
hermanos que eran el centro de la historia) y Elle Fanning (recordada por Somewhere – 2010– y La seducción – 2017– de Sofia Coppola, Super 8 – 2011– de J. J. Abrams o The Neon Demon – 2016– de Nicolas Winding Refn). Aparte de los
protagonistas, hay que destacar a un excelente plantel de secundarios, entre
los que mencionaremos a Beau Bridges, en el papel de jefe mafioso, y a María
Valverde en una breve aparición. Motivos suficientes, todos ellos, para
recuperar este título y resaltar sus virtudes.
La novela original de Pizzolatto
es un relato seco, sobrio, áspero, sincopado, en el que parece que nada está
sucediendo pero que solo conforme avanza es cuando el lector va descubriendo
que lo que era aparentemente banal acaba adquiriendo una relevancia inesperada.
Un relato duro en el que, de improviso, en medio de la violencia y el
desamparo, brotan la emoción y los sentimientos. Un relato que, cuando se
adentra en un remanso de paz y calma, es sacudido por la realidad más brutal y
descarnada. La película hereda buena parte de los rasgos de la novela y la
realización de Mélanie Laurent, con su estilo visual y su montaje elíptico y
entrecortado, ayuda a envolver a la historia en una atmósfera onírica y
fantasmal, de pesadilla en muchos momentos, que, aunque puede desconcertar en
los primeros minutos al espectador, acaba proporcionando al film un ritmo y un
tono que se ajustan perfectamente a la naturaleza de los hechos narrados.
Si True Detective es una exploración, medio lúcida, medio alucinada,
de los fundamentos últimos de nuestra conducta y de las razones definitivas de
nuestra existencia, lo cual acaba derivando en una reflexión inevitablemente
moral, Galveston también acaba siendo
un viaje hacia una decisión moral, hacia un sacrificio personal realizado en
aras de un bien mayor. De un bien moral
mayor, podríamos decir sin titubeos. En Galveston,
después de casi hora y media de recorrido sumido en un ambiente de irrealidad y
caos, seremos testigos de cómo un personaje se ha inmolado para salvar su
dignidad y para poder afirmar que su vida ha tenido una utilidad y una
finalidad a las que poder aferrarse. En definitiva, para poder creer que
nuestro paso por el mundo tiene, efectivamente, un sentido.
TRÁILER DE LA PELÍCULA:
IMÁGENES DE LA PELÍCULA:
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